• EDITORIAL – PARTITURAS DEL
MARAVILLOSO: REPÚBLICA DOMINICANA
SOLEDAD ÁLVAREZ | Una isla que es muchas
islas
República Dominicana ocupa las dos terceras partes de La Española, segunda
isla más grande de Las Antillas, en el Caribe. Si la condición de isla, como
afirma Fernando Aínsa, más allá de la determinación geográfica es también un
modo peculiar de enfrentar la existencia, una “manera de encarar el cosmos”; si
la insularidad, esa “maldita circunstancia del agua por todas partes” a la que
se refirió de manera memorable el cubano Virgilio Piñera condiciona la sensibilidad
del hombre isleño, su vivir hacia dentro según el dominicano Manuel Rueda,
su capacidad para enfrentar las
adversidades y asumir las paradojas: mar/tierra, encierro/libertad,
aislamiento/migración, la primera incertidumbre que define a los dominicanos y
ha marcado nuestra cultura es la que surge de la isla dividida, de la
existencia de dos países con dos lenguas, dos culturas, dos Estados diferentes
en un territorio pequeño rodeado por el agua. No es este el espacio para
resumir los acontecimientos que hicieron posible la singularidad. Baste señalar
el sello de la tensión histórica agravada en las últimas décadas por las cada
vez más abismales diferencias que hacen de la República Dominicana la primera
economía de América Central y del Caribe, y de Haití el más pobre de los países
de América. Mientras en el lado oriental de la isla, el destino turístico más
conocido y visitado de Centroamérica y el Caribe, apuntalado por una democracia
que aunque defectuosa y empañada por la desigualdad y la corrupción ha logrado mantener la estabilidad, recibió
en 2019 más de seis millones de visitantes, y en 2021, a pesar de la pandemia
cerca de 5 millones de turistas desparramados en los miles de hoteles y playas
paradisíacas, en la parte occidental un pueblo agoniza víctima de las élites
económicas, la clase política y las catástrofes naturales, abandonado por la
comunidad internacional, por sus dioses negros y blancos.
Isla de contrastes y dualidades. Isla negada en dos medias islas
inexorablemente compelidas a mirarse y entenderse, pero de espaldas a esa otra
en relación con la cual nos definimos. Islas múltiples. La más conocida por su
valor de cambio la isla de paisajes deslumbrantes, de innumerables playas
azuliblancas, valles recubiertos del verde furioso de los árboles, altas
montañas vestidas de escarcha, y hasta desiertos y dunas de fina arena y
mangles espejeantes por el sol. “República Dominicana lo tiene todo” reza el
equívoco lema turístico aderezado de merengue, bachata y ron. Pero también hay islas regionales, tan
distintas entre sí dentro del territorio de la media isla que cada una parece
otro país, y en las que todavía sobreviven modos y manifestaciones culturales
propios en la gastronomía, el folklore, carnaval, ritos y prácticas mágico
religiosas; islas urbanas como microcosmos o anillos en ciudades de ilustre
estirpe colonial o de reciente desarrollo, barrios marginados acogotados por la
miseria, barrios populares y bulliciosos, zonas residenciales de casas
opulentas, modernos edificios y centros comerciales a poca distancia del
comercio informal. islas reales e
imaginadas en las que escribimos nuestros sueños sin que “el triunfo del
devenir” haya podido vencer a nuestros demonios.
La conciencia de isla es reciente en las últimas generaciones dominicanas.
Durante mucho tiempo vivimos no solo de espaldas a Haití sino también al mar.
Están ahí, son parte nuestra y podría pensarse que por esa razón los
ignorábamos. Sin embargo, aparecen en nuestra literatura en los años
posteriores a la guerra restauradora de 1868, momento de fijación de la
conciencia de la nacionalidad, señala Pedro Henríquez Ureña, y del ideario
antillanista de Hostos, Luperón, Betances, Martí, Maceo; luego, durante los
treinta años de la dictadura trujillista –excepción hecha de La Poesía
Sorprendida–, desaparecen sepultados por su nacionalismo excluyente y
aislacionista; y si en los años del despertar democrático y las luchas
libertarias, abiertas las puertas y ventanas al mundo nos descubrimos
integrantes del Caribe, reconociendo la presencia negra en nuestra cultura, el
giro no pudo trascender las capillas de la izquierda. Tuvo que llegar el maremoto de la crisis de los
ochenta, con la consiguiente migración económica tras el sueño americano, en la
que las peligrosas yolas marcan el encuentro fatal con el mar, y más tarde la
revolución que ha significado el encuentro de la piedra filosofal del turismo,
“el gran cambio” con las rupturas en el tejido social, para que nos
reconociéramos condenados y salvados por la isla, y obligados a salir de
nosotros mismos por la violencia del capitalismo salvaje y la globalización,
enfrentáramos los nuevos, cambiantes rostros de la realidad.
Gracias a José García Cordero y a los autores que atendieron nuestro
llamado. Gracias a Floriano Martins por su amistad y paciente espera.
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• ÍNDICE
ALEJANDRO PAULINO RAMOS | La
bachata dominicana y el sincretismo en la música caribeña
https://arcagulharevistadecultura.blogspot.com/2021/12/alejandro-paulino-ramos-la-bachata.html
AMABLE LÓPEZ MELÉNDEZ
| José García Cordero
después de la pesadilla
https://arcagulharevistadecultura.blogspot.com/2021/12/amable-lopez-melendez-jose-garcia.html
BASILIO BELLIARD | El ensayo en las letras dominicanas
https://arcagulharevistadecultura.blogspot.com/2021/12/basilio-belliard-el-ensayo-en-las.html
JOSÉ ALCÁNTARA
ALMÁNZAR | Una mirada a la cultura dominicana
https://arcagulharevistadecultura.blogspot.com/2021/12/jose-alcantara-almanzar-una-mirada-la.html
JOSÉ MÁRMOL | Poesía y diversidad en un mundo globalizado
https://arcagulharevistadecultura.blogspot.com/2021/12/jose-marmol-poesia-y-diversidad-en-un.html
MANUEL MORA SERRANO | Cómo y
cuándo se conoció el Futurismo en Latinoamérica y en Santo Domingo
https://arcagulharevistadecultura.blogspot.com/2021/12/manuel-mora-serrano-como-y-cuando-se.html
MÉDAR SERRATA | Noticias de Cosmópolis: La ciudad de Santo Domingo entre las ruinas y
la modernidad
https://arcagulharevistadecultura.blogspot.com/2021/12/medar-serrata-noticias-de-cosmopolis-la.html
PEDRO DELGADO MALAGÓN | Conjeturas de la noche
https://arcagulharevistadecultura.blogspot.com/2021/12/pedro-delgado-malagon-conjeturas-de-la.html
PLINIO CHAHÍN | Los medios
no tradicionales en el arte dominicano
https://arcagulharevistadecultura.blogspot.com/2021/12/plinio-chahin-los-medios-no.html
SOLEDAD ÁLVAREZ | Pedro
Henríquez Ureña: una conversación que no termina
https://arcagulharevistadecultura.blogspot.com/2021/12/soledad-alvarez-pedro-henriquez-urena.html
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Agulha Revista de Cultura
UMA AGULHA NA MESA O MUNDO NO PRATO
Número 191 | dezembro de 2021
Curadoria: Soledad Alvarez (República Dominicana, 1950)
Artista convidado: José García Cordero (República Dominicana, 1951)
editor geral | FLORIANO MARTINS | floriano.agulha@gmail.com
editor assistente | MÁRCIO SIMÕES | mxsimoes@hotmail.com
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revisão de textos & difusão | FLORIANO MARTINS | MÁRCIO SIMÕES
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Excelente editorial, un abrebocas delicioso antes de internarnos en la lectura de Agulha Revista de Cultura con este dossier dedicado a la República Dominicana
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