quarta-feira, 10 de dezembro de 2025

BERTA LUCÍA ESTRADA | Marguerite Yourcenar detrás de bambalinas

 


Hace apenas dos meses que asistimos a la presentación en este mismo recinto de un libro que cuenta la historia de la familia materna de la autora y las personas que la escuchamos pudimos apreciar ese recuento filial, sociohistórico, socioeconómico, religioso y educativo. La autora comenzó por mencionar a Annie Ernaux y Romain Gary. Sin embargo, hay muchos otros. Las primeras que me vienen a la memoria, aparte de Marguerite Yourcenar, son Maya Angelou y Piedad Bonnett; me refiero a la autora colombiana que fue galardonada con el Premio Reina Sofía Poesía Iberoamericana 2024 (España). Uno de los premios más importantes en la literatura hispanohablante; incluso ese mismo año publicó una novela que va tras las huellas de su propia vida y por ende de su familia.

¿Cuántas veces nos decimos a nosotros mismos que la vida de una u otra persona tiene tintes novelescos? ¿Cuántas veces nos hemos dicho que la realidad va mucho más allá que una recreada por las imágenes literarias? O bien, ¿que la existencia misma a veces es bastante onírica, surrealista?

En realidad, la vida de una persona o de una familia cualquiera puede ser mucho más rica en historias y leyendas que cualquier libro. Un ejemplo claro son las sagas. Pues bien, Marguerite Yourcenar, como buena novelista que era, no lo ignoraba ni lo minimizaba; es por ello que escribió es hermosa trilogía que se titula El laberinto del mundo; donde se sumerge en el pasado de su familia paterna y materna.

Cuando la Asociación Elles…, en caractères me propuso dictar una conferencia sobre alguna escritora que yo escogiese libremente, el nombre de Marguerite Yourcenar me vino a la mente, ya que no sólo había leído varias veces sus libros faros; me refiero a Memorias de Adriano y Opus Nigrum sino que ya había escrito un artículo sobre esas dos obras.

Además, había leído Cuentos orientales, Alexis o el tratado del inútil combate y El tiro de gracia. También conocía la biografía escrita por Josyane Savigneau; así como la entrevista que le hizo Matthieu Galey titulada Con los ojos abiertos; título que es una alusión a la muerte del emperador Adriano. Sin embargo, aún no había leído El Laberinto del mundo (Recordatorios, Archivos del Norte y ¿Qué? La eternidad) al que hice referencia hace un momento.

Imagino que se están preguntando cómo fue la metodología de esta conferencia. Lo primero fue que volví a leer los libros antes mencionados y también leí otros en lo que nunca me había sumergido. En total fue una lectura de catorce libros; incluyendo la biografía y la entrevista anteriormente mencionadas. Aunque no podría decir que me haya convertido en una especialista sobre la vida y obra de Marguerite Yourcenar, sí puedo asegurar que la conozco mucho mejor que en el momento en que le planteé a la Asociación Elles…, en caractères hablar sobre ella. La lectura y la cultura son mis pasiones más profundas; puedo decir sin ambages que vivo por y para ellas.

No hay que olvidar que en América Latina se desarrolló a partir de la década de los 80, del siglo pasado, un verdadero culto por esta inmensa escritora. ¿Cómo la descubrí? En los años 70, mis años universitarios, el nombre de Marguerite Yourcenar ya circulaba en las aulas de la Universidad Javeriana, mi alma mater. Luego, en 1980, fue nombrada en la Academia Francesa; un dato que no es para nada anodino puesto que fue la primera mujer en ser aceptada en este recinto que había sido creado en 1635 por el cardenal Richelieu, el primer ministro de Luis XIII. Durante su nominación hubo muchas discusiones con respecto a los argumentos de los que serían sus pares; y algunos rayaban en el ridículo. Estás son algunas de las frases que fueron dichas en su contra: -Elle est grosse et moche (Es gorda y fea); o bien: ¿Cómo va a ser el orden de entrada a la cúpula si una mujer rompe la fila de hombres? (Tradicionalmente el orden de entrada se hacía comenzando por el académico más antiguo y terminaba con el más reciente. Lo que estaba en discusión era como iban a dejar a una mujer de última en esa fila masculina). Otra de las preocupaciones de los Académicos es que la vestimenta de gala había sido diseñada para hombres; ¿cómo una mujer iba a poder llevarla con elegancia, respeto y dignidad? Hay otras anécdotas; algunas de las cuales dejaron heridas en Jean D’Ormesson, el académico que propuso su nombre para reemplazar a quien había sido un gran amigo de Marguerite Yourcenar; me refiero a Roger Caillois. Su entrada de MY, más qué triunfal, tuvo lugar el 22 de enero de 1981; yo llegaría por primera vez a París en septiembre de ese mismo año. Matthieu Galey, que para la época ya había publicado su entrevista Con los ojos abiertos, no fue invitado. ¿La razón? MY no le perdonó nunca que en la carátula del libro hubiese puesto: Marguerite Yourcenar de l’Académie Française. El nombre de Marguerite et l’Académie Française los resaltó en rojo. Máxime que no lo consultó con ella. Una estrategia clara de marketing que MY consideró bastante abusiva. Por otra parte, una vez terminada la entrevista, que duró poco más de una semana, en la isla de Mont-Désert, y a su regreso a Francia, les contó a todas las personas que quisieron oírlo que Grace Frick no sólo no había sido cordial, sino que había hecho todo lo posible para evitar que él pudiese pasar muchas horas hablando con MY. Y ella, MY, era rencorosa, muy rencorosa. Nunca olvidaba una frase que pudiese herirla a ella o a GF; como tampoco olvidaba algún gesto desafortunado. No es de extrañar entonces que Galey no hubiera sido invitado a la investidura como académica ni que tampoco se hubiesen vuelto a reunir. Galey, por su parte, no se lo perdonó nunca.

En el momento de su entrada triunfal a La Coupole, D’Ormesson le dice: - «Usted no está aquí por ser mujer; está aquí por ser un gran escritor». Así, en masculino. De todas formas, MY jamás se refirió a ella misma en otros términos. (Explicación para los lectores de América Latina: aún hay muchas escritoras e intelectuales en Francia que rechazan utilizar el femenino de escritora; aunque si lo hacen al llamarse ellas mismas «poetisas»).

Y si bien yo era muy consciente de la importancia de este nombramiento, no sólo para las Letras Francesas sino para la literatura en general, sólo leí Memorias de Adriano en 1985, año de mi regreso a Colombia, cuando vi a mi padre leyéndolo con un enorme placer estético e intelectual; me refiero a la traducción hecha por Julio Cortázar. Es gracias a esta traducción que MY se convirtió en la leyenda que sobrevive hasta nuestros días; sobre todo en Colombia. Hablando de traductores habría que recordar que ella también lo era. Poco antes de La Segunda Guerra Mundial viajó a Londres para conocer a Virginia Woolf; ya que le habían pedido una traducción al francés de Las olas. Parece ser que la reunión entre las dos fue más bien distante; lamentablemente no hay registros fotográficos de ese momento tan importante entre las dos más grandes escritoras del siglo XX. También tradujo a Henry James. Esto, en cuanto a la lengua inglesa se refiere. Del griego tradujo a Konstantínos Kavafis; aunque para ser justa habría que decir que fue la co-traductora junto a Constantín Dimaras. Incluso es él quien le habla por primera vez de ese gran poeta alejandrino. Es más, aunque MY conocía muy bien el griego antiguo -lo escribía y lo leía-, también leía y escribía latín, sus conocimientos del griego moderno eran bastante precarios; sobre todo cuando se trataba de hacerle frente a una traducción. El amor por estas dos lenguas lo heredó de su padre Michel de Crayencourt; es él quien se las enseñó. También tradujo autores italianos. Cuando conoció la obra de Yukio Mishima decidió aprender japonés para poderlo traducir al francés. Lo que hay que aclarar es que MY no era en realidad una verdadera traductora sino, más bien, que hacía versiones o adaptaciones de los autores que ella admiraba y que deseaba que fueran leídos en francés; su lengua materna. En lo que concierne a la traducción de Kavafis, Dimaras, un verdadero francófono, narraría luego que durante la traducción conjunta hubo varias disputas entre ellos dos puesto que MY dejaba a un lado la rigurosidad profesional del traductor para hacer cambios que no eran muy afines a los originales; y además cambiaba las construcciones semánticas que muchas veces iban en desmedro del texto original. Este rasgo de su personalidad refleja una intransigencia que con el pasar de los años se acentuaría aún más. Esto, en cuanto a su vida profesional; en su vida privada no siempre fue así. Luego fue, al menos en cierta medida, una mujer a la que se podría denominar, al menos en cierta forma, como «sumisa».


Pienso particularmente en su vida privada. Me refiero a la relación que tuvo por espacio de 40 años con Grace Frick y luego con Jerry Wilson. Cuando uno lee la biografía escrita por Josyane Savigneau, quien fue su amiga, si es que alguien podía decir que tenía «una amistad con ella», uno puede vislumbrar que el control que ejercía GF sobre MY era un control perverso. Mientras, qué en la relación con Wilson (un hombre al que MY le llevaba 45 años de diferencia) ella asumía una posición absoluta de sumisión. Josyane Savigneau cuenta que él la maltrataba verbal y físicamente. Es más, no sólo vivía a sus expensas, sino que le robaba dinero. En algún momento incluso, en el que viajaban, Jerry, que era homosexual, había impuesto como acompañante a un hombre joven que había conocido poco tiempo antes; también drogadicto. Entre los dos le pedían dinero a diario y también se lo robaban. Una pareja bastante singular que abandonaba a MY en el hotel para salir de farra por las noches; con su dinero, por supuesto. El maltrato verbal también lo vivió con Grace Frick. Me explico. En los últimos años de la enfermedad, Grace se volvió extremadamente agresiva con MY. Cuando ella entraba a su cuarto, Grace le gritaba recordándole que no tenía autorización para entrar y además le gritaba que «la odiaba». Para ese entonces MY y GF hacía ya muchos años que no eran pareja. En cierta forma eran dos amigas que compartían la misma casa. MY si bien ya no la veía como una amante si la quería y la admiraba mucho; además le era muy leal. Así que cada vez que era insultada, y eso era prácticamente a diario, salía del cuarto sin protestar; aunque, visiblemente muy afectada. Y antes, mucho antes, cuando aún compartían lecho, en cada navidad, 31 de diciembre y todo el mes de enero, Marguerite Yourcenar se quedaba sola en su casa de la isla de Mont-Désert. ¿La razón? Grace Frick lo dedicaba a su familia; una familia que nunca conoció ni aceptó a MY. En otras palabras, nunca aceptó que Grace fuese lesbiana y menos que compartiese abiertamente su vida con una mujer; así esa mujer fuese Marguerite Yourcenar.

No obstante, y para ser justa, no debo desconocer que GF pudo haber sacrificado su vida de académica y de intelectual en aras de apoyar el trabajo de MY; ella colaboró activamente en el trabajo investigativo en las bibliotecas sobre el emperador Adriano. También fue la traductora de Opus Nigrum; tarea en la que se demoró nueve años. GF llevaba un diario en el que anotaba prácticamente todo lo que sucedía con respecto a MY; y poco, muy poco, sobre ella misma. La mayoría de estos cuadernos sólo serán del dominio público en 2034. Grace Frick llevaba las riendas de la casa y de la vida profesional de MY; al punto que la obligaba a trabajar durante horas; algunas veces de noche, impidiéndole dormir y descansar lo necesario. Controlaba las llamadas telefónicas y todo lo que tuviera que ver con el correo dirigido a ella o con las visitas que le hacían. Podrán decir que GF le simplificaba la vida; es posible; de todas formas, su carácter posesivo la llevó a ser bastante controladora. GF llevaba las riendas de la casa de la isla de Monts-Déserts en la que MY viviría gran parte de su vida como una verdadera reclusa; al punto que sus vecinos creyeron al principio, y esto, por espacio de unos cinco años, que MY no sabía hablar inglés. Ella lo hablaba, por supuesto, aunque lo hacía con un acento francés que nunca quiso corregir ni mejorar. Eso sí, lo leía y escribía con gran fluidez. Incluso tradujo al francés «Los negros espirituales»; me refiero a esa hermosa e importante herencia de los antiguos esclavos de Estados Unidos. Es muy posible que su acento se deba a un desafortunado incidente con su padre. Michel de Crayencour hablaba un inglés muy bueno; entre otras cosas porque vivió en Inglaterra durante siete años. En 1914, decide huir de la guerra que ya estaba haciendo estragos en Bélgica y se exilia en Inglaterra con Marguerite, con su hijo Michel y dos de sus sobrinos. Todos los días le daba clases de inglés a su hija sin que ella hiciese un verdadero esfuerzo fonético (recordemos que Marguerite sólo tenía once años); así que una tarde Michel, su padre, entró en cólera y le lanzó un libro a la cabeza. En lo que respecta a la vida privada de MY y de GF habría que recordar que ellas se comunicaban únicamente en francés; sólo hablaban en inglés cuando había alguna persona con ellas; como la enfermera de Grace o el jardinero o las mujeres que ayudaban en tareas domésticas, o en las visitas de amigos anglófonos.

Marguerite Yourcenar luchaba por todas las causas que ella considerase justas en el sentido propio del término. Apoyaba asociaciones de protección del medio ambiente; así como de fundaciones que protegieran los derechos de las mujeres sin que ella se hubiese considerado nunca como feminista. Aunque, en cierta forma si lo fue puesto que siempre rechazó de forma contundente el rol de la mujer reducido sólo a ser ama de casa; un rol que era prácticamente el único destino posible para las mujeres nacidas a comienzos del siglo XX; como era su caso. Su padre le enseñó la independencia, la libertad y el amor por los viajes. Y, ante todo, le transmitió la pasión por la búsqueda del conocimiento, por la literatura y por los idiomas; otra forma de viajar. Durante años no hizo sino viajar de un país al otro; primero con su padre y luego sola. Este permanente nomadismo se ve interrumpido cuando se desata La Segunda Guerra Mundial. En 1939 MY contaba con 36 años y ya había conocido a Grace Frick en un hotel cerca la Rue de Rivoli que solía ser frecuentado por mujeres que buscaban pareja. Es Grace quien le insiste para que vaya a verla a Nueva York. MY no volvería a vivir jamás en Europa; el continente que amaba y admiraba por encima de todo. Sólo pudo viajar nuevamente antes de la publicación de Memorias de Adriano; o sea, en 1950. El libro se exhibe en las vitrinas de las librerías en 1951. Durante estos años ella y GF se enfrentaron a problemas económicos severos. Grace trabajaba en un College y MY trabajaba a su vez en uno donde sólo asistían mujeres. Años más tarde diría que esos cinco años de docencia fueron en realidad una eternidad. Me refiero al Sarah Lawrence College donde tenía a su cargo el curso de literatura francesa. Es en estos años que escribe Memorias de Adriano. Su tiempo libre lo dedicaba a su escritura; incluyendo las reuniones de profesores. Con ésto no afirmo que ella evadiera dicho compromiso, sino que simplemente se sentaba y comenzaba a escribir con una resma de papel en sus piernas. Una costumbre que la acompañó a todo lo largo de su vida y que llevaba a cabo cuando escribía en el jardín de su casa de Mont-Désert; y eso cuando el clima se lo permitía. De resto lo hacía en el salón de su casa, sentada en un enorme escritorio y al frente estaba otro igual destinado a Grace. Volvamos al Sarah Lawrence College. Harold Taylor, su presidente, contaría años más tarde que en realidad MY vivía en siglo II de nuestra era y que todas sus colegas lo entendían perfectamente. La percibían como una persona distante y fría. En realidad, huía de todo lo que pudiera alejarla de la escritura y de la lectura. Algo que yo comprendo perfectamente. Harold Taylor contaría también que MY no era una persona conservadora puesto que de haberlo sido no habría podido trabajar cinco años en ese College liberal y que se oponía con firmeza al macartismo. Él la apreciaba y admiraba; aunque reconocía que su relación sólo fue estrictamente de índole personal.

El emperador Adriano, como ella misma lo llamaba, ocupó un lugar muy importante en su vida; más tarde aparecería Zenón.

Hablemos ahora de Memorias de Adriano.

En 1924 MY visita la Villa de Adriano en compañía de su padre; también es su primera estadía en Roma. Una visita que hará nuevamente en los años 60 y a la que se refiere con una gran decepción al constatar como el flujo de turistas había influido negativamente en los alrededores de la villa; como la construcción de un gran parqueadero y de una cafetería. Volvamos a 1924. Es en este momento que nace Memorias de Adriano. MY sólo tiene 21 años y comienza la tarea titánica de escribir este libro que yo no dudo en considerar la obra maestra del siglo XX. En la década de los 30, poco antes de su viaje precipitado a EEUU, MY deja dos cofres en un hotel de Lucerna que solía frecuentar desde hacía varios años. No podía saber que sólo los recuperaría veinte años después cuando un amigo accedió a enviárselos por barco a Nueva York. MY había olvidado los manuscritos que hacían referencia a Adriano. Cuando abre los cofres y los encuentra, inmediatamente se pone a la tarea de volver a escribir sobre él. Entiende que debe comenzar de cero y que para poder hacerle frente a ese proyecto debe realizar una búsqueda de ratona de biblioteca; para ello contará con el apoyo incondicional de Grace. Es así como se sumerge a fondo en la historia de la Roma del emperador y lee todas las biografías que le habían sido consagradas desde la antigüedad hasta el s XX.

También debe pensar en el tono de la novela. La idea de la primera persona se impone por encima de los demás recursos narrativos. Al trabajar de ese modo siente que es el emperador quien le habla y le dicta las sentencias que ella escribe con su propia mano en el papel; y eso durante dos años en que prácticamente trabajó sin un minuto de descanso. De todas formas, ella ya había utilizado esta técnica en Alexis y en El Golpe de gracia publicados en 1939. Una técnica que también había sido utilizada por Malraux. MY diría luego que ese método le permitía eliminar el punto de vista del autor, al menos de sus comentarios.

La narración está escrita en primera persona por el personaje principal; procedimiento que yo ya había utilizado muchas veces puesto que elimina el punto de vista del autor, o al menos de sus comentarios, y porque permite mostrar a un ser humano que enfrenta la vida mientras que se esfuerza en explicarla con una relativa honestidad; y antes que todo eso, de tratar de acordarse (Prefacio escrito por MY para Le coup de grâce, Gallimard, 1971. Alexis suivi de Le coup de grâce, pág. 129. La primera edición data de 1939. Nota: Todas las traducciones de este texto son de mi autoría).

Para la escritura de Memorias de Adriano va a utilizar un método completamente original.


Antes de escribir las Memorias escribe primero en griego durante dos horas seguidas; una estrategia que le permite ir al encuentro del emperador para poder comunicarse con la lengua que él amaba y prefería por encima del latín; su lengua materna.

El 10 de febrero de 1949 es la fecha en la que comienza a escribir este libro monumental, y lo hace a partir del último capítulo del manuscrito que ella había escrito casi treinta años antes. Para esa época el título era Antínoo.

Escuchemos a MY hablarnos sobre el descubrimiento de estos manuscritos olvidados en un hotel de Lucerna:

 

Si yo hubiera escrito Adriano en esa época, habría visto sin duda alguna al gran amateur del arte, al mecenas, al amante sin duda alguna; no obstante, no habría visto al hombre de Estado (Josyanne Savigenau)

 

Desde ese momento MY sabe que su vida de escritora comienza una nueva etapa. Sabe que el libro va a marcar un antes y un después.

Apenas termina el libro le escribe al director de Plon. Gallimard y Grasset, sus editoriales hasta ese momento, reaccionan con bastante virulencia. MY no se deja impresionar y finalmente será Plon quien publique Memorias de Adriano. Mientras las disputas se llevaban a cabo el Premio Fémina es otorgado. No importa. Cuando la novela sale, el éxito es inmediato. El nombre de MY le da la vuelta al mundo. Un éxito que nadie esperaba; ni siquiera ella misma. Años más tarde dirá: -Je suis devenue Hadrien! (¡Me convertí en Adriano!).

Era el año 1951.

Miremos lo que pasó detrás de bambalinas.

Durante los meses de julio, agosto y septiembre de 1951 la revista La Table Ronde (La Mesa Redonda) publica tres capítulos de Memorias de Adriano. Las discusiones sobre esa joya, que resplandece antes los ojos y el intelecto de sus lectores, no se hacen esperar. Gallimard se precipita en sus archivos y encuentra que MY tiene un contrato firmado con ellos desde 1938; año de la publicación de El golpe de gracia. El susodicho contrato tenía una cláusula de exclusividad para la publicación de sus obras venideras. La casa editorial tenía “el derecho de preferencia sobre sus próximas obras". ¡Pero esto no es todo! MY también había firmado contratos de exclusividad con Grasset desde la preguerra. MY es consciente de estos problemas jurídicos; aún así en abril de 1951 le escribe a Joseph Breitbach para informarle que su decisión es publicar las Memorias con Plon:

 

Carezco de energías para hacer circular Adriano de editor en editor. En cuanto a Gallimard hay que decir que ha hecho muy poco por mis libros por lo que no lo creo capaz de darle la importancia que merece este libro y que me interesa mucho más que los otros… hay una parte de mí misma en él… Hice esfuerzos de absoluta sinceridad» (Idem).

 

Las cartas van y vienen; no sólo las de los editores sino de otros escritores como Roger Martin du Gard que tenía un sincero aprecio por MY. Finalmente Gaston Gallimard escribe una carta que data del 20 de noviembre a Maurice Bourdel, director de Plon:

 

Nuestra discusión me hizo sentir que nosotros somos hombres de la misma raza (en estos años la palabra raza para los franceses significa pueblo, gente. MY también la utilizaba en ese mismo sentido y con bastante frecuencia), con los mismos gustos, con la misma educación. Todo esto tiene un gran valor para mí; por lo que deseo que al igual que yo, usted olvide este asunto. Si renuncio a las Memorias de Adriano es únicamente por usted. (Idem).

 

Memorias de Adriano sale a la venta el 5 de diciembre de 1951. ¡El éxito previsto fue inmediato!

MY escribe: Desde la publicación de Adriano, a finales de 1951, su éxito sobrepasó todas las previsiones. Jean Ballard, por su parte, escribe: Adriano no es tanto el centro del tema cómo de una búsqueda de sí mismo a través del equilibrio y del apaciguamiento… Es un balance de conciencia que sólo consigue un escritor exigente. El resultado es un gran libro… La calidad de la expresión va de la mano con el pensamiento. (Idem). Por su parte, Jules Romain, que se ufanaba de ser un lector muy exigente y que no ocultaba que se aburría fácilmente con los libros que le llegaban a las manos, le escribe a MY: Leí Memorias de Adriano desde la primera a la última página… Volví a leer algunos fragmentos… Leí nuevamente… Necesitaría muchísimas páginas para poder decirle hasta qué punto su libro me parece admirable. Encuentro en él las cualidades más diversas: Un pensamiento vigoroso y de una altura desconcertante; un sentido psicológico bastante agudo como pocas veces lo he visto; un estilo donde la perfección y el regocijo son prácticamente constantes (Idem).

Marguerite Yourcenar no se cansará nunca de repetir: - ¡Me convertí en Adriano! puesto que durante dos años se sentó a su lado sin descanso alguno. Ella entraba y salía de su casa como si él hubiese sido su alter ego. De todas formas, el Emperador la acompañó hasta el día de su muerte.

En 1954 Tomás Mann le escribe:

 

En estos momentos estoy, aunque un poco atrasado, bajo la influencia de las Memorias de Adriano…, una obra poética, llena de erudición, que me tiene encantado como ninguna otra lectura lo había logrado desde hace mucho tiempo. (Idem).

 

Por mi parte, considero que Memorias de Adriano es el mejor libro del siglo XX; es decir, lo considero muy superior a las novelas escritas por los hombres; sobre todo los que la despreciaban; y esto, por diversas razones: por su inteligencia, por su erudición, por su pluma mucho más aguda y precisa que la de sus homólogos masculinos, por su capacidad de argumentación, de crítica y de análisis; así como por el rigor en los estudios, necesario para la creación del libro, y por la disciplina en el trabajo de escritura propiamente dicha. Muchos de esos hombres, sobre todo los de la Academia Francesa, no aceptaba su condición de mujer libre, autónoma e independiente; como tampoco aceptaban que compartiera su vida con una mujer. Me refiero a su amiga Grace Frick (MY se refería a ella en esos términos: –Mon amie (Mi amiga). MY y GF vivieron juntas por espacio de 40 años; lo que equivale a una vida entera.

Hablemos ahora de Zenón.

Zenón, el médico, el sabio, el intelectual, el viajero, el alquimista, el hombre que amaba vivir, no bajo la luz como Adriano, sino en la sombra. El hombre errante que prefería el anonimato al poder, la marginalidad a la riqueza. Para MY, Zenón era como su hermano menor; hablaba con él y le pedía consejos. Incluso esperaba que él estuviese a su lado en el momento de su muerte. Zenón fue tan importante en su vida que anotó la fecha de su nacimiento en el carnet donde escribía las fechas de aniversario de las personas cercanas a ella. Recordemos que Zenón es un personaje imaginario y ambientado en el siglo XVII. Al final del libro, cuando Zenón se corta la arteria femoral, MY se levanta de la silla donde estaba escribiendo, va al jardín, se acuesta en su hamaca y repite su nombre 300 veces; o sea, una larga y emotiva letanía. De esa forma no sólo le rindió homenaje, sino que le dijo cuánto lo iba a echar de menos.

Estoy hablando de Opus Nigrum, la novela que MY consideraba a la misma altura que Memorias de Adriano; parece ser que incluso creía que era superior. Este libro, sobre la alquimia humana, busca transformar al Hombre en Humanista. (Nota: Opus Nigrum es la primera etapa que se hace en alquimia para lograr la transmutación del plomo en oro).

Cuando termina dicha obra MY ya había publicado con Plon catorce libros; aun así, se da cuenta que esta editorial no le conviene por varias razones: 1. Principalmente por los autores y libros publicados durante esos últimos años por la editorial en cuestión. 2. Plon se había comprometido a sacar una nueva edición de Alexis; algo que incumplía año tras año.

Ya vimos que MY era una mujer muy rencorosa y que jamás olvidaba una afrenta por mínima que fuera. Por otra parte, ejercía un control exacerbado de las ventas de sus libros y sabía perfectamente si eran distribuidos en las librerías o no. Así que decidió que Opus Nigrum no sería publicada por Plon. Este proceso se conoció como L’affaire Plon y fue muy conocido en la época. Duró dos años. MY finalmente ganó el proceso y dijo, con bastante orgullo, que ella había sentado jurisprudencia. Opus Nigrum salió con el sello de Gallimard, lo que le permitió a la editorial de recuperar el conjunto de los derechos de todas sus obras; tanto las ya publicadas como las que ella podría escribir en el futuro. En otras palabras, MY le otorgó el derecho de exclusividad sobre la publicación de toda su obra. Era el 10 de octubre de 1967. MY y Grace Frick lo celebran con champaña; uno de sus licores preferidos. El otro era el brandy; por lo general se tomaba una copa de ese licor cada noche.


Opus Nigrum sale justo antes de Mayo’68. Un personaje a todas luces contestario y marginal va acompañar a los estudiantes parisinos en sus reivindicaciones. Por supuesto que MY no podía haber previsto que él se pasease con ellos por las calles de París. Una coincidencia rara y hermosa que le vendrá a la mente en la entrevista Con los ojos abiertos que le hizo Matthieu Galey.

MY: Zenón se opone a todo: a las universidades cuando es joven; a la familia porque él es un bastardo, y además desdeña la riqueza; al convento español de don Blas de Vela, al punto que abandona al viejo cerdo que es cazado por los monjes, algo que lamentará más tarde; a los profesores de Montpellier cuando estudia anatomía y medicina; a las autoridades, a los príncipes, etc… Rechaza la ideología y el intelectualismo de su tiempo con su magma de palabras. Por su parte, practicó diversas formas de placer carnal y termina por rechazar la sensualidad; al menos hasta cierto punto. Por supuesto, también rechaza el pensamiento cristiano, aunque con algunos llega a entenderse; como es el caso del Prior de los Cordeliers. Asiste, o mejor desdeña a participar del colapso del ala izquierda del protestantismo y constata el escándalo de la alianza cimentada por la Contrarreforma entre la Iglesia y las monarquías; ve como todo se derrumba ante él; intuye que es la condición humana la que está detrás de todo… Es por todo esto que Opus Nigrum, al menos para mí, es una especie de espejo que condensa la condición humana a través de una serie de acontecimientos que solemos llamar Historia (Les yeux ouvert).

Opus Nigrum es, en realidad, la búsqueda de la libertad. Al igual que Memorias de Adriano es un libro que habla sobre la condición humana; es una defensa del humanismo. En otras palabras, es la razón de su universalismo. Y yo, como latinoamericana que soy, lo comprendo perfectamente. MY lo dice de una forma más clara y contundente:

 

un sacerdote me escribió que él quisiera morir como el prior de los Cordeliers; hay muchas personas anónimas que me aseguran que Memorias de Adriano les han ayudado a vivir. (Idem)

 

También dice:

 

Quería ofrecer un cierto punto de vista, una cierta imagen del mundo, una cierta pintura de la condición humana que no puedo pasar a través de un hombre o de los hombres. Pienso que la gran libertad que nos otorga la Historia, cuando nos muestra a la gente de nuestro tiempo que eso en lo que ellos creen, pertenece únicamente al ritmo de la condición humana y a las soluciones que proponen o que no proponen; uno podría agregar otras que ya fueron puestas en escena en otra parte. (Idem)

 

Miremos ahora el estilo de Opus Nigrum. Si Memorias de Adriano es escrito en primera persona; esta novela lo está en estilo indirecto. Leamos que dice MY al respecto:

 

(gracias…) al estilo indirecto, en realidad es un monólogo en la tercera persona del singular, uno puede ponerse en el lugar de la otra persona evocada; uno se encuentra delante de una realidad única, la de ese hombre, en ese momento, en ese lugar. Es así como se llega al mejor momento humano y al mismo tiempo universal. (Idem).

 

Y puesto que estamos tratando de evocar la libertad de Zenón no dejemos de lado la búsqueda de la libertad de Adriano; recordemos que él legisló en favor de los esclavos y de la libertad de las mujeres.

(Nota: Recomiendo leer el capítulo de Tellus Stabilita, de Memorias de Adriano, a partir del párrafo … dudo que toda la filosofía del mundo sea capaz de suprimir la esclavitud: sólo le cambiará el nombre… hasta: Nadie tiene el derecho a tratar la tierra como lo hace el avaro con su oro).

Para terminar, recordemos que ya en su juventud MY tenía varios amigos de izquierda. No hablo de los intelectuales franceses como André Freigneau, que era claramente de derecha. (Freigneau fue su editor en Grasset y además fue su gran amor. Un amor y una pasión jamás correspondidos puesto que él era homosexual. La escritura de Fuegos fue precisamente para exorcisar esa obsesión y tratar de enterrarla definitivamente). Hablo, más bien de poetas, artistas e intelectuales griegos; como el gran poeta surrealista Andrea Embiricos (él también fue una de sus pasiones; aparentemente no correspondida). Muchos de sus amigos combatieron en La Guerra Civil Española del lado de Los Republicanos. Según Josyane Savigneau MY se veía a sí misma como libre y múltiple. MY, aunque no votaba, siempre apoyó al partido demócrata de EEUU. Además, apoyaba a las asociaciones de protección del medio ambiente, o de las asociaciones de protección de los derechos de las mujeres o de los obreros; como lo indiqué al inicio de esta intervención. Cabe aclarar que MY nunca afirmó que fuese feminista; aunque para mí es claro que sí lo fue. También reconozco, como lo hace Josyane Savigneau, su espíritu libre y múltiple; y yo agregaría universal. Veamos que dice MY con relación a la creación: Un hombre que lee, que piensa o que calcula, pertenece a la especie y no al sexo; en sus mejores momentos escapa, incluso, a la humano. (Memorias de Adriano; esta sentencia también al repetirá en la entrevista Con los ojos abiertos).

Es esta característica de su intelecto que la hace universal; una especie de mujer del Renacimiento. La búsqueda de MY por el conocimiento, que abarcara muchas disciplinas, así lo atestigua. Esa pasión por la cognición le permitió dar conferencias por todo EEUU y en Europa. Comprendía, entre otras cosas, que nuestra casa, hablo, por supuesto, de la Tierra, estaba en peligro; y eso antes que los partidos ecologistas comenzarán a hablar sobre este tema. Posiblemente lo hizo porque conocía muy bien la herencia de los indígenas de América (hablo del continente) y de su respeto por la Madre-Tierra. Sin olvidar a los descendientes de los esclavos de EEUU. MY no era racista por lo que comprendía muy bien que la gran riqueza de EEUU radica en su mestizaje, en el encuentro de culturas y de pueblos muy diversos. Ella, una extranjera, ella, una francófona que siempre habló el inglés con un acento muy fuerte, terminó siendo respetada y aceptada por la pequeña comunidad de la isla de Mont-Désert, en el estado de Maine. También terminó por ser admirada en su país de adopción; el país que la recibió durante La Segunda Guerra Mundial y que le evitó toda clase de sufrimientos y de carencias. En otras palabras, EUU le permitió vivir; y eso, no es cualquier cosa. Esta oportunidad fue la que no tuvo Lucy Kiriakos, la otra mujer que MY amó, puesto que murió al principio de la guerra durante un bombardeo en Grecia. La tierra que tanto amó.

Por último, quisiera recordar la profunda admiración que Marguerite Yourcenar tenía por Jorge Luis Borges; a quien consideraba no sólo como su par sino como uno de los más grandes intelectuales y escritores del siglo XX. Incluso tenía previsto dar una conferencia sobre él en Bélgica el 19 de diciembre de 1987. La conferencia no tuvo lugar ya que desde el mes de noviembre Marguerite Yourcenar estaba en cama; primero en su casa de la isla de Mont-Désert y luego en el hospital. Su muerte acaeció el 17 de diciembre de ese mismo año. La enfermera que la acompañaba, y que había acompañado también a Grace Frick, repitió la misma escena que vio hacer a Marguerite el día de la muerte de Grace: Abrió la ventana del cuarto para que su último suspiro pudiese salir al encuentro de las estrellas. Allí está, brillando en la eternidad.


NOTA

Conferencia leída el 28 de noviembre de 2024 en el salón de honor del Castillo de Simiane (Valréas-Francia), en el marco de la Asociación Elles…, en caractères!; una asociación que apoya el trabajo de las escritoras y poetas. (Nota: Al traducir esta conferencia al castellano, inicialmente la escribí directamente en francés, pude complementar varios datos; ya que en una exposición oral hay límites estrictos de tiempo).



BERTA LUCÍA ESTRADA (Colombia, 1955) además de escritora, es ensayista, poeta, dramaturga, antologadora, crítica literaria y de arte. Ha publicado diez y siete libros (de los cuales seis son obras de teatro escritas al alimón -cinco con Floriano Martins y una con Ángela Gentile- y dos novelas cortas escritas también con Floriano Martins. Ha recibido seis premios de poesía; tres con obra publicada. Algunos de sus artículos y poemas han sido difundidos en revistas como Altazor (Chile), Triplov (Portugal), Agulha Revista de Cultura, Revista Acróbata (Brasil), Nueva York Poetry, La Otra (México), AErea (Chile y España) y Aleph y La raíz invertida (Colombia). Es una colaboradora asidua de las publicaciones de la Universidade Estadual do Oeste do Paraná – UNIOESTE; y participa en el programa de radio Pegando la Hebra, dirigido por María Vicenta Porcar Pedro (Valencia-España) como colaboradora del espacio Palabra de Poeta y además presenta el espacio de Poliedros dedicado a entrevistas a poetas, críticas literarios y editores. Ha sido traducida al francés, portugués, rumano, griego e inglés.



BRIANDA ZARETH HUITRÓN (México, 1990). Originaria de Temascalcingo de José María Velasco, México. Artista plástica y pintora surrealista. Realizó sus estudios de pintura en la Academia de San Carlos en Ciudad de México. Sus múltiples facetas artísticas y personalidad curiosa la llevaron a descubrir el surrealismo, corriente en la que encontraría una manera de comunicarse con el mundo. Plasma interpretaciones poéticas donde lo cotidiano es transformado en una realidad fantástica y onírica. Pinturas mágicas que señalan los deseos de la vida por salir en un cuadro. Ha expuesto individualmente y de manera colectiva en México y en el extranjero. Exposiciones individuales: Museo Leonora Carrington de Xilitla, ENCUENTROS ONÍRICOS en el año 2025. Museo de la Mujer, REVELACIONES ONÍRICAS, en el año 2022. PAISAJES ONÍRICOS para el Festival Temascalcingo Honra a Velasco, en el Año 2021. VENTANA A MUNDOS ONÍRICOS, en el Centro Cultural Futurama, Ciudad de México, en el año 2020. Exposiciones Colectivas Col-art en la Galería Oscar Román año 2025 Muestra pictórica EL OFICIO DEL PINTOR, de la Academia de San Carlos, Año 2019. DIMENSIONS, Festival Wave Gotik Treffen, celebrado en Leipzig, Alemania, en el año 2018. Ha participado en la Cátedra por los 100 años del surrealismo, en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, impartiendo conferencia sobre surrealismo femenino. Recientemente su obra ha sido publicada en el libro Mujeres Mexicanas en el Arte, de la editorial Agueda y en THE ROOM SURREALIST MAGAZINE, revista de surrealismo internacional. Brianda Zareth Huitrón es la artista invitada de esta edición de Agulha Revista de Cultura.

 



Agulha Revista de Cultura

Número 263 | dezembro de 2025

Artista convidada: Brianda Zareth Huitrón (México, 1990)

Editores:

Floriano Martins | floriano.agulha@gmail.com

Elys Regina Zils | elysre@gmail.com

ARC Edições © 2025


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