Agulha Revista de Cultura: FLORIANO MARTINS

2014 Abundância

2014 Apelido

2014 Convicção

2014 Crueldade

2014 Desamparo

2014 Dispersão

2014 Eclipse

2014 Epifania

2014 Espreita

2014 Evidência

2014 Extravio

2014 Farsa

2014 Franqueza

2014 Hipnose

2014 Ilustração

2014 Imitação

2014 Inacabada

2014 Inevitável

2014 Infância

2014 Insônia

2014 Metafísica

2014 Nudez

2014 Obsessão

2014 Permanência

2014 Presságio

2014 Prudência

2014 Ressurreição

2014 Sintaxe

2014 Sobrenome

2014 Sonambulismo

2014 Testemunha

2014 Tráfico

Quando o poeta venezuelano Miguel Márquez me pediu para traduzir e ilustrar seu livro, Campana en el fondo del río, sabíamos que essa ilustração não se daria senão através de um intenso diálogo com seus poemas, quase como se ambas, imagem plástica e poética, tivesse sido escrita ao mesmo instante. Enquanto o traduzia, ao ler o verso: O verbo seria uma verdade e tu e eu sem outra companhia, dei por achada a chave que definiu que a cada poema corresponderia uma imagem a partir do encontro com a essência de sua ação, o seu verbo encarnado. Possuído pela lição máxima desse imenso artista brasileiro, Antonio Bandeira, dei às imagens o ambiente propício para uma orgia entre a paisagem, a figura e a abstração. Na edição brasileira (Natal: Sol Negro Edições, 2014), bilíngue, cuja capa eu também assino, Miguel Márquez observa:

Aqui se encontram reunidas as forças poéticas que se puseram em movimento para criar um livro especial, fora de série, em edição pela Sol Negro, sob a coordenação qualificada e exigente de Márcio Simões, e particularmente dá conta, este objeto quase irreal por sua beleza resplandecente, da empatia, do entusiasmo mútuo, e de uma espécie de rara transparência, de luminosa realização do espírito. E eu me senti acompanhado, interpelado, gratificado, con o ensaio fotográfico de Floriano Martins, que é verdadeiramente uma leitura surrealista dos textos, uma obra concreta em seu conjunto, e um presente tangível que acaso não chego a compreender como deveria. Pois situações como estas, eu bem sei, não costumam ocorrer.

São palavras que atestam o intenso afeto que temos um pelo outro, este notável e raro promovedor cultural que através deste livro nos surpreende a todos também como um sensível poeta.

Más de treinta fotografías de Floriano Martins acompañan un libro de poesía. Su autor es el poeta venezolano Miguel Márquez. El poemario lleva el título de Bronce al fondo del rio.

Lamento decir que desconozco la poesía de Márquez, aunque es seguro que más adelante, Floriano Martins me haga llegar una muestra de sus poemas. De manera, que por lo pronto solo voy a sumergirme en ese espacio insólito de las fotografías.

En primer término, estas fotografías son un reto visual. Cada una nos permite adentrarnos en una especie de río, de manera que el elemento agua será el símbolo más representativo de este trabajo surrealista de Floriano,

Para Gastón Bachelard en su libro El agua y los sueños dice lo siguiente: Antes de ser un espectáculo consciente todo paisaje es una experiencia onírica. Sólo se miran con una pasión estética los paisajes que hemos visto primero en sueños.

Es así como vemos plasmadas en las fotografías la mirada, la percepción y la imaginación de Floriano Martins. ¿Por qué de dónde más podrían emerger esas cambiantes y sinuosas formas que logramos presentir más que mirar en estas sus fotografías?

Para Bachelard el elemento agua es parte de la filosofía heracliteana y es una filosofía total. Para el filósofo el agua es un elemento transitorio. Añade, además que el ser consagrado al agua es un ser del vértigo.

Y continúo leyendo a Bachelard porque sé que sus postulados me llevarán a comprender desde lo más íntimo estas fotografías. Para el filósofo el poeta más profundo es el que descubre el agua vivaz, el agua que renace de sí, el agua que no cambia, el agua que marca con su signo imborrable sus imágenes, el agua que es un órgano del mundo, un elemento de los órganos corrientes, el elemento vegetante, el elemento que lustra el cuerpo de las lágrimas.

Sin duda, leer a Bachelard me permite acercarme a cada una de estas fotografías artísticamente concebidas, veladas por un sentir poético hondo, que Floriano muestra aquí también como en sus poemas.

La primera fotografía lleva el título de Abundancia, aquí podemos apreciar la hondura del agua y contornos que pueden significar una y mil opciones. Podemos sentir la fuerza del torrente y los colores que remiten al agua como elemento.

En la segunda representación percibimos la cara de un gato, pero todo es parte de un sueño, al mirar solo sabemos que es un mundo de sugerencias y no de realidades.

En la tercera lámina, la mirada se dirige al título que porta y que significa Convicción. Ciertamente la palabra está escrita en portugués, pero ese es su significado en español. La miro detenidamente y trato de adentrarme en ese significativo río de imágenes. Trato de hallar el fragmento de un sueño de Floriano o tal vez de mí misma, como si también fuera un espejo o un espejismo.

Al parecer hay una figura humana muriente que la atraviesa una suerte de espada. Mas el color amarillo situado a la derecha de la lámina se asemeja a un trozo de sol incrustado rio adentro.

La siguiente figura se denomina Crueldad. Pareciera materia desplomada y transfigurada que está situada encima del rio. El fondo no se logra distinguir. Los colores son terrosos, es una suerte de augurio.

Desamparo es otra de las láminas que ilustran el libro de Miguel Márquez. Aquí, al parecer todo está anegado, todo está cubierto por el agua. En las figuras, lo que se insinúa como material, está abandonado, sumido.

Me detengo a mirar ahora la figura que lleva el título de Dispersión. En la fotografía se puede ver un fondo de color celeste que apela a lo cristalino. No obstante, lo que se dispersa son la infinidad de figuras que se asemejan a ramas o a animales remotos.

Debo añadir que no pertenecen al fondo marino estas aguas. Son ríos que se desplazan y en ellos se deja sentir la sentencia de Heráclito. De nuevo traigo a colación los puntos de vista de Bachelard porque estimo que para el tema que trato aquí, él es mi ángel guardián, mi chamán, mi inspirador.

Explica este filósofo francés que es necesario pasar de la psicología de la ensoñación común a la ensoñación literaria. En todo caso aquí miramos de frente las fotografías de Floriano Martins, pero en este caso lo literario y lo gráfico se amalgaman.

También como en los sueños se da la condensación Cada fotografía es un sueño, un espejismo, en donde podemos realizar conexiones, mas todas ellas tan solo nos llevan por caminos sugerentes que nos colman de asombro. Y esto es así porque esas realidades distorsionadas nos llegan en forma directa a nuestro despertar onírico.

Puedo detenerme en cada una de las láminas restantes y tratar de interpretarlas. Sería una elucidación altamente subjetiva. No obstante, al mirar estas obras no puedo ni por un instante apelar a la racionalidad.

De manera que no voy a detenerme a percibir las restantes láminas, y más bien, trataré de realizar una verdadera síntesis de lo ya observado.

Aquí, nuevamente, me enamoro de los pensamientos de Bachelard, quien dice lo siguiente:

Consistirá en probar que las voces del agua son apenas metafóricas, que el lenguaje de las aguas es una realidad poética directa, que los arroyos y los ríos sonorizan con una extraña fidelidad los paisajes mudos, que las aguas ruidosas enseñan a cantar a los pájaros y a los hombres, a hablar, a repetir, y que hay continuidad, en suma, entre la palabra del agua y la palabra humana.

Y añado que también se hace una metáfora con las fotografías. Por lo demás, hay un pensamiento de Bachelard que resulta muy inquietante, pero que vale la pena pensarlo y repensarlo por hondo y significativo. Es el tema de Narciso, el bello joven que ve reflejado en el agua.

Pero ¿cómo colocar este mito en las fotografías de Martins? Empiezo a cavilar y sé que para Bachelard, el cielo, las nubes y todo cuanto hay en la naturaleza se refleja en las aguas, no solo el bello rostro de Narciso, de manera que, hay o se da más bien un narcisismo cósmico.

El agua: fuerte elemento que contiene la vida toda, se convierte en símbolo y metáfora en estas fotografías. Podemos interpretar estas figuras, son sugerentes y sobre todo de carácter surrealista, de ahí que apelan a la ensoñación y al onirismo. El agua en sí misma es poética.

MÍA GALLEGOS | Mayo de 2023