Ha recibido los siguientes premios:
Libro de Oro, Lima (Perú), 1956, 2do. Premio “Municipal de la Ciudad de Buenos Aires”,
1978, 1º Premio “Fundación para la Poesía Argentina” (Colección de Poetas Contemporáneos),
Buenos Aires, 1988, Premio “Fondo Nacional de las Artes”, Buenos Aires, 1991, Nominación
por Argentina en “UNICEF” de Nueva York (U.S.A), inédito, 1996, Premio “Universidad
de Letras” de La Habana (Cuba), 1997, Premio Fundación “Sociedad de Los Poetas Vivos”,
Buenos Aires, 1998.
Falleció el 8 de noviembre de 2010.
LA VIDA, LOS AMIGOS, LA GATA Y UN LIBRO PERDIDO… O CASI…
MMV | Me considero una mujer montaraz
nacida en la chunca, vale decir en pleno valle de San Javier, Traslasierras Comechingones
de Córdoba.
Tuve una infancia sana y mis costumbres
siguen siendo sencillas y transparentes. Me gusta la carne asada, matear con los
amigos y conversar cosas de la vida que divierten el alma. Hablar de poesía, obvio,
es lo más apasionante que puede pasarme.
No soy una obsesiva, pero prefiero
rodearme de gente joven, llena de proyectos y alegría. Son los nuevos hacedores,
con herramientas de libertad y de pasión. Suelo decir bromeando que los vampirizo,
en el buen sentido de la palabra.
Mi libro “Taitacha Temblores”,
con lenguaje mezcla de castellano y quechua, no se editó, pero fue premiado con
el “Libro de Oro” en Perú. Sus textos andan extraviados de aquí para allá, como
desperdigados. No obstante, memorizo los que más auténticos son los cantos musicales
primitivos de mi adolescencia y en lengua vernácula.
¿CUÁNDO LLEGÓ MARÍA MELECK VIVANCO A BUENOS AIRES?
MMV | Llegué a Buenos Aires en el
año 1945 muy jovencita. La gran ciudad se me brindó con la “crema” de los poetas
surrealistas, del momento, los “monstruos sagrados” del primer movimiento en la
década del 40’. Dios o el Azar me arrojaron al centro de esa tribu maravillosa.
Trabajé en la famosa Editorial “Claridad” como traductora de francés y correctora
de pruebas. Tengo buenos recuerdos de su dueño, un personaje… Don Antonio Zamora.
Yo ganaba más que suficiente. Empecé viviendo en Flores con mi tía Ofelia Casas
Vivanco, prima de mi padre, luego ella viajó al interior y yo pasé a una pensión
familiar, poco tiempo, pues Alfredo Martínez Howard, exquisito poeta, me ofreció
su casa en Villa del Parque, donde me entreveré con sus hijos, en mi nueva familia.
“YO NO ERA LA MÁS JOVEN DE AQUEL GRUPO SURREALISTA”
MMV | Fui la única mujer en ese primer
movimiento surrealista, pero 5 años mayor que mi gran amigo de la vida, el más amado
y el más completo Francisco Madariaga, el hermano fiel del corazón. Cuando lo conocí
recién llegado de los esteros correntinos él tenía sólo 14 años y yo 5 más.
Bueno, ahora espero guiarme por
el mapa psicológico de ustedes dos, mis amorosas, a la manera surrealista. Y seguiré
recordando.
De muy chica, me hacía bien escribir,
me desahogaba. Me sigue pasando ahora. Escribo, porque corresponde, pienso, a una
catarsis muy personal. Y lo hago siempre a mano.
Construyo un verso en cualquier
momento sin un tema puntual (jamás sé lo que va salir). No me subyugan las máquinas
virtuales de la modernidad, aunque reconozco que ayudan y ordenan mejor la obra.
Mis delirantes y jóvenes “secretarios”, se me ofrecen para tamaña tarea. Son generosos
y valientes.
“LA POESÍA ME SALE FÁCIL PORQUE NO ME PRIVO DE INCORPORAR
LAS TRAVESURAS”
MMV | La poesía me sale fácil, porque
no me privo de incorporar las “travesuras” que me dicta el inconsciente y el sueño.
Y me transformo en una inconsciente total, sin remedio.
Considero de vital importancia
el íntimo contacto con la Naturaleza, como un acto de comunión con ella y también
como ya lo expresé en otro lugar, son indispensables “los destrozos de la vida”
que irradian un lenguaje perturbador pero lleno de magia.
“OLGA SIEMPRE COLOCABA UN CANTITO RODADO EN SU MANO
IZQUIERDA MIENTRAS ESCRIBÍA”
MMV | No practico rituales. La entrañable
Olguita Orozco, “la poeta maga” del Siglo XX, siempre colocaba al escribir un canto
rodado en su mano izquierda –algo tan antiguo que emite mucha energía. Ella me regaló
piedras que a su vez regalé a mis amigos poetas, como reconocimiento y ofrenda a
su incomparable talento.
Con Olga nos sentábamos frente
a su mesa ovalada llena de libros, una en cada extremo, intentábamos el poema. Siempre
me repetía “¿Karim, vos crees que sos mi amiga por buena poeta? Te digo que si no
escribieras, te querría lo mismo, de amiga a amiga, de mujer a mujer. Existe mucha
comunicación entre nosotras”.
Karim me llamaban desde la infancia,
cuando pude descubrir el idioma de los incas y les dediqué esos cantos inspirados
en mi terruño.
Kari-Karim, significa lirio de
oro. Olga me dijo antes de morir: “acabamos de cumplir 48 años de amistad”. Y esas
palabras me sonaron a gloria, porque provenían de su corazón tan generoso y entero.
(María Meleck nos indica una de
las muchísimas fotos que con otros adornos memoriosos tapizan las paredes de su
departamento. “Este –señala- es Alfredo Martínez Howard, tres meses antes de morir.
Me la mandó desde “La Serranita” en Córdoba, con mi hermano Wilfredo. Y más atrás,
Ana Teresa Fabani, la bella entrerriana que murió de tuberculosis a los 28 años,
dejándonos un sólo libro, bellísimo, de poemas titulado “Nada tiene nombre” y una
novela, “Hogar de Niebla”, los que no fueron reeditados, lamentablemente”.)
“SE PUEDE SER POETA CON UN SOLO VERSO”
Ya ven que no vine tras un amor
de pareja, como se dijo, sino a conocer a mi amiga personalmente, después de 5 años
de carteo.
Creo que cada poeta tiene su propia
voz. Todos somos los dueños de nuestras voces. No conozco la poetometría. Felizmente,
todavía no existe un aparato que mida la calidad de la poesía. Se puede ser poeta
con un solo verso. No puedo concebir que alguien se embronque o tenga problemas
con los demás, porque son más chicos, más grandes o distintos. No se debe escribir
para un premio y menos para la posteridad (esa ambigua falacia que suele preocupar
a los tontos).
Escribir versos en mí fue como
un hecho natural. Como una pasión congénita que le dio significado a mi vida, a
la vez iluminada e indescifrable, a veces con hondo sufrimiento psíquico por mi
extrema juventud. Pero la verdad estaba, indeclinable en mi vocación y para siempre.
POESÍA, CUERPO Y NATURALEZA
MMV | Mi madre anotaba en un cuaderno
mis expresiones de niña. Eran imágenes bastante atrevidas y “voladas” de la preciosa
Naturaleza del Valle. Yo adoraba los arroyos, la gente dulce y sencilla, los árboles
fragantes, los cielos luminosos y las tormentas también. El apego a los animales
primitivos (aún los venenosos merecían mi ternura).
Soy licenciada en Kinesiología
y Dra. en Medicina Física. Trabajo en rehabilitación. Conocí muchas partes del mundo
con las becas y los Congresos de la especialidad. Esto me ha dado innumerables satisfacciones.
“La poesía se hace sola” dice Gonzalo
Rojas, el eximio poeta chileno. A mí me quedó un tiempo siempre para cumplir mis
fantasías abstractas y sentirme completa con la escritura.
DIOS, EL DESTINO Y EL AZAR Y LA AMISTAD CON ENRIQUE…
MMV | Me encanta jugar con el Azar.
Creo que Dios, el Destino y el Azar, en su inminencia, son una misma cosa. Son Dios.
Mi especial afecto fue el “gitanito”
Madariaga, como ya lo dije. Pero por proximidad física, Enrique Molina y su mujer
Susana compartieron conmigo una fuerte y honesta amistad (éramos vecinos de ventana
por medio, durante años). Nos leíamos, intercambiábamos libros, monedas y comidas
como si fuéramos de la misma familia. Poeta extraordinario, Enrique. Hablaba poco,
componía sus famosos “collages”. Cierro los ojos y lo veo recortando papeles y figuras
afanosamente sobre la ancha cama de su modesta habitación, en la calle Piedras al
200, una pensión pobre pero digna.
En ese lugar flameaba su gran misterio,
su masculinidad, como consecuente amador no tan romántico y sí efectivo, con todas
las “féminas” que se le cruzaban. Inaudito, él que desmembraba poemas para realizar
prodigios y cuyas imágenes podían como un puzzle ubicarse arriba o abajo del texto.
A la hora de la edición no le daba la menor importancia al detalle. Creaba los increíbles
“opuestos” que tanto fascinaban entonces a los poetas franceses.
Era el rey de la transgresión,
cuyos ojos redondos y chispeantes observaban lo que ocurría a su alrededor con gesto
de niño inocente.
Anotaba palabras despistadas que
se le ocurrían en el momento y las usaba como esqueleto de sus futuros poemas.
“LA CONDICIÓN DE AMAR ES MÁS IMPORTANTE QUE LA DE SER
AMADO”.
MMV | “Kari, Karita, Kariño” -me decía,
Enrique Molina- “todos tus poemas son de amor. Quedarás como la surrealista romántica…
Sos una loca apasionada”. Rara coincidencia, actualmente ese excelente poeta y gran
amigo se trata de Jorge Ariel Madrazo, me llama “la poeta gótica”. No sé qué quiere
decir, pero me agrada.
Pasional, romántica o gótica, la
cuestión es que ahora comprendo con eso que la condición de amar es más importante
que la de ser amado, aunque te destruya y te mueras.
He vivido pasiones fuertes, algunas
no tan ocultas, como con Telo Castiñeira de Dios. Estuvimos juntos por años. Él
se perfilaba como un talentoso periodista, inquieto, brillante, muy sensitivo y
generoso.
Posteriormente, volví a enamorarme
y me casé con un hombre extraordinario, padre de mis dos hijos que adoro. Enviudé
en el 81’. Mi hija Juana Guaraglia, vive en Uruguay. Es periodista y escribe cuentos
que han merecido buena crítica. Prevalecieron mis genes, parece. El varón se acostumbró
a las serranías de Córdoba y se dedica a la venta inmobiliaria como lo hacía su
padre.
“CUIDO QUE NO SE ME ENFRÍE EL CORAZÓN”
MMV | En cuanto a la relación entre
la kinesiología y la poesía, tiene que haber una fusión sensual y humanística que
las ligue. El cuerpo se expresa, las palabras también. Existen palabras maravillosas,
palabras tan intensas que una sola te conmueve hasta las lágrimas, que rompen el
silencio de una manera increíble.
La persona que más admiro es Jesús
y no soy nada original. Fundamentalmente como cristiana desubicada, no profeso ninguna
religión. Lejos de los sacerdotes y del Vaticano, pero con respeto. La riqueza de
la Iglesia, me parece una parodia inadmisible. A Jesús lo imagino pobre y descalzo
en las playas del Mar Rojo, bendiciendo y repartiendo pan y peces a la gente más
humilde. Es un Cristo humano el mío y lo separo de las mansiones ostentosas, de
los tapices de oro, de la solemnidad. Cuido que no se me enfríe el corazón.
Yo no sé lo que vendrá después
de la muerte. Pienso que este misterio nos será revelado cuando crucemos el límite.
Algo presiento, sin embargo, quiero convencerme que si somos humildes y piadosos
nos espera la proximidad del señor con su preciosa Luz.
“A ANA TERESA FABANI, TENDRÍAMOS QUE HACERLE EL HOMENAJE
QUE SE MERECE”
MMV | Volviendo a Ana Teresa Fabani
ella era muy amiga de Juan L. Ortiz y lo visitaba a menudo. Bueno, un día van a
venir ustedes tan amorosas, y hablaremos largo de Ana Teresa y de mi singular amistad
con ella. Tendríamos que hacerle el homenaje que se merece como mínimo en la Biblioteca
Nacional. Era agnóstica, pero con mucha humanidad adentro. Yo me dormía sobre su
frondosa cabellera extendida a modo de cola de pavo real y de un castaño dorado
fuera de serie. Era muy fácil contagiarse la tuberculosis, sin remedio, pero los
jóvenes jamás piensan en el peligro. “Mi único consuelo – me decía- es que mi cuerpo
no conocerá la vejez”. Con su nivel de ternura tan alto y su extraña belleza, se
la veía como iluminada.
(María nos lee un poema de Ana
Teresa: “La luz llega/entorna la ventana/ si del cristal que anoche se hubo abierto/deja
que siga el sueño/ ya lejana…”)
“… UNA PATRIA DE INSPIRADOS POETAS…”
MMV | Mi padre era inspector de ganadería
asignado al Valle de San Javier y mi madre una extraordinaria pianista llegada a
los 14 años de la Isla de Cerdeña (sur de Italia). La de ellos fue una relación
larga y difícil, pero se amaron eternamente.
La verdadera poesía, me da placer.
Y hasta la automática me gusta. También la rimada, si es bella. No me fanatizo con
tal o cual escuela. También los vanguardistas son interesantes y valiosos. Únicamente
pido calidad, emoción y misterio. Si me modifica y me deja pensando, si me conmueve,
ya está. En cuanto a los contemporáneos argentinos que admiro, es pregunta difícil
de responder, son bastantes los nombres, algunos los tengo muy presentes, Redondo,
Gelman, Boccanera, Madrazo, Castilla, etc… y me quedo corta, pues aparecen verdaderos
tapados que me dejan con la boca abierta. Felizmente somos una patria de inspirados
poetas.
“ALMA NATURAL”
MMV | No tengo una vida misteriosa
ni la quisiera tener. Soy una mujer sencilla, expresiva, cálida y muy comunicada.
La soledad física me asusta. La busco para hacer rendir mi tiempo en mi profesión
que me da de vivir modestamente, en el descanso mínimo cuidando mi salud, en la
música que me apasiona y en las actividades propias del hogar. Como canceriana,
hago lo posible por permanecer bastante “en la cuevita” por donde los gorriones
se mezclan con los murciélagos que entran por la ventana.
Muchas veces esto de “hacer rendir
mi tiempo”, hace que me arrepienta y busque compañía humana con desesperación.
Existen cosas que odio: la violencia,
la solemnidad y la hipocresía.
La vida es la gran separadora.
Hace muchos años que no veo a mis amigos del Valle y eso me da tristeza. Sabe Dios
que los amo.
Vengo de una familia numerosa de
clase media y el marido que elegí no me defraudó, respetaba mi trabajo poético.
Y me daba la libertad necesaria para “volar” soñando. ¿Qué más podía pedir?
En mis últimos libros, no usé puntuación
ni la forma tradicional del poema, sino que utilicé cortes muy particulares, empezando
los versos con mayúsculas. Estaba en estado de rebelión con mi escritura y pretendía
que el lector colocara más acertadamente las pausas. El poema “Alma Natural” es
el que más quiero. Siento que soy yo, que me representa indiscutiblemente libertaria
y natural. Apasionada en mis convicciones por mi ascendencia vasca pero hipersensible
ante la pobreza y el dolor.
Los jóvenes me convencieron de
no poner títulos. Me hicieron creer que estos “frisos irreverentes” que hago, tienen
un contexto universal que no puede ser resumido en un título y que por mi discurso
hermético, puede convertirse en una pista falsa para el lector. De cualquier manera,
yo soy muy espontánea y hago lo que me parece, sin pensarlo demasiado.
Conozco el quechua. Soy descendiente
de peruanos en quinta generación. Mi querido sobrino Gustavo Vivanco Ortiz, todo
un joven personaje, es un chamán muy respetado y vive en la ciudad de Cuzco.
Alma
natural
Exhorto a la pasión de las arenas móviles A la resonancia
primitiva del circuito de la ternura A colocar las sienes
a la
altura del corazón Que una indefensa cacatúa sea el
homenaje del sueño
La saliva imantada La asimetría de la sombra que crece
hasta el exilio El aprendizaje de la simulación La compañía
de los insensatos Las marionetas del payaso que entresacan
y alternan la demencia La piel cristalizada en lapislázuli
para el contacto caníbal del amor Las ciudades australes
que
exaltan la poesía Cuerpos gloriosos que son el claroscuro
del
temblor de un palomo El regazo al rojo vivo y la gitanería
errante Eligen a sus víctimas
Alma natural hemos paseado por galerías encaladas acariciando
mis retratos Es como si el campanero de la memoria
del canto, volviera a equivocarse
POESÍA Y MISTERIO
MMV | Desde “Balanza” en adelante,
le di otra forma a mi escritura. La concebí como si fueran dos respiraciones. La
primera, formulaba un texto más extenso y se imponía un silencio entre las dos.
La segunda respiración llegaba desde el inconsciente como un huésped extraño, despegado
de la historia. Como fantasma enigmático de apariencia sospechosa, que era aceptado
con felicidad.
No me animo a enseñar poesía. No
creo en los talleres. Yo puedo sugerir algo a los jóvenes, nada más. Hacer un comentario
de las mejores imágenes y estimularlos siempre a la creación. Todo según mi gusto
o mi criterio personal –entendámonos- De ninguna manera pontifico como maestra de
literatura y menos presiono. Aprendí más de los jóvenes que ellos de mí, lo cual
agradezco infinitamente.
Y para terminar esta larga charla, me resta asegurarles desde mi “cuasi verdad” que el único género que para existir necesita del misterio, es la poesía. Sin misterio, no hay poesía.
NOTA
En
febrero de 2007 entrevistamos en la casa de Ramos Mejía a la poeta María Meleck
Vivanco para el blog La Infancia del Procedimiento.
RITA KRATSMAN (Argentina, 1940). Integró el taller de pintura de Demetrio Urruchúa (1956-1962), el taller de teatro-danza (método Susana Milderman) en el Instituto Creig (1985-1989) y el taller de poesía coordinado por Arturo Carrera y Daniel García Helder (1992-1996), y cursó Historia General del Arte en el Museo Nacional de Bellas Artes (2016-2017). | SELVA DIPASQUALE (Argentina, 1968). Publicó Teoría de la ubicación en el espacio (1994), Camaleón (1998) y Paraselene (2005). Integra diversas antologías de poesía argentina. Es la responsable del blog La infancia del procedimiento. | La infancia del procedimiento es el nombre de un blog creado en 2006 por Selva Dipasquale y sostenido a lo largo del tiempo por ella y por Rita Kratsman. La convocatoria consistió en que poetas de todo el país respondieran algunas preguntas acerca de sus procedimientos de escritura, acercaran fotos de su infancia y textos poéticos. La propuesta fue exitosa y derivó también en presentaciones, encuentros y nuevas redes de afinidades.
ANA TISCORNIA (Uruguay, 1951). Artista plástica, su obra incluye instalación, collage, ensamblaje, pintura y fotografía. Residente en Estados Unidos desde 1991, donde se desempeña como profesora emérita de la Universidad Estatal de Nueva York. Es autora del libro Vicisitudes del Imaginario Visual: Entre la utopía y la identidad fragmentada sobre el arte uruguayo de 1959 a 1995. Entre sus muestras más recientes, encontramos: “A la Vuelta de la esquina”, Espacio Mínimo, Madrid, Spain, 2022, “Una vez más”, Galería Nora Fisch, Buenos Aires, Argentina, 2023, y “A dos voces: Ana Tiscornia y Liliana Porter”, Galeria del Paseo, Lima, Perú, 2023. Ana Tiscornia es la artista invitada en esta edición de Agulha Revista de Cultura.
Número 239 | setembro de 2023
Artista convidada: Ana Tiscornia (Uruguay, 1951)
editora | ELYS REGINA ZILS | elysre@gmail.com
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ELYS REGINA ZILS | elysre@gmail.com
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