sexta-feira, 27 de agosto de 2021

JERMÁN ARGUETA | Entre el asombro y lo maravilloso, los cuenteros en México

 


Sólo nos pertenece lo que toca la palabra,

por eso estamos tejidos de instantes.

 

Cuando cuerpo y pensamiento navegan en la palabra entonces tejemos el instante. Somos la suma de la palabra, en la palabra habita toda la cultura. El cuerpo mismo es palabra, dramaturgia. Sí, porque cuando hablamos del ser humano desde la lingüística, la semiótica y desde lo simbólico entonces llegamos a entender que la esencia del ser humano está en la palabra, y la palabra es ese viento cálido que nace desde dentro en libertad para dar origen a todas las lenguas de todas las culturas que viven y sobreviven en el mundo. El universo, nuestro planeta, la pachamama, se condensa en las lenguas de los pueblos. Y al contar lo que acontece en el lado de los imaginarios, de lo real, de lo intangible, entonces damos cuenta que en el contar nos va la vida porque somos seres humanos tatuados de palabras; hombres y mujeres, somos, en esa libertad de la palabra que nos habita, contadores que hablan del pasado, del presente efímero y el porvenir, y en el devenir de los imaginarios ahí se tejen otras historias.

Heme entonces aquí, yo, Jermán Argueta Pérez y Pérez, escribiendo para dar cuenta de la cultura en México, que es parte de la cultura universal, y que desde el escenario de la cuentería nos abriga desde hace algunas décadas. Y hablo de décadas haciendo énfasis en la cuentería profesional ya como un género dentro de las artes escénicas, la cuentería tradicional lo mismo habla de cuenteros comunitarios pero también de la cuentería moderna que habita en la oralidad artística.

Y para explayarme, bien vale el momento para que ustedes me miren imaginándome y les hable de mi experiencia como uno de los pioneros en México dentro del arte de contar cuentos. Así que me voy a algunas reflexiones que dan pie a mi trabajo artístico, así como investigador y teórico de la oralidad que me abriga. Y si digo que me abriga es porque para mí es esencial que observen el escenario donde he vivido y trabajado como cuentero profesional. Y les comento que mis inicios en esta disciplina arrancan en los últimos dos meses del año 1987. Sí, soy pionero de la cuentería en México, aunque he de decirles que me anteceden otros artistas, cuenteras sobre todo, ya hablaré de esto.

 

Mi formación como cimiento en la palabra

Un parpadeo en el tiempo para llevarlos a ustedes al corazón de mis reflexiones y de mis saberes… Quiero presentarme diciéndoles que soy antropólogo social egresado de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), allá en el año de 1982. Y después se viene un periodo, que quizá no venga al caso, pero les comento que fui dirigente en mi país apoyando a campesinos y a colonos en sus luchas por la tierra. Me retiro luego de la militancia porque mi anarquismo de activista social no era tan de hueso colorado porque mi espíritu libertario iba más allá de la militancia en la izquierda que también suele ser claustrofóbica y luego castradora de libertades por dogmas casi religiosos en la lucha. Y así llegó el tiempo donde a mi carrera como antropólogo le agregué mi trabajo como escritor y cronista en secciones culturales de periódicos como La Jornada y otras revistas.

Voy a hacer énfasis en el último comentario porque mi vena como antropólogo social y luego como cronista viene a ser uno de los cimientos fundamentales para llegar un día a contar las crónicas como relatos, crónicas que escribía y que también empecé a narrar a partir de los sucedidos que investigaba en los archivos como el General de la Nación, el del Ayuntamiento de la Ciudad de México, la Biblioteca Nacional, la biblioteca de Antropología. Los archivos con sus documentos, los libros antiguos de las bibliotecas y también los libros contemporáneos dieron sustento, uno, para la escritura; dos, que viviendo muchas vidas en estos documentos y libros, sus páginas con olor a algodón y tinta y piel me llevaron de la mano del corazón y de la pasión para también narrar estos relatos desde la oralidad.

Con el escenario anterior pueden ustedes ahora comprender que estos inicios dieron pie para que yo incursionara en la cuentería contando cuentos pero también para que, motivado por mi carrera como antropólogo, me llevara en el año de 1994 a organizar el Primer Foro Internacional de Oralidad y Cultura, en donde participaron académicos de varias carreras y cuenteros para reflexionar sobre la palabra, la oralidad y el arte mismo de contar.

 

Otras reflexiones de mi persona que dan cimiento a la oralidad desde la escritura

Para que me ubiquen mejor en su imaginario como creador, les comento que también soy escritor con una buena dosis de trabajo de campo que me llevó a crear, en el año de 1996, la revista Crónicas y Leyendas Mexicanas, como parte de un proyecto cultural que abarca y enriquece mi trabajo artístico, así como un abanico que se abre con las tradiciones orales, los libros antiguos y la riqueza de los escritores de la época del romanticismo.

Sí, es amplio el acervo que da cuenta de muchas leyendas y sucesos que se han escrito en nuestra revista. Y para hacer énfasis en el trabajo escénico, ya como artista profesional, quiero comentarles que en las seis colecciones de Crónicas y Leyendas Mexicanas hay un buen número de relatos narrados no sólo por mí, sino por lectores que son cuenteros y que van incorporando a sus repertorios este material. Sí, he sido un dramaturgo de la cuentería que he compartido leyendas y sucedidos desde nuestras colecciones de revistas y desde tres libros de leyendas que he publicado. Y ya aquí dentro de mi proyecto como editor quiero hacer énfasis que mi primer libro editado fueron las memorias, en el año de 1994, del Primer Foro Internacional de Oralidad y Cultura, donde, reitero, participaron 28 académicos y artistas de cinco países. El buen conocedor de las artes escénicas y de la literatura sabe que la oralidad se nutre, en gran parte, del trabajo literario de sucesos, cuentos y leyendas. Como editor de todo este enorme aporte cultural para la cuentería puedo decir que ya estamos por cumplir las tres décadas en un par de años. El oleaje de la palabra va de la oralidad a la escritura y a la oralidad. La escritura y la oralidad son como las olas del mar, van y vienen en una simbiosis de amantes donde los imaginarios nos habitan para tatuar la epidermis.

 


Orígenes de la narración oral en México

Ahora vamos a brindarles un contexto más amplio y quiero llevarlos a mis reflexiones que son parte de mis insomnios y de lo efímero de la luz del día que hacen de mi persona a un trabajador de la cultura más orgánico. Sí, que va del trabajo artístico, teórico y como maestro de este movimiento cultural de la cuentería en México, movimiento que hoy se ha multiplicado y ha crecido en muchos países del mundo.

Y para ubicarlos en un mejor contexto histórico quiero comentarles que en México la cuentería profesional, o cuentería moderna como la podríamos llamar, converge en sus orígenes con la labor que realizaban los cuentacuentos en el mundo narrando en bibliotecas y escuelas. Y para ser nobles con la misma historia y con los personajes de este arte quiero decirles que la pionera bella de esta cuentería moderna es mi querida amiga Margarita Heuer, que empezó a narrar cuentos en 1980. Y sí, fue contratada en la primera Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil, que se celebra en la Ciudad de México.

Y para contextualizar quién es Margarita Heuer, y sobre todo para insertar su presencia en este movimiento cultural de la narración oral en México, pues aquí van algunos párrafos de la entrevista que le realicé para mi libro Los Cuenteros en México, editado por Crónicas y Leyendas Mexicanas:

 

Y quién lo dijera, Margarita Heuer fue alumna de uno de los cuentistas de gran renombre, Guillermo Samperio. De él recibió el aliento espiritual de la escritura que también la hizo cuentista; escritora de cuentos para niños. Y de ahí para adelante a sembrar la palabra. Es decir, un cuentista también puede ser un cuentero o cuentera.

Fue Guillermo Samperio, cuando me impartía un curso de cuentos, de escritura, (él trabajaba en la Secretaría de Educación Pública) quien me dijo que si quiera contar cuentos en una Feria de libros en Palacio de Minería, y yo le dije que sí. La verdad dije que sí porque sabía que lo podía hacer, lo que no supe que esto iba a ser parte de mi vida.

[…] Y, sí, pues también ya estaba escribiendo cuentos y estos cuentos eran parte de mi repertorio. Cuentos para niños que me editaba la editorial Trillas: Antenita, Chipil y macanudo, El conejo Carlitos, X cuacua, El zapato y el pez…

Y Margarita Heuer optó por los dos caminos; cuentista, como escritora y cuentera, como narradora. Así de sencillo, la palabra espiritual la habita para ser una hacedora de mundos palpables en la imaginación.

 

Vale reconocer que en los orígenes de la cuentería en México también está la figura de Eduardo Robles, El Tío Patota. Reiterando, ambos, Eduardo y Margarita, también cultivaron el arte de la escritura editando cuentos para niños.

Otro de los momentos históricos de la cuentería en México es el surgimiento en el año de 1987 del espacio de cuentos en la plaza de Santa Catarina en Coyoacán, Ciudad de México, dirigido por la maestra Beatriz Falero al frente de los Narradores Orales de Santa Catarina (NAO). Y ya en 1988 realizaron su primer festival de narración oral. Festival que después sería un evento nacional, y más adelante internacional conocido como el Festival “Octubre, el mes de los Cuentos”. Y como bien pueden deducir sumando tiempo, este festival de Santa Catarina es el evento más antiguo de Iberoamérica.

Los narradores orales de la plaza de Santa Catarina son quienes, a lo largo de 34 años, domingo a domingo, exceptuando estos tiempos de la pandemia, han engalanado el sortilegio de la palabra con cientos y cientos de cuenteros de todo el mundo. No hay cuentero en el planeta que llegue a México y no pase a Santa Catarina para regalar sus cuentos al público de esta plaza histórica de la cuentería en donde los repertorios van desde el cuento literario a las grandes tradiciones orales con sus cuentos, leyendas y anécdotas que dejan ese viento cálido en el halo de ese árbol añoso, un roble que tiene en sus miles de hojas la palabra que toca el corazón.

Santa Catarina, como espacio cultural de los cuentos, ya es patrimonio de la humanidad. Su fundadora y directora Beatriz Falero merece, a pesar de los oleajes en sus sentires y decires, un reconocimiento de todos los corazones nobles de los cuenteros y cuenteras de nuestro país y del mundo.

 

La génesis del cuentero está en el chamán, en México sabemos que somos parte de esos genes en el ritual

Y para no dejar suelto este cabo bien valen unas palabras más y sumar que cuando hablamos de la cuentería moderna tenemos que decir que los cuenteros existen desde los tiempos primigenios de la transformación del homo erectus al homo sapiens. Hay que decir que del desarrollo de la arquitectura corporal del homo erectus pasamos al hombre que será llamado sapiens porque tiene que ver con la acumulación del conocimiento con sus saberes, con su sabiduría, con su sapiencia. Saberes que son los mismos orígenes de las culturas primigenias en ese proceso donde los homo sapiens interactúan socialmente entre ellos en ese proceso de transformación de la naturaleza. Cuando el hombre transforma y nombra la naturaleza se nombra a sí mismo.

El hombre primigenio en sus andares será habitado de los más bellos y espectaculares fenómenos de la naturaleza que lo seducen y que lo llevan a los bordes de la ensoñación y de, no pocas veces, la indefensión. Y en la indefensión un día tras otro, un año tras otro, una centuria tras otra, un milenio tras otro, va a ir entendiendo a estos fenómenos de la naturaleza para ponerlos en el manto de la sapiencia, de la ciencia, del homo sapiens.

Así el hombre, al nombrar la naturaleza y al incidir sobre ella también generó, poco a poco, lo que será la más bella creación, sus lenguas. Y en ellas está la belleza que lo llevó a crear eso que llamamos cosmogonías, es decir, los saberes del cosmos como cultura, y esa cultura de lo simbólico y lo mítico viene desde hace unos 200 mil años. Y aquí la ciencia, la genética, nos lleva a honrar a nuestros primeros hombres que tienen su origen, sus migraciones, desde el continente africano que como una red fina va recorriendo la Tierra llegando a todos los continentes del mundo. Las lenguas han nombrado a la naturaleza, al mundo y al universo todo con la palabra viento cálido que nace desde dentro y se esparce musicalmente con sus entonaciones por la boca. Las muchas lenguas que han nombrado al universo también se han enhebrado en los vientos que han recorrido todas las tierras donde habita el ser humano.


Esto no es un relato banal en el asidero de la especulación, no, es el desarrollo mismo de las culturas y de las lenguas con los distintos grupos primitivos que van a tomar el mundo en sus manos con sus asombros, con lo maravilloso que entra por la mirada para ser nombrado, para ser contado. El cuento, los cuentos, son relatos que surgieron con estos hombres primigenios, no hay que olvidar que nacieron de la mano y el corazón del hombre chamán, que es lo mismo que cosmógrafo, hombre-medicina, hombre creador de palabras, hombre contador de los tiempos computándolos en lo que después será llamado las matemáticas, hombre astrónomo que dará cuenta del movimiento del universo. En el chamán encontramos a ese hombre de la génesis, de las ciencias como las matemáticas, la medicina, la astronomía, la ingeniería, la arquitectura, el urbanismo. Ya me puse romántico, en el chamán encontramos los principios de todas las ciencias y también de la mitología habitada en las cosmogonías primigenias. Pero también encontramos múltiples disciplinas artísticas en el ritual de la comunicación con las divinidades que lo mismo nos brindan el don para curar, así como el equilibrio psicológico en el núcleo de nuestras comunidades, sí, del equilibrio también del mal en el cuerpo. Y en estos rituales mágicos-curativos del chamán encontramos al hombre performático donde aparece la semilla de muchas prácticas del arte: la danza, los relatos que son mismo que los cuentos, la música, el canto, la poesía, la mima y todas las artes escénicas. Sí, en el chamán encontramos, reitero que en sus prácticas ritualísticas, de catarsis del cuerpo, nuestros genes como artistas de la escena. Y hay que decirlo, los investigadores de las artes escénicas como Antonin Artaud, Eugenio Barba, Nicola Savarese, en su libro El arte secreto del actor, entre otros, hacen referencia al chamán. Bien vale traer a cuento la presencia de los marakamés con los wixárikas, también llamados huicholes. En todas las naciones indígenas con sus raíces de centurias milenarias encontramos a los chamanes con sus rituales y la magia que son ese patrimonio de lo real y simbólico de estos grupos étnicos. De esto nos da cuenta Antonin Artaud, quien en la década de los 30 se embarcó a México para tener una mirada más profunda y espiritual sobre las prácticas ritualísticas de los marakamés que son chamanes. Antonin Artaud como actor, director y gente de la escena, vivió la práctica de esos tiempos, anquilosada, de un teatro que más que espiritual era una dramaturgia acartonada como dramaturgia en los cuerpos de los actores. Antonin Artaud encontró en estos viajes con las naciones indígenas en México algo que lo llevó a entender que las danzas y las prácticas chamánicas eran y tenían ese lado espiritual y catártico como entrega donde estas representaciones son un teatro colectivo donde lo espiritual es catarsis, vértigo, abandono, inmolación aquí en la tierra como en la levedad del cuerpo que se alimenta en lo mágico y simbólico de las naciones indias.

Lo dicho anteriormente me permite un descargo espiritual de las palabras para verterlas en la escritura y que ustedes vean lo que ha sido mi práctica como escritor, antropólogo y cuentero con un bagaje de las reflexiones de las leyes de la escena. Estas leyes de la escena para mí son el escenario que hablan lo mismo de la danza, del cante hondo, de los cantores de distintos géneros, de la ópera, del góspel, de la danza potenciada más allá de la danza clásica (pienso en la obra que revolucionó el cuerpo de Martha Graham). Y qué decir del teatro con los pioneros de un trabajo más humano y transparente en el juego del cuerpo en la actuación: Konstantín Stanislavski, Mijaíl Chéjov, Lee Strasberg.

Y la dramaturgia del cuerpo cambia, inexorablemente, sí, porque podemos ver esos cuerpos y sus metáforas en los actores que participan en el cine y que han bebido de los maestros del teatro como fue Elia Kazan con su película Al este del Edén… Pero por qué no convocar también en el recuerdo la gran presencia en el celuloide de actores que son una belleza histriónica como James Dean, Marlon Brando, Macelo Mastroiani, Klaus Kinski y después Clint Eastwood, Jack Nicholson…

¿Y por qué hablo de lo anterior si nuestro tema cultural es la cuentería? Pues porque desde mis reflexiones teóricas y mi práctica en el escenario, y también como investigador, he llegado a estas conclusiones que son parte de lo evidente en el movimiento cultural de la narración oral y que han dejado una profunda huella en mí. Yo bebo, como cuentero, en todas las artes escénicas. Un buen artista de la cuentería sabe que luego en sus cuentos lo mismo canta que danza, tiene gestos de mima, prácticas de actor; un cuentero es también un performático chamán con sus genes dentro de las artes escénicas.

Sí, pero también soy un artista habitado por diferentes manifestaciones de la cuentería donde lo mismo soy un cuentero de las tradiciones orales que de la literatura universal y de la juglaría de calle. Puedo ser un cuentero popular, un cuentero comunitario, un cuentero que cuenta sucesos, historias, que lo mismo, reitero, cuenta cuentos de la literatura universal.


Y en el vértigo del escenario, más allá de otras obras, he narrado casi todos los cuentos de El llano en llamas y la novela de Pedro Páramo, de nuestro querido Juan Rulfo, el escritor poeta que da cuenta de lo mágico y simbólico del campo mexicano pero también, influenciado desde el romanticismo, de lo mágico-sobrenatural o de lo mágico maravilloso que es una gran obra en donde conviven vivos, muertos y aparecidos. Pedro Páramo es una novela que es la suma de la vivencia de los relatos vividos y reinventados por Juan Rulfo en los tiempos de la posrevolución en México. En Pedro Páramo encontramos, sí, lo simbólico, lo sagrado, lo mágico-sobrenatural que en Rulfo es la suma de relatos como cuentos que lo habitaron para llevar la palabra, la oralidad, a la escritura. Y hoy puedo decir que Pedro Páramo sí vivió, como todos nosotros los escritores, en esa levedad donde somos simbiosis que pasa de la oralidad a la escritura y de la escritura a la oralidad. Un buen cuentero, si narra cuentos de los grandes literatos, sabe que esa prosa entra en simbiosis con la dramaturgia que lleva al escenario para hacer nacer los asombros de los relatos literarios.

 

Soy cuentero pero también soy un ser orgánico

Bien, ahora desciendo para comentarles que como antropólogo, escritor, poeta, ensayista, cuentista y artista de la palabra, pues ya en mi papel como pionero, voy trascendiendo a escenarios en Iberoamérica. Mi formación inicial como cuentero en 1987 se da con uno de los maestros de la narración oral llamada escénica, Francisco Garzón Céspedes.

Aquí quiero señalar, con el ánimo de ser transparente y desde la fraternidad pero también desde mi papel como teórico, que con Francisco Garzón Céspedes encontramos al hombre, de ascendencia cubana, que va a viajar por varios países para globalizar lo que hoy es el movimiento cultural en varias partes del mundo de la cuentería. Y cuando yo digo movimiento cultural de la narración oral lo manifiesto con la diversidad de las muchas formas de contar y de nombrar el acto mismo de narrar cuentos que va desde los cuenteros populares, los cuentacuentos, la narración oral escénica, la oralidad artística. Sí, a Francisco Garzón Céspedes, como maestro de la cuentería, hay que reconocerle esta parte sustancial para dar lucimiento a lo que será la cuentería moderna desde las leyes de la escena. Aunque también quiero señalar que a él le reconozco mis orígenes como cuentero, pero un día llegó la ruptura, fragmentación al fin, en donde los destinos nos llevaron a una separación. Él siguió por el mundo y sigue con sus eventos y sus teorías alrededor de la narración oral escénica. Yo, por mi parte, dando cuenta de otros caminos y experiencias en la oralidad artística, pero también de la oralidad como un hecho cultural que abarca a las ciencias sociales y a otras experiencias en la escena.

En las artes escénicas siempre habrá rupturas que van a dar pie a otros nacimientos donde el asombro va más allá de nuestros sueños que se nutren en las ciencias y en las libertades del cuerpo y de los saberes que buscan libertad. La libertad es el principio esencial y fundamental para siempre volar con las alas de la sabiduría que escribe nuevos destinos. El deseo es destino. Un buen alumno siempre abrirá nuevos horizontes ya como maestro para otros ojos y otras libertades en la dramaturgia del cuerpo con sus saberes.

 

Inicios de los festivales de cuenteros en México

En México fuimos unos pocos los iniciadores y hoy ya son tantos y tantos los cuenteros brotando por todo el planeta Tierra que en este momento nadie puede decir cuántos hay tan sólo en este país, pero sí podemos dar cuenta que hay muchos festivales ya en varios Estados de la República Mexicana.

Aunque aquí quiero señalar, en mi caso, que realicé el Primer Festival Internacional de Oralidad y Cultura en 1994 en la Ciudad de México, mismo que después retomé en 1998. Después regresé ya con el Festival Internacional de la Oralidad en el año 2004, 2005, 2006, 2007 y 2008. Pero también debo agregar que surgieron otros festivales en ese mismo año de 1994, como el de Elche, España, dirigido por mi amigo que ya falleció, Antonio González Beltrán; también el de Venezuela, dirigido por Mau y Segundo. Estos festivales nacieron por escisiones, por separación y fractura, con Francisco Garzón Céspedes, ya que estos mismos amigos iniciaron sus festivales, previos al año de 1994, organizándolos conjuntamente con el maestro cubano. Así es la vida para volar.

Ahora les digo que esto no es tragedia, las escisiones, las rupturas, dieron pie a nuevos movimientos de la cuentería, que sumados al movimiento internacional de la narración fortalecieron otros eventos culturales, artísticos, que han potenciado y dignificado a quienes hemos realizado festivales que son también una catarsis en la escena.

Cuando hablo de lo anterior quiero decir que en México en el movimiento cultural de la narración oral se han creado otros festivales internacionales de oralidad artística, de cuenteros, de narración oral escénica, de contadores de leyendas, entre otros.

Y si ustedes miran en los escenarios del mundo hoy podrán ver que hay muchos festivales con tantos nombres que dan cuenta del arte de contar cuentos. En estos festivales lo mismo hay cuenteros que son amateurs, avanzados o profesionales. El arte de contar cuentos en México es hoy un abanico en donde muchos festivales se han profesionalizado y han entendido, a pesar de las resistencias a las leyes de la escena, a las ciencias mismas y la práctica, que avanzamos de una manera transparente de lo que es el hecho de contar cuentos así, por contar cuentos, a la necesidad lúdica y científica y de la belleza estética de la metáfora del cuerpo.

No pocos en este tiempo han entendido que el arte de contar cuentos tiene un grado, un escalón máximo que es la oralidad artística. Y cuando digo oralidad artística lo explayo porque un cuentero profesional lo mismo se nutre de toda esa herencia performática habitada en nuestros genes del chamán que nos permite fusionar el cuento, el canto, la danza, la mima, el teatro.

Aún más, quiero dejar constancia que como cuenteros profesionales abrevamos en la psicología, en la pedagogía, la historia, la antropología, la hermenéutica, la semiótica, la lingüística…

Con lo anterior, entonces, hago énfasis que en México el desarrollo de la cuentería ha alcanzado escenarios donde muchos de los que impartimos clases, trabajamos desde varias aristas de las leyes de la escena, de la dramaturgia corporal y desde la esencia y presencia con las ciencias sociales que han hecho crecer y potenciar los saberes en el escenario de los cuenteros profesionales.


Día internacional de la narración oral, un aporte para el mundo

Pues bien, ahora les quiero comentar que en varias partes del mundo se celebra, el 20 de marzo, el Día Internacional de la Narración Oral, llamado también Día Mundial de la Narración Oral, Día Internacional de los Contadores de Historias, de cuentacuentos, de la narración oral escénica… Sí, el Día Internacional de la Narración Oral creció, sin saberlo yo, como una bola de nieve; un día me di cuenta, porque llegaba en las noticias, que mucha gente estaba celebrando el 20 de marzo este día internacional también con otros nombres.

¿Pero cuál es la génesis del Día Internacional de la Narración Oral? Lo que ahora les voy a contar ya no es el lado oscuro de los decires, esta fecha ya es totalmente transparente, nació en México para el mundo en 1990.

Sí, nació aquí en México, y fue porque en una ocasión reflexioné, caminando por Garibaldi un 22 de noviembre, día de Santa Cecilia, que si los músicos celebraban su día, nosotros como cuenteros debíamos tener también nuestro Día Internacional de la Narración Oral. Esto lo platiqué con amigos de la cuentería en México y la idea les pareció importante. Así es que desde 1992 la Asociación Mexicana de Narradores Orales, AMENA, con sus socios empezó a realizar festivales ya haciendo alusión al Día Internacional de la Narración Oral. Sí, desde 1992 en México se celebró, y luego en Cuba y otros países. Y vale decir que en 1991 yo le platiqué esta idea de la creación del Día Internacional de la Narración Oral a Francisco Garzón Céspedes y él potenció también la presencia de esta conmemoración, a partir de mi propuesta, para celebrarnos como cuenteros y para lograr el reconocimiento de las autoridades culturales en México y en el mundo, sobre todo de instituciones como hoy es la UNESCO. Aquí me quiero detener y decirles a ustedes con el corazón en la mano que esto se convirtió para mí en un drama, porque aunque muchos ya sabían que la propuesta era mía, que el origen estaba en México, se empezó a especular que si había nacido en otros países, pero ya quedó claro, sobre todo porque la historia de lo que comento está ya documentada.

De los claroscuros de los decires pasamos a la luz. Así tenía que ser, la historia intelectual tiene un sustento con altas dosis de humanismo y de saberes en el que siembra cultura. Yo soy un sembrador y cultivador de cultura… Y para que no haya duda ni especulación, este año 2021 Francisco Garzón Céspedes le comentó públicamente en redes a Jota Villaza, amigo cuentero de Colombia, sobre no confundir en dónde y de quién había nacido la idea fundacional del Día Internacional de la Narración Oral para compartirla fraternalmente con los hermanos cuenteros del mundo. Subrayo, para mí como cuentero, como escritor y como antropólogo, el Día Internacional de la Narración Oral fue en su esencia esa propuesta que caminó en el mundo y fortaleció nuestro movimiento cultural como narradores orales para hermanarnos y dignificar nuestro oficio y lograr una mirada y reconocimiento de las autoridades y los países del mundo. Y bien, guardo silencio, pasen a leer la siguiente nota del maestro Francisco Garzón Céspedes al responder unas imprecisiones que escribió en su muro de Facebook el amigo hermano Jota Villaza, de Medellín, Colombia:

 

Desde la Cátedra Iberoamericana Itinerante de Narración Oral Escénica, CIINOE, que está al tanto de todo cuanto acontece en el mundo hispano o en otras lenguas, de los fenómenos orales artísticos, como corresponde a una institución minuciosa y responsable, nos permitimos señalarle un grave error en un señalamiento que Usted hace en su comentario respecto al Maestro Francisco Garzón Céspedes, Padre de la Narración Oral, según los medios periodísticos escritos desde los años sesenta.

Usted escribe y afirma en su comentario:

"... entre la versión de Garzón Céspedes de ser el único autor de esta celebración...".

El Maestro Francisco Garzón Céspedes JAMÁS ha dicho tal cosa. NUNCA HA DADO TAL VERSIÓN.

El Maestro Garzón Céspedes SIEMPRE ha citado y cita, cuando se le ha preguntado respecto al Día Mundial de la Narración Oral, al prestigioso antropólogo e investigador mexicano Don Jermán Argueta, con todos los pormenores que el Maestro Argueta aquí ya ha escrito y explicado extensamente.

 

Pues queridos amigos y hermanos de la cuentería y del quehacer cultural, aquí ahora ustedes tienen una visión más amplia o nueva de lo que hemos sembrado y cultivado en la cultura de México y para el mundo. Y ahora puedo decirles que los que contamos cuentos en México sabemos que somos herederos de los saberes, las cosmogonías, las ciencias, lo simbólico que está en esas culturas que nos siguen impregnando de luz el cuerpo y la mirada, saberes de nuestras antiguas naciones como la de los mexicas, los cholultecas, los huejotzingas, los mixtecos y de esa enorme grandeza de los pueblos mayas que se extienden hasta la cintura de Guatemala.

Sí, sólo nos pertenece lo que toca la palabra porque en ella está toda la cultura que al ser nombrada nos reinventa también como hacedores de otros mundos que habitan en nuestro universo. Y sí, por último podemos jugar a que la palabra viene de parlar, fablar, fábula, parábola. En la palabra encontramos el cuento que nombra el principio de todos los tiempos y el devenir para que ese viento cálido que nace desde dentro del cuerpo encuentre la dimensión de la vida y no pocas veces su destino en el cuentero que también, como los dioses, crea mundos posibles.

 


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SÉRIE PARTITURA DO MARAVILHOSO

 























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Agulha Revista de Cultura

UMA AGULHA NA MESA O MUNDO NO PRATO

Número 179 | setembro de 2021

Artista convidado: Saúl Kaminer (México, 1952)

Curador convidado: José Ángel Leyva (México, 1958)

editor geral | FLORIANO MARTINS | floriano.agulha@gmail.com

editor assistente | MÁRCIO SIMÕES | mxsimoes@hotmail.com

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