Observaciones introductorias
George Sand y Louise
Michel son dos grandes figuras literarias feministas nutridas por ideas socialistas
progresistas. Un luchado por la pluma, otra, apasionada, modelo de dignidad y tenacidad
llevó una lucha feroz contra la injusticia. En esta perspectiva, proponemos resaltar
las convergencias y divergencias en su trayectoria. Sin embargo, nuestro propósito
no consiste en analizar el contenido de las obras de las dos protagonistas, que
son muy ricas y abundantes, sino establecer un paralelismo entre las formas y los
medios utilizados por ambas escritoras comprometidas en la lucha contra la injusticia.
Amantine
Aurore Lucile Dupin, hija de Maurice Dupin de Francueil y Sophie-Victoire Delaborde
nació en París el 1° de julio de 1804. Es la bisnieta del mariscal Maurice de Saxe
del lado paternal, en este caso tiene un pie entre la aristocracia otro en la clase
popular, esto le hizo decir:
Uno no es sólo el hijo de su
padre, uno es también es un poco, creo, el de su madre. Me parece que lo es más,
y que nos aferramos a las entrañas que nos han llevado, de la manera más inmediata,
más poderosa, más sagrada. Ahora, si mi padre era el bisnieto de Augusto II, rey
de Polonia, y si, de este lado, me encuentro ilegítimamente, pero muy real, una
estrecha relación entre Carlos X y Luis XVIII, no obstante, es cierto que mantengo
al pueblo con sangre, de una manera igualmente íntima y directa; además, no hay
más bastardismo en ese lado.
Con
su querida abuela Marie-Aurore de Saxe, Aurore Dupin descubre a Jean-Jacques Rousseau
y se alimenta de las lecturas de Chateaubriand a través del Genio del cristianismo y también de Montaigne,
Montesquieu, Dante, Aristóteles, Shakespeare, Virgilio y filósofos como Leibniz,
Locke etc.
Louise
Clémence Demahis dicha Louise Michel nació en el Castillo de Vroncourt, cantón de
Bourmont en Haute-Marne, el 29 de mayo de 1830 de Marianne Michel, camarera de los
castellanos Demahis
A contrario
de Louise Michel que fue soltera, George Sand se casó con François-Casimir Dudevant.
El 17 de septiembre de 1822 tuvo dos hijos, Maurice y Solange. Hay que notar que
en aquella época el matrimonio encerró a las mujeres en una posición de menor, el
divorcio aún no existía, el Tribunal de La Châtre pronunciará una separación de
cuerpo el 16 de febrero de 1836 por motivos de “insultos graves, sevicias y malos
tratos” reconocidos.
Mientras
que ambos se rebelan contra las injusticias sociales, existen diferencias en su
compromiso político.
En
el momento de la proclamación de la III° República, George Sand se moviliza a favor
de los condenados a muerte y los presos políticos para lograr su liberación de parte
de Napoleón III. Así, ella emprendió múltiples pasos a su favor, durante los meses
de enero y febrero de 1852. Sin embargo, en 1871, se decidió en unirse a los escritores
que condenan a la Comuna de París como Gustave Flaubert, Théophile Gautier, Alphonse
Daudet, Emile Zola, Leconte de Lisle e incluso se atreve a criticar a Víctor Hugo.
Ella
aboga por una amnistía general, pero su intento no tendrá éxito.
George
Sand llega tan lejos como para decir: “Las
ejecuciones siguen su camino. Es Justicia
y necesidad “, que justificará en
el Diario Le Temps. Con la caída de Louis-Philippe y los términos de la Monarquía
de julio el 24 de febrero de 1848, George Sand se distinguió por un activo compromiso
político al crear La causea du peuple,
Le bulletin de la République y L’Éclaireur de Indre.
George
Sand, anticlerical igual que Louise Michel, recibió, como ella, una educación basada
en la fe cristiana, que modificó a favor del siglo de la Luz. Así se rebeló contra
el clero que usaría “un velo mentiroso sobre
la palabra de Cristo, una falsa interpretación de los evangelios sublimes, y un
obstáculo insuperable para la santa igualdad que Dios promete, que Dios otorgará
a los hombres en la tierra” como en el cielo.
Louise Michel, rebelde
y generosa
En 1851, a la edad de
21 años, dio sus primeros pasos en el periodismo en L'Echo du peuple de Chaumont
con un nombre masculino como Gorge Sand al firmar a Michel Demahis.
Como
figura emblemática de la Comuna de París, Louise Michel defendió a las personas
modestas, defendió a las minorías, a los negros de Nueva Caledonia, a los deportados
argelinos. Es un alma rebelde y generosa que no dudaría en dar su vida por la causa
que defendía.
Ambas defienden los
valores feministas
Para Louise Michel,
feminista vanguardista: “La cuestión de las mujeres es [...] inseparable de la cuestión
de la humanidad” o de nuevo: “Nuestro lugar en la humanidad no debe ser mendigada,
sino tomado a ver La historia de mi vida.
Su
activismo le dejó poco espacio para una vida privada si no equilibraba por lo menos
conocida y ya no tenía el tiempo necesario para vivir de su pluma.
Ambas
mujeres fueron reconocidas y veneradas en su vida por sus respectivos compromisos
políticos.
En
cuanto a Louise Michel, ella prefería enseñar en escuelas públicas gratuitas en
lugar de prestar juramento a Napoleón III, que era amigo de George Sand y que lo
acompañaba a su último hogar.
En
resumen, se puede decir que George Sand y Louise Michel son dos mujeres de letras
excepcionales que compartieron la veneración de sus respectivas abuelas maternas
por las cuales fueron criadas.
Ambas
admiraron la obra de Víctor Hugo. George Sand mantuvo con él una gran amistad epistolar
sin haberlo conocido, a diferencia de Louise Michel, que lo habría encontrado sólo
una vez durante su juventud. Ambos militaron por una sociedad igualitaria e indivisa.
Ambas legaron una obra muy abundante a la posteridad.
Si
George Sand había hecho concesiones políticas en cuanto a Louise Michel, ella había
defendido sus ideas hasta el fin y sin concesiones, pues permaneció políticamente
igual hasta su muerte. Su compromiso político ha oscurecido un poco su carrera como
escritora, así hoy es conocida solamente como la revolucionaria de la Comuna de
París.
Ambas
habían apoyado y acompañado la gente más vulnerable: George Sand no dudó en apoyar
a los comediantes en desamparo y Louise Michel se quitó su enagua para ofrecérsela
a una mujer pobre. Ambas siguen tocando con amabilidad. Eran dos almas hermosas,
cada una a su manera. Sus obras respiran sus acciones y sus ideas.
Por
lo tanto, estaremos de acuerdo en que el procedimiento de las dos escritoras difiere.
Louise Michel fue más extremista que George Sand en sus actos revolucionarios, lo
que le valió la etiqueta de “incendiaria” (activista), mientras que el nombre de
George Sand permaneció ligado a su propiedad en Berry, de ahí su apodo: “La dama
de Nohant “.
Víctima
de una obstrucción intestinal, George Sand murió el 8 de junio de 1876 en Nohant
y lo acompañó a su funeral el 10 de junio próximo su amigo Flaubert, Alexandre Dumas
junior y el Príncipe Napoleón.
Louise
Michel murió de neumonía en Marsella durante su viaje de conferencias en el sur
de Francia. A su coche fúnebre le sigue una multitud de 120.000 en el cementerio
de Levallois.
LA REINE MAB
(Ballade)
Chasseur, sur cette plaine
Que vois-je donc venir?
Dans la nuit incertaine
Qui peut ainsi courir?
Quelle rumeur profonde
S’élève dans les airs!
Est-ce du sein de l’onde
Que partent ces concerts?
Ces vivantes nuées,
Ami, c’est le sabbat;
Des follets et des fées
C’est l’essaim qui s’ébat.
Ils escortent leur reine,
Mab, aux cheveux dorés,
Dont le pied couche à peine
L’herbe fine des prés.
Vois-tu, c’est la plus belle
Parmi les fils de l’air.
Plus d’un barde pour elle
Souffre un tourment amer.
Oh! crains qu’elle te montre
Seulement son pied blanc;
Ou songe, à sa rencontre,
À te signer, tremblant.
À son regard perfide
Ne va pas t’exposer.
Ici-bas la sylphide
Ne saurait se poser.
Pétulante et menue,
L’air est son élément;
Elle enfourche la nue
Et chevauche le vent.
Quand la lune se lève,
Sur le pâle rayon
Elle vient comme un rêve,
Dansante vision.
Le duvet que promène
Le souffle d’un lutin
Est le char qui l’emmène
Au retour du matin.
Au bord des lacs humides,
Dans la brume des soirs,
De ses ailes rapides
Effleurant les flots noirs,
Sur un flocon d’écume
Que le vent fait voguer,
Molle comme une plume,
Elle aime à naviguer.
Lorsqu’à grand bruit l’orage
Court sur le bois flétri,
La fleur d’un lis sauvage
Souvent lui sert d’abri:
La tempête calmée,
Elle prend son essor,
Et s’envole embaumée
D’une poussière d’or.
Au nid de l’hirondelle
Qui pend sous le rocher,
Parfois, pliant son aile,
On la voit se cacher;
Puis, s’élançant comme elle
Sur les flots en fureur,
Rire à la mer cruelle,
Où sombre le pêcheur.
En vain de son passage
Sur l’Océan vermeil
J’ai cherché le sillage
Au lever du soleil,
La grève de sa trace
Ne peut rien retenir;
D’elle, hélas! tout s’efface,
Tout, hors le souvenir!
Le pieux solitaire
A cru souvent, la nuit,
Voir sa forme légère
Glisser dans son réduit;
Mais, loin qu’il l’exorcise,
À son regard si doux,
Pour un ange il l’a prise,
Du chasseur téméraire
Elle égare les pas,
Et rase la bruyère
En lui tendant les bras;
Sur la mare trompeuse,
Qu’elle effleure sans bruit,
Elle l’attend, moqueuse,
L’y fait choir, et s’enfuit.
Mais, dit-on la diablesse,
Soit caprice ou remord
Parfois d’une caresse
Tient en suspend la mort.
Eh bien! Mab est si belle,
Qu’on me verrait courir
Après un baiser d’elle,
Quand j’en devrais mourir
(George Sand, La Reine Mab, ballade)
LA REINA MAB
(Balada)
Cazador, en esta llanura
¿Qué
veo venir?
En
la noche incierta
¿Quién
puede correr?
¡Qué
rumor más profundo
Se
levanta en el aire!
¿Es
desde el corazón de la onda
Que
comienzan estos conciertos?
Estas
vivas nubes,
Amigo
es el sábado;
Briznas
y las hadas
Es
el enjambre que se divierte.
Escoltan
a su reina,
Mab,
con el pelo dorado,
Cuyo
pie apenas se acuesta
La
hierba fina de los prados.
Ya
ves, es la más bella.
Entre
los hijos del aire.
Más
de un bardo para ella.
Sufre
un tormento amargo.
¡Oh! teme que te muestre
Sólo su pie blanco;
O piensa, en su encuentro,
A hacer la señal de la cruz, temblando.
A sus
ojos traicioneros
No te expongas.
Aquí
abajo la sílfide
No
puede aterrizar
Petulante
y pequeña,
El
aire es su elemento;
Se mete en las nubes
Y cabalga el viento.
Cuando
la luna se levanta,
En
el rayo pálido
Ella
viene como un sueño,
Visión
danzante.
El
colchón de plumas que pasea
El
aliento de un duende
Es
el carro que lo lleva.
Al
regreso de la mañana.
En
el borde de los lagos húmedos,
En
la niebla de la tarde,
De
sus alas rápidas
Rozando
las olas negras,
Sobre
un copo de espuma
Que
el viento hace bogar.
Suave
como una pluma,
Le
gusta navegar
Cuando
a gran ruido la tormenta
Corre
sobre la madera marchita,
La
flor de un lirio salvaje.
A menudo
sirve de refugio:
La
tormenta calmada,
Se
eleva
Ella
despega
Y despega embalsamada
De
un polvo dorado.
En
el nido de la golondrina.
Que
cuelga debajo de la roca,
A veces
doblando su ala,
Se
la ve esconderse;
Luego,
lanzándose como ella
En
las olas en furia,
Riéndose
del mar cruel,
Donde
se hunde el pescador.
En
vano de su paso.
En
el océano
Rubí
Busqué
la estela
Al
amanecer,
La
arena bajo su huella.
No
puede retener nada;
De
ella, ¡ay! todo se borra,
¡Todo,
excepto el recuerdo!
El piadoso solitario
Creyó a menudo, por la noche,
Ver su forma ligera
Deslizarse en su reducido;
Pero,
lejos de exorcizarlo,
En su mirada tan dulce,
Para un ángel la tomó,
Y se
arrodilló.
Del
cazador temerario.
Ella
extravía los pasos,
Y arrasa
el brezo
Extendiéndole los brazos;
En
el estanque engañoso,
Que
roce sin ruido,
Ella lo espera, burlona,
Lo hace caer, y huye.
Pero,
se dice la diabla,
Sea
capricho o remordimiento
A veces
con una caricia
Mantiene
en suspenso la muerte.
¡Bueno!
Mab es tan hermosa,
Me
verían corriendo
Después
de un beso de ella,
¿Cuándo
debería morir?
MANIFESTATION DE LA PAIX
C’est le soir, on s’en va
marchant en longues files,
Le long des boulevards,
disant: la paix! la paix!
Dans l’ombre on est guetté
par les meutes serviles.
O liberté! ton jour viendra-t-il
jamais?
Et les pavés, frappés par
les lourds coups de canne,
Résonnent sourdement, le
bandit veut durer;
Pour rafraîchir de sang
son laurier qui se fane,
Il lui faut des combats,
dût la France sombrer.
Maudit! de ton palais, sens-tu
passer ces hommes?
C’est ta fin! Les vois-tu,
dans un songe effrayant,
S’en aller dans Paris, pareils
à des fantômes?
Entends-tu? dans Paris dont
tu boiras le sang.
Et la marche, scandée avec
son rythme étrange,
A travers l’assommade, ainsi
qu’un grand troupeau,
Passe; et César brandit,
centuple, sa phalange
Et pour frapper la France
il fourbit son couteau.
Puisqu’il faut des combats,
puisque l’on veut la guerre,
Peuples, le front courbé,
plus tristes que la mort,
C’est contre les tyrans
qu’ensemble il faut la faire:
Bonaparte et Guillaume auront
le même sort.
(1870)
MANIFESTACION DE LA PAZ
Es
de noche, vamos caminando en largas colas,
A lo
largo de los bulevares, diciendo: ¡la paz! la paz!
En
la sombra nos acechan las manadas serviles.
¡Oh
libertad! ¿Llegará tu día alguna vez?
Y los
adoquines, golpeados por fuertes golpes de caña,
Resuenan
sordamente, el bandido quiere durar;
Para
refrescar de sangre su laurel que se marchita,
Le
hacen falta combates, Francia tuvo que caer.
¡Maldito!
Desde tu palacio, ¿sientes pasar a estos hombres?
¡Es
tu fin! ¿Los ves, en un sueño espantoso,
¿Irse
a París, como los fantasmas?
¿Oyes?
En París, cuya sangre beberás.
Y la
marcha, marcada con su ritmo extraño,
A través
de la masacre, así como un gran rebaño,
Pasa
y César blande, cien veces, su falange.
Y para
golpear a Francia usa su cuchillo.
Puesto
que es necesario luchar, ya que se quiere la guerra,
Pueblos,
frente inclinada, más tristes que la muerte.
Es
contra los tiranos que juntos debemos hacerlo:
Bonaparte y Guillaume tendrán la misma suerte.
[Quand la foule
aujourd’hui muette]
Quand la foule aujourd’hui
muette,
Comme l’Océan grondera,
Qu’à mourir elle sera prête,
La Commune se lèvera.
Nous reviendrons foule sans
nombre,
Nous viendrons par tous
les chemins,
Spectres vengeurs sortant
de l’ombre,
Nous viendrons nous serrant
les mains.
La mort portera la bannière;
Le drapeau noir crêpe de
sang;
Et pourpre fleurira la terre,
Libre sous le ciel flamboyant.
(Chanson des prisons, mai 71)
[Cuando la muchedumbre ahora muda]
Cuando
la muchedumbre ahora muda,
Como
el océano gruñirá,
Que
para morir ella estará lista,
La
comuna se levantará.
Volveremos
multitud sin número,
Vendremos
por todos los caminos,
Espectros
vengativos que salen de las sombras,
Vendremos
estrechándonos las manos.
La
muerte llevará la bandera;
La
bandera negra crepé de sangre;
Y púrpura
florecerá la tierra.
Libre
bajo el cielo resplandeciente.
SÉRIE PARTITURA DO MARAVILHOSO
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Agulha Revista de Cultura
UMA AGULHA NA MESA O MUNDO NO PRATO
Número 173 | junho de 2021
Artista convidada: Louise Bourgeois (França, 1911-2010)
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