segunda-feira, 8 de maio de 2017

JOSÉ ÁNGEL LEYVA | La Otra se mueve


En 1998 concluían once años de trabajo comunitario en la revista Alforja. Una publicación que se inspiraba en la labor de los poetas Sergio Mondragón y Margaret Randall en el Corno Emplumado, durante los años sesenta, la cual tuvo una presencia fundamental en Sudamérica en un momento en el que aparecían nuevas vanguardias literarias a finales de los años cincuenta, como los Nadaístas, los Tzantzikos, el Techo de la Ballena, por mencionar algunos. Ese espíritu que más tarde se reflejaría en México con la aparición casi subterránea del Infrarrealismo, capitaneado por Roberto Bolaño y Mario Santiago Papasquiaro, y cuya fama emerge ya en el siglo XXI gracias al éxito de la narrativa del primero.
En un proyecto colectivo cada quien es responsable de su papel en el trabajo o en el ideal común, en la construcción o destrucción del esfuerzo. Esa fue justamente la dinámica en Alforja, no un solo propósito e interés sino varios objetivos individuales que con el paso del tiempo emergieron con fuerza y sin tapujos, pero amparados bajo la mampara poco creíble de “la fraternidad universal de los poetas”, pues la revista concluyó con la disolución de las amistades y la disputa por los méritos y quizás hasta de su historia. Así, La Otra, que se iba a llamar La Otra Alforja, para evitar conflictos por el pasado y con el pasado, se quedó sólo en La Otra, pues fue un nombre en disputa por el fundador e iniciador de aquel proyecto colectivo.
La diseñadora, María Luisa Martínez Passarge y yo decidimos crear un nuevo proyecto, con un formato y un diseño más modernos, pero también con una idea diferente, sin desechar la experiencia que ya teníamos con Alforja. En octubre del 2008 pusimos a circular el primer número de la revista impresa y retomamos el camino ya iniciado en su soporte electrónico. Coincidía con la presencia de un gran número de poetas internacionales que venían a Poetas del Mundo Latino y otros que habían venido a la Feria del Libro de Nuevo León, como fue el caso de Lêdo Ivo, quien se tomó la primera foto un lunes, en el centro cultural Casa Lamm, y el martes voló a Río de Janeiro para volver el jueves por la noche y estar en la segunda foto el viernes por la mañana. La vitalidad de Lêdo era apabullante. Allí quedó constancia en las fotos de Rogelio Cuéllar, y en algunas tomas colaterales de Pascual Borzelli, pero también en un documental muy divertido que filmó Alfonso Serrano Maturino y que puede verse en YouTube. (www.youtube.com/watch?v=8PhsYN85FDQ)
Pronto, no más allá del número cinco de la publicación, se dio de nuevo otro divorcio afectivo y editorial entre la diseñadora y yo. Ella se quedó con la editorial que habíamos fundado juntos, La Cabra ediciones, y en la que inauguramos una importante colección de poesía, Azor, en la que dábamos salida a las grandes plumas de la lírica universal. Más de 50 títulos hasta ese momento marcaron nuestra complicidad venida desde los tiempos de Alforja, donde también publicamos libros. Me quedé al frente de la publicación concebida más como un lastre que como un gran proyecto. Así redoblé esfuerzos para continuar imprimiéndola, casi siempre en coedición con alguna institución, particularmente universitaria. La Universidad Autónoma de Sinaloa fue la que nos apoyó de manera más prolongada. Fue inevitable volver al camino de los libros ante la insistencia de muchos autores y compañeros de letras.



Más tarde, se incorporó al equipo Alfredo Fressia, uruguayo residenciado en Sao Paulo, Brasil, y luego Víctor Rodríguez Núñez, cubano nacionalizado estadounidense. No ha sido un proyecto editorial de consignas ni de propósitos estéticos o ideológicos, sino de coincidencias existenciales, literarias y yo diría de energías y espíritus. No hay un compromiso oficial ni de intereses mutuos, simplemente nos unió el azar y la empatía intelectual, y diría que la amistad y la distancia. Trabajamos cada quien por su lado y nos comunicamos por los medios que estén a nuestro alcance. Víctor es un agente activísimo que aporta mucho a la revista sin descuidar sus propios objetivos y sus intereses. Con él surgió la necesidad de reinventar la colección Azor, que se había quedado en manos de La Cabra y fue así que tras una larga caminata y una conversación emotiva surgió la idea de crear Temblor de Cielo, como un homenaje a Vicente Huidobro.
La colección 20 del XX es otro de nuestros proyectos centrales, pues intenta dar a conocer, en ese juego de cifras, el bagaje lírico de cada país. 20 poetas del siglo XX representan ventanas a la andadura poética de diversos países, que inevitablemente acusan sus diferencias no sólo literarias sino culturales y sociales. Así hemos publicado antologías de: México, Colombia, Venezuela, Ecuador, Islas Canarias, Cataluña, República Checa, Italia, Portugal, Chile, Gales, y tenemos ya encaminadas las de Cuba, Argentina, España, Luxemburgo.
La revista impresa ha dejado temporalmente de circular, pero no perdemos la ilusión de que regrese a la prensas o de que aparezca virtual con el formato anterior. La Otra retomó el hilo de Alforja en su formato electrónico, de una manera natural. De algún modo La Otra ya lo era antes de ser. La publicación se envía a más de 50 mil destinatarios, directamente a su bandeja de entrada y cuenta con una muy plural y amplia gama de colaboradores, en su mayoría de habla hispana, pero también de otras lenguas y de diversos continentes. Contiene en su haber la historia de Alforja, cuyos números pueden consultarse en la página web de revista (www.laotrarevista.com), lo mismo que el acervo impreso y digital de La Otra, que posee una rica colección de videos con lecturas de poetas, de programas de radio Yo es otro. El cual nació por iniciativa de la periodista Verónica Ortiz, quien dirigía en ese entonces la estación de radio de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México y nos invitó a realizar un programa radial, cuyo espacio fuera dedicado a la poesía y a los diálogos propios de La Otra.
En ese sentido puede descubrirse la alteridad de la publicación. Sus temas siempre son los otros, sus preocupaciones son aquellas que no están a la luz de los reflectores de la moda o del poder, sino donde se asientan las interrogantes y los cambios, los enigmas y los sueños, la insumisión y la libertad, pero sobre todo, la poesía. Hemos llegado a los casi tres millones de visitas desde nuestra creación y en la que siempre han estado en el quehacer cotidiano personas muy valiosas como Reyes Sánchez Villaseñor, Alfonso Sánchez, Pascual Borzelli.
Alfredo Fressia es un personaje muy valioso desde la modesta dinámica de su gigantesco entorno en São Paulo, y de su soledad poblada de amistades y afectos, también desde el dominio de las lenguas que siente como casi maternas además del español, el portugués y el francés. Hay muchos otros personajes ligados a la revista electrónica y antes a la impresa, como Carlos Maciel, pintor e historiador ahora jubilado, quien ha hecho muchas gestiones para el sostenimiento de la publicación. Pero están todos los que han hecho antologías para la colección 20 del XX, los autores de la colección Temblor de cielo, y quienes en otro momento de manera desinteresada apoyaron nuestro esfuerzo como Luis Ignacio Sáinz y el narrador Hernán Lara Zavala. La Otra estará también siempre en deuda con los artistas plásticos que han apoyado desinteresadamente su existencia, como Leonel Maciel, Arturo Rivera, Samuel Vásquez, Jussara Teixeira, Octavio Bajonero, por citar algunos nombres de los más cercanos colaboradores.
Estoy convencido de que la velocidad no es prisa ni ansiedad, es parte de esa percepción del tiempo y el espacio que advirtieron Baudelaire y Rimbaud hace un siglo y medio. Creo que estamos muy cerca, si no dentro, de una era en la que volvemos a ser los nuevos hombres rupestres que se sientan ante un muro para contemplarlo y encontrar sus posibilidades plásticas, comunicativas, recreativas, místicas, y en la penumbra de nuestro entendimiento hablarle al porvenir de nuestras emociones cotidianas, de nuestro entorno y nuestro asombro. La insubordinación y la rebeldía tienen que ser la punta de lanza nuevamente contra estas culturas de zombis, contra este gusto de muertos vivientes, contra esta moda de uniformes caros. Y sin embargo, La Otra se mueve.

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JOSÉ ÁNGEL LEYVA (México, 1958). Poeta, ensayista, editor. Es el director general de una de las más importantes revistas de cultura de su país, La Otra.



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Organização a cargo de Floriano Martins © 2017 ARC Edições
Artista convidado | Pierre Fudaryli (México, 1984)
Imagens © Acervo Resto do Mundo
Esta edição integra o projeto de séries especiais da Agulha Revista de Cultura, assim estruturado:

1 PRIMEIRA ANTOLOGIA ARC FASE I (1999-2009)
2 VIAGENS DO SURREALISMO, I
3 O RIO DA MEMÓRIA, I
4 VANGUARDAS NO SÉCULO XX
5 VOZES POÉTICAS
6 PROJETO EDITORIAL BANDA HISPÂNICA
7 VIAGENS DO SURREALISMO, II
8 O RIO DA MEMÓRIA, II
9 SEGUNDA ANTOLOGIA ARC FASE I (1999-2009)

A Agulha Revista de Cultura teve em sua primeira fase a coordenação editorial de Floriano Martins e Claudio Willer, tendo sido hospedada no portal Jornal de Poesia. No biênio 2010-2011 restringiu seu ambiente ao mundo de língua espanhola, sob o título de Agulha Hispânica, sob a coordenação editorial apenas de Floriano Martins. Desde 2012 retoma seu projeto original, desta vez sob a coordenação editorial de Floriano Martins e Márcio Simões.

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