domingo, 24 de abril de 2022

ALFONSO PEÑA | Tres encuentros con Amirah Gazel

 


1 | Amirah Gazel: maniquíes, automatismo colectivo y megalópolis del inconsciente

 

El proceso formativo de la artista Amirah Gazel (Costa Rica, 1964), estuvo rubricado por trazos lúdicos, laberintos lumínicos, pulsaciones internas, brochazos espirituales, hasta llegar a desembocar en un lenguaje fecundo y una poética precisa y diáfana.

La podemos imaginar –en su estudio, estilo oriental, como su origen–, diluyendo los pigmentos, utilizando las tijeras para rasgar la cartulina, ondulando el grafito sobre la tela en blanco, diseñando su proyecto gráfico y con emoción: hechizarse con puntos, grietas, intersticios, aristas, círculos, óvalos, abstracción vivificante y expresiva.

Amirah Gazel, aborda con elegancia y plasticidad los diversos elementos: el dibujo, la pintura, la caligrafía, la fotografía, el collage, el arte objetual y la poesía. La artista lo expresa: Mi universo es vital y espiritual. En sus naturalezas hay armonía y silencio; son senderos fúlgidos que recorremos con la palma de la mano; grietas y fracturas que platican con el color.

Sus creaciones, sobrellevan su impronta inconfundible: esbozos, textos, cuadros, libros, formas ovoides, tarjetas de recuerdos, una antigua máquina de escribir, el teléfono rojo en línea directa con Dios, maniquíes que sostienen un diálogo pertinaz… Es un carrusel de formas y construcciones, son rupturas y aliteraciones que nos recuerdan sueños, alucinaciones, revelaciones psíquicas que nos hacen vislumbrar la luz. Los tonos magentas, azules, sepias, ocres, sienas, blancos y negros se pueden ver muchas veces como láminas, filamentos, arena volcánica, plasma, cuarzos delirantes…

Durante la conversa, Amirah, estaba sentada en un canapé arábigo, por el aire viajaban las dulces melodías, los lazos sugerentes y constructivos, donde ella la artista discute sobre los diversos planteamientos del arte actual.

 

AP | Amirah, desde tu infancia, continuando por tu adolescencia, tuviste una especie de imán (¡gran atracción!), por los maniquíes. Esas muñecas y muñecos de madera, plástico, celuloide, que acompañan al ser humano desde hace unos 400 años, y que se exhiben en pasarela en tiendas y boutiques. La literatura y el arte están contaminados de esos artefactos, algunas veces lúdicos y por otra parte vistos como objetos de creación, deseo, de fantasía, de velado erotismo. Cuéntanos de tu relación con ellos.

 

AG | Bueno, Alfonso, es cierto que he tenido una relación particular con los maneken. Nací bajo la influencia del Pop Art y entre mis primeros estudios universitarios de Art Director en Publicidad, los maniquíes, eran objetos de gran fantasía e inspiración que me servían para presentar mis campañas publicitarias sobre diversos productos. Me encantaba, mostrar mis trabajos con estos artefactos y endilgarles una etiqueta, de alguna manera nadar contra la corriente de la moral establecida.

Los maniquíes, existen desde hace más de 2000 años, pero es solamente a finales de 1700 que su uso se hace más frecuente en el mundo de los modistas.

Soy libanesa-costarricense, –como lo sabes–, hija de un comerciante en pasamanería, desde pequeña viví entre estos armatostes. No sólo en los escaparates, de los negocios de familia, o amigos de la familia, sino en los talleres de las múltiples modistas que solíamos frecuentar.

Era una pequeña muy curiosa y avispada, desde que tengo uso de razón, recuerdo, haber construido una realidad paralela, en la que jugaba y creaba mundos que representaban sueños. Los maniquíes eran amigos, mis amigos no invisibles, pero silenciosos, que se articulaban a través de sus formas, o expresiones de sus rostros estimulando la fantasía. Mi incertidumbre, me escalofriaba de sólo pensar que lograra a través de mi imaginación hacerlos hablar y que pronunciaran mi nombre.

Un día mi padre, de su regreso de un viaje por México, –tendría yo como nueve años–, trajo una revistilla de esas populares, revistas en papel rústico, de quiosco. En ella venía un artículo sobre el maniquí viviente de Chihuahua: Pascualita, creo que así se llamaba, ¡imagínate vos!, me enloqueció esa leyenda de la novia que encerraba el espíritu de la dueña ya fallecida, del negocio La popular, la tienda de vestidos de novia de esa ciudad. En mi imaginación efervescente, soñaba con poder darle vida a un maniquí y que además guardara en el momento de mi muerte, mi persona. ¡Qué fantasía!

Durante los años universitarios, en la universidad Veritas, vagabundeaba en el mundo nocturno gay de la ciudad de San José. Como eran épocas de gran interdicción moral, me veía obligada a llevar dos vidas. En el día ejercía la práctica universitaria, como publicista y en las noches llevaba mi vida bohemia de artista. En una de esas salidas nocturnas, clandestinas, junto a mis amigos de la época, me encontré tirado en un basurero un busto femenino de maniquí, al que pinté de blanco y bauticé Sutil.

Ese maniquí, se volvió parte de mi vida, no solo como objeto decorativo, ya que me acompañaba al cine y a todas las fiestas, una especie de juego provocador, que confieso volvía loca a mi familia. Esa muñeca, me servía de modelo para mis dibujos, de espectador para mis monólogos. Freud, hubiese dicho, que era una proyección de mi misma y creo que fue así.

En 1986 me trasladé a Europa. Sutil, terminó en un rio de Escazú y en los primeros cinco años en el Viejo Continente, trabajé como publicista y en la moda, por lo tanto, rodeada de maniquíes.

Estos protagonistas estáticos han encendido emociones disímiles en los seres humanos, hasta llegar a verlos como objetos del deseo, o experimentar sensaciones eróticas. No obstante, si esas emociones no son canalizadas en la creación artística, cualquiera que sea la expresión, se vuelven desórdenes mentales, ya que el símbolo no es la realidad.

Estos artefactos están en el diario vivir, caminamos por las calles y los vemos ahí, fijos con una vida extraña. Como si viviesen en una dimensión paralela, queriendo decirnos algo misterioso. Nos miran como si supieran algo, que nosotros no sabemos. Desmembrados, piernas, brazos separados de sus cuerpos, gritándome llévame y haz algo conmigo. Son l’objet trouvé.

A principios de los noventa, decidí dedicarme al arte puro, la primera obra pública que realicé con un maniquí fue: Para cuando la diseñé para una exposición sobre la defensa de los Derechos Humanos, en la Universidad Libre de Bruselas, era una instalación con un maniquí articulado de los años 40.

 Desde entonces, estos artefactos tan especiales, representaciones humanas con una vida oculta, aparecen en varias de mis obras, ya sea en pinturas o en arte objetual, a través de ellos expreso emociones o pensamientos, que no podría exponer de otra manera.

 

AP | En Surrealart (Espacio dedicado al surrealismo, en la Fundación Camaleonart, en barrio Amón-Amor) hay una pieza de arte objetual, que está estructurada de vestigios de maniquíes, encontrados en las calles y avenidas de Bruselas. Los visitantes quedan gratamente sorprendidos, por esa creación que se encuentra adherida al cielorraso y se llama Entre piernas y que está ornamentada y recreada por elementos que recuerdan ciertas creaciones de Giorgio de Chirico y Giorgio Morandi, no obstante, al observarla, comprendo, que lleva tu huella personal…

 

AG | Entre Piernas es una obra erótica-humorística, una travesura, un giño de ojo a la seducción femenina. No suelo hacer obras de género, pero si me gusta trabajar con el ánima. Debe de ser esa coquetería, la que llama la atención de los observadores.

Esas piernas se encontraban superpuestas en un basurero en el Marche aux puces de Bruselas. ¿Cómo dejarlas abandonadas?, ¡Imposible! Las recogí y diseñé sobre papel la obra, solo tuve tiempo de embalarlas ya que estaba con un pie en el avión, iniciando el viaje de regreso a la tierra de origen.

Me encanta que menciones a De Chirico, su período metafísico ha sido de gran importancia en mi desarrollo artístico. No pretendo repetir, ni siquiera aspiro a asemejarme a este maestro, pero la exteriorización de la imaginación de De Chirico es muy misteriosa, un inconsciente lleno de imágenes que evocan ambientes sombríos y abrumadores. Al inicio de este período, las referencias eran paisajes urbanos, inspirados en las ciudades mediterráneas, aunque progresivamente, su atención se fue transportando hacia cuartos abarrotados de objetos, algunas veces habitados por maniquíes, con un contraste de luz que encandila los ojos. Es con esas atmósferas con las que mi espíritu se identifica.

Saltamos, Alfonso, de un surrealista a un futurista italiano, Giorgio Morandi, pero que al fin y al cabo tienen algo en común, dos artistas que sostenían una relación privilegiada con los objetos.

Surrealart, es un espacio fuera de la realidad, como vos lo decís, es el espacio de la Fundación dedicado al surrealismo de todos los tiempos, que mejor lugar para ensamblar Entre Piernas y suspender la obra justo allí, en el cielo de esa habitación mágica.

 

AP | En la literatura latinoamericana, existen muchos exponentes de esa corriente de las muñecas y muñecos de celuloide; recuerdo un cuento de Felisberto Hernández (cuentista uruguayo) Las hortensias en el texto, Felisberto, le insufla vida a un maniquí y también deseo mencionar al escritor carioca Rubem Fonseca, que en su libro O caso Morel, habla de la Robofilia, que es la práctica sexual que tienen ciertos sujetos con maniquíes tecnológicos y toda la parafernalia de perversiones y sado masoquismo. ¿De qué modo podríamos explicarnos la fascinación que ejercen los maniquíes sobre los artistas y escritores?

 

AG | Hay artistas, escritores, visuales u otros, que canalizan su atención en el escenario del misterio, lo que está detrás de toda representación y se esconde del otro lado de la realidad visible, por decirlo de alguna manera. Otros proyectan solamente sus desórdenes mentales. Te digo esto ya que depende de la esencia del creador y el giro mágico que le dé a sus fantasías.

Las pupetas, o pupetos, para no dejar el animus de lado, han sido alimento prohibido o fruto ofrecido a la ilusión de la psiquis, no olvidemos que son representaciones humanas.


Lo fascinante es cuando el artista es honesto consigo mismo y utiliza su propia historia y fantasías para convertirlas en sujeto de expresión creativa, generando ese enigma que hace que el observador, o lector no sepa más en donde se encuentra el límite entre la realidad y la ficción.

 Podemos interpretar y analizar obras tanto visuales, como escritas, de diversas maneras. En cada una de nuestras críticas, es nuestro propio inconsciente el que se manifiesta. Es lo que nosotros llevamos dentro, en gran proporción, lo que desentraña, lo que observamos.

 

AP | En 1999, vos fundás en Ámsterdam el Grupo Surrealista Agorart. ¿Cuál fue la idea primigenia para llevar a cabo esta aventura? Conociendo de antemano las dificultades y suspicacias que una artista latinoamericana podría encontrar en Europa. Más, tratándose de asuntos intocables como es el Surrealismo.

 

AG | La observación y la mundología, contribuyeron a que la soledad del creador se hiciera cada vez más evidente. Los grupos de artistas y pensadores, eran escasos en la ciudad de Bruselas.

La querella del arte contemporáneo estaba en plena efervescencia, dejando un espacio frio, lleno de murmullo ruidoso. Esa falta de ideales, los resentía en todos los campos sociales y existenciales de la sociedad.

En 1994, organicé en mi taller, en Saint Gilles, Bruselas, el grupo de poesía de mujeres, Javla, que reunía poetas consolidadas, con poetas emergentes, de ahí germinó la Antología los 12, con poemas de Ana Cristina Rossi, costarricense, Sonia Sales, cubana, las argentinas Eva García y Ana Fernández, Juliette Boully, belga y otras, lamentablemente por falta de medios para publicarla, el manuscrito permaneció en el armario que colecciona los Proyectos en sala de espera. El grupo se desintegró dos años después. Como en la vida todo se teje con hilos invisibles, tropecé con el movimiento latinoamericano Pucara, que no tardó en desilusionarme, carecía, desde mi punto de vista, de esencia artística.

Bélgica y Europa en general, estaban en un socavón generalizado, el inconsciente colectivo comenzaba a sombrear en la desesperanza y se volvía cada vez más difícil reunir a las personas en torno a sueños comunes.

Como soy de naturaleza testadura, persistí sobre el tema, construyendo proyectos sincréticos, como peldaños de cambio, entre la burocracia, la economía y el arte. Proyectos que compartí y realicé entre hombres y mujeres artistas y financieros, de diversos horizontes geográficos. Entre ellos Christian Brynaert, ex Ingeniero químico de Petrofina y excelente dibujante, que fue, en sus inicios, mecenas del grupo.

Como consecuencia de un viaje a Ámsterdam, en 1996, entré en relación con el grupo ACA, los pintores Automáticos de Ámsterdam, de inmediato se gesta la aventura de Camaleonart, que nace de un gesto altruista, del deseo de reunir talentos legítimos y artísticos, de hacer florecer un espacio para que los creadores autocríticos y comprometidos, nos retroalimentáramos y que mejor espejo que los artistas ¡Nosotros mismos!

Camaleonart, creció como plataforma de encuentros fortuitos, de experimentación, focalizada en la importancia de la autonomía de expresión, hacia un colectivo integral. Un proyecto ambicioso, apasionante. Camaleonart, creó a Agorart, que ha sido y sigue siendo la “vanguardia” que apoya esta aventura maravillosa.

Se realizaban sesiones de pintura colectiva, encuentros entre artistas de diferentes expresiones artísticas y de esos encuentros casuales y mágicos, surgió la relación con el Movimiento Surrealista, un intercambio fértil, de ricas manifestaciones. El surrealismo, como su nombre lo dice, solo puede encontrarse, de una manera surreal.

En realidad, no tuve ningún problema con el Movimiento Surrealista, nos identificamos de inmediato y simpatizamos.

Los surrealistas, siempre fueron percibidos como los intocables, pero este Movimiento es más bien autónomo y en realidad es una corriente exigente. ¡No a los oportunistas!

 Son incontables las censuras y las descalificaciones que se han hecho de este grupo cerrado, sagrado, –visto desde afuera–, pero en su médula, la tropa, es resplandeciente, abierta a la reflexión.

 

AP | En ese tránsito por la corriente del surrealismo, vas a conocer al viejo gurú (Poeta y crítico de arte vinculado al surrealismo) Edouard Jaguer. Será interesante para los lectores de Agulha Revista de Cultura, que nos contés de tu relación con el creador de Miradas sobre una historia paralela, ese notable maestro del surrealismo de los últimos años en París…

 

AG | La noche está hecha para abrir puertas… ¡Edouard, era una legitima llave!

Durante 1996 y el 2000 viajé con constancia a Ámsterdam. Mis reciprocidades artísticas con el pintor y poeta argentino-holandés, Miguel Lolhé, forjaron atmósferas poético/dinámicas, de colores estridentes y chillones, no por lo escandaloso, sino por la intensidad de la creación, que se manifestaba de ese encuentro. Participábamos de las sesiones entre los gladiadores de la creación de esa ciudad, que eran frecuentes y Miguel era cofundador de ACA y los automáticos de Ámsterdam, tenían lazos con el gran Edouard. Cuando le comunicaron a Edouard, que yo deseaba ir a conocerlo y presentarle mi trabajo, el aceptó.

Viajé a Paris, iba advertida de que el inaccesible Jaguer, solo me iba a recibir unos diez minutos, con suerte me invitaría a un Chivas Reagal y hasta luego, y si me llegaba a publicar, podría bendecir al cielo. Cero caridad, para los artistas, de la parte de este gigante, me decían los colegas.

 Recuerdo su apartamento lleno de libros esparcidos por el suelo, apilados en torres ordenadas, que parecían querer salirse por el techo. Los muros estaban colmados de obras de Wilfredo Lam, Atlan, Max Ernest, Enrico Baj… y muchos más de sus amigos. El humo de los cigarrillos Gitane, de Anne, su mujer, habían amarillado todas las paredes, creando un museo antiguo, olía a historia. Una hora después, –no de un whisky, sino de dos– y sobre todo de amenas conversaciones y una reciproca simpatía, Edouard, me solicitó que le dejara la carpeta que yo llevaba, con las imágenes del periodo que estaba desarrollando en ese momento: L’obvie e l’obscure.

A los dos meses, recibí una carta de su parte, comunicándome que publicaría algunas de mis creaciones en la revista de Canadá, La tortue e la libre. Ese fue el inicio de la espontánea relación entre Edouard y yo. Después, de ese encuentro, se dieron intercambios de correspondencia, visitas y conversaciones telefónicas que manteníamos sobre el movimiento surrealista y la magia misteriosa de la vida.

Edouard, es un pilar no solo del movimiento surrealista, sino del arte global. Era un hombre infatigable, auténtico y de una gran honestidad con el mismo. Nos dejó un vasto legado, Jaguer–Jaguar, como yo solía llamarle, es una indudable pérdida.

 

AP | Se afirma que Edouard Jaguer, después de algunas controversias y polémicas contigo, te va a llamar Le Baobab d’or. ¿De qué modo digeriste esa etiqueta?

 

AG | Edouard, era muy exigente. Declaró públicamente su desacuerdo con algunas de las exposiciones que yo organicé en Bruselas sobre el movimiento. Continúo, estando agradecida por esa actitud, que me hizo crecer y afinar las ideas con respecto a la manera en la que debo organizar las exposiciones sobre los surrealistas.

No suelo hablar públicamente de mis relaciones con algunos personajes significativos de la historia, debe de ser porque eres vos, Alfonso, que me siento en confianza de compartir con la revista Agulha y sus finos lectores, estas pequeñas anécdotas.

Edouard, me llamaba Le Baobab d’or, el Baobab, es un árbol de la sábana africana, d’or, significa de oro, lo que él quería expresar con ese apelativo, era su reconocimiento a mis capacidades organizativas, de acuñar, de acoplar, de reunir, de defender mis ambiciones por hacer trascender el surrealismo, de no permitir que, tan importante corriente, se llenase de moho. Era la más joven y exótica del movimiento para los europeos y mi espontaneidad ponía una nota musical en las reuniones.

 Me preguntas como digerí ese mote, pues en realidad lo recibí con mucho halago,parodia al mismo tiempo y consciente de que me estaba, entre risas, confiando una gran responsabilidad.

 

AP | Vos fuiste la conductora de la organización de varias exposiciones surrealistas internacionales, cuéntanos como era el clima antes y después de esos trascendentes espectáculos en diversas ciudades europeas.

 

AG | Los atritos, en el seno de esta corriente y en cualquiera, son inevitables. ¡El movimiento surrealista es una auténtica familia!

Organicé, alrededor de siete muestras internacionales con los surrealistas en diversos países de Europa, principalmente en Bélgica. Mi relación con los checos, siempre ha sido valiosa y trabajo mucho con ellos, mi contacto y amigo Arnost Budik, es un hombre apasionado y perseverante. Los checos son muy colectivos, en ese entonces los europeos del norte mostraban resistencia al este, pero con el paso del tiempo, se han ido limando asperezas y la universalidad comienza a reinar. La atmósfera, antes y durante la organización era tensa, después de la apertura, la alegría y la gracia nos envolvían y un poco después llegaban los porrazos y las flores, o sea las críticas públicas, tan necesarias para prosperar.

 

AP | Vayamos a Au bord de la pensé, Surrealisme actuel, 2004, Poesie, Peinture, Sculpture, que se llevó a cabo en Bruselas y dónde vos fuiste la anfitriona y la guía de la puesta en escena.

 

AG | En el 2005, participé como asistente de dirección del Festival de Arte y Teatro de calle Il sole e la luna, en Montone, Italia. Conocí al poeta y crítico de arte Eros Constantini, con él trabajé durante varios veranos italianos. Eros es un artista surrealista y conversábamos bastante sobre la ausencia de los italianos en dicho movimiento y sobre el separatismo que suele existir entre los diferentes grupos de una misma corriente.


Baobab d’or, decidí entonces organizar una exposición internacional sobre el Surrealismo actual. Eros, la llamó Al bordo del pensiero, yo deseaba invitar a los italianos para que formaran parte del evento. Se le agregó Actual porque la exposición tenía la intención de contribuir a remover el óxido que estaba cubriendo al movimiento. Au bord de la pensé, fue una manifestación bomba, creó controversia, y a su vez dejó su huella.

 

AP | En las conversas que mantengo contigo, sobre el automatismo psíquico, la escritura automática, la creación colectiva y los cadáveres exquisitos, he advertido, que vos no te considerás una artista surrealista; expresás que tu obra no tiene que poseer matices y la técnica y los modelos de los creadores surrealistas; sin embargo, acotás: he abrazado al surrealismo como una forma de vida

 

AG | El surrealismo no es un estilo o lenguaje creativo, es mucho más que eso, es una filosofía de vida. El surrealismo va al encuentro de la manifestación del inconsciente, por lo tanto, no podemos afirmar que existe un solo estilo de lenguaje surrealista, somos más bien surrealistas, nuestra obra lo es también ya que es el reflejo de nuestro inconsciente. Esta es la razón por la que subrayo: Yo soy la surrealista, no mi obra.

 

AP | Coincidimos que el surrealismo está fundamentado por muchos vértices y aspectos de las propuestas freudianas, y –con el correr del tiempo– jungianas. De ahí, que tu obra y tu personalidad tenga una gran interrelación con la psicología y sus métodos de investigación. ¿Podrías ahondar en este tema?

 

AG Cuando se habla de psicología, se habla de estudio del alma, de análisis y desde que tengo uso de razón soy una analítica. Siempre me interesé en el comportamiento de las personas y el misterio que envuelve las situaciones. Como te dije anteriormente, me gustaba, y me gusta jugar creativamente con los sueños, deseos, intuiciones, me llena de inspiración, todo lo invisible de extraña expresión.

 En 1994, en Bruselas, realicé una serie pictórica que la llamé Lo que no se ve, pero se siente, traté de materializar conceptos impalpables, pero esenciales. Escogí el blanco y negro que me pareció lo más obvio para representar lo invisible y perceptible a la vez.

Con los límites entre el blanco y el negro, intenté, simbolizar sutilmente ese mundo inmaterial que nos rodea, por ejemplo, Alfonso, ese espacio entre vos y yo en este momento, que está lleno de tantas sensaciones, emociones, silencios y que solo los podemos sentir, ya que no los vemos. O, por ejemplo, el silencio, que habita entre esa copa y esa botella, repleto de algo que solo se percibe.

Esta serie, fue expuesta durante el Parcours d’artiste, en 1992 en Bruselas, en el barrio artístico de la ciudad. Creó controversia, ya que yo, solo tenía 28 años y recuerdo que los budistas, con cierto humor, declararon que era muy pretencioso, el expresar esas cosas a tan temprana edad. Esa observación, me hizo reír de una manera traviesa.

Después, siguió, Alguien me habla, que trataba de figurar la relación entre el más allá, el cosmos y el inconsciente. Esa serie, se podía confundir perfectamente con la esquizofrenia y te digo esto, ya que en el límite entre el misterio del inconsciente y el espíritu, ¡la locura baila!

Mi trabajo y mi vida están interrelacionados con la psicología. Durante 25 años, llevé, un psicoanálisis freudiano y en la actualidad, continúo el psicoanálisis junguiano, es mi mejor manera de estudiar la psicología. Considero que los seres humanos, para vivir consigo mismos y los demás y alcanzar una parte de esa libertad interior que buscamos, deberíamos tener acceso al psicoanálisis, desde temprana edad.

Los surrealistas, –en su gran mayoría–, llevaban, el psicoanálisis con Freud. No es sorprendente, ya que el surrealismo, en su esencia, busca descubrir el inconsciente. Esta tendencia, siempre ha creído en la existencia de otra realidad, ama modelar un mundo absurdo, ilógico, donde la razón no puede dominar al subconsciente.

Vayamos, al origen de este movimiento: El dadaísmo, que era/es la oposición de la razón instaurada, un movimiento rebelde, que posteriormente buscó inspiración en el inconsciente, la imaginación, el método de la escritura automática y el estudio de las teorías del psicoanálisis de Freud.

El surrealismo, propuso entonces, materializar al mundo del arte, las imágenes del inconsciente, los deseos, los sueños… No es una casualidad, que este movimiento y yo, nos hayamos encontrado e identificado, en la autopista de la vida.

 

AP | Observo que, en la propuesta de tus collages, hay una libertad creativa y un gozo por romper ciertos moldes tradicionales con esta técnica. En tu quehacer, adicionas elementos novedosos, y despliegas unos contenidos sorprendentes, modernos y actuales. Ya no es el collage donde la figura de la mujer (desnuda) tiene un papel dominante y hasta lujurioso, en tu collage el lenguaje es vertiginoso, y la técnica es una tijera que habla y se contorsiona entre los textos y las hendiduras de los pliegues corrugados, las fotografías incoloras, los brochazos resplandecientes… ¿Tu opinión?

 

AG | Lo que intento, con la técnica de los collages –que, de paso, es una de mis expresiones preferidas–, es confrontar el realismo, con el automatismo, crear tensión entre las imágenes reales y expresiones abstractas, del inconsciente. El resto es un juego de niña interior, que habita aún en el Kinder Garden. Porque, nuestro niño interior, es uno de los principales detonantes de la creación, en la hermosura de su espontaneidad. Es posible, que sea esa pillería la que vuelve misteriosos estos trabajos.

 

AP | No puedo pasar por alto la serie de tus Autorretratos. Ellos tienen un tratamiento muy especial, estamos ante una propuesta visual vigorosa y que hace acopio de diversas técnicas: el collage, el grafito, el óleo, la pincelada audaz, la intervención sobre antiguos soportes. De pronto me encuentro ante una figura clásica, o una máscara de carnaval, o quizás un retrato con cierto acento del Por Art, o un ensamble surrealista… En todos ellos hay una elasticidad, un cordel invisible que los enlaza… ¿De qué trata todo esto?

 

AG | En 1996, en mi vida, los autorretratos, representaron, ¡una gran revelación espiritual!

Mi oposición continua, a las reglas establecidas, sin fundamento, me obligó, a vivir al margen de la tradición de la academia, lejos de estudios de proporciones u otros, para descifrar una perfección prodigiosa en el dibujo. Soy autodidacta. Mi interés, en cualquiera de mis múltiples expresiones, se inscribe, en la interpretación de lo que observo y la materialización de lo que siento y pienso.

Cuando pinté el primer retrato, descubrí, la importancia de la memoria afectiva y como la emoción podía ser más fuerte que el conocimiento. En ese instante, me vi comprometida, ante la revelación, de continuar, pintando retratos y autorretratos.

Como vivo la emoción, ¡con intensidad!, entonces fotografío yo misma al personaje, y, luego lo pinto, buscando, no representar como tal la persona, sino más bien la atmósfera que la envuelve y su psicología y utilizo todos los medios creativos que estén a mi alcance para materializar lo deseado.

 

AP | En tu creación artística, hay un segmento que me parece debemos tomar en consideración; hablo de los poemas colectivos; con algunos artistas como Miguel Lholé, Rafael Arcángel La O, Valeria Valeriani, entre otros, has desplegado una serie de creaciones colectivas, ahí la escritura automática y ciertos elementos del collage, tienen un diálogo ágil y musical con las metáforas urbanas, son especies de susurros lingüísticos… ¿Poema-imagen?

 

AG | No voy a profundizar en un tema tan amplio, como lo es el automatismo, sin embargo, te cuento, que alrededor de los años noventa, en Bruselas, se me dio la oportunidad, de registrar la huella, de todas las fiestas y los círculos en los que solía concurrir. Me armé de papel krarft o buvard y de pasteles grasos y proponía a los invitados pintar, todos, sobre una misma superficie. No se imponían los temas, solo se liberaba el inconsciente, ¡hay obras maravillosas! En esas sesiones, participaban personas de todas las edades, género, origen y profesión.

Ámsterdam, sirvió de puente en el encuentro con los Automáticos, y las obras colectivas, ya no eran solamente arte terapia, sino trabajos realizados solo entre artistas.

Las obras colectivas son mágicas, parecen hechas por una sola persona y exigen la abolición del ego, porque se construye con el inconsciente del otro y el propio subconsciente. Nos muestran que, en nosotros, hay tantos que nos habitan. Y son el espejo del inconsciente colectivo.

He participado en cientos y cientos de obras colectivas, los famosos Cadavres exquis (Cadáveres exquisitos). Y, entre artistas, era/es, algo natural, la realización de esas creaciones colectivas literarias o pictóricas, en cada uno de los encuentros. Se trataba, de dejar evidencia, de lo que sucedía en la sociedad, en ese momento. Como lo dice Kandinsky: El arte es testimonio de su época. Europa, vivía cambios acelerados, las poblaciones se metamorfoseaban de forma evidente, las fronteras se disipaban, y todo eso, queríamos, dejarlo expresado, en la dinámica vibratoria y lúdica disonancia, de las obras pictóricas colectivas y también en los poemas–imagen, que realizábamos en ese momento. En realidad, es una acción, que continúa en los encuentros mágicos, a veces menos frecuentes.

Son tan significativas esas obras, que sirven de arquetipo, para el desarrollo de la sociedad, ya que, para un óptimo desarrollo colectivo, es necesario un excelente desarrollo individual. Digo esto ya que toda manifestación colectiva tiene su éxito en el propio desarrollo de los participantes y eso es esencial, es la médula, de la diferencia, entre una obra y la otra.

 

AP | Parafraseando al poeta y crítico italiano, Eros Constantini: Observada en el conjunto, la obra de Amirah Gazel, encierra astillas de un espejo, esquirlas que reflejan diversas imágenes de una sola realidad, convirtiéndose en otra, mutándose a través la singular tensión generada por los diferentes temas, que hacen alejarse la inalcanzable meta. Figuras estáticas que escapan, lentamente, con ansia o sin preocupación, con el rostro rosado, rosado o tal vez negro, te miran, van de derecha a izquierda, en alto, hacia abajo, en todas las direcciones posibles, como las nubes. Máscaras, maniquíes, mesas, ladrillos, cielos y más nubes, fases lunares y sueños azules, labios rojos, mosaicos encantados, muros, ventanas sin vidrios, esos sueños detrás del arco de la iglesia y más óvalos esta vez no en hueso, collage de mensajes no enviados, mujer, un pájaro negro, bosques, una mirada a la búsqueda de una flor. ¿Amirah, estás de acuerdo con estas apreciaciones sobre tu obra artística?

 

AG | Es curiosa tu pregunta, Alfonso, ya que el asunto de las críticas o críticos, siempre me ha interesado. Pienso, que los críticos de arte, no hablan o escriben solo sobre la obra o el artista, sino que se expresan sobre ellos mismos, a través del otro, o de la obra misma.

Si observamos con atención las críticas, son puntuales los puntos que hablan directamente sobre la obra o el artista, el resto es un ensayo, que, para mí, descubre el inconsciente de quien lo escribe.


No obstante, no niego la importancia en la difusión y promoción del artista, que las críticas de arte tienen, sobre todo, dependiendo de quién venga.

Eros Costantini, es un gran poeta y crítico de arte italiano, que se interesó particularmente por el periodo de mi trabajo El respirar de las nubes, libremente yo trabajo pictórico, poético–metafísico, que realicé en Giulianova, Italia, del 2005 al 2009.

Trabajé con Eros, entre Italia y Bruselas. Tuvimos la oportunidad, de conversar de arte y poesía, con profundidad. Aprecio y valoro, lo que Eros ha escrito sobre mi trabajo, sin embargo, esto que te voy a decir, él lo sabe: Creo que buena parte de lo que expresa sobre mi obra, está más cerca de él que de mí

 

AP | Para nuestros lectores, será de suma importancia, conocer: ¿Por qué tus amigos y colegas, y también en los diversos medios – papel y digitales–, a vos te llaman La Loba?

 

AG | Auuuuuu auuuuuu auuuuuu… Una noche de luna llena, me comenzó a salir pelo por todo el cuerpo… No, esto no es serio.

Se dice que lo que la lo loba hace, al lobo le place, lo que indica la habilidad con que se aúnan, los que tienen las mismas inclinaciones.

Soy de naturaleza protectora y guía y he trabajado con manadas de lobos y lobas (artistas).

En Bruselas, –como guerrera defensora del arte y los artistas–, las instituciones solían señalarme cuando los confrontaba: c’est une vrai louve (Es una verdadera loba), al mismo tiempo, coincidía con el hecho de que es uno de mis principales animales totémicos.

Amante de crear grupos y espacios para reunir talentos y desarrollar conocimiento, Laloba, se volvió mi pseudónimo en el Movimiento Surrealista y en mi círculo de amigos y colegas. ¡Me identifico con este hermoso animal! Auuuuuuuuuu…

 

AP | Tu exposición de pintura más reciente, se denominó Metrópolis del inconsciente. Es una colección de obras entre construidas-deconstruidas y abstractas, con un predominio de los tonos ocres, sepias y cienas. El conjunto de las obras nos remite a la vigilia y a ciertas presencias oníricas; encuentro un trabajo equilibrado con un predominio de las metáforas del constructivismo. Conversemos en relación a este trabajo que fue expuesto en el Teatro Nacional de San José, en el 2013.

 

AG | De tanto estar atenta, a lo que el inconsciente nos envía, se van descubriendo, en él, habitáculos maravillosos. Lugares en donde el silencio y las formas habitan con armonía.

Este periodo, lo considero, la síntesis de mis otras investigaciones pictóricas, es por ahora, la Gestalt de mi ser, lo que deseo mostrar.

Estas representaciones surgieron en Ámsterdam en 1999 y desde entonces, entre pérdidas y reencuentros voluntarios, las he venido desplegando, hasta que el aullido del inconsciente me llevó a dedicarme a la búsqueda y experimentación en ellas.

Metrópolis, eso es lo que son, ciudades gigantes, que duermen y habitan en el subconsciente. En ese misterioso espacio que no tiene ni principio, ni fin y en el que revelo hoy, que yace, también una luz comunicante con el universo, en el fondo de esa misteriosa oscuridad.

 

AP | En el inicio del 2015, en los meandros cibernéticos, se comenta de una complicidad en la que están interviniendo (Agorart y la revista Matérika); la organización de la exhibición Las llaves del deseo, es la primera expo de arte surrealista internacional que se llevará a cabo en Centroamérica, podrías adelantar algo sobre este importante evento.

 

AG | No quiero vender en este caso la piel de los lobos antes de matarlos

Es cierto que Agorart/Camaleonart y Materika tienen mucha masa sobre la mesa, se han unificado para cocinar sabrosos manjares. Las Llaves del deseo, es un cadáver exquisito.

 

 

2 | Amirah Gazel, arte amigo y los diablillos de la magia cotidiana

 

En esta charla, Amirah Gazel habla de Arte-terapia e Imaginación-activa, pero sobre todo cuenta historias y su anecdotario es muchas veces impresionante, inverosímil, poético; todo gira alrededor de los niños en alto riesgo del Oratorio Don Bosco, en la Ciudad Oculta. Desde hace dos décadas es la fogonera de Arte-Amigo; sus talleres y saberes la han llevado por diversas geografías y latitudes. Sus métodos prácticos e investigativos la han convertido –además de pintora, dibujante, collagista, gestora cultural, reikista– en una pieza clave de esta especie de sanación por medio del arte –poesía, música, escultura, pintura– y en esta ocasión la Arte-terapia. Una mañana de diciembre tuvimos la oportunidad de asistir a la Biblioteca Nacional de San José a la apertura de una expo. No era una exhibición de las tantas que se dan en el planeta, ¡sorpresa! era la expo anual del Taller de Arte-Amigo. Con una contagiosa alegría los niños del Oratorio Don Bosco, recorrían las salas de la Biblioteca Nacional, en medio de sus expresiones vivaces y coloquiales, risas, asombros… Todos pasaban delante de sus creaciones –pintura, collages, mándalas, montajes– como si no fueran de su propia cosecha, en esa actitud, en ese designio, podemos entender la magia… Como colofón, Amirah apunta al igual que el pintor malagueño: Lo maravilloso está en la creación de los niños

 

AP | Amirah, podrías hablarnos de qué trata la Arte-terapia y su importancia y vigencia en el mundo contemporáneo.

 

AG | En el artículo científico: Arte-terapia, La terapia del arte: otra herramienta, otro idioma de: Xavier Dany Girard, sexólogo clínico y psicoterapeuta, cita un comentario de Gregory (1985 uno de los tantos propulsores de la terapia del arte) que dice así: La unión de la terapia y del arte consiente la función simbólica, no solo de invertir en un objeto de arte, sino de llevar un proceso terapéutico en el que participe el cuerpo. Sirve como un viaducto entre la realidad y la experiencia que una persona forja. El arte es una función humana que da resultados concretos y tangibles de la experiencia humana, es una necesidad.

Desde inicios de la Historia de la Humanidad, en todas las civilizaciones, el arte ha servido como intermediario para el individuo, en función de la representación o como un instrumento para abrir la puerta al conocimiento del mundo que le rodea. Una obra de arte es un vehículo de las imágenes de la emoción, del inconsciente o de la experiencia.

El arte, en La Arte-terapia no es solo visto como un instrumento de pensamiento, reflejado, sino también como una herramienta para comunicarse. La terapia del arte es a la vez un instrumento y lenguaje analógico (no verbal). Que se propone como un elemento de representación y la comunicación como un utensilio para el cambio terapéutico, en donde su objetivo es que a través de la experiencia del arte el cliente o paciente active su creatividad para iniciar un proceso de reorganización de su experiencia humana, psicológica, emocional, biológica y neurológica. Ella está comprometida a tratar a la persona de manera integral, como una totalidad y no por partes, haciendo hincapié en el aspecto de la experiencia.

En un mundo perturbador, confuso, en donde nos alejamos de las emociones reales para vivir vertiginosas emociones virtuales, hacer énfasis en una innovadora educación, como lo abordó Marilyn Ferguson en los años 80 en el libro: Conspiración de acuario, debemos construir una educación hecha a medida de las necesidades de los seres humanos y no del sistema. El arte es un estímulo indispensable para el desarrollo individual y colectivo de la sociedad.

Educar en el arte a los seres humanos desde su niñez, equivale a despertar su sensibilidad, su aprecio por los detalles, por las cosas cotidianas y sencillas, por los colores y las formas, por los seres vivos, por sus características, fortalezas y virtudes. Hacer arte ya sea en la música, en la pintura, en la danza, en el teatro, en el cine o en la escritura, permite descubrir a partir de la exploración el mundo que nos rodea. Desarrolla la curiosidad innata y la creatividad, y se potencializan cuando les permitimos a los pequeños experimentar sonidos, formas, luces, sombras, movimientos, colores etc., a través de sus sentidos y de su cuerpo, obteniendo beneficios emocionales y psicológicos sorprendentes, construyendo una sociedad fundada en una educación sana.

 

AP | ¿Cuándo y dónde se fundó Arte-Amigo y cuál es su proyección?

 

AG | Los años noventa fueron para mí, una época de creatividad e imaginación efervescente, al reunirme en Holanda con los ACA (Automáticos Colectivos de Ámsterdam).

Desde los ochenta en Bruselas venía trabajando artísticamente –en solitario– con niños y niñas de 6 a 12 años. La importancia de la educación tomó mi corazón desde temprana edad y como idealista que soy, soñaba de unirme a un ejército de luz que, con solo mirarnos a los ojos nos reconoceríamos en el silencio del laberinto de las emociones y cambiaríamos el sistema, logrando un sorprendimiento resplandeciente.


Más tierra a tierra con el correr de una década, coincidí con Miguel Lohlé, cofundador del movimiento ACA y creamos en 1999, un sólido puente de liberación para estos pequeños, lo llamamos ARTEAMIGO. Y así conceptuamos el corazón de la Fundación Camaleonart, espacio que ha trabajado con niños y niñas en diversos países del mundo.

ARTEAMIGO es un taller de expresión artística para niños de todas las edades, que está focalizado en la autonomía de expresión.

ARTEAMIGO no se quedó en un pequeño taller de arte-terapia, se convirtió en un concepto ambicioso que pretende integrar La Arte-terapia como una materia indispensable en el programa de educación nacional, mundial…, generando empleo para los artistas y psicólogos. Somos una partícula de ese enorme ejército de trabajadores de la luz que trabajan por la defensa del arte y la terapia en la enseñanza.

Para el 2017 tenemos bien avanzada la maqueta de un librito de cuentos para la prevención de la violencia y el abuso de los menores, que la realizamos en colaboración con el joven estudiante en Artes gráficas de la Universidad Creativa, Alejandro Vega, trabajo que él realizó durante su práctica universitaria en la Fundación. Este libro deseamos publicarlo a nivel nacional y soñamos con llevarlo a toda Centroamérica.

 

AP | ¿Cómo fue el encuentro con los niños del Oratorio Don Bosco? ¿Podrías hacer un análisis del método que ponés en práctica para lograr que niños problemáticos se transformen y encuentren en el arte una vía de sanación y de sentido de pertenencia… entre otras virtudes y manifestaciones…

 

AG | ¿Recuerdas este poema de Federico García Lorca?

 

MARIPOSA DEL AIRE ¡Que hermosa eres! / Mariposa del aire / dorada y verde. // Luz de candil… / Mariposa del aire, / quédate ahí, ahí, ahí. / No te quieres parar, / pararte no quieres… / Mariposa del aire, / dorada y verde. // Luz de candil… / Mariposa del aire, / quédate ahí, ahí, ahí. / quédate ahí. / Mariposa ¿estás ahí?

 

Yo diría ¿niños están ahí? Chiquillos en el mundo hay montones, pero es sorprendente como nos fue difícil tener acceso a una institución u organización que nos permitiera reunirlos y trabajar con ellos.

Al llegar a Costa Rica, –siendo curiosamente un país con tan alto nivel de niños abusados y víctimas de violencia (ver estadísticas en el sitio de Arte-Amigo: www.agorart.org-arteamigo-cr – nuestra propuesta no fue recibida con el interés que requería. A lo mejor no llegamos en el buen momento astrológico. Nos veían como algo fuera de sitio, lejos de su moral. A pesar de que ya había habido propulsores de la Arte Terapia en el país.

Fue de manera casual, conversando con una educadora paciente mía en Reiki que me mencionó la existencia de la Escuela Oratorio Don Bosco de Sor María Romero, en distrito Carmen, de la capital de San José. Una escuelita que reúne como puede a los pequeños y jóvenes en altísimo riesgo de la GAM. A pesar de ser parte de la gran organización Don Bosco, esta escuela carece de medios para poder recibir a los 2000 niños en espera. Hasta el día de hoy solo ha podido recibir 100 alumnos. Actualmente se ven obligados a cerrar la secundaria. De modo que pensar en ofrecerles talleres alternativos era casi imposible.

Por fin me acerqué a esa escuela y desde el primer pie que puse, su directora Gabriela Calderón, la subdirectora Chávez y responsable de proyectos María Helena Díaz, me abrieron sus brazos y nos facilitaron el ingreso a la institución.

Primero hicimos un taller piloto hace más de dos años, financiado por la Cooperativa Nacional de productos lácteos Dos Pinos y desde la dirección hasta el personal docente quedaron tan sorprendidos del cambio de actitud en los estudiantes que nos solicitaron de integrar en el programa no solo los talleres para los niños una vez a la semana sino una vez al mes una formación para todo el personal de la Escuela y cada tres meses a partir de este año 2017 formaciones para los padres de familia y encargados de los niños.

Ese fue el camino recorrido para al fin encontrar un sector concreto que nos permitiera compartir activamente nuestra experiencia.

El encuentro con los diablillos fue y será siempre mágico, lleno de alegría, ellos están abiertos y agradecidos con sed de aprender. Las vidas de estos niños son tan apáticas qué este tipo de experiencias son estrellas luminosas en sus corazones e imaginaciones.

 ARTEAMIGO se vuelve un momento añorado por ellos, una familia llena de complicidad creativa, una alternativa paralela a la cruel y triste realidad que viven.

Desde que nació ARTEAMIGO, profesores, directores de organizaciones, psicólogos etc., nos preguntan: ¿dígannos cuál es el método que ustedes utilizan? A pesar de la experiencia práctica y teórica que hemos acumulado nuestra respuesta es siempre la misma: AMOR Y TOLERANCIA.

 

AP | Podrías hacer una breve reseña de esta expo que se inauguró en la Biblioteca Nacional de San José y su importancia para próximos eventos…

 

AG | En La Biblioteca Nacional, dirigida por Laura Rodríguez Amador, nos han recibido de manera auténtica, con respeto y apoyo. Es una Institución organizada, en donde fluye una energía proactiva desde el que limpia hasta la dirección, un equipo amable y preparado, comprometidos con la cultura y la responsabilidad social.

La exposición se inauguró en diciembre y estará abierta hasta finales de enero 2017; los invitamos a visitarla, es una muestra de las obras realizadas por los chicos en los diversos ejercicios en los que nos divertimos, compartimos y crecimos juntos, durante el año 2016.

Alguien dijo que el derecho a la identidad es uno de los derechos fundamentales de todo ser humano, y es necesario para poder beneficiarse de los otros derechos fundamentales. Esta acción supone el reconocimiento inmediato. Desde que el niño o niña nace se le reconoce legalmente.

Es exactamente lo que hacemos en ARTEAMIGO: crear identidad, autonomía y con las exposiciones a finales del curso ponemos el reconocimiento en acción. La Biblioteca Nacional no dudó en concedernos un espacio y abrirnos las puertas para futuros eventos e intercambios.

 

AP | Llama la atención el mensaje de las variadas propuestas de los futuros artistas; observo que transitan por diversas rutas y senderos: acrílico, dibujo, trazos, collage, objetos… figuración… abstracción…

 

AG | Es una maravilla (lo digo como artista), ver la espontaneidad y los recursos imaginativos, creativos que los seres humanos traemos desde niños para expresar –no solo verbalmente–, todo lo que sentimos y pensamos, para prefigurar el mundo que llevamos dentro y el que nos rodea.

ARTEAMIGO es una escuela de arte alternativa en forma de talleres de terapias expresivas. Los niños y niñas descubren la historia del arte, las diversas ramas de expresión artística y a través de ellas se descubren ellos mismos.

ARTEAMIGO deja de ser un curso propiamente dicho, para volverse un espacio de experimentación creativa, en donde ponemos en acción la imaginación activa de cada uno de los participantes. Los chicos tienen acceso a una multiplicidad de posibilidades de medios de expresión y ¡créanme! es sorprendente lo que pueden lograr, al final nos podemos preguntar ¿quién enseña a quién?

 

AP | Los estímulos son sumamente importantes para conservar y seguir adelante con estos talleres. Podemos conocer como financiás estos proyectos, ¿obtenés ayuda estatal, o de la empresa privada?

 

AG | Has tocado el nervio de la guerra. En Europa recibíamos financiamiento tanto de la Comunidad Europea, como de otras instituciones y empresas privadas.


En Costa Rica luchamos por encontrar la Gallina de los huevos de oro, ponemos en pie planes de búsqueda de subsidios o patrocinios en los diversos sectores, tanto el privado, como público.

Artistas como José Manuel Rojas, músico de la Sinfónica Nacional y el músico estadunidense Mark Bigam nos ofrecieron la maqueta de un CD de música clásica compuesta e interpretada por ellos, donde ellos donan sus derechos de producción para que una vez editado, la Fundación Camaleonart recaude fondos para el taller ARTEAMIGO.

Mientras tanto nuestra empresa Agorart S.A. y grupo surrealista formado por Gaetano Andreoni, Bob Danco, Miguel Lohlé y una servidora, continúa haciendo frente al proyecto. ¡Claro!, sin olvidar a los amigos y en este caso hablo de vos, que con la Revista Matérika nos apoya en todo lo que sea posible, Minor Arias que nos ofrece sus cuentos para animar las exposiciones y talleres y lo mismo, puedo decir de Floriano Martins que con Agulha Revista de Cultura nos brinda sus páginas para dar a conocer y divulgar el trabajo de ARTE AMIGO. Visiten nuestro sitio: www.agorart.org/arteamigo-cr.

 

 

3 | Amirah Gazel, la ganzúa y las puertas invisibles

 

Las composiciones sobre telas, instalaciones con maniquíes, dibujos y serigrafías, arte objetual, collages y los poemas visuales, son los diálogos que Amirah Gazel mantiene con sus congéneres y los espectadores de sus propuestas desenfadadas, provocadoras.

Su puesta en escena está configurada de un lenguaje simbólico y musical donde domina la abstracción, los códigos geométricos y ciertas grafías figurativas; ellos –febril imaginación– recorren y armonizan una realidad sorprendente y hechicera.

Ramificaciones desbordantes se deslizan por la tela en blanco y forman cavidades, semicírculos, óvalos, líneas, entrelíneas, canales, soles acústicos, lunas desvaídas, brocados, grietas lumínicas, orejas vibrátiles, corazones púrpuras.

El grafito ondulante fluye entre volúmenes como una insinuación de rasgos emocionales y anímicos. En el proyecto de Amirah percibimos y vislumbramos entidades de otras dimensiones, gemas alucinantes, carbunclos que se desdoblan en microrganismos sepias y llenos de misterio. No escasean los elementos poéticos, las frases cotidianas, las vocales danzantes.

Su serie: Metrópolis del inconsciente, –en medianos y grandes formatos– es una clara combinación de trayectos y vivencias interiores, con autonomía y una sutil intención de salvaguardar su propia memoria como un diapasón ecléctico y plural, y que a cada brochazo, a cada cabriola del inconsciente queda personificada su aleación entre pintura (poesía) y psicoanálisis.

La vasta iconografía de Gazel y su abstracción ha descollado en numerosos escenarios europeos, norteamericanos y latinoamericanos. Sus creaciones están representadas en libros de artista, catálogos impresos y digitales, cubiertas de libros, poemarios y revistas de arte actual.

Hay que mencionar también sus perfomances, la organización de eventos artísticos y la curaduría de exposiciones. Para ella no es ajeno integrar a colegas, amigos, y ayudantes. En este ámbito destacan algunas exhibiciones surrealistas que organizó en Bélgica, Italia, Praga, y Costa Rica.

En suma, la obra de Amirah, es un “bordado” dinámico y cromático, un gran trabajo, materia viva, alquimia de la imaginación.

 

AP | Amirah, con cierta insistencia algunos congéneres sostienen que la poesía es un “lapsus” mental que la mano lleva a cabo. En tu caso –intuyo– la poesía llega de muchos modos: iluminaciones, rayos cósmicos, encuentros con las fuerzas primigenias… ¿Cómo es tu proceso para abordarla, para llegar a ella?

 

AG | En mi caso esa necesidad infausta del existir, se manifiesta en el encuentro de situaciones en forma de ideas apasionadas, centellas, relámpagos, roces, olores, colores, sueños totalmente antagónicos o no, que me transportan a lo más profundo de mi ser, derivando en el inconsciente sin límite alguno, en un naufragio denso, saltando entre piedras. Es la necesidad de fijar, de decir algo que de otro modo no lo puedo expresar y me ahoga. Y es esa necesidad intensa, la que me impulsa y enciende la llama.

Zelarayán decía: “No sé cómo empezar, pero empiezo no más”.

Esa savia ardiente, me toma por sorpresa, en mi propio olvido, a veces en estado de ensueño, en los lugares más inéditos o absurdos, a solas o en buena compañía, en medio del tumulto y cuando menos la espero me susurra en silencio, en aspecto de imagen, de script, de formas confusas, recuerdos, dolor o alegría… y de manera feroz la conquisto, la atrapo sin pedirle permiso, la amanso, me cautiva, la hago mía, me posee e inicio el preámbulo de un desplazamiento que es siempre el mismo y a su vez inédito. Y entonces llega el misterio entero que no deseo comprender y alguien o algo me habla, en ese instante paso a la acción.

 

AP | Algunas de tus manifestaciones (dibujos, fotos, poemas, pinturas, arte objetual) llevan tu signo característico y en ellas se combinan, se mezclan, y hay sesgos que le dan una gran relevancia a tu trabajo. Al observar tu iconografía se percibe la economía cromática, o la palabra (la imagen) está bien dispuesta en el entramado creativo… Sin embargo, se percibe el diapasón azaroso, el brochazo de lo instantáneo…

 

AG | Vivo casi siempre en un retiro aparte y cuando me asomo al mundo, muchas veces me siento como un ave encerrada en una prisión. Y vuelvo a ella, a mi propia jaula abierta, floto en gotas de silencio. Y me digo: ¿La imagen para qué? si tenemos nuestros zapatos anacrónicos.

Nací en los años sesenta, ya el mundo estaba abarrotado de imágenes, ¿cómo despojarse de ellas y desnudar sus propias huellas? ¿Cómo penetrar en lo más hondo, ahí dónde se esconden las respuestas, detrás, en el hoyo oscuro y misterioso? ¿Cómo volver del túnel y ver aún la luz y ser auténtica? Solo pintando, sesgando, dibujando, colando, aullando en la materia el grito primal. Converso con mi sombra y la sombra de los antepasados que han dejado un brillante legado.

Imagen sin imagen, forma de formas, una brújula reposa en un frasco cerrado, morado, que duerme en los brazos de una memoria bruja con alas que respiran el color y ¡zaz! nace lo insólito, lo nuevo, lo nunca visto ante mis ojos.


La mano va dirigida por el soplo invisible, se mueve, alguien mira, otra pinta, no soy yo. Neurosis. Espontáneamente estoy mirándome, lo que hago. Y después en el punto inquietante de la cumbre abro los otros ojos que me habitan y veo, me sorprendo, analizo y doy gracias por estar ahí, del otro lado de la membrana de la conciencia, en mi realidad paralela, en la realidad maravillosa. En el fenómeno espiritual, poético, de la metafísica.

 

AP | Para los surrealistas no es nada extraño pasar del automatismo, a la poesía; del collage, al texto abierto; del teatro y el jazz a las instalaciones; mixturas y fotografías… A vos se te valora por tus propuestas dinámicas, renovadoras… Esto, sin duda te abre resquicios para que te deslicés en un amplio tinglado imaginativo… Conversemos de tus hallazgos, aventuras, búsquedas…

 

AG | Busco algo bueno, no en apariencia, grumoso y duradero, hermoso por sus partes escondidas. Algo en subversión permanente con el entorno, inmerso en esa naturaleza extraña que me aloja. Y cuando no busco, encuentro y vuelta a comenzar, el hilo resiste al eterno cañaveral misterioso.

Las lecciones acumuladas, mucho más que de una mañana a la otra, provocan una sucesión de modos que respiran alegremente y se abren a lo desconocido volviéndose conocido sobre el lienzo o el papel.

Y es en esas grietas suspendidas, en la repetición insomne de formas, colores, que van surgiendo las representaciones, los mensajes, la información escondida. Trazos espontáneos, dinámicos que florecen de una musicalidad con paraguas que quiebra el silencio de las agujas de la razón. Entonces, como el borde siempre arde antes de hacerse humo, descubro neurálgica una nueva gota loca o un puro instante de luz y sombra.

Siento brotar de lo instintivo la vegetación de montañas altas y riscosas a los vientos de Giorgio de Chirico, Max Ernst, René Magritte, Hundertwasser, Cobra, Wilfredo Lam, Erico Baj, Popova, Alberto Magnelli, Cioran, Kazimir Malévich, Toyen, Gabriele D’Annunzio, Los Nadaistas, Juarroz, Jean-Luc Godard, Jim Jarmusch, Bach, Satie, Angello Corelli, Pink Floyd, Tabou Combo, Dinah Washington, Hokusai, ron añejo, Calas, Yma Sumac, desiertos chamánicos, aceite de oliva, Palo Santo y la lista es infinita.

Y sin embargo, mi intuición perpetua inquieta y con la conciencia satisfecha, serena en la acción, invencible en mi ático vertebral interno, con experiencia de las cosas, me impregno de asombro en un respiro venenoso de varios olores quietos y cromáticos, en el lugar mismo de las divinas ofrendas, en el espacio que fue blanco.

 Después, el reposo, el silencio en el que no puedo dejar de emprender un nuevo viaje, sonreír a una nueva aventura traviesa, cambiar de nuevo las cosas, transformándolas entre medio de ortigas, gatos negros o flores frescas.

Y frente a la tragedia finita de mi existencia, el inconsciente me acompaña desde siempre, solo quiero ahondar en él, en el lado hosco de mi persona, en lo incógnito. Es lo misterioso lo que me transporta al eterno maravilloso de una realidad paralela incambiable, lo vulnerable, lo sensible, sin vuelta atrás, de cabeza sobre el tren que avanza hacia arriba y hacia abajo al mismo tiempo, hago triángulos en cuántica resonancia, materializo lo secreto en el soporte que me vuelve a sorprender.

 

AP | En general tus diversas obras, trátese de una tela, un ensamble o una pieza de arte objetual, son propuestas complejas –sin perder el pensamiento fluido y directo–… Sin embargo, siempre encuentro un símbolo, un viaducto poético que me da las coordenadas para interpretarla… ¿De qué modo le haces el guiño al lector o al espectador de tu trabajo?

 

AG | Admito que mi rebelión es eterna ante la eterna miseria humana. Soñar constituye una parte del elemento trágico y encantado de la voluptuosidad de ser. Los sueños son una llave, sueños teñidos de alteraciones, de imágenes reservadas de infinitas interpretaciones y en un hypnos virtual, almaceno en la memoria lo abstracto del sommus, en un marco natural, esplendido, un paisaje claro interior emerge y compongo notas sonoras hechas de símbolos que pertenecen a la esencia misma.

Crear el símbolo del todo, es una embriaguez luminosa del éxtasis, que construye un puente para establecer una relación con el observador, tentativa que en general es abstracta.

Y a pesar de que el símbolo no es la realidad, juego con el antagonismo de lo que evoca o representa cada una de las formas, líneas, máculas, símbolos, que circundan mágicamente en el soporte, como un retórico diapasón del pensamiento a través de una señal casi siempre de carácter espiritual, que tienta con los ojos abiertos entregar una ganzúa invisible al espectador para abrir puertas, mostrar caminos, crear identidad. Que al final, en alegría constante, no es más que la complejidad de las corrientes victoriosas de conquistas universales que viven en mi inconsciente y el colectivo.

 

AP | Vos trabajás con maniquíes. Tus “muñecos y muñecas” no pretenden moralizar, transmitir un mensaje, o lanzar miradas comunicativas… Otros artistas que van por senderos semejantes los visten inapropiadamente, los convierten en “travestidos”, o abusan de las poses de las modelos con registros banales de las telenovelas o la pornografía… O simplemente se dejan vencer por el voyerismo… Sin embargo, en tus obras compuestas de maniquíes vos das cientos de metros adelante… Trastocás la realidad y tus muñecos se transmutan y metamorfosean en una metáfora de la soledad, o sus extremidades mutiladas sobrepasan el realismo y se hunden en el vértigo del inconsciente… ¿Sueños vs realidad?

 

AG | De manera orgánica brotan pedazos, restos aproximadamente humanos, que otros tiran y se deshacen de cosas que abandonan, sin gracia, dejándolas en entornos de transparencia inmaterial, de carácter definitivo, a veces de pesadez y tristeza: Los maniquís, metáfora de la fragmentada conciencia moderna.

Magníficas creaciones, sin vida, llenas de emoción, creadas por humanos, objetos resignados a su inútil finitud, que a simple vista parecen carentes de sentido.

En momentos de intimidad naïve, de pura subjetividad en secreto, enciendo la demencia de las leyes del mundo, accedo al vertiginoso proceso de desintegración y contra el caos apocalíptico los acopio e intento completarlos en una vibración primitiva, para hacer florecer nuevas aspiraciones que coloquen al humano no en la historia, sino en la eternidad. Y esa presencia desmembrada del ser en los maridajes, anhela ahuyentar la espantosa realidad del cuerpo, los tormentos de la carne.

Entidades que prevalecen en el desapego universal progresivo y los individualizo lejos del tradicional desequilibrio del cuerpo, para reconstruirlos en un paroxismo de sensaciones nuevas que quiebran el ritmo de la desdicha cotidiana, procurando volverse objetos que reflejen la exuberante esencia del misterio: La vida.

 

AP | En el caló de la “palabrería cotidiana” –derruida pista de patinaje en llamas– es muy normal decir: “equilibrio”, “abstracción”, “mixturas poéticas”, “cordón umbilical” –¡perdón!– “hilo conductor”, “metáfora del aquí y ahora”… Pareciera que los códigos son colindantes con cierto “lenguaje en ruinas”… En este sentido, por más que se trate de innovar el lenguaje siempre existe el riesgo de ser repetitivos… Sin embargo, sé que vos trabajás el “collage” desde antes de que existieran los ordenadores, vos misma lo has mencionado: “Desde niña maniobré la tijera entre las manos…” La reflexión va por este lado: ese mismo lenguaje que cité sirve para ampliar, desarticular, volver transitorio, ejecutar, imprimir y volver a engomar y pegar… ¡Es como un acto de magia!...

 

AG | Podemos concebir de dos maneras el collage: un recreo simple de pedazos de papel, recortes de revistas que proyectan escenas materiales en “Vogue”, piezas que se pegan en conjunto y dan una atmósfera que exalta la ridícula expresión del: ¡que loco!Hoy en día tod@s hacen collages.

O te vuelves la actora de la versatilidad maestra del malabarista que entra y sale del inconsciente y caminas en la cuerda floja del límite de lo prohibido, entre lo oscuro y la sombra, manipulas variadas técnicas y reúnes elementos escogidos consciente o inconscientemente y en un espacio nuevo creas una imagen que irradia misterio y cuestiona, que se acerca al objetivo perseguido.

Ésta es una expansión más riesgosa, ilimitada, poética, rica, que nos permite sorprendernos ante nuestras fantasías, entre tantas otras cosas. Más de 2 mil años que nos acompaña esta atractiva forma de expresión.

El collage es un viaducto que me hipnotiza hasta el éxtasis del magma volcánico de mi ánima, en donde con efusión estallan ráfagas de situaciones esenciales, de experiencias corrientes o intimas, que saltan entre el filo de la tijera y la punzante cuchilla y entonces experimento una extraña sensación de existir.


Integro pedazos que encierran certitudes de diversas épocas que constituyen el ser, elemento clave e irónico de la trágica existencia.

Me gustaría vivir con las yemas de los dedos encendidas y pegajosas, dulces y ardientes, mientras despierto a la voluptuosidad del encuentro de los filos de papeles y formas encantadas que salpican mis pupilas como gotas de tinta china que definen el estado estético. Sueño con la reciprocidad universal del objeto que aparece irracional ante el alma del amor.

 

AP | En “ella” podemos revelar las fotocopias rasgadas, el baile tipográfico, la recolección de minúsculos y raros objetos, las técnicas mixtas, escritura, experimentación, letrismo, graffiti, las aleaciones entre las líneas de las manos y el modo digital: “¡Poesía visual!”

 

AG | Lenguaje no verbal, lenguaje icónico, que confluye indiferente a las reglas establecidas. Significativo, que viene a designar una actividad puramente inconsciente, automática pero con cabeza. Que reúne elementos estéticos desde la melancolía hasta la exaltación eufórica. Una relación aceptable de pedazos y materias, de sueños y gracia, edificando estructuras subjetivas como llamas ardientes de últimos sentidos.

Poesía visual simbólica forma experimental que conmueve y nos remueve, que nos “Dada” en un planteo fundamental de un nuevo espacio virtual para provocar una emoción.

Péché mignon” que conoce la extraña sensación de mi placer cósmico esencial, de mis reflexiones espirituales, de mis pensamientos, de lo desconocido.

 

AP | Existe una serie de tus pinturas que lleva el sugestivo nombre de Metrópolis del inconsciente. En estas composiciones podemos rastrear abstracción, poesía, elementos figurativos, y un aditamento muy importante: un universo interno, muy interno, que lleva al observador “avispado” a fugarse a mundos oníricos, y otras veces paralelos… Conversemos de tu investigación en el tejido de la psicología jungueana…

 

AG | De hecho, las emociones son un elemento central de la experiencia, sin embargo, son tan subjetivas que todavía es difícil medir la anticipación emocional del ser humano.

Todo es psicología. Para los surrealistas la psicología no es una moda, es una constante. Encontrar un sentido, escuchar sus intuiciones, relacionarse con lo que es más irracional en nosotros, son objetivos elementales. Más allá de la razón, sin espacio ni tiempo, en donde nuestro cuerpo puede ser tan metafísico como nuestro espíritu. Jung es la función no racional de la psiquis.

Metrópolis del inconsciente: Metro es una medida de longitud y Polis designa un territorio dependiente. Mido el territorio del que dependemos: “El inconsciente”, eso son mis representaciones de ese período, edificaciones con medidas secretas. En este caso mi propio espacio instintivo. Donde mora el desequilibrio encendido, en el Maelstrom original en el que desaparecen las leyes del mundo, en un otro estado, en alineación con el cosmos.

 

AP | Amirah, si navegás en tus honduras, crees que podrías relatarnos ¿cómo son los diálogos secretos que mantenés con el creador de Viaje al país de los Tarahumaras: Antonín Artaud…?

 

AG | Antonín era un “Heliogábalo” de la sombra. Fue votado en este mundo, incapaz de adaptarse, destruido por sus propias deficiencias y exaltaciones, avanzando en una sierra circular que lo esculpía eternamente culpable. Condenado a vivir en el frio jardín de un castillo de arena. Místico, que reabría las grietas del sufrimiento para teñir de color escarlata las llamas de lo oculto en el horizonte.

Imaginario estoico, firme en su soledad cósmica, fatalmente impulsado a reflexionar sobre la subjetividad, bajó a los infiernos interiores para que desde las cenizas, con filosofía lírica, desde la locura y la pasión, pudiera renacer en el fuego universal. ¡Lo admiro y respeto!

En Artaud me atrae lo lejano, el gran vacío que proyecta el mundo en mí. Y siento en esa proyección la vacuidad de lo infinito, lo misterioso de la presencia de los sentimientos.

La actividad frenética ininterrumpida de Antonin me permite acceder al vértigo total de la existencia.

Fue un revolucionario lúcido, que se llevó al límite del espíritu, donde la vida y la muerte, lo real y lo imaginario, el pasado y el futuro, lo de arriba y lo de abajo, lo blanco y lo negro, dejan de percibirse con contradicción. ¿Demencia o iluminación? Déjenme nadar en ese delirio lúcido, déjenme aullar el dolor de lo absurdo.

 

AP | Podemos continuar con la abertura de umbrales, de arcillas chamánicas, de cadencias primigenias, no obstante, vamos a terminar con una especie de “responso” vivencial: en las décadas postreras del siglo XX podíamos conversar o discutir –por ejemplo– entre contracultura y surrealismo (diferencias y similitudes), hoy nos interesan y conmueven otros temas globales: racismo, migraciones, hambre, carrera armamentista, cambio climático, ocupar el espacio… En relación a todo este “birlibirloque” ¿cómo es tu mirada desde la óptica surrealista?

 

AG | Si nuestro desierto interior pudiera cristalizar su inmensidad… Poseemos suficiente energía para hacer temblar al Universo, pero somos incapaces de vivir libres bajo el Sol.

Tuvimos el privilegio de ser creados entre hilos blancos de sueños y deseos, tristemente, una mayoría entre nosotros le da la espalda con cobardía a la generación actual, que vive peor que la anterior.

Los jóvenes están llenos de frustraciones y miedos, generan una inevitable violencia individual, esquizofrenia a la cual asistimos cotidianamente.

¡Rompamos amig@s la apatía de este silencio ruidoso!

Renunciemos a la edificación de cráteres gigantes de ignorancia como fosas modernas para recrear la mediocridad viva/muerta, cesemos de participar en las estrategias masivas de lavados subliminales de cerebros, activadas por los poderes a través de los supernumerarios medios de comunicación, desinformación adrede que retroalimentamos pariendo zombis con miradas desviadas de la luz.

Somos conscientes y cerramos los ojos ante la realidad tangible de niñ@s que conocen la atroz sensación de perder todo vigor para liquidificarse en el abandono de las instituciones responsables de sus desgracias y crecer muertos entre los tentáculos pegajosos de la carne trémula, pornografía putrefacta de rancios manipuladores, monstruos sin espíritu. Peste que se manifiesta redistribuyendo sangre a la carta del día.

Estamos presentes ante la miseria objetiva de la vida encapsulada en un ship, con identidad microprocesada y aun con las botas negras puestas para dar más patadas a nuestra dignidad. Y así, frente a esta trágica realidad, continuamos mintiéndonos, estructurando biombos que justifican nuestro comportamiento y guardamos silencio, creyéndonos equilibrados, súper héroes de una “Nueva Era”, escondid@s en nuestra falsa estabilidad llena de miedos, disfrazados por el capital, lo inútil, lo innecesario.

Vivimos en el sentimiento de lo irreparable, en una sensación de agonía esperando que la Pacha Mama se manifieste y devuelva la tranquilidad del cauce de los ríos o que otro profeta baje de un platillo volador para salvarnos. La piedad y la conmiseración se han vuelto inservibles. Las religiones están armadas de bombas atómicas. La iglesia santifica los fármacos, proclama el amor a las cosas y la utilización de los humanos.

Los Dioses están en furia, el Olimpo se autodestruyó, Alá los reemplazó y todos hablaremos chino dentro de poco. Vivimos en la cuerda floja de desquiciados perversos con poder.

Antídoto: Dar gracias, pedir perdón, crear una altiplanicie paralela, una pista de aterrizaje secreta, interior, con tierra fértil, para sembrar y proteger nuestros sueños, reverdecer nuestros deseos desapegados del YO, atentos al otro, de la mano hacia lo desconocido, sin miedo, con confianza.

Fortificar la unión entre los humanos, los pueblos, las naciones, todos los seres vivos, robustecer nuestro inconsciente colectivo para que al renacer frente al anónimo horizonte, contemplemos con quietud el nuevo amanecer que nos encandila.

¡Qué se abran los cielos!

¡Que se levanten nuestros guerreros interiores!

¡Qué se manifieste la voluntad humana, el pensamiento y la conciencia!

¡LIBERTAD! Los poetas, los artistas hemos venido a este planeta para sacudir, despertar el espíritu público, sino nuestra existencia no tiene sentido.

 

 


ALFONSO PEÑA | (Costa Rica, 1950-2022). Foi narrador, ensaísta e editor. Autor de livros como Noches de celofán (1996), La novena generación (1991) e Labios pintados de azul (2004). Fundou e dirigiu as Ediciones Andrómeda e a revista Matérika. Ao lado de sua companheira Amirah Gazel produziu a mostra “Las llaves del deseo”, 2016, a primeira exposição internacional surrealista realizada na América Central, que reuniu 350 obras realizadas por 107 artistas representantes de 26 países.

 

 


JULIA SOBOLEVA | Nascida na Letônia, 1990, é uma artista de mídia mista baseada no Reino Unido. Seus processos envolvem pintura e colagem em imagens fotográficas encontradas, além de performance e vídeo. Nascida e criada em uma era pós-soviética e não sendo capaz de encontrar seu próprio lugar contra o passado complicado de sua nação, Julia explora as noções de loucura e realidade, família, tabu e trauma transgeracional em seu trabalho. Ela obteve um mestrado em ilustração na Manchester School of Art e passou a trabalhar como educadora e ilustradora freelance. Entre suas mais recentes exposições, destacam-se “Einblick 6: Julia Soboleva” Hamburgo, 2021), “I Have Found the Light in the Darkness” (Itália, 2021), “Danse” (França, 2021), “Please Don’t Mind Me While I Ugly Cry” (Grécia, 2022), e “The Rogues Gallery” (on line, 2022).

 


Agulha Revista de Cultura

Série SURREALISMO SURREALISTAS # 08

Número 207 | abril de 2022

Artista convidada: Julia Soboleva (Letônia, 1990)

editor geral | FLORIANO MARTINS | floriano.agulha@gmail.com

editor assistente | MÁRCIO SIMÕES | mxsimoes@hotmail.com

concepção editorial, logo, design, revisão de textos & difusão | FLORIANO MARTINS

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