Majestuosa se erige su palabra en el
territorio del dolor: “El dolor es una maravillosa cerradura”, porque sólo el dolor
profundo y permanente, el dolor enfrentado con honestidad poética, destila una palabra
tan amarga y tan potente. No en valde escribe en su poema Ternera acosada por tábanos:
“qué horrible dolor en los ojos / qué agua amarga en la boca”. Y también expresa
desde una tercera voz: “Sé que estoy enfermo de un pesado mal, lleno de un agua
amarga, de una inclemente fiebre que silba y espanta a quien la escucha”. Y así,
espantados quedamos antes su poesía que es un agua amarga.
No. La poesía no complace. Está aquí
para revelar todo aquello que nos habita. Está aquí para hacernos ver más allá de
lo que queremos ver. No es fácil. Es dolorosa y abiertamente esplendorosa. Es ésta
su potencia y su fuerza. La poesía, la auténtica, se impone y lleva al silencio
que surge cuando topamos con lo sacro. Y lo sagrado yace en lo más profundo, en
lo más vivo de nosotros. Siempre allí, por si lo olvidamos, aguarda para manifestarse
y una de sus vías es el poema y la experiencia de lo poético. Los poetas vapuleados,
fragmentados, debilitados, fortalecidos y arrasados por esta experiencia, se saben
del territorio de los sueños, territorio que no es de evasión, sino que afianza
a lo exterior con una lucidez intensa y con el desprendimiento de quien es capaz
de ver más allá:
y que nosotros
los poetas los amnésicos los tristes
los sobrevivientes de la vida
no caemos tan fácilmente en la trampa
y que
pasado presente y futuro
son nuestro cuerpo
una cruz sin el éxtasis gratificante del calvario
y que no hay otra salida
sino la puerta de escape que nos entrega
a la enloquecedora jauría de nuestros sueños
nosotros o ellos
acertijo joker moneda perdida en el aire.
tibios temblorosos nonatos
sin estirpe ni prole
dispuestos siempre.
Y esa disposición surge de la lucidez
y la desesperación, junto a ellas se halla el fracaso y desde el fracaso y solamente
desde él se puede vislumbrar plenamente lo que somos y el olor de humanidad que
nos define. La lucidez, la desesperación y el fracaso generan una rara fuerza,
una visión amarga, una inexplicable resistencia: “Hemos aprendido a perder conservando
una postura sólida y creemos en la eficacia de una desesperación permanente.” Estos
estados resultan de la acción de internarse en un mundo al que sólo se llega a través
de un viaje descensional hacia las interioridades del yo, un viaje que atraviesa
umbrales y franquea puertas hasta revelar sólo una, sólo esa posibilidad: “he dejado
la puerta entreabierta / soy un animal que no se resigna a morir”. La lucha frente
a la muerte revela la búsqueda de lo vital, búsqueda que pareciera concretarse en
lo horrible y amargo de la existencia, en la dualidad luz – oscuridad y en los sueños:
El día queda atrás,
apenas consumido y ya inútil.
Comienza la gran luz,
todas las puertas ceden ante un hombre
dormido,
el tiempo es un árbol que no cesa de crecer.
El tiempo,
la gran puerta entreabierta.
Voy hacia la ventana,
me asomo al día negro y allí estoy,
al centro de la tiniebla.
Algo roto, substancia herida,
desgarrón luminoso súbitamente borrado.
Y la substancia herida, diría lacerada,
de esta voz poética hace que su lectura sea indispensable. Actualmente es posible
aproximarse a su obra a través de ediciones nacionales: Pequeña Venecia le ha publicado
Ejercicios Materiales (1993); Fundarte, Del orden de las cosas (1994)
y está presente en la Antología de la poesía hispanoamericana moderna (1993)
que ha editado Monte Avila. Justa presencia para una voz como la de Blanca Varela.
IDEAS ELEVADAS
sobre una escalera
tuve a dios bajo el martillo
combinación divina
el blanco el negro y el rojo de la sangre redentora
recién derramada
el crimen nos salva en estos
trances
que nos obligan a trepar hasta el último peldaño
el vértigo nos acerca
la oscuridad nos protege
estamos cada vez más próximos
tenemos la lengua dura los
devoradores de dios
de ese dios que crece cada noche
con nuestros pelos y uñas
de ese dios aplastable
perecible
digerible
iluminación o ceguera
clavar una mosca
con un solo golpe de hierro
en la pared más blanca
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Agulha Revista de Cultura
UMA AGULHA NA MESA O MUNDO NO PRATO
Número 166 | fevereiro de 2021
Fotógrafos convidados:
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