Originalmente publicada na revista Acrobata, Piauí, novembro de 2020
Floriano Martins
es insaciable, semeja un náufrago que navega con aparente certeza en los
océanos cibernéticos, pero sin ocultar esa evidencia de todo alucinado, de todo
sujeto extrañado de sí mismo, sediento de ser y estar al mismo tiempo en el
lugar del deseo, el propio y el ajeno.
JOSÉ ÁNGEL LEYVA
Conocí a Floriano
Martins (Fortaleza, Brasil, 1957) debido a ciertas preocupaciones que, en su
momento, me diera la obra y la figura de Humberto Díaz-Casanueva. Persuadido
por las reiteradas menciones que hiciera sobre el chileno en no pocas
entrevistas en las que se hablaba de autores claves para Hispanoamérica decidí
rastrear algún punto de contacto. Llegué, entonces, a dos de sus proyectos
editoriales: Agulha Hispánica y Banda Hispánica. Un descubrimiento feliz porque
es realmente difícil encontrar revistas que tengan una línea editorial tan
ambiciosa y que, al mismo tiempo, la sigan a cabalidad; teniendo por fin la
discusión del fenómeno poético en Latinoamérica (entiéndase, en los 19 países
que la conforman) esta revista conjunta autores tan definitivos como Eunice
Odio (Costa Rica), Manuel del Cabral (República Dominicana), Rosamel del Valle
(Chile), Martín Adán (Perú), Aurelio Arturo y Jorge Gaitán Durán (Colombia)
además de otros más oficialmente distribuidos, pensados y criticados. Ensayos,
entrevistas, antologías, éstas revistas son un banco de datos sin ningún tipo
de priorización o exclusión externa a la calidad poética de los textos
revisados: una suerte de eje en cruz, un centro expansivo por definición
encargado de recoger las diversas modulaciones que la poesía ha alcanzado no
solo en lengua española sino también en portuguesa.
IGNACIO RAULD (La
cabina invisible)
Comienzo por traer a colación estas dos citas de José Ángel Leyva e
Ignacio Rauld porque definen muy bien el universo literario de Floriano
Martins; e incluso antes de leerlas yo pensaba algo similar.
Floriano Martins es un intelectual que estimula
al creador, y es, además, un gran pedagogo.
Floriano Martins, el escritor de los mil retos,
es un intelectual en todo el sentido de la palabra, es un hombre generoso, y no
duda en lanzar permanentes desafíos aún cuando el autor que los recibe no se
crea capaz de llevarlos a buen término.
Floriano Martins, es un piloto de naos
imaginarias, conduce bajeles por mares ignotos, escribe bitácoras en el aire y
lleva siempre consigo astrolabios; es un buscador de estrellas y de otros
universos. Nunca duda en invitar a un neófito a que suba a su nave y lo
acompañe en el timón. Conocerlo ha sido uno de los mejores obsequios que me ha
dado la vida y el oficio de escribir.
BLE |
Antes de comenzar con nuestra charla Floriano Martins me gustaría hacerte una
pregunta muy convencional. Generalmente la obra de los escritores y artistas
suele girar en torno a una o varias obsesiones; ¿cuáles es son las tuyas?
FM |
Desde muy temprano me ha interesado el mundo de los abismos psicológicos, los
caprichos del alma, la vorágine de los deseos y los trucos de identidad, sus
disfraces mientras buscamos saber –o devorar– lo que pasa en lo más íntimo del
ser humano. La misma palabra abismo es una
de las más presentes en mi léxico.
BLE |
Vives en un país donde el machismo y la misoginia son una de las peores plagas,
y donde el feminicidio tiene tasas altísimas. Y por supuesto, esto no es
inherente únicamente al Brasil. Lastimosamente la violencia de género es una
constante en toda América Latina. Mi pregunta va encaminada al hecho innegable
que eres un hombre feminista, respetuoso de las mujeres y de sus capacidades
cognitivas e intelectuales. Así que me gustaría preguntarte cómo enfrentas a la
sociedad, no sólo en tu rol de esposo, padre y abuelo, sino como escritor,
intelectual y artista ¿Has debido luchar contra los prejuicios que una postura
respetuosa como la tuya entraña?
FM | Hace
tiempo he tomado un cuidado de no permitir que la sociedad –esa abstracción que
a todo instante se hace pasar por el hombre o que el hombre la pone en su papel
en un teatro de horrores de la realidad– tome lugar en mi creación. Por ende,
en mi propia vida. Hay un vicio de clasificaciones que determina lo que podemos
ser o no. Recuerdo la bellísima película de Agnés Merlet, Artemisia (1997), que cuenta la historia de una
joven artista, en el siglo XVI, que se ve prohibida de pintar desnudos, sobre
todo masculinos, porque a las mujeres está determinado que deben pintar
paisajes, naturalezas muertas etc. El hombre es el guardián de la llave de las
clasificaciones. Más que un hombre feminista –que ya es suficiente
transgresión– yo puedo ser mujer, en el sentido de la percepción de los dones
de la mujer. Pero es como digo, la sociedad en mi vida cumple su papel de
abstracción.
BLE | En
Con los ojos abiertos, la excelente entrevista que le hiciera Matthieu Galley a
Marguerite Yourcenar, ella le dice: Un hombre que lee o que piensa
o que calcula, pertenece a la especie y no al sexo; en sus mejores momentos
escapa incluso a lo humano. Y recuerdo esta cita puesto que tienes
la capacidad para cambiar de piel; y cuando lo digo pienso específicamente en
cambiar de género. José Ángel Leyva lo dice mejor que yo: la poesía floriana se trasviste o se desdobla y habla desde la
feminidad con la misma intensidad que imprime la voz masculina. Una vez más, el
amor reitera su lugar en la existencia, en la voluntad de entrega, de dejarse
preñar hasta la muerte, hasta el último suspiro del amante. La trasgresión está
en cada acto amoroso, en cada pregunta sobre los límites de lo convencional.
En otras palabras, puedes escribir como un hombre o como una mujer; lo que
rompe con el mito que las mujeres escribimos diferente a los hombres. ¿Qué
puedes decirnos al respecto?
FM | Esto
fue algo que siempre me ha despertado indignación. Una vez más los desastres de
las clasificaciones, el torneo de los estereotipos. Es una tontería que tiene
que ver con el mundo lírico, porque en la narrativa o en el teatro, el creador
siempre se encuentra frente al desafío de ser varias voces, distintas no
solamente en los géneros, pero sobre todo en sus singularidades psicológicas.
Lo que cambia en la creación es la firma de cada creador, no importa que sea
hombre o mujer. En el mismo mundo lírico yo tengo poemas escritos como hombre o
mujer. Es un modo de uno desentrañarse, lo que es fundamental para la propia
vida. Ahora esa aberración de los géneros, que ha dado cosas como literatura
femenina, es del mismo orden que nos ha llevado a otras deformidades, como
literatura negra, literatura gay, lo que resume muy bien la hipocresía que
tanto caracteriza el ser humano.
BLE | Y
ésto me lleva a la siguiente pregunta. Generalmente el oficio literario, me
refiero a la creación propiamente dicha, es un trabajo solitario; no obstante,
tú buscas trabajar en proyectos colectivos; bien sea con un autor o con varios.
Lo que Federico García Lorca denominó al alimón; esa hermosa y poética
expresión que le robó al metalenguaje del toreo. ¿Por qué lo haces? ¿Cómo es
esa dinámica? ¿De dónde te surge la idea? ¿Es una aventura? Aunque ya sabemos
que todo acto creativo es una aventura; sin embargo, explícanos cómo lo vives.
FM | Qué
bueno que estamos pasando a limpio todos los manchones de nuestra existencia.
La vida solitaria del poeta es otro sufrible estereotipo. ¿Cómo un ser tan
pleno de vida puede seguir como un solitario en el más alto momento de su
percepción de los misterios de la existencia humana, como lo es el acto
creador? El jazz siempre me ha encantado, por ese resplandor de los vértigos
compartidos, la música hecha por todos y hecha en el exacto momento en que se
la está ejecutando. Así es la vida, una improvisación compartida. La primera
vez que he pensado en esto fue cuando he comenzado a crear escuchando una
música como si estuviera en conversación con ella. En este sentido mágico –no
olvidar que la creación es pura magia– Keith Jarrett debe haber sido mi primero
partenaire de aventura al alimón. He escrito todo un libro en diálogo
permanente con su The Koln Concert. Luego he pasado a
la creación en vivo, en completo estado de improvisación, ya no recuerdo el
momento en que percibimos, en nuestra correspondencia –jamás nos conocimos
personalmente–, un relámpago ha tomado el centro de escenario y nos pusimos a
escribir todo un libro. Hablo de la poeta brasileña Viviane de Santana Paulo,
residente en Alemania. Luego vinieron otros, Manuel Iris, Leila Ferraz, Zuca
Sardan, Berta Lucía Estrada, incluso un ensayo escrito al alimón, con el crítico de arte Jacob Klintowitz.
¿Por qué lo hago? Yo no me pregunto esas cosas. La dinámica, aunque su
principio sea el de la creación compartida, cambia de acuerdo con el proyecto,
igual que con el partenaire. El libro Overnight medley,
escrito con el poeta mexicano Manuel Iris, tuvo una partitura mínima, porque
queríamos que fuera un libro-jazz, sobre la cual improvisamos. Ya en las obras
de teatro escritas con Zuca Sardan, dejábamos al azar conquistar sus modos de
expresión, y el mismo tema llegaba de modo natural, como se estuviéramos
descuadernando el azar y sus caprichos. No es el acto creativo el que es una
aventura. El acto creativo es parte de la rara aventura que es vivir.
BLE |
Además de tu oficio como escritor, poeta y artista plástico, eres traductor,
investigador del surrealismo y la poesía hispanoamericana, y por si eso fuera
poco eres editor. ¿Cómo se compaginan todas esas actividades que para mucha
gente son imposibles de ejercer al mismo tiempo?
FM | No
tengo la sensación de sacrificio o dificultad en realizar todas esas vertientes
de mi vida. Ahora mismo pienso en escribir una novela. Yo creo que hay dos
cosas que ayudan a comprender lo que pasa: primero, la lógica fascinante de los
desafíos –a todo instante tengo que desafiarme, es como un aliento cósmico –,
seguido de la salud orgánica –sin olvidar que el cerebro es parte del
organismo–, ese mineral revelador de las más altas percepciones. Más que eso no
puedo decir, pues sería lo mismo que arrojar la toalla a las tentaciones del
ego.
BLE | En
la entrevista Conversas, de Alfonso Peña. San José, Costa Rica, 2014, dices lo
siguiente: “A principios de los 80, comencé a descubrir Hispanoamérica, un
mundo completamente nuevo para mí, recordando que el periódico Resto
do mundo surge de la necesidad de fundar un espacio específicamente
dedicado a la difusión de literaturas desconocidas en Brasil. El dilema era el
de siempre, por lo que pasamos todos, editores de cualquier parte del mundo. No
hubo apoyo financiero para continuar la aventura editorial. Mis primeros
contactos con el surrealismo en América Latina coinciden con este período. Por
supuesto, antes conocía las residencias nerudianas, pero aquí hablo de otra dimensión del
surrealismo, que es más profunda (desde el punto de vista del lenguaje y
también del carácter de la escritura y su autor) y que tiene un tono diferente
al surrealismo europeo. En ese momento mantuve correspondencia con estudiosos
como los españoles Jorge Rodríguez Padrón y Ángel Pariente, y también con el
rumano Stefan Baciu. Fueron años de correspondencia muy intensa, especialmente
con Rodríguez Padrón. Grabé todo esto en forma de entrevistas. Si
bien eres claro y contundente con el deseo de publicar autores
hispanoamericanos cercanos al Surrealismo quisiera que nos explicaras de dónde
nace ese interés no solo por el tema sino por acercarte a autores desconocidos
en Brasil. En otras palabras, ¿de dónde nacen esas ansias por derribar
fronteras lingüísticas y culturales? ¿Podría decirse que esa postura es
completamente derridiana?
FM | Sí,
aquí utilizas la llave maestra que abre todas las puertas. Más que ansiedad, es
una propensión para el desafío. En este caso el desafío está en derribar
fronteras lingüísticas y culturales, como dices. No se trata de Surrealismo u
otros minerales. Cuando estamos dentro de un laberinto, lo primero que pensamos
es descubrir una salida, pero luego comprendemos que la salida es una consecuencia
de algo mayor: formar un solo cuerpo con el laberinto, una sola alma. Y cuando
descubrimos eso ya no necesita salir, pues el mismo laberinto deja de existir.
BLE |
Cuando hablas de Cinzas do sol dices lo
siguiente: El libro Cinzas do sol (cenizas del sol) se rige por un accidente o por una
casualidad objetiva. El personaje central del libro corresponde a mi abuela
materna. Estaba acostada en la cama, muy enferma, claramente esperando la
muerte. Frente a ella, pensando en la intensa vitalidad con la que conducía sus
días, casi resistí el impulso de matarla. Salí de allí y nunca la volví a ver.
Al llegar a la casa, abrí al azar las páginas de Le coupable, de Georges Bataille, y salta ante mí la frase: La vida es un
efecto de inestabilidad, de desequilibrio, seguido pronto de otro no menos
revelador. Pero es la fijeza de las formas lo que lo hace posible. A partir de
ahí, dejo de ser un mero observador y comienzo a descubrirme como un personaje
de mi escritura. ¿Podría decirse, a la manera sabatiana, que
las coincidencias no existen? Y yo pregunto: ¿El azar no existe? ¿Todo está
preparado de antemano? ¿Sólo somos piezas en un juego de ajedrez del que ya se
ha decidido cómo será la partida?
FM | Yo
creo que una de las trampas más fecundas de la existencia humana es esta de la
bifurcación de dos caminos que se presentan como antípodas. Es una trampa
teológica, que nos lleva a pensar que debemos elegir entre Dios y el Diablo. O
entre el destino y el azar. En la juventud he soñado muchas noches con una mujer
que entraba en el bus donde yo estaba y con un gesto fuerte me mandaba salir.
Una tarde yo estaba en la casa de un amigo cuando llegan sus primos y en la
mujer descubro el personaje de mis sueños. De inmediato salí de la casa, sin
que nadie entendiera el motivo. El día siguiente fue informado de que aquella
tarde, luego que me fui, hubo un asalto en la casa y uno de los hombres armados
había disparado en mi amigo y a su hermano, los cuales murieron de inmediato.
¿Todo estaba preparado de antemano? Por supuesto el libre albedrío es una
ilusión, pero es una ilusión muy proficua en que importa tanto pensar en
nuestro diálogo, ahora mismo, como una libertad de elección o como una
consecuencia de la bifurcación de nuestros caminos. ¿Eso importa?
BLE | En
una entrevista con Consuelo Tomás dices lo siguiente: Como había una clara distorsión en relación a la lectura del
surrealismo en Brasil, me uní a un grupo surrealista, a partir de entonces
llamando la atención sobre los vínculos de nuestra cultura con el surrealismo.
Mantengo esta línea, pero recuerdo que mi poesía no corresponde únicamente a
ese universo estético que suele asociarse al surrealismo.
(Suplemento Talingo, La Prensa, Panamá, mayo de
2000). Lo que me lleva a recordar a Alejo Carpentier cuando decía lo siguiente:
En el año 1943 voy
a Haití, casualmente, en compañía del actor Louis Jouvet y me hallo allí entre
los prodigios del mundo mágico, de un mundo sincrético, de un mundo donde
hallaba al estado vivo, al estado bruto, ya hecho, preparado, mostrado, todo
aquello que los surrealistas, hay que decirlo, fabricaban demasiado a menudo a
base de artificio. […] Surge en mí esa percepción de algo que desde entonces no
me ha abandonado, que es la percepción de lo que yo llamo lo real maravilloso,
que difiere del realismo mágico, y del surrealismo en sí. (Alejo
Carpentier, Conferencia Conciencia e identidad de América dictada en el
paraninfo de la Universidad Central de Venezuela el 15 de mayo de 1975;
publicada en La Novela Latinoamericana en Vísperas de un Nuevo Siglo y otros
ensayos. Siglo XXI Editores, 2a edición, abril 1981)
¿Cómo podrías compaginar tu respuesta y la
explicación de Carpentier?
FM | Una
vez más el tormento de las clasificaciones. Específicamente el tablado de las
vanguardias, donde cada uno de los creadores sentía la necesidad vital de
inventar su propia vanguardia. Surrealismo, realismo mágico, real maravilloso,
patafísica, creacionismo, pánico, teatro del absurdo etc. Hay puntos de
convergencia entre todas esas brújulas, puntos inaceptables para los
preceptores de cada una de esas agujas seducidas por su mismo norte. El
colombiano Carlos Martín, en su magnífico libro Hispanoamérica: mito y
surrealismo (1986), observa que el surrealismo intenta la reconquista de la
perdida integración cósmica en que el universo es un todo en movimiento,
residido por el ritmo, así como la reconquistada la relación viviente del
hombre con ese todo. Yo pienso que es lo mismo que podemos decir de estas otras
vertientes referidas. En esta concepción, dime, ¿no está presente el real
maravilloso evocado por Carpentier? El mismo surrealismo se multiplica en
lecturas en que por veces la práctica sigue caminos casi distintos de los
sembrados por los manifiestos. La relación con el principio de la juventud transgresora
defendido por la patafísica es algo que encontramos en muy pocos surrealistas,
de que son ejemplos Hans Arp y Jean Miró, que es el mismo modo de ser de la
escritura de un Vicente Huidobro –sin olvidar que el creacionista tuvo una
relación muy intensa de amistad con el surrealista Hans Arp, con quien incluso
ha creado al alimón aquellas tres novelas ejemplares, puro ejercicio de
escritura automática– o en el teatro de Fernando Arrabal. Hay además el tema de
los estilos que se multiplican, de modo singular, por todos estos movimientos,
cuando se rompe con la chaquetilla de fuerza de las escuelas de creación –tanto
tiempo para comprender que no puede haber escuela de creación, sino de
artesanía–. Pero hay en el surrealismo algo curioso, cuando entra en conflicto
la negación de este principio referido con la práctica de los caminos varios
que comienzan a definir nuevos rumbos éticos-estéticos en nombre del amor, la
poesía, la libertad.
BLE | Y,
por supuesto, está tu faceta de crítico literario y de arte. ¿Cómo llegas a ese
oficio tan mal reconocido en el mundo literario, así los autores persigan a los
críticos literarios por una nota que los saque del anonimato o que engalane lo
que a veces es una mala literatura?
FM | Ya
estaba aquí con nosotros el crítico (risas), pues son todos ellos personajes
inseparables en mi vida. Lo primero que debemos tener en cuenta es que la
crítica debe ser entendida como una actividad de iluminación de la creación
(literaria, plástica, musical…), que no puede ser una caja de herramientas para
reparar los errores de la misma. Tampoco puede ser lo que es muy común en el
ejercicio de esta profesión, o sea, un duelo personal con la creación, donde
están pendientes sus intereses, la envidia, el comercio de las luces, las
enemistades. Cuando escribo sobre algo lo primero que me mueve es la necesidad
–mía, por supuesto– de mejor comprender el objeto de mis estudios. Así que no
me interesa cuestionar los trucos de lenguaje, sino comprenderlos. Lo mismo
pasa con el ejercicio de la traducción, en que muchos lo deforman seducidos por
la ilusión profana de mejorar los originales. ¿Cómo he llegado a los dos
oficios? Primeramente, por necesidad de sobrevivencia profesional, precisamente
con la escritura de reseñas para la prensa y la traducción de libros (tuvo el
honor de ser invitado por una casa editorial para traducir libros de Federico
García Lorca y Guillermo Cabrera Infante). Después, ya como editor,
considerando el desafío de derribar fronteras lingüísticas y culturales, fui
ampliando el espacio de reflexión y difusión de la poesía de otros puntos del
planeta en mi país.
BLE | Tú
has trabajado con la gran poeta y crítica literaria y de arte María Estela
Guedes; ¿podrías hablarnos un poco de los proyectos que han llevado a cabo? ¿Al
menos el más importante?
FM |
Antes de todo, una curiosidad: en 1987 he publicado un librito titulado As contradições terríveis (Las contradicciones
terribles), que abre sus páginas con este epígrafe: No es Dios quien apaga su fuego; es Lucifer quien se le acerca
cuando liquida la diferencia. Yo había leído este epígrafe en un
poema en uno de los periódicos portugueses que me llegaban por correo. Su
autora, Maria Estela Guedes, era una completa desconocida para mí. En los
primeros años de este siglo, cuando ya he creado la Agulha Revista de Cultura,
es que nos descubrimos uno al otro, pues ella, Estela –a quien desde el
principio llamo Meg, las tres primeras letras de su nombre–, también dirige este
importante vehículo de difusión de ideas y creación que es Triplov. Trabajamos
en muchos proyectos, al principio compartiendo materias en nuestras
publicaciones, luego creamos un banco de dados dedicado al estudio del
surrealismo, publicamos libros nuestros –los míos en Portugal, los suyos en
Brasil–, incluso llegamos a crear una revista paralela, firmadas por los dos,
titulada Revista Triplov de Artes, Ciências e Religião. Aunque sea muy
relevante la publicación de una edición especial dedicada a la presencia
femenina en el surrealismo –edición que ha funcionado como base de un libro que
hace poco he publicado, 120 noches de Eros (2010) –, lo más importante, es
indudable, es nuestra amistad, su incondicionalidad reveladora.
BLE | Otra
de las facetas que te habitan es el de antologador. ¿Qué criterios son los que
tienes en cuenta a la hora de hacer la selección de autores y textos?
FM | Yo
sinceramente no me hago esta pregunta. Es posible que su ausencia revele una
relación muy íntima con la naturaleza de cada dilema que apunta la necesidad de
elegir los proyectos a ser realizados. Recuerdo uno de ellos que fue frustrado
por la muerte inesperada de mi cómplice, la poeta brasileña Lucila Nogueira.
Con ella diseñamos una serie de 19 antologías, cada una dedicada a un país
hispanoamericano, que llevaba por título Mundo mágico,
seguido de un subtítulo que indicaba el país que tratábamos. Publicamos el
primer tomo: Mundo mágico: poesía colombiana del siglo XX (2007).
Luego empezamos a trabajar en el tomo dedicado a Venezuela, cuando Lucila murió
dejando sin continuidad este proyecto. De algún modo, es algo que ahora retomo
con la creación del Atlas lírico de Hispanoamérica,
para la revista brasilera Acrobata. Otro
proyecto muy amplio tiene que ver con el Surrealismo, lo que remite a diversos
libros hasta aquí publicados, y otros dos que tengo en obras. También en este
caso los criterios son tan naturales para mí, que simplemente no pienso en
ellos. En un primero caso, revelar al lector de lengua portuguesa –sobre todo a
los brasileños– la grandeza y diversidad de la tradición lírica de
Hispanoamérica, investigando sobre los autores más importantes –que no es
siempre que coinciden con los más conocidos, por una deformidad del mundo
editorial– y, en su obra, aquellos poemas que me parecen más conformadores de
cada poética. Ya el segundo caso, igualmente amplio, he comenzado por
investigar sobre la presencia del surrealismo en el continente americano, luego
pasando por una lectura lo más abarcadora posible de los caminos trazados por
el surrealismo en todo el mundo. En medio a este segundo momento, que ha
propiciado la publicación de un primero tomo, titulado Viajes del surrealismo (2018) –inicialmente una
antología con 860 páginas dedicadas a la poesía surrealista en todo el mundo,
ahora trabajo en el segundo tomo, de estudios sobre el tema de los
desplazamientos, rupturas etc.– he publicado una serie de 24 ediciones
quincenales en Agulha Revista de Cultura dedicada
al centenario del surrealismo.
BLE | Y
llegamos a la gran aventura que es Agulha Revista de Cultura.
¿Podrías contarnos cómo se origina y cuáles han sido los momentos más
importantes de este medio que ya cumple veinte años ininterrumpidos de
publicación periódica?
FM | El
origen de la revista está en el desastre editorial de un proyecto anterior. Yo
compartía con otro poeta la dirección de una revista impresa de amplia
circulación en todo el país, cuya irresponsabilidad de planeamiento financiero
del equipo encargada de esa parte no permitió que saliera más que el primer
número. Así que me vi con un largo conjunto de materias solicitadas y sin
opción de publicarlas. Fue cuando nace la idea de una revista virtual, aunque
en aquel entonces la Internet fuera algo impensable, tanto es verdad que fuimos
pioneros, la primera revista de cultura en todo el mundo. La revista ha pasado
por dos fases, caracterizadas por la presencia de dos amigos que fueron los
editores asistentes. En sus 10 primeros años estuvo conmigo el poeta-traductor
Claudio Willer; cuando sale, trato de invitar al poeta-editor Márcio Simões,
director de Sol Negro Edições. La primera fase fue dedicada a desbravar las
venas de la virtualidad, diseñamos una estrategia de difusión, de circulación
de la revista, tomando por base un mailing que se
ampliaba a cada número. Es también el momento de creación del Projecto
Editorial Banda Hispánica, que guarda afinidad con las antologías planeadas con
Lucila Nogueira y el actual Atlas Lírico de Hispanoamérica.
Luego viene la segunda fase que toma una característica más osada, porque es
cuando ampliamos el proyecto para el mundo físico, gracias al hecho de que
Márcio Simões tiene una casa editorial de libros manufacturados, y luego yo
mismo he creado el sello ARC Edições, cuyo nombre es formado por las primeras
letras de la revista. Es una editorial inicialmente de libros impresos que
luego desarrolla una actividad editorial paralela gracias a la decisión mía y
de Leda Rita Cintra, a su vez directora de la Editora Cintra, de crear una
colección de libros virtuales, pero también con opción de adquisición impresa,
gracias al sistema on demand.
BLE |
¿Cuáles son los aspectos fundamentales que te llevan a emprender una tarea poco
menos que quijotesca? Más aún, ¿cómo logras que sobreviva y se fortalezca con
autores y obras tan importantes como las que tiene tu catálogo? Y por supuesto,
está tu alianza editorial con Leda Rita Cintra, de la cual surge la colección
“O amor pelas palavras”; ¿podrías hablarnos un poco de esta alianza estratégica?
FM | Sí,
es verdaderamente una alianza estratégica, aunque pueda ser interpretado como
una aventura de pura locura. Una vez aquí estamos lado al lado con los riesgos,
con este desafío luminoso que define mi vida. Por supuesto que no hay dinero.
Los catálogos crecen como unos regalos cósmicos. La virtualidad funciona
gracias a algunas ediciones impresas que generan algún capital, lo suficiente
para los vinos de la amistad y nuevas ediciones. En el caso de la colección “O
amor pelas palavras”, ya estamos con 85 títulos publicados, y ahora mismo damos
inicio a la publicación de una serie de volúmenes con el contenido selectivo de
20 años de Agulha Revista de Cultura. O sea,
estamos a plena máquina, trabajando, trabajando…
BLE | En
un bellísimo ensayo Julia Otxoa dice lo siguiente: La poesía de Floriano Martins es filosofía poética, incesante
búsqueda, diálogo a la intemperie entre la vida y la muerte, sin saber al cabo
sobre el cambiante escenario del tiempo, quien es quien ante la calavera. Vida
y muerte fusionadas en un solo anhelo, en un solo rostro bellísimo y
terrible: la presencia de cenizas en el alma de todo árbol que
crece. Un verso sorprendente en el que el nacimiento –léase origen– y
tánatos están unidos. ¿Podrías explicarnos escuetamente la presencia
de la metafísica en tu trabajo poético?
FM | Aquí
regresamos al mundo de los abismos que he mencionado al inicio de nuestro
diálogo, sin olvidar que más que la presencia aislada de la metafísica, importa
las relaciones entre visible e invisible, transcendente e inmanente, el aquí y el más allá. O sea, lo
que busco es establecer una relación entre los modos de ser de la naturaleza
humana. Y fusionarlos al punto de identificación de su realidad esencial. Y lo
hago naturalmente conviviendo con el impensable, lo inesperado, las inversiones
de valores etc. Así que Eros y Tánatos son reconocidos como la misma entidad
que puede llevarnos por varios senderos.
BLE | Y
más adelante Julia Otxoa anota: La vida y la literatura.
¿Historias paralelas? ¿La poesía es una catástrofe compartida? ¿La poesía es
una forma posible de vida o de muerte? Y si traigo a colación
esta cita es porque a menudo algunos artistas, escritores o poetas suelen decir
que la poesía representa una especie de salvavidas; en otras palabras, que los
salva de caer al abismo. Esa palabra que nos es tan cara
tanto a ti como a mí– ¿Qué puedes decirnos al respecto?
FM | Pero
es fundamental saber caer al abismo… El mito de la salvación jamás me ha
seducido. Hace parte de la religión y la política, las dos gemelas que tanta
destrucción han traído al mundo. Crear y vivir no son realidades paralelas,
sino la misma cosa, o mejor, la búsqueda inagotable de una misma cosa, una
alquimia existencial de las fuerzas que tocamos y presentimos, recordamos y
vislumbramos. Recuerdo un verso del brasileño Carlos Drummond de Andrade: He creado nuevas palabras y hecho otras más bellas. Es
así con la vida, revelamos en cada acto la esencia de los movimientos, sea a
través de nuevas formas o simplemente de la destrucción de los vicios
semánticos. Definitivamente crear e vivir es la misma cosa, y no es salvación
para nadie.
BLE | Lo
que me lleva a otra pregunta ¿La palabra rompe la realidad? Más que romperla,
¿la quiebra? ¿la palabra rompe, desgarra, violenta, lanza al abismo a la
persona que la lee y la desentraña? ¿Estamos abocados, como los poetas
malditos, a un eterno descenso a los infiernos? ¿y si logramos ascender de
nuevo, somos los mismos? O bien, ¿la locura nos ha ganado la partida?
FM | Hay
que convertir toda esa alegoría de las catástrofes en un modo natural de ser.
La palabra es acto y su acción no está interesada en quebrar la realidad, sino
en traerla al centro quemante de nuestras percepciones. De algún modo a toda
maldición corresponde una bendición. La palabra sola no existe, lo que interesa
es su realidad compartida, la cópula de sus sentidos, la alquimia de los
contrarios etc. El conocimiento no es cíclico, sino una espiral sin fin, que
nos lleva cada vez más a nuevos vértigos, nuevos encantamientos, nuevas
experiencias. No hay partida. Desentrañamos la vida a cada paso. La locura no
es más que una de esas fuentes de revelación de la existencia.
BLE | Y
por supuesto, tu respuesta me lleva a pensar en los versos más conocidos de
León de Greiff:
Juego mi vida, cambio mi vida,
de todos modos
la llevo perdida…
Y la juego o la cambio por el más infantil espejismo,
la dono en usufructo, o la regalo…
La juego contra uno o contra todos,
la juego contra el cero o contra el infinito,
la juego en una alcoba, en el ágora, en un garito,
en una encrucijada, en una barricada, en un motín;
la juego definitivamente, desde el principio hasta el fin,
a todo lo ancho y todo lo hondo
–en la periferia, en el medio,
y en el sub-fondo…–
Por lo que mi pregunta sería: ¿la vida es un
juego de ajedrez maldito y perdido de antemano? O más bien, ¿la poesía de León
de Greiff y de Floriano Martins navegan por los mismos océanos insondables y
tenebrosos? ¿son los océanos dónde habitan los leviatanes? ¿es la vida una ursa
horribilis? ¿no hay escapatoria posible?
FM | La
poesía de León de Greiff me ha llamado la atención desde mi primero contacto
con ella. Esa cordillera vertiginosa de voces que acentúa nuestra percepción de
la caída. Inicialmente he pensado que había alguna relación con Fernando
Pessoa, su contemporáneo, aunque el poeta portugués fuera más viejo que el
colombiano. Pero en verdad son mundos distintos. Las voces en Pessoa son
reflejos de la creación de realidades paralelas. Ya De Greiff actúa como un
director de orquesta en una polifonía de voces que comparten el mismo
escenario. En ese sentido los dos somos navegantes de los mismos paradojos.
Vivir es siempre inesperado. La simple idea de un resultado de antemano
desmantela todo el mecanismo de la existencia. No sabemos cómo llegaremos al
final de este diálogo.
BLE | Y ya
para terminar, aunque podríamos extendernos hasta escribir una enciclopedia, me
gustaría saber que le respondes a Julia Otxoa cuando ella dice: Se diría que gran parte de la existencia es para Floriano Martins
una gran puesta en escena de esperpentos goyescos, todo lo existente convertido
en enigma. Nuestro pensamiento lo sostienen espejismos. Tan solo proyección de
las cosas sobre nuestros aturdidos ojos, bien podría no existir el mundo y ser
todo espejo, pura invención de nuestras necesidades y deseos. Tal vez nada se
salve en esta lapidaria y apasionada dialéctica trágica, salvo ese incesante y
arriesgado vivir en poesía. Y esa bendita capacidad del propio autor para
traducir en belleza la narración de cuanto ocurre.
FM | La
respuesta por supuesto nos llevará a la enciclopedia (risas). El enigma es
parte de nuestra esencia. Ilusiones u espejismos, sueños o vislumbres. Se algo
se salva o no, es algo que no importa. No estamos en la vida para salvarla,
sino para vivirla. Llevamos adentro del árbol de la dialéctica tanto el Quijote
como Alice, tanto Ahab como Lilith. Nuestras obsesiones son las perlas más
significativas de esta puesta en escena evocada por mi querida Julia Otxoa.
Estoy siempre agradecido por su amable lectura de mi poesía. El agradecimiento
no como una devoción, sino como una de las infinitas maneras de compartir la
vida. En eso estamos. Vivir es inevitable, una maravilla inevitable. Como la
descubierta inagotable de nuevas estrellas.
1989 A POÉTICA DO PARADOXO [Entrevista concedida a Sérgio Campos]
1996 A FAVOR DO CONTRA [Entrevista concedida a Lira Neto]
1997 O TEATRO E O ATENEU: Breve introdução à poesia de Floriano Martins [Carlos Felipe Moisés]
1998 A MODERNIDADE NÃO É UM CADERNO DE RECEITAS [Entrevista concedida a Rodrigo de Souza Leão]
1998 A NECESSIDADE DA POESIA [Entrevista concedida a Emmanuel Nogueira]
1998 CONTINENTE DE POETAS [Wilson Martins]
1998-2010 FRAGMENTOS ROUBADOS AO TEMPO [Preparado por Márcio Simões]
1999 FLORIANO MARTINS TRAZ POETAS HISPANO-AMERICANOS AO BRASIL [Entrevista concedida a José Castello]
1999 UN LIBRO QUE UNE Y ESCUDRIÑA [Carlos Germán Belli]
2000 OS TORMENTOS DO VERBO E DA IMAGEM NA ESTRUTURA DA ALMA [Eric Ponty]
2002 AS MANIFESTAÇÕES SURREALISTAS NA AMÉRICA LATINA [José Castello]
2002 HUMANISMO POÉTICO [Entrevista concedida a Fabrício Carpinejar]
2002 MÉXICO Y BRASIL BUSCAN ACERCARSE A TRAVÉS DE LA POESÍA CONTEMPORÁNEA [Rodrigo Flores]
2002 O MERGULHO EM TODAS AS ÁGUAS [Rodrigo Petronio]
2002 UM OLHAR NA POESIA [Entrevista concedida a Carmen Virginia Carrillo]
2002 VOZES EM CONFLUÊNCIA [Maria Esther Maciel]
2003 O MERGULHO EM TODAS AS ÁGUAS [Entrevista concedida a Rodrigo Petronio]
2003 PALAVRAS PRELIMINARES [Entrevista concedida a Jorge Ariel Madrazo]
2004 SÁBIO IMPREVISTO [Entrevista concedida a Álvaro Alves de Faria]
2004 UMA AGULHA NA REDE DA MESTIÇAGEM [Entrevista concedida a José Ángel Leyva]
2005 SOMOS O QUE BUSCAMOS [Entrevista concedida a Ana Marques Gastão]
2005 VERTIGENS DO OLHAR: autorretratos [Floriano Martins por Floriano Martins]
2006 A OUTRA MÁQUINA DO MUNDO [Entrevista concedida a Belkys Arredondo]
2008 FESTA DA MESTIÇAGEM [Entrevista concedida a José Anderson Sandes]
2008 UMA CONVERSA COM O CURADOR DA 8ª BIENAL INTERNACIONAL DO LIVRO DO CEARÁ [Entrevista concedida a Lira Neto]
2009 A INOCÊNCIA DE FLORIANO MARTINS. INOCÊNCIA? [Jacob Klintowitz]
2010 ÀS VOLTAS COM O LIVRO-OBJETO E SUAS SOMBRAS [Entrevista concedida a Madeline Millán]
2010 CIBERCULTURA EN TIEMPOS DE ANALFABETISMO GLOBAL [Entrevista concedida a José Ángel Leyva]
2010 NASCENDO TODOS OS DIAS [Entrevista concedida a Manuel Iris]
2010 OPÇÃO PELA DISSIDÊNCIA [Entrevista concedida a Márcio Simões]
2010 TODAS AS COISAS À MINHA VOLTA [Entrevista concedida a Adlin Prieto]
2011 CRÍTICA E RUPTURA: a inocência de pensar de Floriano Martins [Teresa Ferrer Passos]
2011 PARTICIPAÇÃO POÉTICA [Entrevista concedida a Márcio Simões]
2013 QUE HOMEM É ESSE? [Entrevista concedida a Oleg Almeida]
2015 O LUGAR QUASE LASCIVO DE UMA AMBIGUIDADE [Entrevista concedida a Renata Sodré Costa Leite]
2016 AVENTURAS DA POESIA NO TEMPO: o inteiro continente revelado [R. LeontinoFilho]
2016 LA INUTILIDAD DE LAS FUENTES, 01 [Alfonso Peña & Floriano Martins]
2016 LA INUTILIDAD DE LAS FUENTES, 02 [Omar Castillo & Floriano Martins]
2016 LA INUTILIDAD DE LAS FUENTES, 03 [José Ángel Leyva & Floriano Martins]
2016 LOS NAVEGANTES DE LA PARADOJA [Entrevista concedida a Alfonso Peña]
2016 UM NOVO CONTINENTE [Marco Lucchesi]
2017 À LUZ DO PARADOXO [Entrevista concedida a Leila Ferraz]
2017 FLORIANO MARTINS, POETA E DEMIURGO [Claudio Willer]
2020 | DIÁLOGO CON FLORIANO MARTINS [Entrevista concedida a Berta Lucía Estrada]
2020 | FLORIANO MARTINS: Todos somos marginados a la sombra de lo desconocido | [Entrevista concedida a Elys Regina Zils]
2020 UMA CONVERSA COM FLORIANO MARTINS [Entrevista concedida a Anna Apolinário & Demetrios Galvão]
2021 UNA PRESENTACIÓN DE LA OBRA DE FLORIANO MARTINS [José Alcántara Almánzar]
2021 VOCAÇÃO DIALOGANTE [Entrevista concedida a Maria Estela Guedes]
2022 DE ITARARÉ A UMA DEAMBULAÇÃO CONTÍNUA: Conversa com Floriano Martins sobre o Surrealismo no Brasil [Entrevista concedida a Anderson Costa & Elys Regina Zils]
2023 | FLORIANO MARTINS E O MARAVILHOSO TUMULTO DE SUA VIDA | Roda de imprensa, várias vozes
2023 A OUTRA VOZ DO TEMPO: Cronologia de vida e obra [Preparada por Floriano Martins & Márcio Simões]
OBRA ENSAÍSTICA PUBLICADA
El corazón del infinito. Tres poetas brasileños. Trad. Jesús Cobo. Toledo: Cuadernos de Calandrajas, 1993.
Escritura conquistada. Diálogos com poetas latino-americanos. Fortaleza: Letra & Música, 1998.
Escrituras surrealistas. O começo da busca. Coleção Memo. Fundação Memorial da América Latina. São Paulo. 1998.
Alberto Nepomuceno. Edições FDR. Fortaleza. 2000.
O começo da busca. O surrealismo na poesia da América Latina. Coleção Ensaios Transversais. São Paulo: Escrituras, 2001.
Un nuevo continente. Antología del Surrealismo en la Poesía de nuestra América. San José de Costa Rica: Ediciones Andrómeda, 2004.
Un nuevo continente. Antología del Surrealismo en la Poesía de nuestra América. Caracas, Venezuela: Monte Ávila Editores, 2008.
A inocência de Pensar. Coleção Ensaios Transversais. São Paulo: Escrituras, 2009.
Escritura conquistada. Conversaciones con poetas de Latinoamérica. 2 tomos. Caracas: Fundación Editorial El Perro y La Rana. 2010.
Invenção do Brasil – Entrevistas [edição virtual]. São Paulo: Editora Descaminhos, 2013.
Esfinge insurrecta – Poesía en Chile [edição virtual, em coautoria com Juan Cameron]. Fortaleza: ARC Edições, 2014.
Un poco más de surrealismo no hará ningún daño a la realidad. México: UACM – Universidad Autónoma de la Ciudad de México, 2015.
Sala de retratos. São Paulo: Opção Editora, 2016.
Um novo continente – Poesia e Surrealismo na América. Fortaleza: ARC Edições, 2016.
Valdir Rocha e a persistência do mistério. Fortaleza: ARC Edições, 2017.
Laudelino Freire. Rio de Janeiro: Academia Brasileira de Letras, 2018.
Escritura conquistada – Poesía hispanoamericana. Fortaleza: ARC Edições, 2018.
Visões da névoa: o Surrealismo no Brasil. Natal: Sol Negro Edições, 2019.
120 noites de Eros. Fortaleza: ARC Edições, 2020.
TRADUÇÕES
Poemas de amor, de Federico García Lorca. Rio de Janeiro: Ediouro Publicações, 1998.
Delito por dançar o chá-chá-chá, de Guillermo Cabrera Infante. Rio de Janeiro: Ediouro Publicações, 1998.
Nós/Nudos, de Ana Marques Gastão (edição bilíngue). Lisboa: Gótica, 2004.
A condição urbana, de Juan Calzadilla (edição bilíngue). Florianópolis: Letras Contemporâneas, 2005.
Dentro do poema – Poetas mexicanos nascidos entre 1950 e 1959, Org. Eduardo Langagne. Fortaleza: Edições UFC, 2009.
A aventura literária da mestiçagem, de Pablo Antonio Cuadra (em parceria com Petra Ramos Guarinon). Fortaleza: Edições UFC, 2010.
III novelas exemplares & 20 poemas intransigentes, de Vicente Huidobro & Hans Arp. Natal: Sol Negro Edições/São Pedro de Alcântara: Edições Nephelibata, 2012.
Sobre Surrealismo, de Aldo Pellegrini (edição bilíngue). Natal: Sol Negro Edições, 2013.
Memória de Borges – Um livro de entrevistas (2 volumes). São Pedro de Alcântara: Edições Nephelibata, 2013.
Bronze no fundo do rio, de Miguel Márquez (edição bilíngue). Natal: Sol Negro Edições, 2014.
Tremor de céu, de Vicente Huidobro (edição bilíngue). Natal: Sol Negro Edições, 2015.
Costumes errantes ou a redondeza da terra, de Enrique Molina (edição bilíngue). Natal: Sol Negro Edições, 2016.
Reino de silêncio, de Mía Gallegos (edição bilíngue). Teresina: Kizeumba Edições, 2019.
Traduções do universo, de Vicente Huidobro. Natal: Sol Negro Edições, 2016.
O álcool dos estados intermediários, de Gladys Mendía. Santiago: LP5 Editora, 2020.
A tartaruga equestre, de César Moro (edição bilíngue). Natal: Sol Negro Edições, 2021.
∞
Agulha Revista de Cultura
Criada por Floriano Martins
Dirigida por Elys Regina Zils
https://arcagulharevistadecultura.blogspot.com/
1999-2024
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