terça-feira, 16 de setembro de 2025

FLORIANO MARTINS | Pequenas luzes sobre a obra de Hilda Mundy | Diálogo con Carmen Bedregal Villanueva y Juan Francisco Bedregal Villanueva



Cuando preparaba la edición bilingüe de Pirotecnia, de Hilda Mundy (Bolivia, 1902-1982), para la colección Infame Ruído, de Inmensa Editora, en Minas Gerais, tuve la oportunidad de conversar con los sobrinos de la escritora boliviana, una de las voces más expresivas de la vanguardia, Carmen Bedregal Villanueva y Juan Francisco (Pancho) Bedregal Villanueva, sus herederos y responsables de la liberación de los derechos de autor que hicieron posible dicha edición. Ambos son directores de la Biblioteca Gonzalo Bedregal Iturri en Bolivia, una relevante institución que, según el propio Pancho, es una colección familiar de varias generaciones de intelectuales que fueron transmitiendo libros, luego seleccionados y recopilados por el Dr. Gonzalo Bedregal, convirtiéndose finalmente en una interesante colección de libros centrados principalmente en las humanidades. Según él mismo, la intención que nos transforma es poder poner los libros al servicio de quienes los necesitan. Los libros sin lectores no son cuentos propiamente dichos. Por eso, creemos que la ubicación actual, ubicada en el barrio de la UMSA, es ideal. Estará al servicio de investigadores, estudiantes y público con inclinación a la lectura. Sin libros, no hay cultura ni paz. Esta entrevista solo considera la presencia de Hilda Mundy en la tradición poética boliviana.

 

FM | ¿Cuáles son los elementos más relevantes que encontramos en Pirotecnia para comprender la modernidad?

 

CARMEN BEDREGAL VILLANUEVA | Pirotecnia, Ensayo miedoso de literatura ultraísta. es la escritura de una joven de mirada aguda e irónica en Oruro, ciudad en franco progreso, también es el resultado de sus diversas lecturas, del cine, del teatro. Laura es una veinteañera curiosa y reflexiva. Oruro es la urbe de la minería estañífera, del ferrocarril, de los autos. Ella es sensible a los cambios que la tecnología brinda y de una sociedad que cambia, estudia inglés, hace todo para abrirse al mundo. Desde niña ha aprendido a leer con el periódico y es de naturaleza curiosa y muy observadora. Ha sido para mi como una segunda mamá y puedo testimoniar lo que digo, en resumen, una mujer muy alegre y vital, siempre al tanto de los últimos acontecimientos.

Su escritura es espontánea y ligera. Ahora que vuelvo a leerla veo que hay una fascinación por las palabras chistosas, las llama chispas artificiales.

Es mordaz con esa burguesía cursi y con todo lo que representa el poder. Creo que la modernidad se da y ella es testigo de lo que ve de manera asombrada y crítica. El primer elemento podría ser la mirada al amor, a la relación de las parejas, las mira, las despedaza, las diseca. Hay una parte oscura, pesimista cuando habla del aburrimiento, es consciente de muchos sinsentidos y sinsabores que trae la guerra, por eso el título de Pirotecnia.

 

JUAN FRANCISCO BEDREGAL VILLANUEVA | Supongo que es la temática y las palabras, la forma de utilizarlas para describir los nuevos objetos de la literatura, el foot-ball, como una visión muy contemporánea, una luna que se juega; el ferrocarril, el automóvil, la estación, el vestido, la moda, el cine, el filtreo, no aparece el amor en sus formas seculares, yo creo que es una visión, que incluye no solo los objetos de la modernidad, sino las preocupaciones que impone la modernidad, pero existe un sentido de ética que está muy arraigado con el que contrasta las ideologías vigentes con ese supuesto inamovible, eso le permite tener una ironía, cuando no una sátira, que desnuda lo real en lo ideal.

 

FM | ¿Hasta qué punto consideran que la conexión entre este libro de Hilda Mundy y el espectro ultraísta es limitante? Dentro del entorno vanguardista, ¿ella no habría utilizado también recursos lingüísticos característicos del futurismo e incluso cierta particularidad surrealista en términos de humor y sátira?

 

CARMEN BEDREGAL VILLANUEVA | En sus lecturas ella se reconoce ultraísta, futurista. Ya lo es espontáneamente como siguiendo el espíritu modernista de su época; en Futurismo Revista de Bolivia) 1-7-37 dice así: En un cómodo Morris, a una luz magenta y con media libra de toffees en el bolsillo comencé a bucear en las profundidades marinas del futurismo tal cual su autor lo concibió y quiso expresarlo; sí me saturé del celebérrimo futurismo que trastabilló al mundo del arte con sacudones de escándalo… Cuando concluí no pude más: con una prueba de comunicación magnética – ídem como se descarga una batería eléctrica- envié un mensaje de adhesión al espíritu demoledor de Marinetti.

Su rebeldía la lleva a innovar su lenguaje y sus lecturas la enriquecen, es decir no sigue ningún movimiento con afán dogmático, si no lo descubre en otras latitudes y se identifica. Es un caso único en Bolivia.

 

JUAN FRANCISCO BEDREGAL VILLANUEVA | Seguro que sí. El ultraísmo es una de las manifestaciones de ese periodo de principios de siglo en el que los valores se someten a la lógica maquinista, con todas sus contradicciones, bien podría ser futurista, neo-rafaelista, surrealista, ya sería hilar muy fino, no sé si yo podría conocer las diferencias, si las hay.

 

FM | Hilda también destacó como precursora del periodismo escrito por mujeres. ¿Qué pueden contarme sobre el artículo sobre la Guerra del Chaco (1932-1935), que provocó su expulsión del país? Se fue a La Paz, el ambiente orureño era limitante, asficciante. Ataco duramente a los uniformados, a Tejada Sorzano.

 


CARMEN BEDREGAL VILLANUEVA | No salió del país¸ dejó Oruro, se fue a La Paz, donde publicó su único libro Pirotecnia. Se cansó de Oruro. No volvió durante muchos años. Sus columnas eran demoledoras contra toda esa sociedad de post guerra muy limitada. Contra las mujeres y también contra los militares y políticos

 Seguramente ya no la podían, sobre todo los militares que jugaron un rol pobrísimo en la guerra. Se protegió con seudónimos, pero al final debió haber un momento en que la desmarcaron.

 

JUAN FRANCISCO BEDREGAL VILLANUEVA | Bueno, si es verdad, ella es precursora del periodismo femenino, pero desde luego no lo considera así, para ella, el problema de la guerra es político, no se siente menos por ser mujer, lo hace como cualquier ciudadano, afectada está desde luego ya que todos los hombres de la casa tuvieron que asistir al Chaco, sus dos hermanos mayores y su tío Víctor, quedaban solas, como la mayoría de las familias, sobre todo las que no tenían nada que les sobre.

Ella utilizó todos los medios de prensa para decir su verdad y para ello utilizó muchos pseudónimos, atacó desde muchos frentes, en realidad no fue expulsada del país, sino que fue silenciada en su ciudad natal, digamos que censurada, pese a los diferentes nombres desde donde atacaba, ya no le dejaron espacio, eso era directamente su negación, entonces vino a La Paz, donde se supone existía mayor tolerancia, una clase intelectual que no dejaba de opinar, un medio en el que podría continuar, y además tenía el apoyo de su padre, el arquitecto indiscutible de la ciudad, ex ministro de Instrucción Pública, que si le editó su libro.

Pero su presencia también opacaba a esa clase intelectual, y ella no quiso entrar en contradicción, aceptó la nueva condición, al fin ya la guerra había pasado y lo que ella había dicho, estaba ahí, algún día lo reconocerían, se hizo invisible, voluntariamente.

 

FM | Sus textos periodísticos no difieren mucho de la lucidez crítica que encontramos en su prosa poética. En su obra en general, se aprecia la presencia de un espíritu anárquico, ya sea al abordar la presencia ideológica y política de la guerra, las dudas existenciales ante el espectro de la modernidad y la configuración de lo urbano, o en la defensa de la mujer y la lucha contra el ambiente patriarcal de la época. Y en todo momento es fundamental tener la mente abierta al uso de este recurso discursivo que la individualiza: la ironía. Quisiera saber la opinión de Ustedes, pero antes destacar la presencia de lo que digo en dos textos: “Alas caídas” (de Impresiones de la guerra del Chaco) y un fragmento de la columna “Brandy Cocktail”, que Hilda publicaba en el periódico La Mañana de Oruro, en particular este fragmento publicado el 28 de junio de 1935, días después del fin de la Guerra del Chaco imagina El Chaco como un manso Edén donde una joven familia podría vacacionar maravillosamente, aprovechando de los animales salvajes… Es una total burla que se contrapone a su estado de ánimo. Pesimista u optimista, son estados fluctuantes que los va describiendo. En eso consiste su humorismo. Observa y aunque pareciera muy superficial, en el fondo vive la tragedia de la guerra intensamente.

 

ALAS CAÍDAS

(en Impresiones de la guerra del Chaco)

 

Si hay algo que pueda impresionar a un corazón femenino es la apostura militar.

Después del artista de cine, el príncipe azul se encarna en una arrogante figura de capa y espada.

A la desesperanza de alcanzar lo primero, una se aferra a la pasión intangible y real… que nos ofrece el segundo.

Al menos, no faltan comandantes de la guarnición del lugar…

(Ay de cosas que debiese callar, pero también es imposible obligar discreción a la pluma que vuela.)

La Plaza Central se encontraba repleta.

Alarma.

La declaratoria de guerra se nos venía encima, sin tener la cortesía de pedirnos permiso y opinión.

Mis ojos inquietos abarcaban todos los puntos de la Plaza.

¡Qué desilusión! Todos los apuestos militarotes, don juanes uniformados se encontraban

pálidos, intensamente pálidos, sosteniendo apenas el peso del paño cuartelero, o lo que es lo mismo, con las alas caídas.

 

BRANDY COCKTAIL

(fragmento de la columna homónima, publicada en el periódico La Mañana de Oruro, el 28 de junio de 1935, pocos días después del fin de la Guerra del Chaco)

 

… Imagino que el Chaco (con los límites que nos asignen en las conferencias de paz) será un magnífico y manso Edén.

La Panagra inaugurará un servicio para viajes de placer.

 

Se irá a veranear allí de un modo chic.

Será el punto de reunión de la élite social boliviancence.

El lugar escogido por los novios para sorber la luna de miel

Será todo una monada.

Todo un primor.

Yo inmigraré de aquí allá. En el confín mismo, quiero decir en la posición más avanzada, haré mi carpa,

con un esposo que lo tengo en proyecto.

Los nenes… jugarán pega-pega con las culebras y las iguanas.

Yo poseeré una hiena.

Él un jaguar.

Ambos y todo el mundo mariguí en la sopa.

Nos distraeremos con un circo de monitos tropicales, maravillosamente amaestrados.

Seremos FELICES, inmensamente FELICES en el Chaco.

 

CARMEN BEDREGAL VILLANUEVA | En cuanto a Alas caídas, es cierto que pudo haberse enamorado de algún militar, pero se decepciona, algo se transluce en las cartas, un tal Pinto si ni me equivoco a quien Jorge Fajardo no pudo ubicarlo.

El uniforme no va de ninguna manera con su espíritu anarquista. Al final es un pálido cobarde.


Ya el segundo ejemplo, esta es una burla terrible, una sátira extrema, como si el Chaco fuera un territorio a colonizar, una vez terminada la guerra y ahí está la pareja, la familia que como siempre la ridiculiza. También los rasgos burgueses vacacionales de carácter norte americano. Muy ridiculizado.

 

JUAN FRANCISCO BEDREGAL VILLANUEVA | Si realmente es no solo sarcástica, sino sórdida en su descripción del Chaco, jugo con humor intenso, con una descripción que más parece la imagen de una película de una isla de placeres, que tampoco existe en la realidad, sino solo en la imaginación construida por Hollywood, y que sin duda está presente, las alas caídas son trágicas, son exactamente lo que le pasa a un soldado, que no puede, ni debe rehusar un mandato, pero además es crítica con la propia psicología social, ya que la guerra fue un requerimiento social electoral, Salamanca ganó las elecciones del 31, sin tener rival, candidato único, con el discurso guerrista, todos querían la guerra y se despedían de los soldados, y ellos decían, les escribiremos desde Asunción, muchos si lo hicieron de prisioneros de guerra. No era como se lo imaginaban, ni como lo describían los políticos, fue una tragedia demasiado costosa en vidas y en todo.

 

FM | Con la publicación de Bambolla Bambolla. Cartas fotografías escritas (La Mariposa Mundial) y Obra Reunida (Biblioteca del Bicentenario de Bolivia) en 2016, contamos con un registro minucioso de la obra de Hilda Mundy, incluyendo el primero libro, que se reeditó al año siguiente y se amplió, incluyendo otros textos fundamentales. ¿Qué se ha logrado desde la apertura de sus archivos? Me pregunto también si esta cuidadosa recuperación de la obra de Hilda Mundy ha llamado la atención de la crítica para evaluar el alcance de su renovación estética no solo en el marco de la vanguardia boliviana, sino también en toda Hispanoamérica. Por supuesto, aquí también indago más específicamente sobre lo que se está buscando en términos de publicación de la obra de Hilda en otros idiomas.

 

CARMEN BEDREGAL VILLANUEVA | Es una alegría que se traduzca al portugués. Yo quisiera hacerlo al francés con mi hija Carmen Paintoux, payasa, muy sensible a los escritos de su tía abuela.

Su obra se confirma porque aparece de manera providencial. Yo tuve la suerte de encontrar la correspondencia de Bambolla Bambilla el 2012 al centenario de su nacimiento en la casa de Oruro de mi compañero Juan Perelman, anarquista también.

Hace poco encontré otra carta con un escrito de que ella recomienda a Jorge Fajardo publicar en “Brandy Cocktail” del periódico La Mañana. Este texto fue publicado, es una sátira contra las esposas de los soldados vueltos de la guerra.

Pienso que vale la pena y merece traducir su obra como una joya única, desenterrada, redescubierta y valorada por nuevas generaciones.

 

JUAN FRANCISCO BEDREGAL VILLANUEVA | Bueno creo que la publicación simultánea de la obra total o cuasi-total de parte de la editorial del Estado y por parte de la intelectualidad independiente, en esta caso paceño, Mariposa Mundial-Familia de Hilda y Biblioteca Gonzalo Bedregal Iturri, donde se afincan sus archivos, ha sido un triunfo muy importante, si pensamos que en realidad sus contemporáneos, como lo dice Rocío Zabala, no la reconocieron, no figura en ninguna antología de la época, tuvo que llegar una segunda generación la nuestra, la de Lupe Cajías y Viky Ayllón, para que la pusieran en circulación y la revalorizaran, y todavía una tercera, la de Rodo Ortíz y Mariposa Mundial, y de Rocío Zabala para que finalmente se hiciera el esfuerzo de compilar su, totalmente dispersa obra, en los periódicos de Oruro, como si se tratara de la búsqueda de pequeños tesoros, principalmente. Un triunfo inesperado que sigue su camino, ayer se tradujo al inglés y hoy al portugués, y son nuevos actores, nuevos poetas como Floriano Martins, que consideran que las fronteras, ya no de Oruro, sino las de Bolivia, son algo estrechas para que su palabra se difunda y nos alegre con sus ocurrencias, casi infantiles, y su madurez al mismo tiempo.

 

FM | ¿Creen que hubo algún conflicto entre Laura Villanueva Rocabado e Hilda Mundy, o la creación de un seudónimo fue simplemente un aspecto estratégico para darle mayor libertad para publicar sus textos? En este contexto, ¿quién era Ana Massina?

 

JUAN FRANCISCO BEDREGAL VILLANUEVA | No creo, al menos en su juventud, que ella tuviera un conflicto entre su persona real y su persona literaria, lo que si era la necesidad de tener una identidad que pudiera trascender al mundo, al Mundi, una necesidad estética de expresar su nada común forma de ver y de opinar, también le daba desde luego cabida y abría caminos, no para andar, sino para luchar, trincheras para decir, junto a sus compañeros de generación, ella desde las trincheras del periodismo, con armas muy modernas y elegantes, con tácticas muy superiores.


El seudónimo es para ocultarse de un medio adverso, pero también en su caso para sacar a flote un inconsciente. El cokctail da esa posibilidad de sacar afuera las angustias de manera elegante, salen sus travesuras, su carcajada. Su escritura es una catarsis que incomoda sobremanera a políticos, militares, a la burguesía que la define tan bien a través de las mujeres. A ella le gustaba ser diferente, extranjera. Mirar las cosas con mucha perspectiva.

 

FM | ¿Olvidamos algo?

 

JUAN FRANCISCO BEDREGAL VILLANUEVA | Bueno creo que Hilda tiene sus caminos abiertos, porque siempre fue una mujer íntegra, siempre dijo lo que pensaba sin aceptar lo que la sociedad enseña, sobre todo la las jóvenes, creo que fue muy tempranamente formateada por la prensa, ella y mi madre aprehendieron a leer, en el periódico, con un pariente o tío que les llevada día a día, ella se sintonizó con las noticias que llegaban y aprendió su oficio, prematuramente, cuando empezó ya estaba lista, totalmente, no hay etapas en la obra de la Hilda, es una unidad desde el inicio hasta el final, algo sorprendente también, supongo. No esperó ser reconocida, ni le interesó, ni se amargó, ella sabía lo que hizo, y si después ya no quiso, también fue su propia decisión, estaba segura de su futuro, que sigue abriendo nuevos andares.

La única copia total de su obra la tenía mi madre, su hermana Julieta, y cuando ella ya se fue, después de 1982, le fue entregada a la hija, la también poeta Silvia Mercedes Ávila, para que la publicara, ella decidió llevar todo a la Habana, a Casa de las Américas, con tan mala suerte que le robaron la maleta en la puerta de la casa, así se perdía la totalidad, pero estaba aún en los viejos periódicos, no sabemos si todos, pero seguro que una muy buena parte.


Juan Francisco Bedregal Villanueva, Carmen Bedregal Villanueva



FLORIANO MARTINS (Brasil, 1957). Poeta, editor, dramaturgo, ensaísta, artista plástico e tradutor. Criou em 1999 a Agulha Revista de Cultura, que atualmente dirige com Elys Regina Zils. Dirige, juntamente com Juana M. Ramos, a coleção Libros Imposibles, de e-Books de circulação gratuita. Coordenou (2005-2010) a coleção “Ponte Velha” de autores portugueses da Escrituras Editora (São Paulo). Curador do projeto “Atlas Lírico da América Hispânica”, da revista Acrobata. Esteve presente em festivais de poesia realizados em países como Bolívia, Chile, Colômbia, Costa Rica, República Dominicana, El Salvador, Equador, Espanha, México, Nicarágua, Panamá, Portugal e Venezuela. Curador da Bienal Internacional do Livro do Ceará (Brasil, 2008), e membro do júri do Prêmio Casa das Américas (Cuba, 2009), foi professor convidado da Universidade de Cincinnati (Ohio, Estados Unidos, 2010). Tradutor de livros de César Moro, Federico García Lorca, Guillermo Cabrera Infante, Vicente Huidobro, Hans Arp, Juan Calzadilla, Enrique Molina, Jorge Luis Borges, Aldo Pellegrini, Pablo Antonio Cuadra e Joaquín Pasos. Entre seus livros mais recentes se destacam Un poco más de surrealismo no hará ningún daño a la realidad (ensaio, México, 2015), O iluminismo é uma baleia (teatro, Brasil, em parceria com Zuca Sardan, 2016), Antes que a árvore se feche (poesia completa, Brasil, 2020), Naufrágios do tempo (novela, com Berta Lucía Estrada, 2020), Las mujeres desaparecidas (poesia, Chile, 2022) e Sombras no jardim (prosa poética, Brasil, 2023).



RUBEM GRILO (Brasil, 1946). Gravador, desenhista, ilustrador. Em 1970, estuda xilogravura com José Altino (1946), na Escolinha de Arte do Brasil, no Rio de Janeiro. No ano seguinte, passa a frequentar a Seção de Iconografia da Biblioteca Nacional e entra em contato com as gravuras de Oswaldo Goeldi (1895-1961), Lívio Abramo (1903-1992), Marcelo Grassmann (1925), entre outros. Nesse período, inicia curso de xilogravura na Escola de Belas Artes da UFRJ e é orientado por Adir Botelho (1932). Em visitas ao ateliê de Iberê Camargo (1914-1994), recebe lições de gravura em metal e, na Escola de Artes Visuais do Parque Lage-EAV/Parque Lage, estuda litografia com Antonio Grosso (1935). No início da década de 1970, ilustra jornais como Opinião, Movimento, Versus, Pasquim, Jornal do Brasil. Na Folha de S. Paulo, cria ilustrações para os fascículos da coleção “Retrato do Brasil”. Em 1985, publica o livro Grilo: Xilogravuras, pela Circo Editorial. Em 1990, é premiado pela Xylon Internacional, na Suíça. Em 1998, participa, com sala especial, da 24ª Bienal Internacional de São Paulo e, no ano seguinte, é curador geral da Mostra Rio Gravura. Tem trabalhos publicados em revistas especializadas como Graphis e Who’s Who in Art Graphic (Suíça), Idea (Japão), e Print (Estados Unidos). Nossos agradecimentos a Jacob Klintowitz pela presença de Rubem Grilo como artista convidado desta edição de Agulha Revista de Cultura.

 


Agulha Revista de Cultura

Número 262 | setembro de 2025

Artista convidado: Rubem Grilo (Brasil, 1946)

Editores:

Floriano Martins | floriano.agulha@gmail.com

Elys Regina Zils | elysre@gmail.com

ARC Edições © 2025


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