• EDITORIAL – SUSANA WALD: LA VIDA SÍ VALE
Dulce
Ángel Vargas está preparando un documental dedicado a la vida y obra de Susana
Wald, que también toma en consideración este título. Dulce nos acompaña como fotógrafa invitada ilustrando nuestra edición,
y gracias a sus fotos podemos seguir la creación pictórica de Susana Wald, así como
reproducciones de pinturas, dibujos, esculturas. Ella misma nos cuenta sobre su
trabajo: De mi no hay mucho qué decir, Floriano, soy Dulce M. Ángel
Vargas, realizadora y productora audiovisual independiente. Me formé como Licenciada
en Comunicación, tengo un máster en producción y comunicación cultural en Barcelona,
una especialidad en apreciación y producción cinematográfica realizado en Oaxaca
y un diplomado en cine documental de creación en Jalisco. He trabajado en el área
de producción y generación de contenidos en dos televisoras culturales de México,
en el área de comunicación de algunas dependencias del servicio público y en los
últimos años, en el área de comunicación y marketing para empresas del sector privado
y asociaciones civiles. Hace más de 5 años conocí a Susana y desde entonces inicié
la grabación de diversas entrevistas y momentos de su vida para dar forma a un documental
que quisiera tener listo a finales del siguiente año. Este es un proyecto completamente
personal y autogestivo, razón por la cual me he demorado en concluirlo. Aún me hacen
falta algunas entrevistas y grabaciones que planeo realizar en diciembre próximo
y enero de 2021; posteriormente iniciaré el proceso de post producción.
Concluimos
nuestro editorial con la presencia de tres breves declaraciones sobre diversos aspectos
del trabajo de nuestra homenajeada. En el primero, Ximena Olguín recuerda el plan
de redacción de un relevante ensayo escrito sobre la artista. Luego es el turno
de Siegrid Wiese, trazando relaciones inusuales entre el sueño y la creación, a
partir de las referencias femeninas en Susana Wald. Finalmente, la presencia de
Xavier Gómez Bravo, músico y fotógrafo, recordando la unión de la artista con el
surrealismo, su vida con Ludwig Zeller y su estrecha relación con el grupo Mandrágora
en Chile.
En la
edición también contamos con la presencia de Aglae Margalli, Beatriz Hausner, Eduardo Bravo
Pezoa, Enrique De Santiago, Floriano
Martins, Guillermo García, Macarena Bravo, Patricio
Andrés Bascuñán Correa, Ximena Olguín (con el ya referido ensayo), y la misma
Susana Wald que firma un Manifiesto
Obligado, pieza autobiográfica de grande importancia para el conocimiento
de su creación.
Os Editores
*****
1. XIMENA OLGUÍN | Mi encuentro con la obra de Susana Wald
Susana tiene la clara intuición de que todo su trabajo tiene una unidad y un sentido, ella ha dicho que es la sacralidad de lo femenino, pero ¿qué es exactamente lo femenino en Susana Wald? Para responder esa pregunta he tomado los tres autores más significativos para Susana. La Gran madre de Neumann, Shinoda Bolen y Betty De Shong Meador. Luego he tomado la iconografía que se repite a lo largo de toda su obra y la he contrastado con las definiciones de M. Eliade, Eduardo Cirlot, Neumann y Jung. Filósofo, semiólogo y crítico de arte, y psicólogos respectivamente. Todos ellos han hecho estudios de mitología comparada y convergen en los significados. La Maravilla es que todo confluye a la perfección con el concepto de la Gran madre, la Diosa primitiva que para Jung y Neumann es lo femenino no entendido como genero sino como algo constitutivo de todo ser humano y es la base del inconsciente, así como también lo que corresponde al anima o alma para Jung.
Como Susana
desde su perspectiva surrealista, recoge imágenes inconscientes (a diferencia del
arte conceptual), ella pinta, no hay una intención a priori. En su obra ha plasmado
con exactitud el significado atribuido a determinada iconografía del hombre prehistórico.
Es decir, es una prueba empírica de como los arquetipos se expresan en forma inconsciente.
Luego a través
de su serie mujeres de… he podido hacer un recorrido desde los primeros días de
la humanidad hasta los tiempos modernos. En cada una de esas épocas lo femenino
(el gran inconsciente de la humanidad, la Gran madre) se manifestó de la misma manera,
pero con haciendo foco en distintos aspectos de la Gran Madre.
Llegando así
a los tiempos modernos en que surge la problemática feminista, allí hago una síntesis
de la evolución del movimiento contrastando los enfoques filosóficos que inspiraron
las olas feministas con lo que han manifestado las mujeres Surrealistas, desenredando
el punto de porqué las surrealistas que apoyan las causas feministas no se consideran
feministas.
Ha sido maravilloso,
poder sintetizar la obra de Wald en un marco teórico coherente y acorde a su pensamiento
teórico. Y sobre todo confirmar la intuición de Susana en relación a que todo en
su trabajo tiene el mismo hilo conductor: Lo Femenino y que el sentido de su legado
es el rescate de la sacralidad de lo femenino. El sentido de la sacralidad sacrificado
en los tiempos modernos por el triunfo de lo profano. Y que los surrealistas llaman
el encuentro con lo maravilloso.
¡No como simples
palabras que se han vuelto un cliché, sino como conceptos concretos que tienen un
fundamento teórico bien definido!
2. SIEGRID WIESE | Susana Wald desmenuzadora de sueños
Susana Wald hospeda los sueños en sus manos para después hacerlos recorrer un
trayecto hacia algún soporte.
Su obra es delicada en el trazo, pero fuerte
en contenido, resultando incluso premonitoria, se trata del azar objetivo, conexiones ocultas que se
manifiestan para ser notadas. No hay casualidades en la obra de Wald, su obra es
la expresión del equilibrio del inconsciente
colectivo.
El proceso de Susana cuando dibuja lo percibo
de una manera íntima: Tomando tinta y papel se deja llevar por la intuición donde
escucha esa voz que nadie más detecta, entrando así en un momento de gracia. Empieza con este ejercicio de libertad
donde se enfrenta con ella misma, una meditación de donde saldrán ideas, reflexiones,
donde sentirá alegría o tristeza; percibo que el resultado no importa, le importa
el momento. Curiosamente el resultado es algo con lo que el espectador puede identificarse
fácilmente, esto sucede porque fue realizado con sinceridad, con una pureza de muy
adentro, donde reconoce algo muy antiguo mientras dibuja. Veo sus dibujos y puedo
sentir que existe una línea conductora al inconsciente, si sigo esta línea puedo
asomarme a mi interior, eso es lo maravilloso de la obra de Susana, te lleva de
la mano por el sendero de tu propia alma.
He visto a Susana en mis sueños, siempre me
resulta familiar. He llegado a pensar que nos podemos comunicar a través de ellos,
como si viviéramos en una realidad paralela. Así también percibo su obra, como un
pedazo de vida paralela que queda estático en el soporte. La obra de Susana Wald
es vida, hace que a uno se le corte el aliento y los suspiros se presenten así sin
más ni más. Las creaciones de Susana te enfrentan con lo que uno cree que no existe
porque está bien oculto.
La obra de Wald es un referente de lo femenino,
una manera de liberar a la mujer de cualquier límite. Sus pinceladas danzan alrededor
del fuego femenino como un ritual de sanación que purifica el lugar de la mujer
en el mundo, creadora de vida, Diosa efervescente que mantiene al mundo girando.
Susana es firme en sus ideas y convicciones
y tiene la capacidad de expresarse sin ningún problema, dirige el trayecto de sus
trazos, pero no siempre dirige el resultado, sin embargo, mantiene firme la intención.
Otras veces pinta sin intención, pero siempre con sinceridad brutal dejando pinceladas
de un color que aún no se nombra.
Una condena,
eso es lo que resulta el acto de pintar, y no una condena en sentido negativo, simplemente
es para lo que se nace. Susana está condenada a pintar y es una prioridad para mantenerse
sana.
No hay ninguna
pretensión en su obra, solo un deseo profundo por la vida, por fluir con el universo.
Esto es lo que hace la obra de Susana totalmente auténtica, universal.
Sin tanto
pensarlo ha realizado series completas, mucha obra en tela, papel y cerámica que
analiza posteriormente encontrando el sentido, el mensaje que viene directamente
de ese lugar que solo ella puede visitar, invitando al espectador a viajar por ese
túnel de emociones para posiblemente llegar a pisar ese lugar escondido, algo que
existe en el cosmos y que puede llegar a conocer a través de sus piezas si cuenta
con la disposición de despegarse de sus pies, dejar que el espíritu vibre entre
la tela y salga a ese espacio donde el aire es poesía y el agua fluye como la sangre
que el corazón de Susana bombea para que la barca llegue a su destino.
Susana sueña,
deshebra y teje de nuevo los sueños con hilo transparente, formando figuras que
embonan en huecos de nuestro inconsciente, regalando así respuestas de luz a preguntas
que flotan en tinieblas… Susana desmenuzadora de sueños.
3. XAVIER GÓMEZ BRAVO | Susana Wald, amanecer de mandrágora
En 2017, cuando volví a Santiago tras doce años de estadía en Talca, la ciudad
ubicada en el centro sur de Chile y que dio origen al primer movimiento surrealista
chileno y sudamericano (“el único auténticamente surrealista”, según propias palabras
del Nobel mexicano, Octavio Paz), [1]
no pude dejar de pensar en una misión inconclusa que arrastraría con la mochila
de mis recuerdos. Entonces, me puse a pensar por qué era importante intentar rescatar
un referente literario, artístico y cultural vigésimonónico en pleno siglo XXI.
En la actual cultura de la imagen, donde lo visual pareciera destronar la palabra
escrita, cualquier intento de reposicionar un referente literario debía terminar
en un fracaso. Revivir el Grupo Mandrágora en los textos de sus protagonistas, hoy
desaparecidos, parecía no sólo una tarea titánica, sino más que nada el anhelo de
una cofradía casi secreta de jóvenes adeptos de una nueva generación, nacidos en
una región de viñedos y de otrora hacendados ultraconservadores que, paradójicamente,
nunca conocieron en vida a ninguno de los protagonistas mandragóricos de los años
30’. En cierta medida, ellos prolongaron, en el presente, la aventura legendaria
y perdida de aquellos otros jóvenes, estudiantes secundarios, entonces circunscritos
a las paredes del antiguo Liceo de Hombres de Talca y sus alrededores; un grupo
de liceanos irreverentes y prosaicos para los cánones pechoños en la provincia y
la socialité de principios del siglo pasado.
Increíblemente, a pesar de mis temores iniciales
de santiaguino recién llegado, la sola mención de Mandrágora se transformaría en
algo mágico, gracias a este grupo de jóvenes seguidores que, por otra parte, facilitarían
mi inserción social en un medio más bien parco y cerrado como los son en general
las ciudades en provincia, y como aún suele caracterizarse especialmente al talquino.
[2]
En este contexto y a lo largo de más de una
década, reforzamos una amistad en torno a un hito, hoy casi inquebrantable a pesar
de la distancia. Sólo el terremoto en Chile de 2010 nos disgregaría en parte, obligándonos
a replantearnos nuestras relaciones con la ciudad, sus referentes históricos y culturales,
con el arte y sus expresiones locales. Había que reconstruir no sólo los barrios,
bautizar otros nuevos, segregados en los arrabales urbanos con nuevas villas y comunidades
habitacionales, según los ingresos de cada cual. Pero aquello era sólo para atender
el presente inmediato. ¿Y el pasado, qué haríamos para no enterrarlo entre las ruinas
y los derrumbes telúricos?
Entonces, en 2013, intentamos refundar la
“ciudad trueno” (Talca, en lengua originaria mapuche), con un homenaje a los 75
años del nacimiento de un grupo de jóvenes iconoclastas que cambiarían, aunque efímeramente,
los paradigmas estéticos y morales, inclusive antes de hacer su entrada tan triunfal
como ingenua en la gran capital de Chile el siglo pasado, como estudiantes de leyes
(Braulio Arenas y Enrique Gómez Correa). Fue una celebración y conmemoración que
pasó casi desapercibida en la ciudad de fundadora, festejada por los mismos adeptos
que me habían recibido unos años antes, que contó con el apoyo decidido de las autoridades
de turno pero que, sin embargo, crearía un precedente un poco menos exiguo, ampliando
modestamente el círculo de activistas subterráneos, adictos a La Mandrágora.
En el marco de esa celebración, recurrimos
a los últimos testigos directos de esa generación -quizás de manera tardía-, los
protagonistas postergados de una época de raro esplendor en los anales culturales
de un país llamado Chile. Casualmente era una pareja, los únicos que podían relatarnos
con mayor detalle los pormenores, las aventuras y amistades de ese grupo de intrépidos
poetas. Ellos, Susana Wald (1937) y Ludwig Zeller (1927-2019), vivían en México,
distanciados haces varias décadas de Chile y lejos de aquella sociedad poco procaz
de entonces, mucho más recluida que ahora, aunque añorante de lo metafísico, a través
de esos poetas y artistas surreales chilenos (acérrimos anti nerudianos, pro huidobreanos
convencidos), en un país y ciudad igualmente surreales, siempre en busca de una
identidad y características propias. Los trajimos para que nos acompañaran presencial
y simbólicamente en esta aventura por recuperar el tiempo perdido, a un paréntesis
lúdico y poético de comensales exclusivos, en la provincia del “Chile profundo”,
donde también se gestó el sueño de André Breton y sus acólitos, pero al otro lado
del mundo.
Entonces, como organizadores de esta conmemoración,
nos atrevimos a sugerir a Susana que plasmara este precedente, contra viento, marea
y las burocracias locales, a manera de hito imborrable, en un mural recordatorio
de aquellos poetas agrandados, los “afrancesados” de Talca. ¿Quién más podía abarcar
esta tarea titánica, con mayor autoridad?
Susana, nacida en Hungría y posteriormente
nacionalizada chilena y canadiense, poseía la impronta y los referentes necesarios
para concretar este mural, a fin de inmortalizar el nacimiento de una epopeya poética
y estética cuyos ecos aún resuenan en las nuevas generaciones, poco dispuestos a
dejar morir los sueños, la imaginación y el “solipsismo” de los surrealistas
en el mundo.
No puedo dejar recordar el verdadero parto
que significó la realización de esta obra, que hoy podemos admirar en el edificio
del gobierno regional de Talca. Una labor titánica que demostró no sólo la capacidad
creativa de Susana, sino también su tesón por impregnar en nuestro imaginario un
instante épico de la poesía chilena, aunque en una de las ciudades más indiferentes
con su propia memoria patrimonial y literaria, como lo es Talca.
No exenta de tropiezos y dolor, entre otras
razones por la enfermedad y posterior partida de Ludwig Zeller, su compañero y cómplice
creativo de toda una vida, la inauguración final del mural “Amanecer de Mandrágora”
en abril de 2018, plasmó la impronta creativa de Susana Wald, como si fuese un oasis
en un desierto de ideas imperecederas, sequía propia de un mundo globalizado, donde
lo “soft” y efímero priman.
NOTAS
1. Los Hijos del Limo. Seix Barral-Biblioteca
de Bolsillo, 1998. ISBN-10/13:
8432230413 / 978-8432230417
2. Gentilicio de los habitantes de
la ciudad de Talca.
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• ÍNDICE
AGLAE MARGALLI | Susana Wald, la pochota
https://arcagulharevistadecultura.blogspot.com/2020/10/aglae-margalli-susana-wald-la-pochota.html
BEATRIZ HAUSNER | Conversando con Floriano Martins sobre Susana Wald
https://arcagulharevistadecultura.blogspot.com/2020/10/beatriz-hausner-conversando-con.html
EDUARDO BRAVO PEZOA | Los papeles de Susana Wald en Talca (Desde la ciudad de
La Mandrágora)
https://arcagulharevistadecultura.blogspot.com/2020/10/eduardo-bravo-pezoa-los-papeles-de.html
ENRIQUE DE SANTIAGO | Susana Wald, el puente hacia lo oculto
https://arcagulharevistadecultura.blogspot.com/2020/10/enrique-de-santiago-susana-wald-el.html
FLORIANO MARTINS | Susana Wald y la vastedad simbólica
https://arcagulharevistadecultura.blogspot.com/2020/10/floriano-martins-susana-wald-y-la.html
GUILLERMO GARCÍA | Susana Wald, la encantada
https://arcagulharevistadecultura.blogspot.com/2020/10/guillermo-garcia-susana-wald-la.html
MACARENA BRAVO | Diálogo con Suzana
Wald
https://arcagulharevistadecultura.blogspot.com/2020/10/macarena-bravo-dialogo-con-suzana-wald.html
PATRICIO ANDRÉS BASCUÑÁN CORREA | Las puertas de Susana Wald (1967-1970)
https://arcagulharevistadecultura.blogspot.com/2020/10/patricio-andres-bascunan-correa-las.html
SUSANA WALD | Manifiesto obligado
https://arcagulharevistadecultura.blogspot.com/2020/10/susana-wald-manifiesto-obligado.html
XIMENA OLGUÍN | Lo femenino en Susana Wald o el origen de la consciencia
https://arcagulharevistadecultura.blogspot.com/2020/10/ximena-holguin-lo-femenino-en-susana.html
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Agulha Revista
de Cultura
UMA AGULHA NO
MUNDO INTEIRO
Número 160 |
novembro de 2020
Artista convidada: Susana Wald (Hungria, 1937)
Fotógrafa convidada: Dulce Ángel Vargas (México, 1981)
editor geral
| FLORIANO MARTINS | floriano.agulha@gmail.com
editor assistente
| MÁRCIO SIMÕES | mxsimoes@hotmail.com
logo & design
| FLORIANO MARTINS
revisão de textos
& difusão | FLORIANO MARTINS | MÁRCIO SIMÕES
ARC Edições ©
2020
Dear friend,
ResponderExcluirThe edition dedicated to Susan Wald is beautiful. Congratulations.
At a time of coronavirus, when the world is silenced by fear of a pandemic,
is Your initiative emerging from the greatness of Madame Wald a balm,
who came to me from a great distance across the ocean. I bow to the artist, whose work fulfills and refers to ancient teachings about the beauty and greatness of the human genius.
Thank you for thinking of me with the shipments. I wish you health and faith in the good of man in the time of trembling, in anticipation of change for better days,
Yours,
Jan Dočekal
He de felicitarte de nuevo Floriano por tu estupendo monográfico dedicado a la figura y obra de Susana Wald. Una figura importantísima dentro del panorama surrealista. No la conocí mucho, pero tengo un gran recuerdo de ella cuando coincidimos en un congreso surrealista en Santiago organizado por el grupo Derrame a cargo de Enrique de Santiago. La pareja que hacía con Ludwing Zeller era mítica y un gran referente para todos nosotros. Gran señora. Gran artista.
ResponderExcluirAbrazos,
Juan Carlos Valera
What a wonderful celebration of a wonderful artist and creative energy Susana. I had the greatest pleasure and privilege to meet both Susana and Ludwig in Hannover, Germany, back in the early 1990s. Truly the kindest and warmest of people, it was so lovely to meet them.
ResponderExcluirIn dearest friendship to you.
A big hug to you.
John Welson