• ALFONSO PEÑA & AMIRAH GAZEL | 20 años de la “gula”
de Agulha Revista de Cultura
Amirah, vamos a iniciar la conversación cibernética sobre el tema de los
20 años de Agulha Revista de Cultura.
Me parece importante recalcar que no es “cualquier cosa” editar durante dos décadas
ininterrumpidas una revista, pero antes de proseguir, a mí me gustaría dar unas
pistas de cómo se origina Agulha.
Puedo afirmar que tuve el honor, el privilegio,
de seguirle los pasos. Recuerdo que los primeros contactos con Floriano Martins
fueron en los mediados de los ochenta cuando él editaba el suplemento literario
Resto do mundo, era un tabloide configurado
de tres o cuatro páginas dobles, impreso en papel periódico, tenía un carácter muy
latinoamericano. Se abordaban temas como la poesía, el ensayo, crónicas etc., habían
otras secciones en donde se hablaba de surrealismo y la magia del surrealismo, y
se ilustraba con gráfica contemporánea. Esos fueron los primeros contactos. Resto do Mundo, fue la trinchera con base
en Fortaleza, que disparaba para el Continente, por medio del canje con otras revistas,
editores, pintores, poetas etc…
Posteriormente Floriano siguió colaborando con diversas
revistas de un modo intenso durante los años ochenta y noventa. Era muy normal que
sus colaboraciones aparecieran en revistas de México, Sudamérica, Centro América,
España y Portugal, era muy gratificante ver sus ensayos, sus textos, sus poemas.
Y de pronto estábamos en el fin de siglo, un día de tantos,
me encontré con una grata sorpresa en la bandeja del correo electrónico, era el
primer número de Agulha Revista de
Cultura, ¡eso me llamó inmediatamente la atención! Comencé a ver un poco el
contenido y me di cuenta que había textos, crítica, ensayos, entrevistas, que había
una muestra gráfica y que el número era coeditado por Floriano y el poeta Claudio
Willer.
Sin titubeos considero que Floriano y Claudio se convierten
en pioneros o adelantados, al lanzarse a pista con una edición digital hace 20 años.
Eso marca todo un hito muy transcendental, tanto en las revistas de Hispanoamérica,
como con otras latitudes, y lo más sorprendente es constatar que la publicación
se ha mantenido vigente contra tifones y tormentas.
“Somos apasionados de las revistas, somos revisteros”,
lo decimos y lo reiteramos con muchos amigos, y es algo que nos embruja: hallar
ediciones antiguas de revistas que dejaron de circular hace 40 o 50 años, o cuando
observamos fotografías de revistas viejas, literarias, artísticas, nos damos cuenta
de que percibimos todo un universo… El poeta Roberto Sosa, se refería al “temblor
poético”, es lo que se percibe y experimenta cuando se está ante una manifestación
poética de alto planeo.
¿Cuál es el soporte, cuál es la llave que conduce a una
persona o a un grupo de personas o a un colectivo, a hacer una revista de arte y
poesía, conociendo todas las implicaciones que eso sobrelleva?,¿por qué Agulha, por qué vuela Agulha?
AMIRAH GAZEL
Bueno, me parece mi querido Alfonso, que esta iniciativa que hemos tomado
de desenvolver una conversación a través de grabaciones, es una estupenda y curiosa
experiencia. Podríamos sentir que nos encontramos en países distintos, nos podemos
inventar cualquier película de dónde estamos grabando y darle cuerda en idas y vueltas
al tema. Tuve la gran alegría y privilegio de descubrir Agulha Revista de Cultura a través tuyo, hace ya algunos años, y desde
entonces la he visto producirse de manera desenfrenada.
Floriano y Claudio son seres que no le temen al vértigo, más bien para ellos
el arrebato es un deseo de volar más que de caer. Eso hizo Agulha.
Una revista es una edición periódica, es cierto, y existen
revistas sobre una amplia variedad de temas, ¿quién no ha saboreado una revista
al sol? Soy una loca de las revistas, imágenes, letras, creación es un estudio de
la sociedad en algunas páginas… Soy una gran coleccionadora de revistas, he tenido
que deshacerme de algunas de ellas por el peso que representan en mi nómada rapsodia.
En su mayoría las he tijeretiado. En Europa me fascinaba el gigantesco mercado de
revistas que existe: arte, literatura, moda, diseño, arquitectura, psicología, filosofía…
de regreso a la salvaje latinoamerica estoy aún mas fascinada por ese mercado negro
de viejas revistas maravillosas con artículos eternos e imágenes fuera de tiempo
y olor a húmedo.
Ellas forman parte de los medios gráficos, siempre me he
sentido muy atraída por las revistas –revi, revi, revistas, reobservadas, remiradas–
por su aspecto y contenido, amo rastrearlas.
Hoy en día, el equipaje es más liviano y muchas de ellas
nacen en Internet, otras se transforman y se suben a la web, más amigable con el
ambiente. Permitiéndoles un alcance infinito, una difusión ilimitada. Y ¡voilà! Frente a lo majestuoso, toda la información
que queramos al alcance de un dedazo.
Lo que es curioso es que una revista siempre ha vivido
de la venta de sus propios ejemplares y una revista como Agulha o como Matérika, –en
este caso Agulha que es la agasajada–,
se produce sin fines de lucro sino con opulentas intenciones de navegar constantemente
en el conocimiento. Es una revista que fue pionera en el mundo comprometido del
surrealismo, al haber optado por el formato digital, en medio de un movimiento que
es conservador sobre la exigencia de las ediciones impresas en papel, a pesar de
su vanguardia creativa. De paso quisiera agregar que esa posición radical se la
reprocho un poco, se vuelve hoy, una actitud contradictoria con los propios principios
del pensamiento surrealista, limitándose el mismo en su expansión.
Agulha Revista de
Cultura es una revista asombrosa, que se edita a la rapidez de
corre caminos, dejando sin aliento a sus lectores, al aparecer a velocidades galopantes.
Lo afectuoso y revoltoso es que está hecha de infinitas complicidades, de colaboradores
sin fronteras, que la forman, y le dan forma.
Agulha, que para mí musicalmente me hace pensar a “gula” es verdaderamente “20
años de gula”, una voracidad de conocimiento, avidez de no dejar nada fuera, nada
al azar, nada perdido en el camino, tratar de mencionarlo todo, aclararlo, dar a
conocer, una glotonería surreal de sabores incoscientes digeridos o no, pero servidos
de seguro en un festín mágico de apetito inagotable del saber.
Muy osada esta pandilla que hoy es orquestada por Floriano
lanzándonos sin salvavidas en ese mar borrascoso como lo es la atmósfera de Internet.
Y no perderse, gracias a la brújula escondida que tiene cada uno de nosotros los
habitantes del fantástico movimiento surrealista.
ALFONSO PEÑA
El retruécano está muy bien empleado, me parece que es un hallazgo, por que
Floriano tiene mucho humor y no tiene reparos en reírse de sí mismo. Entonces la
“gula” de Agulha es una imagen que da
para muchas proyecciones creativas, sea por medio de una canción, un poema, un collage…
Creo que aquí haría clic nuestro querido
Zuca Sardan con su humor inquebrantable, sin embargo, me hace reflexionar sobre
la libertad y la poesía que revela Agulha
Revista de Cultura, y que no es admitida por unos pocos “cuates” de los contertulios
del conciliábulo cósmico… Y es que en los “mentideros del ciberespacio” (agudeza
del profesor Tauro) se escuchan, y susurran comentarios ácidos, a veces impregnados
de maledicencia, incluso retocados de envidia…
AMIRAH GAZEL
Malestar que a lo mejor tiene su origen en la hiperactividad de Floriano. ¿Cómo la llamamos?, hiperactividad o capacidad
de desdoblamiento en el tiempo, porque nosotros, como el tiempo, también
nos desdoblamos y tal vez es eso lo que perturba a muchas marmotas, que no lo han
experimentado, que no lo tienen o que no desean experimentarlo. No creo que Floriano
tenga alguna intensión egocéntrica o haya algún segundo pensamiento detrás de él
y si lo tuviera, pues también tiene el derecho de tenerlo. Ha sido ninguneado por
“sopa de mondongo” y por otros, que no han aceptado, que no tienen la lluvia de
esporas del Amazonas, como para tener la energía y el entusiasmo que despliega Floriano.
ALFONSO PEÑA
Retomo tus palabras, las conversaciones se dan con diferentes amigos por
el Messenger, por correo, etc… Son muchos diálogos con diferentes amigos, y por
medio del “correo de las brujas” nos enteramos de los entretelones… Sin embargo
le damos la veracidad y aquiescencia a los desdoblamientos (¡hasta el infinito!)
que tiene Floriano Martins y su equipo de colaboradores… y su irreductible Agulha…
Pero para terminar de detonar hay que agregar que el poeta
cearence a la par de la edición de la revista desenvuelve un haz múltiple con las
ediciones impresas y digitales de ARC Edições,
sus parcerias con poetas y pintores,
con Leda Cintra la dirección de la colección el Amor por las palabras, sus traducciones, sus propias ediciones, el trabajo
visual y las fusiones plásticas… ¡Es que el poeta no duerme!
En una de nuestras incontables conversaciones me expresó:
“No, no es asunto de ego, es intensidad, lo que tengo es intensidad”. De ese modo
concilia sus desdoblamientos y los lleva “adelante” y no se preocupa por el qué
dirán, por los que ningunean el trabajo de los creativos…
Resulta inevitable retornar a Agulha Revista de Cultura, y que le dediquemos con brevedad unas palabras
a la yunta responsable: Claudio Willer & Floriano Martins. Creo que en ese momento
se juntaron dos mentes poderosas, dos poetas de mucha fuerza y proyección, cada
uno por su lado con sus atributos expresivos. La “locura” de Floriano, con la “imaginación
desbordada” de Claudio. Son muy diferentes, pero se aunaron y el resultado fue una
“bomba” llamada Agulha. Por más de 10
años dirigieron y planearon las ediciones de la revista. Hay que repasar los números,
sus propuestas, las temáticas etc… Poco a poco Claudio se separa y se queda como
colaborador de Agulha. Sin dudarlo fue
un trabajo notable.
AMIRAH GAZEL
Sí, por supuesto, esa “Agulha” de gula y 20 años de tejer rebosos de Penélopes
y otras, la “Agulha” que ha hecho un viaje a Ítaca de idas y de vueltas infatigables…
Claro que es importante destacar quienes fueron los iniciadores y pioneros de esta
gran aventura y como ese binomio logra centrífugamente generar un movimiento explosivo
en donde circundan alrededor del átomo cantidades y cantidades de moléculas personalizadas
de diversos horizontes que interactúan en las ediciones de Agulha…
Con relación a la hiperactividad –para volver al tema–
he remarcado a través de mi experiencia que en una gran mayoría los surrealistas
somos casi todos muy hiperactivos, somos incansables, multifacéticos, nos desdoblamos
con facilidad en el tiempo, logrando hacer infinidad de cosas que el común denominador
no lo logra ni en un año, y nosotros en un mes, o un día, o hasta en menos tiempo
podemos lograr desplegar una cantidad de creación sorprendente. Tenemos en general
todos una capacidad muy grande asociativa que nos permite de multiplicar sin cesar
ingenios, ideas, textos, imágenes, y situaciones que constantemente justifican esa
existencia entre la realidad y la realidad paralela.
ALFONSO PEÑA
Amirah, terminemos nuestro viaje por la autopista imaginaria con una alusión
muy importante. Como sabemos en este 2019 se celebran los 100 años del Surrealismo. En diversos ámbitos geográficos y culturales
se llevan a cabo exposiciones, cine, música, teatro, conferencias, charlas, performances,
edición de libros y revistas. La pirotecnia global ha sido fastuosa, y con una vitalidad
impresionante. Desde el año anterior se comenzaron a divulgar estrategias, planeamientos,
todo con una luminosidad extraordinaria.
Por su parte Agulha
Revista de Cultura adelantó una especie de temática o sumario para festejar
el Centenario. Fue como un gran alarido del editor. Con la colaboración de Marcio
Simões y un equipo de traductores e investigadores organizaron el Gran Festejo Surrealista.
El guion consiste en publicar dos ediciones mensuales dedicadas
al Surrealismo. Todo este trabajo ha conformado una especie de Bitácora gigante
y muy completa del Surrealismo. De ese modo por las páginas de Agulha van desfilando muchos temas, ediciones
monográficas, muestras poéticas, muestras gráficas, encuestas etc… Todo un desarrollo
con una efervescencia inusitada.
Vos participaste en la edición monográfica dedicada a André Breton con una
exuberante muestra de 46 collages, número 136, junio del 2019. ¡Todo un honor! ¡A
la vez un justo reconocimiento a tu creación!
AMIRAH GAZEL
Considero que la actividad editorial que tiene Agulha Revista de Cultura, es un trabajo cuidadoso, de un espíritu de
colaboración permanente entre artistas del mismo movimiento, eso es ejemplar.
Muchas personas no se enteran, y eso debería ser algo que
alumbre a las generaciones. La presencia de un culto conectado por las bases de
la colaboración, de la amistad, que invita persistentemente a crecer, a los interesados
y a los aludidos dentro de este movimiento, en un camino individual. Ese camino
individual nos hace tomar distancia de este mundo banal, llevándonos a una producción
poética y plástica plena; no solamente completa, nos da señales de ruta en el amor
en la búsqueda de los significados más profundos de las leyes del universo, siendo
la imaginación nuestro “pan de cada día”…
Gran momento de conmemorar estos 20 años de trayectoria
de la “gula” de Agulha, esa “aguja” de
sueños tejidos por liberar el pensamiento del ser humano, por abrir el espacio onírico
que nos habita. La mayor parte conforma una poética, en donde los textos han salido
en sus propios idiomas. He tenido la dicha de participar en varias ediciones, como
una pequeña espiga…
Compartiendo espacios con figuras fundamentales; con seres
libertarios, que sueñan despiertos, con llaves encontradas, de cuerdas que florecen
en el camino de una vida que se hizo de sangre y de amor, y que nació de las llamas.
Esta mañana presencié una escena de “manicomio” en el Hospital
Calderón Guardia, en San José; turbulentas y alucinantes olas del inconsciente,
viendo desfilar la pobreza y la carencia, la mediocridad, el olor a ignorancia,
en donde los metales sedientos y los que se creen sanos, están enfermos… Monologaba
–me decía– que estaba justo compartiendo ese momento con Antonin Artaud o con André
Breton, quienes estuvieron donde estuvieron, en el momento preciso. André porque
le dio origen a este magnífico movimiento, que ya venía manifestándose de diferentes
maneras, desde los inicios de la vida, y después en diferentes circuitos, la metafísica,
la patafísica, el dadaísmo… cada uno de ellos en su independencia y en su colectividad,
se tejían, quizá, con esa misma aguja, con la que Agulha Revista de Cultura teje hoy en día está vital cofradía, sin límites.
Una cofradía que ha sucitado celos de llamas y de ancestros,
selva y mar, y desiertos de corazón de poeta, que traspasan, el simbolismo que está
ligado a un sentido, un sentido provocativo, que tiene un fuerte vínculo también
con el erotismo y con la muerte y la vida, lo femenino y lo masculino, que es una
carga transgresora, una carga de libertad, de deseo, de ir contra una religión,
la locura que presenciamos cotidianamente y la elogiamos porque amamos ser parte
de esa locura, con ideas elementales.
Esta revista ejemplar irrumpió a innovar dentro de este
movimiento como una mujer de muchas maneras, es como una mujer soñada, es como…,
como arte concebido, que lleva el surrealismo como una forma de vida, sin que necesariamente
este sea un movimiento artístico, porque esa es la magia que tiene el surrealismo,
la herramienta, que utiliza, artilugios literarios y artísticos, para poder aullar
un pensamiento que no titubea; que más bien se vuelve una piedra en el agua y que
permite encontrar a otros y otras, perdidos y para siempre encontrados en las primaveras
que florecen en espejos de cristal, permitiéndonos de reunirnos en un lugar secreto,
ilocalizable y esa es la alegría, que no nos encuentren… y así dejar una almohada
rodeada de burbujas con aromas esenciales para cobijar la existencia en este manicomio
que es el planeta.
Nos reunimos todos alrededor de Agulha Revista de Cultura en el incosciente colectivo, en abundancia,
el teorema, … la onda, el alimento… el amor. Cantos cósmicos que nos permiten sobrepasar
los horrores que esta enferma sociedad nos impone y vivir insurrectos, con el cabello
al viento, libres en esta alquimia, en este filón de oro, porque es lo que hace
este tipo de revistas y este tipo de colectivos gigantescos, maravillosos ejemplares,
que viven la experiencia y la investigación más allá del inconsciente, que están
tras la esencia de una sustancia desconocida.
Nos reunimos en lo sagrado, en la forma que refleja la
experiencia de estar, del yo soy, de hacer parte voluntaria de una individualización
en virtud del colectivo… Es algo mágico… automático y para poder hacer este tipo
de bosques, llenos de tormentas, con águilas negras, como un diablillo, entre tantos
otros bosques, pero que éste tiene una riqueza sin igual, una riqueza transformadora,
una riqueza de trascendencia, algo que va más allá de la simbología, del espíritu,
se necesita un Claudio Willer, se necesita un Floriano Martins para construir estos
manicomios cibernéticos que resguardan a los espíritus del bosque, a los inmortales.
¡Viva el Surrealismo, por su libertad! ¡Viva Agulha por su hermandad!
*****
EDIÇÃO COMEMORATIVA | CENTENÁRIO DO SURREALISMO 1919-2019
Agulha
Revista de Cultura
20 ANOS O MUNDO CONOSCO
Número
147 | Dezembro de 2019
editor
geral | FLORIANO MARTINS | floriano.agulha@gmail.com
editor
assistente | MÁRCIO SIMÕES | mxsimoes@hotmail.com
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& design | FLORIANO MARTINS
revisão
de textos & difusão | FLORIANO MARTINS | MÁRCIO SIMÕES
ARC Edições © 2019
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