quarta-feira, 24 de agosto de 2022

FLORIANO MARTINS | Nikos Stabakis y su visión crítica del Surrealismo

 


Nikos Stabakis (Grécia, 1969) es autor de un libro fundamental: Surrealism in Greece: An Anthology – Surrealist Revolution Series (University of Texas Press, 2008). La crítica Karen Emmerich atribuye una importancia relevante a esta obra de Nikos Stabakis considerando la injusta ausencia del lirismo surrealista griego en el mapamundi del surrealismo. Como ella misma señala, “hasta el día de hoy, los escritores y artistas griegos, incluso aquellos que conocen personalmente a Breton, son olvidados en antologías y relatos críticos del surrealismo internacional”. En un ensayo de Nikos que publicamos en Agulha Revista de Cultura (#134, mayo de 2019), el ensayista y traductor señala que ciertos críticos, cuya hostilidad al surrealismo se complementa con una tendencia a pronunciar afirmaciones definitivas, suelen argumentar que el movimiento floreció en Grecia hasta un punto sin igual en ningún otro país, excepto quizás en Francia. Esta afirmación, que opta por ignorar la dinámica internacional del surrealismo, se basa en la influencia impresionantemente amplia que la imaginería surrealista ha tenido en la poesía griega dominante: un hecho real, aunque alarmantemente evocador del juego de susurros chinos, en el que la explosión original es muchas veces evocado y eventualmente reemplazado por su pequeño eco. Sin embargo, el fenómeno no deja de tener su importancia, ya que, en Grecia, a diferencia de muchas otras culturas (especialmente las de lengua inglesa), ha sido imposible, incluso al nivel de las tendencias literarias más conservadoras, ignorar por completo el surrealismo.

 

FM | El surrealismo en Grecia fue uno de los menos ortodoxos en el sentido de movimiento colectivo. Sin grupos, sin manifiestos, incluso sin revistas, nada ha impedido que Grecia haya dado al mundo algunas relevantes voces surrealistas en la poesía. Aunque desde Francia conozcamos unos grandes poetas surrealistas, es con los viajes por el mundo, los desplazamientos continentales, que el Surrealismo alcanza su más alta expresión poética. ¿Cómo el tema es percibido en Grecia?

 

NS | No puedo decir que realmente haya sido un tema, el surrealismo griego primitivo en su mayoría acepta el equipaje de ser griego como una encrucijada entre Oriente y Occidente y todas las cuestiones culturales que esto conlleva, especialmente dada la noción de Breton de la Grecia clásica como colonizadora de Occidente, pero exceptuando el pensamiento presocrático. Por supuesto, dos de los principales surrealistas griegos, Calas y Valaoritis, eran trilingües y activos en Francia y Estados Unidos.

 

FM | A un siglo de depuración del surrealismo, registrado su rechazo a ser confundido con una escuela o apenas más un ismo, es imposible descartar la propiedad estética de cualquier obra de creación. ¿Cuál es tu entendimiento de un ideal estético del surrealismo?

 

NS | Tengo un problema con la misma palabra estética, pero me ceñiría al principio de la belleza convulsa.

 


FM | Victor Ivanovici, al publicar su antología Poetas surrealistas griegos (Chile, 2003) ha dejado fuera la presencia femenina en Grecia, cuyo más alto ejemplo encontramos en Matsi Chatzilazarou (1914-1987). Por supuesto, inaceptable ausencia. Ahora, ¿esa falta de reconocimiento es un caso aislado o la mujer ha sido demonizada en la lírica griega?

 

NS | El sexismo es lo que es, por lo que es de esperar que haya pocas mujeres surrealistas en un país como la Grecia de principios del siglo XX. El libro de Ivanovici se centró, si no me equivoco, en el canon de los años 30, y me pregunto si incluye a alguien de la generación de los 40 (vi el libro una vez, cuando me lo mostró, pero eso fue literalmente hace décadas). Debería pensar que Hatzilazarou ha sido más o menos reincorporada al lugar que le corresponde, aunque lamento decir que Nanos Valaoritis no la incluyó en su antología de poesía griega moderna en inglés, ya sea como surrealista o no. (No es realmente una cosa sexista, ya que por lo demás es generoso con sus elecciones de poetas, más probablemente una duda personal).

 

FM | Las clásicas expulsiones de surrealistas llevadas a cabo en la formación original parisina fueron de naturaleza conductual. La mala calidad de una obra jamás fue un aspecto que llegó a juicio. Incluso hoy, aunque las expulsiones ya no son un hecho corriente, surrealistas cuando comentan a sus pares, lo hacen considerando simpatías y adhesiones, lo que acentúa la existencia de una cofradía. ¿Hasta qué punto ese club de amigos distorsiona el entendimiento que se podría tener de la más relevante revolución cultural del siglo XX?

 

NS | Obviamente lo hace, en gran medida, pero eso es inevitable en un movimiento que depende en gran medida de la dinámica interpersonal del grupo. Habiendo dicho eso, no estoy necesariamente de acuerdo en que el trabajo en sí no fue juzgado; lo fue, en varios casos, aunque a menudo se centró en parámetros ideológicos. (Pero, por supuesto, el rechazo de Breton del Front Rouge de Aragón como poesía circunstancial fue más o menos un juicio sobre la sustancia poética de la pieza, por lo que creo que califica como un punto cualitativo).

 

FM | Las revistas surrealistas –antes impresas, hoy también virtuales y con una larga recuperación de los inicios de esta actividad en ediciones facsiladas y en formato pdf–, forman un acervo incomparable frente a cualquier otro movimiento, escuela o vanguardia a lo largo de los siglos. Defiendo que las más valiosas son aquellas que jamás refutaron otras perspectivas de vida y obra, ajenas y/o complementarias del surrealismo. Tales revistas son, a mi ver, el espacio entrañable de una contra ortodoxia, pleno ejercicio de generosidad y compartición de mundos dispersos. Sin embargo, todavía se mantiene, declarado o no, inmenso rechazo del surrealismo justamente por su principio ortodoxo. ¿Cómo separar aquí la cizaña y el trigo?

 


NS | Decisiones difíciles a través de discusiones editoriales colectivas (aunque, lamentablemente, inevitablemente, no siempre suficientes). Para que un forastero comprenda realmente el carácter colectivo de una publicación surrealista (incluso una que acepte la contribución de forasteros), tendría que quedar claro que se trata de las relaciones de los textos mismos, en lugar de una colección desordenada de artefactos literarios. Esto nunca es tocado por el énfasis estándar en la ortodoxia.

 

FM | Dos denominaciones siempre me llamaron la atención, dentro del ambiente surrealista, no porque me parezcan inapropiadas, sino antes por la partición que llevan entre sí de elogio y rechazo: movimiento surrealista y civilización surrealista. ¿Hasta dónde esas denominaciones se distinguen y qué representan a punto de parecer antípodas?

 

NS | Eu entendería movimiento como una tendencia a volverse surrealista y civilización como la incorporación de las obras y métodos vivos del surrealismo en nuestra actualidad cotidiana. Son diferentes pero complementarios en la medida en que el movimiento excluye la inmovilidad de una civilización establecida de una vez por todas.

 

FM | Es común evocar en el surrealismo su potencia imaginativa y su carácter experimental, en rigor aspectos complementarios. Sin embargo, en la incuestionable imposibilidad de una renovación perenne en el ambiente de la creación artística, en muchos casos, lo que se verifica en el surrealismo son una repetición de recursos, modos de ser y trucos de lenguaje. ¿Cómo lidiar con esas oscilaciones tan comunes a cualquier territorio creativo?

 

NS | Aceptando que la creación artística no es más que un medio para un fin, y que todas las formas existentes, familiares o no, deben utilizarse en el contexto de una investigación en expansión. La renovación perenne fue posiblemente una falacia modernista derivada del mito del progreso infinito. La imitación de los estilos surrealistas percibidos anteriormente es obviamente estéril, pero también lo es la renovación formal por el simple hecho de hacerlo. La pregunta es si, y cómo, el punto de vista surrealista mantiene su relevancia.

 

FM | Aldo Pellegrini es uno de los raros estudiosos del surrealismo que trató específicamente de su ambiente poético. En una bibliografía surrealista, la tónica refuerza la relevancia de la imagen plástica. Tal adjetivo siempre me pareció una falla crítica, porque la esencia renovadora, ya a principios del siglo XX, se refiere a la imagen en sí y sus múltiples perspectivas. ¿Esta es una de las innumerables adulteraciones de los principios surrealistas o incluso entre ellos poco se percibió la inexistencia de una distinción –excepto meramente técnica– entre imagen plástica y poética?

 

NS | No estoy seguro de entender la pregunta. Un problema principal y de larga data en la definición del surrealismo visual es la diferencia entre el uso de técnicas automáticas en la ejecución de la pintura y las técnicas académicas para dar forma a los pensamientos automáticos (digamos, la diferencia entre Masson y Magritte). Esta tensión no se manifiesta en la poética surrealista, que está orientada a la imagen.

 

FM | Más recientemente he descubierto la poesía de Costas Reúsis (1970). ¿Cuál es la situación actual del Surrealismo en Grecia?

 


NS | No vive ahora su mejor momento, estando en una especie de hibernación durante la era Covid. El grupo de Atenas todavía existe, pero hace mucho tiempo que debería publicarse un nuevo número de su revista.

 

FM | En su surgimiento, las expectativas sociales del surrealismo giraban en torno a lo que entonces se presentaba como acciones revolucionarias, en especial lo que tomaba por base a las proposiciones de Marx y Freud. Octavio Paz llegó a declarar que el siglo XX sería recordado como el siglo de Freud y del Surrealismo. Al eliminar a Marx de sus profecías se olvidó –esto si de hecho se trata de olvido– que el mercado derrotaría, para decir lo menos, todas las pretensiones revolucionarias, sin dejar de lado las dos destacadas por el mexicano. ¿Cómo evaluar el tema en nuestra época? Ante un virulento absolutismo del mercado, ¿qué hubo con las fuerzas deflagradas por Freud, Marx y el Surrealismo?

 

NS | No por olvido, Paz en sus últimos años de hecho rechazó toda la noción de revolución, llegando incluso a afirmar que había sufrido una muerte natural. Esto lo dijo en un momento en que el concepto del triunfo del libre mercado se ha naturalizado, por lo que es una postura (reaccionaria) que debe ubicarse en su contexto histórico ahora obsoleto. En un momento en que el fascismo intenta y en gran medida logra llenar el vacío dejado por el proyecto revolucionario, es ridículo descartar una futura insurrección, sin la cual, aunque sólo sea como horizonte último, el surrealismo no tiene mucho sentido.

 

 


FLORIANO MARTINS | Poeta, editor, ensaísta, artista plástico e tradutor. Criou em 1999 a Agulha Revista de Cultura. Coordenou (2005-2010) a coleção “Ponte Velha” de autores portugueses da Escrituras Editora (São Paulo), e dirigiu a coleção “O amor pelas palavras” (2017-2021), parceria, de circulação exclusiva pela Amazon, entre ARC Edições e Editora Cintra. A partir de 2022 a coleção, embora mantendo seu nome, passa a ser coproduzida por ARC Edições e a revista Acrobata, destinada então à veiculação gratuita de livros em formato pdf. Curador dos projetos Atlas Lírico da América Hispânica, da revista Acrobata, e Conexão Hispânica, da Agulha Revista de Cultura.

 

 


EMILIO BOLINCHES | (Uruguai, 1960). Em 1973 iniciou seus estudos de desenho com o aquarelista Esteban R. Garino por três anos. Em 1980 fundou o “Taller 2”, o primeiro workshop privado de formação em Design Gráfico que dirigiu durante nove anos e que entregou ao Designer Gráfico Osvaldo Ruso, que continuou até ao final dos anos 1990. Entre 1982 e 1987 integrou e partilhou o atelier do pintor Carlos Prunell onde deu aulas juntamente com ele. Trabalha como professor de desenho na escola secundária desde 1982 e há dez anos. Desde 1976, expôs o seu trabalho em mais de 400 exposições coletivas e 23 individuais, duas das quais nos EUA. Foi destacado e premiado nos mais importantes Salões de Arte dos anos 80 a nível Oficial e Privado, em Montevidéu e interior do País em treze oportunidades. Aos 22 anos, sua obra passa a fazer parte do Patrimônio Artístico Nacional. Suas obras estão em Museus Nacionais e Coleções Particulares em mais de trinta países (a partir de 2010, uma obra da Série “Céus Mágicos” está registrada no Palácio do Governo Chinês). Atualmente desenvolve suas Oficinas de Artes Plásticas no Centro Cultural Carlos Brussa, SUA Sociedade Uruguaia de Atores. Realiza Workshops para Empresas, com uma proposta vinculativa entre as Artes Plásticas e o Cotidiano, assim como palestras de integração às Artes, para incorporação à Nossa Dieta Diária.

 



Agulha Revista de Cultura

Série SURREALISMO SURREALISTAS # 16

Número 215 | agosto de 2022

Artista convidado: Emilio Bolinches (Uruguai, 1960)

editor geral | FLORIANO MARTINS | floriano.agulha@gmail.com

editor assistente | MÁRCIO SIMÕES | mxsimoes@hotmail.com

concepção editorial, logo, design, revisão de textos & difusão | FLORIANO MARTINS

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