quinta-feira, 30 de março de 2023

FLORIANO MARTINS | Lábios pintados de azul


 



CENTRO DE ESTUDOS BRASILEIROS | San José, Costa Rica, março de 2016 | Individual com fotografias digitais realizadas para capa e interior do livro homônimo de Alfonso Peña



2016 Rachel y sus arañitas # 1


2016 Rachel y sus arañitas # 2


2016 El affaire Bernard Ginger # 1


2016 El affaire Bernard Ginger # 2


2016 Réplicas de Manolo # 1


2016 Réplicas de Manolo # 2


2016 Leila y sus ascensores # 1


2016 Leila y sus ascensores # 2


2016 La amatista perfecta # 1


2016 La amatista perfecta # 2


2016 Labios de Violeta # 1


2016 Labios de Violeta # 2


 


El lenguaje y las artes se entrelazan, se confrontan, a veces crean vasos comunicantes o bien, se mistifican para crear universos oníricos.

La cercanía de la ensoñación en el tiempo del relato y la abstracción en la contemplación de una obra de arte, nos devuelven el devenir de un tiempo psíquico al margen de nuestra temporalidad. Pasar por el tamiz de esta experiencia abre las puertas a una impronta que apenas atisbamos y que puede desvelarse rasgando el espacio de la vigilia. Sólo así, existimos en un instante en el que somos Uno con el Todo y en el que brevemente permanecemos en un ensimismamiento que nos adentra en la marea de un océano, donde la magia y el cosmos fluyen, en un vaivén que nos sumerge en las profundidades de unas aguas desconocidas o tal vez, olvidadas.

El Surrealismo rompió los diques de esas aguas apenas contenidas, para que fluyéramos libres y primigenios en otra realidad carente de fronteras.

Desde que sonaron las palabras de André Breton en aquel Primer Manifiesto de 1924 cuya declaratoria contenía el desafío de un grupo de poetas que concebían el arte como vías alternas de realidad. Girones de existencia contenidos en una cartografía desconocida. Los ecos ancestrales de la tribu empezaron a repercutir en voces subsecuentes para no callar jamás y esa sonoridad se expande dentro de un espacio imposible de asir. Formas huidizas, aleteos de palabras, colores que se deslavan sin poder retenerlos. Los acordes de una música lejana que nos envuelve quizás en la nostalgia de un mundo arcaico. Un mundo primitivo que nos lleva hacia aquel instante donde la conciencia apenas emergía entre la oralidad y el sueño. Un momento de nuestro paso como humanos, al que tal vez podemos acceder de nueva cuenta, si nos atrevemos a abrirlo con “Las llaves del deseo”. Al menos así, lo concibieron en 2016 en Costa Rica, un grupo de artistas invitados por Amirah Gazel y Alfonso Peña, cuya iniciativa reunió a seres de varias latitudes. Disimiles en experiencias, pero convergentes en el flujo que hace añicos el sentido común, para invocar con vehemencia un impulso creador llamado surrealismo. La cita fue en la ciudad de Cartago, llamada también, “la ciudad de las Brumas” por la niebla que se desarrolla en la zona durante la mayor parte del año. Una geografía propicia para dejarse llevar por el influjo y la cadencia de otros ritmos ajenos y distantes. El recinto elegido fue el Museo, convertido en territorio tutelar de más de 350 obras de arte. Un mosaico cultural de múltiples visiones generacionales donde técnicas diversas, como collage, pintura, dibujo, escultura, grabado y arte objeto, conformaron una aventura inédita en nuestro continente. La primera exposición de arte surrealista en Centroamérica.

Los artífices de este magno proyecto contaron con la complicidad de un brasileño ensayista, poeta, editor, artista plástico Floriano Martins, autor de varios libros y artículos sobre el Surrealismo en América Latina que ha puesto en el mapa del mundo la literatura de su país, en especial la de connotaciones surreales. Para Floriano, me atrevo a decir, porque he mirado por algunas ventanas de su creatividad, el surrealismo es mucho más que un tema, es una esencia, un estado de ánimo, una forma de ser y estar en un universo ajetreado y caótico como lo es su curiosidad intelectual, como la diversidad mágica de su arte, como la experimentación de técnicas y estilos que nos adentran en los espacios oníricos que él crea.

“Las llaves del deseo” fue sólo una aventura más que compartieron, Alfonso Peña y Floriano Martins. Un anhelo que se venía gestando de tiempo atrás.

El abrazo intelectual y de resonancia creativa entre estos dos artistas, unió dos sensibilidades en un cruce de geografías exuberantes que propició la confluencia de dos lenguajes que resonaron en múltiples acordes para crear, desde que coincidieron por primera vez, hace ya muchos lustros, una serie de proyectos conjuntos. Un transitar en la cartografía del arte que recorrieron en obras plásticas, en revistas digitales e impresas, en ensayos, en libros, en foros internacionales, hasta que Alfonso abandonó este mundo para viajar por la vía láctea, así lo imagino, hacia ese cosmos que alguna vez soñó con los ojos abiertos en el atardecer, entre copas de cristal ahumado, diálogos, sensaciones e ideas que emergían del sueño

Alfonso, era un ser inagotable de visiones abiertas que provenían de la manera de asumirse como ciudadano del mundo. En su alforja de creador trashumante cabían enseres de diversa índole. Lo mismo era un promotor cultural generoso y fraterno, que un entusiasta coleccionista de arte o bien, un editor arriesgando sus sueños literarios para invitar a otros a viajar con él en la nave de los locos. La manifestación más cercana de que sus itinerarios tenían otras coordenadas y de que sus pensamientos rozaban espacios infinitos, está quizá en la nomenclatura de sus diversas andanzas por los caminos del arte: Andrómeda, proyecto editorial que contó con una serie de publicaciones impresas, incluida la revista de artes plásticas y literatura de la misma filiación, que navegó con buen viento durante diez años (1980-1990). Después vendría Matérika (revista digital e impresa) y el artefacto poético-gráfico Manija, que dirigió junto con el editor y escritor Tomás Saraví.

La avidez existencial y creativa de Alfonso, lo ubicaron como agitador cultural y lo fue en más de un sentido, al reunir en sus iniciativas, voces e identidades de ambos continentes. Artista gráfico en búsqueda constante de la estética, se vinculó a la corriente del Surrealismo Latinoamericano desde la década de los ochenta. Fue autor de libros de diversos géneros, cuento, ensayo, entrevista que vieron la luz bajo títulos, como Noches de Celofán, La Novena Generación, Cartografía de la imaginación, Conversas, Labios Pintados de Azul, libro de cuentos, este último, que celebran una estética vidriosa también llamada estética del mal a la manera de los llamados escritores malditos, como Baudelaire, Lautrémont, Bukowsky , Georges Bataille y muchos más.

El propio Baudelaire, en su tiempo afirmaba: La virtud es artificial, sobrenatural. El mal se hace sin esfuerzo, naturalmente, por fatalidad y de Isidore Ducase, Conde de Lautrémont, se tiene la percepción de que acaso fue una víctima que cae en la degeneración como consecuencia de la incomprensión… y, especialmente, de su extrema sensibilidad ante la maldad humana, pues se mostró incapaz de entender a la sociedad oscura y podrida en la que le tocó vivir.

Navegar contra corriente es otro de los atributos del Surrealismo, así que en la edición número dos de Labios Pintados de Azul, Alfonso y Floriano, se embarcaron de nueva cuenta en un viaje de imaginerías. La narrativa del primero fue secundada por la inagotable creatividad del segundo para vislumbrar la otredad en un juego de espejos y en esta segunda vuelta, el libro trasciende su valor literario para convertirse en pieza de arte al incorporar la serie de fotografías digitales creadas exprofeso por el artista brasileño.

Una vez realizada la publicación que mejor escenario para festejar esta nueva complicidad que el Festival de Arte Surrealista, “Las llaves del deseo”. El Centro de Estudos Brasileiros con sede en San José, Costa Rica, abrió sus puertas, ese 2016, para exhibir en formato impreso la serie de imágenes que bajo el mismo título “Labios Pintados de Azul” celebran con júbilo una cosmogonía compartida en el bagaje cultural y en el profundo conocimiento de las tradiciones de la cultura caribeña.

Si por una parte, el escritor costarricense nos presenta en el libro que comentamos, personajes alcohólicos, pervertidos, voyeristas, hechiceros, que nos develan un submundo difícil de presentar y que se mueven al margen de un entorno social que los ignora, pero que los presiente como en un sueño; por la otra, la galería del brasileño, crea atmósferas que nos adentran hacia visiones movedizas donde figuras y elementos de cultos paganos se extienden como sombras de esa otredad de la que nada sabemos pero que nos inquiere desde el silencio.

Hechicería, magia negra y realidad oscilan como péndulo fatídico en una sucesión de situaciones inciertas que nos invitan a traspasar los umbrales de otro mundo. En esta serie de imaginerías dislocadas, creadas por Floriano, el tiempo se fragmenta en una pedacería de objetos que coexisten sin orden aparente creando la impresión de una realidad evanescente.

Hay un misterio que se bosqueja en el manejo del color, en el entrecruzamiento de objetos disimiles, que van de lo ancestral a lo contemporáneo. Una atemporalidad transita por esta muestra visual para crear una impresión onírica. Una mixtificación de ámbitos que permiten entrever una percepción alterada entre la imaginación y el sortilegio. Cada propuesta plástica se insinúa como detrás de un velo. Las huellas y los símbolos se conjuran de manera plástica para dejarnos adivinar una fuerza sobrenatural que quizá podemos invocar mediante acciones rituales. Hay una historia no contada que estalla como flash ante nuestra mirada. Una sucesión de instantáneas como ecos de cierta iniciación y que se erige en pequeños altares que son como puentes hacia un mundo espiritual oculto y desconocido. Resabios donde el candomblé se asoma y nos recuerda el culto de un origen totémico. Una repercusión de tambores como un llamado lejano y ancestral repercute también en esta propuesta estética.

La obra de Floriano es sorpresiva e inesperada, lo mismo poesía, ensayo o sus creaciones plásticas siempre nos vislumbran caminos, figurados o insondables en el tránsito de la existencia. Sólo él habita un territorio de confluencias, de diálogos polimorfos entre creadores y obras de arte. Hay también otro aspecto que resuena como un eco presente en todo lo que hace y es la música. Tanto el habla, como la escritura o sus creaciones visuales conllevan una musicalidad de la que tal vez no es consciente porque es parte intrínseca de su forma de ser y de estar en este mundo o quizá, se deba a su filiación brasileña. La exuberancia de su país natal y su bonhomía como artista se desprende de su sonrisa amplia y de su generosidad de brazo abiertos.

La coincidencia mágica de hallazgos insospechados cruzó nuestros senderos en el 2016, en San José, Costa Rica. La ocasión, “Las llaves del deseo” que propició nuestro encuentro surrealista. Alfonso Peña, Floriano Martins y la que esto escribe nos estrechamos en un abrazo entrañable y fraterno que corrobora lo que Borges alguna vez expresó: Todo encuentro casual es una cita.

 

AGLAE MARGALLI | Abril de 2023

  

















PROPRIEDADE IMAGINÁRIA

Galeria Virtual | FLORIANO MARTINS

SALAS DE VISITA

 

1990-2012 A IMAGEM E A SEMELHANÇA Entrevista com Floriano Martins

1998-2023 TRAJETÓRIA DE UM CAPISTA (seleção)

2010-2014 SÁTIRA DE ESPELHOS 

2011 NA MÃO DE ADÃO CABEM TODOS OS SONHOS Texto de Jacob Klintowitz

2012 PERMANÊNCIA DA REALIDADE

2013 SOMBRAS RAPTADAS Texto de Berta Lucía Estrada

2014 BRONZE NO FUNDO DO RIO Texto de Mía Gallegos

2014 CINEMA IMAGINÁRIO Texto de Floriano Martins

2014 MÁSCARA IMAGINÁRIA Texto de Floriano Martins

2014 MÚSICA IMAGINÁRIA Texto de Floriano Martins

2015 A MOBÍLIA VIOLENTA DO FOGO Texto de Leila Ferraz

2015 A EXPRESSÃO DO LAMENTO 

2016 CIRCO CYCLAME

2016 LÁBIOS PINTADOS DE AZUL Texto de Aglae Margalli

2017 OSSOS DO ESPÍRITO 

2018 SELVA DE PELES Texto de Elys Regina Zils

2023 O CEGO IDEALISTA Texto de Wasily Kaplowitz

2023 A ÚLTIMA LINHA CAPAZ DE DEVOÇÃO Texto de Maria Lúcia Dal Farra


 

Agulha Revista de Cultura

Criada por Floriano Martins

Dirigida por Elys Regina Zils

https://arcagulharevistadecultura.blogspot.com/

1999-2023


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