Leerlo es una aventura
que conjuga placer estético y un continuo aprendizaje, además de ser ejemplo de
sensibilidad lingüística. En cualesquier simple vocablo, el poeta encuentra una
palanca: la llave invisible que le permite abrir las puertas de causas y
realidades otras que finalmente constituyen el quid de las cosas, su
verdadero ser. Por ello, puede decirse también que como todo gran poeta es un inspirado
gnoseólogo.
En su Salta natal (aunque no exclusivamente), a quien ostenta tal condición poiética, de augur nominador, se lo llama nombrador.
El hecho es que Castilla
sigue ensanchando y profundizando una obra que pareciera no tocar fondo: “las
coplas de los misterios” y “los tres espejos”, títulos publicados este año por
adiciones Nudista, dan testimonio de ello.
No está de más recordar
que a estos dos libros, aparecidos en medio de un sinnúmero de actividades de
lucha intelectual, política y ambientalista generadas y protagonizadas
diariamente por Teuco Castilla, los preceden alrededor de treinta títulos,
publicados a lo largo de una extensa y calificada trayectoria reconocida y
premiada en nuestro país y el extranjero.
De cualquier manera, siempre
el objetivo primero y último de Teuco Castilla fue y es la Poesía, así, con
mayúscula.
En la Argentina de hoy no
son muchos los poetas que siguen sosteniendo y ampliando sin distracciones,
como él, una voz total y excluyente. Voz de poeta de tiempo completo, cada vez
más raro, más difícil de encontrar. Vida
totalmente consagrada al quehacer con la palabra, con entrega absoluta; que no conoce
(ni admite) distracciones o infidelidades. Castilla es de esos artistas que
crean con todo su ser: alma, inteligencia, sentidos, energías... Creadores de días
y noches sin tregua, en las que hasta soñando trabajan en sus obras; las cuales,
para ser debidamente recibidas y ponderadas en todo su alcance y riqueza–receptadas,
degustadas, disfrutadas, etc….- demandan esos mismos niveles de entrega y
aptitudes por parte de sus destinatarios. Se trata de un modelo de artista,
de creador, quizás irrepetible, propio de otra época. Quién sabe si seguirán
dándose estos modelos en épocas de artificiosidad y artificialidad dominantes y
en crecimiento; y de una disponibilidad de tiempo fragmentada, veloz y surfeante.
De entre las coplas en contrapunto de su libro las coplas de los misterios a lo
anteriormente dicho quizás lo ilustren estas dos cuartetas que citamos,
tituladas “La muerte”: Si es hechura del vacío/ cual es el poder que tiene/
de no ser, y sin embargo,/ quitarnos el ser la muerte. // Es furia sin
animal,/ veneno sin la serpiente:/ la muerte, de rencorosa/ mata, para
conocerse.
En el otro libro publicado
(“los tres espejos”) con poemas sobre obras de los pintores Gabriela Aberastury
y Mariano Cornejo) Castilla aparece dándole voz, haciendo hablar a 13 cuadros
de cada uno de los plásticos.
Por dar un ejemplo, en la
página 111 dirá sobre la pintura “El jinete oscuro” de Cornejo: Rumbo al
final/ cabal/ el jinete oscuro.// A cada paso/ lo va apagando el camino,/ y
cuando más avanza/ más atrás queda el destino.// En el animal va la luz/ y en
el hombre va el olvido.// Cuando cruce el portal/ una larga deshora/ suplantará
a los siglos.// Para entonces se habrá apagado el sol, // Y en otra noche,/
solo,/ morirá, de viejo, el tiempo./ Sin haber nacido.
Bienvenidos estos dos nuevos libros de un poeta imprescindible de nuestra lengua.
ALDO PARFENIUK (Argentina, 1945). Tiene los títulos de Licenciado en Filosofía (FFyH., UNCba.) y Magíster en Comunicación y Cultura Contemporánea (UNCba.). Ha ejercido como profesor universitario (grado y posgrado) e investigador en la Facultad de Lenguas de la UNCba, Como tal, ha dirigido proyectos de investigaciones individuales y grupales. Tiene muchos trabajos en actas, publicaciones especializadas, revistas y diarios del país. Por su obra, fue reconocido con premios nacionales y provinciales en poesía y ensayo –entre otros, el 1º Premio Regional y el 3º Nacional, de la Secretaría de Cultura de la Nación. Sus últimas investigaciones lo comprometen con la obra de Romilio Ribero.
DAVIDE GALBIATI (Itália, 1976). Para el artista, el tema de la conexión Cuerpo-Espíritu existe desde el principio de los tiempos y probablemente continuará indefinidamente. En esta dirección, Davide Galbiati busca un lenguaje plástico con formas simples y singulares que evoquen tanto a pueblos ancestrales como a civilizaciones de un futuro sideral. Sublima el aura humana en materia para hacer visible lo invisible. Se inspira en el trabajo de escultores antiguos, como Tutmosis (escultor del faraón Akenatón) y en las esculturas griegas arcaicas. El artista alimenta el ardiente deseo de oponer el ruido del mundo al silencio vibrante del quieto. Huye, pues, de las contorsiones dinámicas de las esculturas barrocas o neoclásicas para pensar en la calma telúrica de los antiguos faraones. Galbiati nos lleva a la escultura por el camino del silencio. Gracias al cariño inagotable de nuestra colaboradora Berta Lucía Estrada, Davide Galbiati es el artista invitado de esta edición de Agulha Revista de Cultura.
Agulha Revista de Cultura
Número 258 | dezembro de 2024
Artista convidado: Davide Galbiati (Itália, 1976)
Editores:
Floriano Martins | floriano.agulha@gmail.com
Elys Regina Zils | elysre@gmail.com
ARC Edições © 2024
∞ contatos
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FLORIANO MARTINS | floriano.agulha@gmail.com
ELYS REGINA ZILS | elysre@gmail.com
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