sábado, 15 de junho de 2024

YULEISY CRUZ LEZCANO | Tito Balestra un poeta que donó pequeñas y perfectas flores poéticas

 


Un poeta que no tenía prisa por hablar, quién lo conoció se lo recuerdas así, como lo describe Renato Guttuso (1911-1987), pintor y político italiano: Nos encontrábamos con Tito, por la noche, en la “Vetrina” de Chiurazzi. La cabeza echada hacia atrás, los párpados pesados, el último trozo de tabaco en la boca y su silencio en las conversaciones. Hablaba rara vez, pero siempre de manera concluyente. Como un mago, de vez en cuando hacía aparecer de entre los pliegues de su ropa una estampa de Goya o de Daumier, o un epigrama. Era un hombre culto y misterioso, un amigo seguro con el que se podía contar, desinteresado e intransigente.

Tito Balestra nació en Longiano el 25 de julio de 1923, hijo de Flaminio y Santa Urbini. Después de la escuela obligatoria, se matriculó en el Istituto Magistrale de Forlimpopoli y en 1939 en la Facultad de Idiomas de la Universidad de Venecia, abandonada en 1942 por la Facultad del Magisterio de Urbino, ambas abandonadas posteriormente por culpa de los profesores, que no reconocían la independencia sobre lo que pensaban los estudiantes.

Entre 1941 y 1946 participó en la lucha partigiana, obteniendo el Certificado Patriota. Desde el 1945 Tito comenzó a colaborar con algunos periódicos y revistas como Il Resto del Carlino, Il Corriere Padano, Il Corriere Cesenate, Il Trebbo, La Piè.

Un acontecimiento central en la vida del poeta fue su traslado a Roma en septiembre de 1946 (donde el poeta Attilio Bertolucci pensaba que vivía no como un nostálgico sino como un provinciano sufriente). Sucesivamente consiguió obtener una beca y entrar en los cursos del Cepas (Centro de Estudios Profesionales para Trabajadores Sociales) dirigida por Guido Calogero; allí conoció a su futura esposa Anna Maria De Agazio.

Paralelamente a su amor por el arte, Balestra continuó cultivando su necesaria pasión por la poesía y la escritura, que de vez en cuando se revela a través de la colaboración con periódicos (entre ellos Il Mondo, Il Tempo Presente, L’Avanti, L’Italia Socialista, Il Caffè, Botteghe Oscure) y, posteriormente, con la publicación de algunas colecciones poéticas.

Balestra es un poeta –como escribió Alfonso Gatto (1909- 1976) – que no tiene prisa por imprimir, es un poeta que sólo sus amigos saben que escribe. Escribe poemas, epigramas, sátiras y da a todos confianza, sobre todo con su comportamiento humano, las cosas que elige, con su buen humor, con su mal humor, con el gusto por la vida que siempre nos comunica. La poesía de Balestra no termina con el ejemplo satírico, con el ejemplo dramático. La poesía de Balestra, además de ser esto, es también la cultura que poéticamente tiene de sí misma, es una poesía que en su aparente inmediatez popular es muy culta, nutrida de buena sangre y jugos antiguos.

La poesía de Balestra, afirmó Attilio Bertolucci [...] casi nunca tiene profundidad de color, es en blanco y negro, sin manchas, como el gráfico Maccari. […] Tito Balestra no es un poeta nuevo, es un poeta diferente que no busca la diversidad, la encuentra en sí mismo.

La obra poética de Balestra se imprimió en un volumen por primera vez en 1974, cuando L’Arco Edizioni d’Arte publicó Si tienes una montaña de nieve, mantenla en la sombra, acompañada de seis aguafuertes de Maccari, seleccionados de una colección de muestras. hecha especialmente por el artista. Ese mismo año Garzanti publicó otra colección: Quiproquo. También desde L’Arco Edizioni, en 1975, imprimió Le gambe del serpenti, once poemas en cincuenta y dos ejemplares con motivo de su quincuagésimo segundo cumpleaños, y en 1976 Objeto: la Via Emilia, con cuatro grabados de Alberto Sughi.


Tito Balestra falleció en Longiano el 19 octubre 1976. El mismo día de su muerte se publicó en Milán All’Insegna del Pesce d’Oro de Vanni Scheiwiller, Poesie di Liestal, con las palabras de Alfonso Gatto pronunciadas en el Arco el 7 de noviembre de 1975 y tres ilustraciones de Henry Goetz.


Mis consideraciones sobre la obra de Tito Balestra

Creo que Tito Balestra fue un poeta de sátiras y aforismos, con el toque y la escritura de un gran poeta, sobre todo cuando dejaba correr en su pluma la melancolía por el tiempo pasado y futuro.


El libro que tengo entre las manos, Se hai una montagna di neve tienila all’ombra (Si tienes una montaña de nieve, mantenla en la sombra) es ya un aforismo poético evocativo. En este libro el poeta domina sus propias imágenes ilógicas, traza su visión del arte de vivir, entre un equilibrio inestable, debido a los golpes de la vida y a una cierta insatisfacción que lo empujó a buscar los aspectos más sorprendentes y preciosos escondidos en los pliegues de la existencia. En sus pensamientos se recoge el mensaje de cómo un hombre pueda ser feliz, con sólo leer libros y dedicarse a la reflexión/contemplación con una copa de vino, es así que Tito muestra la habilidad con la que, a pesar de todo, mantiene el equilibrio. En los versos del poeta se puede observar como ama las cosas sencillas, como sabe darle valor a cada momento de la vida.
Sin embargo, su escritura parece surcada de venas que nutren la melancolía. Melancolía que también revela aburrimiento.

Es así que Tito Balestra, no es solo un poeta, es un esteta que sabe dibujar la parte más profunda de su alma, es capaz, con muy pocos rasgos, lábiles y débiles, pero vigorosamente repetidos, ilustrar su dictado interior, retener en la exploración de los recuerdos paisajes, aunque sean de desvanecimiento. Su poética sabe dibujar espléndidamente retratos sin nada, con pocos atributos, con pocas aliteraciones que sirven de vínculo con hechos que llevan a un momento sin tiempo y así crear su autorretrato.


Balestra escribe poemas como si estuviera mirando a través de una lupa, lo que hace que los objetos extraños que observa se acerquen a él. En particular, cabe señalar que los adjetivos calificativos, aunque pocos, suelen presentarse de dos en dos: claro y distraído, largo y astuto, vidente y muy curioso, todos ellos referidos a los ojos, o caliente y cocido, ocupados y tontos y sirven para aclarar el aspecto psicológico de las personas, que no se presentan nunca en el mismo modo y reúnen en los comportamientos tractos de ambivalencia.

Y así continúa, Distraída y mezquina son los pensamientos del espléndido poema “Una voragine il tempo”.

Los pasos del pensamiento de Tito Balestra se reconocen en la metáfora que se hace mediadora de la imagen, vista como centro y germen de toda realidad que presenta dualismos de posibilidades. La poesía tiene, sí, una finalidad en sí misma, pero su finalidad lo abarca todo. Es así como, a causa de la validez intrínseca de sus creaciones y hallazgos, el poeta intentó conjurar la ausencia de finalidad. Los versos del poeta rompen con todo casualismo, irrumpen como una inexplicable explosión de anunciación, donde la metáfora sencilla va hacia la imagen que se vuelve el centro de las posibilidades.


EL TIEMPO UNA VORÁGINE


El tiempo una vorágine

y caminamos al borde

bailando, distraídos

de cien pensamientos mezquinos.


UNA VORAGINE IL TEMPO


Una voragine il tempo

e camminiamo sull’orlo

a passo di ballo, distratti

da cento pensieri meschini.


AMOR, PUEDES TAMBIÉN REÍR


Amor, puedes también reír.

muchas veces nos ríe por nada

alguien que conocía

se reía para bajar de peso.


Y se hinchó durante años

de risas abundantes

pesándose cada día

con las lágrimas en los ojos.




AMORE PUOI ANCHE RIDERE

 

Amore puoi anche ridere

si ride spesso di niente

un tale che conoscevo

rideva per dimagrire.


E si gonfiò per anni

di abbondanti risate

ogni giorno

con le lacrime agli occhi.


TU UNIVERSO ES UN OJO


Tu universo es un ojo

hipermétrope y muy curioso

no puede quedarse quieto

a menos que esté dormido.

Y tu vida arde

maliciosa en los ojos

mientras el mundo consume

años y maldiciones.


IL TUO UNIVERSO È UN OCCHIO


Il tuo universo è un occhio

presbite e curiosissimo

stare fermo non può

a meno che non dorma.

E la tua vita brucia

maliziosa negli occhi

mentre il mondo consuma

anni e maledizioni.

 



YULEISY CRUZ LEZCANO (Cuba, 1973). Poeta. Emigró a Italia a la edad de 18 años, estudió en la Universidad de Bolonia y consiguió el título en Ciencias enfermerísticas y obstetricia, además de un segundo título en Ciencias biológicas. Trabaja en la salud pública. Libros: Doble acento para un naufragio (2023), Di un’altra voce sarà la paura (2024). En 2023, fue directora y participante, junto con Antonello Nave y la asociación Altroteatro de Florencia, en un espectáculo poético-teatral, con música y canto titulado Tejidos: fatiga y canto durante la inauguración del Museo Nacional de la Paja en el Municipio de Signa, Florencia. Colabora con diversas revistas literarias españolas e hispanoamericanas, donde publica artículos propios y traducciones de autores italianos, para difundir y dar a conocer la poesía italiana en el extranjero.

 

 


ILCA BARCELLOS (Brasil, 1955) | Artista Visual, Graduada em Ciências Biológicas pela Universidade Federal de Santa Catarina e mestre em Biologia Vegetal pela Université Pierre et Marie Curie – Paris VI, por muitos anos foi professora de biologia no Colégio de Aplicação da UFSC onde já recorria aos desenhos e às formas orgânicas tridimensionais de seres vivos – representando organelas, sistemas e organismos, em massa de modelagem – como recurso didático. Em 2006, ingressou no campo artístico por meio da cerâmica, participando de exposições coletivas nacionais e internacionais. Ampliando sua produção artística, explora atualmente outros materiais – tecidos, espuma expansiva de poliuretano, EVA, madeira, metal – e diversas linguagens – instalação, pintura, desenho, fotografia, vídeo. Em seu processo investiga as possibilidades conceituais que tangem um duplo percurso: científico e artístico; e busca indagar através de sua produção a poética do pulsar, do devir. Participa de salões nacionais e internacionais desde 2007. Em 2008 através do Salão dos Jovens Artistas de Santa Catarina ganhou o Prêmio Aquisição do Museu de Arte de Santa Catarina – MASC e em 2016 ganhou terceiro lugar do 1º Salão de Artes Visuais de Navegantes, SC. Participou de residências artísticas no Canadá e Cuba. Artista convidada da presente edição da Agulha Revista de Cultura.



 

Agulha Revista de Cultura

Número 252 | junho de 2024

Artista convidada: Ilca Barcellos (Brasil, 1955)

Editores:

Floriano Martins | floriano.agulha@gmail.com

Elys Regina Zils | elysre@gmail.com

ARC Edições © 2024


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