Agulha Revista de Cultura: ALFONSO PEÑA | 80 Lunas para Susana Wald

El carácter misceláneo de las páginas de Luna llena, Susana Wald, 80 años, responde a un trabajo colectivo, con dedicación, organización, y sobre todo un gran cariño y reconocimiento para “La Sibila sin sosiego”, “La engañadora de la Esfinge”, como la bautizó el escritor Álvaro Mutis, en los noventas.

En la presentación del volumen los editores Enrique de Santiago y Ximena Olguín manifiestan: “Este libro nace, como gesto imprescindible para celebrar los 80 años de vida de Susana Wald, pero también, a modo de constancia de la huella indeleble que ha quedado en quienes hemos tenido la fortuna de conocer el valor de su obra y trayectoria. A muchos nos ha inspirado su trabajo y su espíritu de mujer creadora, solidaria y rebelde…”

El libro está construido al modo de señas de identidad, es como una gran lente que va cartografiando sus diversas facetas de escritora, pintora, editora, traductora, conferencista y figura granítica del surrealismo internacional.

A lo largo de las páginas hay un cordel macizo y flexible que enlaza a los diversos participantes con sus textos y propuestas: Ximena Olguín, Macarena Bravo, Enrique de Santiago y Adolfo Castañón. Estos son los pilares que sostienen el edificio, sin embargo la estructura del volumen es heterogéneo en los temas que homenajean a Susana Wald. Ximena, con gran bagaje poético describe las diversas facetas, períodos artísticos, referencias temáticas, la complicidad con su compañero Ludwig Zeller; Macarena Bravo, conduce sus reflexiones e indagaciones sobre el rol de las mujeres en el movimiento surrealista y sostiene en que Susana “debe incluirse en el linaje de las pioneras del arte contemporáneo que han abierto las puertas a un tipo de arte al femenino, un arte desde las mujeres y que juega con el fantasma de lo masculino y el “cliché” sobre el carácter menor de la pantomima de la mujer…; Enrique –conocedor por excelencia– con una escritura poetizada, directa, musical, afina la partitura y devela: “El puente hacia lo oculto”, claves necesarias para descifrar la obra de Wald En la cripta de Notre Dame…; Adolfo Castañón –poeta azteca– plumífero, domador de las trampas y ambigüedades del lenguaje despliega un automático de alto vuelo, una prosa o “prosema” que habla de mujeres mágicas, lunas, huevos… filosóficos, metafísicos, primordiales en la pintura y los dibujos y el pensamiento de S.W.

Los antologadores reúnen en los diferentes apartados una suma fértil de los diversos atestados artísticos y culturales en la vida de nuestra artista. Desfilan los dibujos, los apuntes, las fotos familiares, con amigos, las fotos de su paso por diferentes ámbitos y países, detalles de gráficas, reuniones, jornadas creativas, propuestas culturales, etc… No obstante hay que revalidar el diálogo existente –con gran pulso estético– entre los bloques de texto, los poemas, las prosas centelleantes y los dibujos, bocetos, murales y obras de gran formato. Además si a lo mencionado se le agrega la espléndida calidad del diseño, la diagramación que invita a la lectura, las hermosas tipografías, no queda más que coincidir que estamos ante un bello objeto artístico.

La parte final del libro corresponde a los “homenajes” y está configurado de poemas, prosas poéticas, collages, dibujos y poemas visuales de artistas que de un modo solidario comparten sus creaciones en honor de SW. La muestra reúne artistas de Chile y los convidados internacionales: Jaime Alfaro, Carlos Barbarito, Graciela Bello, Magdalena Benavente, Francisca Bravo, Macarena Bravo, Adolfo Castañón, Daniel Cotrina, Enrique de Santiago, Quinto Euceda, Guillermo García, Amirah Gazel, Xavier Gómez, Beatriz Hausner, Raúl Henao, Rodrigo Hernández P, Samuel Ibarra, Angélica Jorquera, Sául Kaminer, Floriano Martins, Ximena Olguín, Gloria Paillás, Alfonso Peña, Sebastián Riveros, Daniela Sol, Laurens Vancrevel, Lennín Vásquez, Claudia Vila, John Welson, Ludwig Zeller.

Amanecer de Mandrágora*

Susana celebraremos tus ochenta años en Talca.

Lo haremos en invierno, seguramente con neblina, lluvia y sopaipillas con pebre.

Susana, tus ochenta años son también los ochenta años de Mandrágora.

Enrique Gómez-Correa, Braulio Arenas, Teófilo Cid y Jorge Cáceres.

Susana, celebraremos homenajeándolos a ellos y a ti.

Guillermo García

Luna Llena, Susana Wald, 80 años

…había mucha alegría desde el mediodía y todos celebraban con sus cintas y binchas azules amarillas rojas y los músicos de la banda se arremolinaban enfrente de los muchachos y muchachas de piel cobriza y blanca con cabellos parduscos platinados y ojos acuosos y el ruido de los tambores los platillos de bronce y las sonajas daban el impulso a los acróbatas que formaban el azaroso pasacalle y entonces por el piso quedaba tatuado un zigzagueante dibujo o más bien una figura geométrica que danza en todas direcciones dimensiones vértices ángulos inciertos rayas en el piso de la calle por donde transitan los automóviles y ¡ulala! una pierna en el aire que se alarga hasta colindar con las nubes y una cadera enloquecida mojada llena de gotas azules y un plexo solar que rocanrolea al ritmo de un tambor estampido y son varias cabezas enhiestas con sombreros de fieltro negro y verde que hacen filigranas en el aire húmedo talqueño y de verdad que son armónicas precisas y solo les hace falta convertirse en serpientes serpenteantes ¡ulala! el ritmo acompasado llega hasta más allá de las aceras y traspasa puentes y deja atrás los edificios coloreados con triángulos y sirenas vespertinas que anuncian que la velada ya comenzó y mire usted se acercan los regentes y los principales de la ciudad con sus trajes invernales y las bufandas porque se aproxima la tarde y el frío y la niebla húmeda nos calará los huesos

¡Vamos a festejar a Susana Wald!

* El enlace de Agulha revista de cultura, corresponde a la edición Viagens do Surrealismo dedicado a Susana Wald, en esta edición nuestra artista publica su ensayo sobre el mural en la ciudad de Talca: Amanecer de Mandrágora.

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