sexta-feira, 15 de dezembro de 2023

A GRANDE OBRA DA CARNE | Letras del fuego [Escritura automática con Susana Wald]


El amigo entrañable Floriano Martins me propuso que hiciéramos un libro juntos con textos automáticos sobre un tablado alfabético. El ejercicio resultó ser una aventura grata, llena de sorpresas. Estoy muy agradecida de haber participado en este baile lúdico cuyo sabor espero que sea evidente para los lectores de nuestro libro.

SUSANA WALD

 

No me cabía la menor duda de que este encuentro ya estaba previsto en algún momento, de modo que fue casi como seguir el anzuelo de la casualidad y la escrita resultó estar hecha de puro encanto, con un grado dichoso de libertad y placer.

FLORIANO MARTINS

 

 

Susana Wald sabe desde la adolescencia que es artista. Se expresa en imágenes visuales con una nutrida carrera de exposiciones personales y colectivas. También trabaja en palabras con textos propios, como investigadora y como traductora literaria. Actualmente labora en sus talleres en el sur de México, cerca de la ciudad de Oaxaca.

 

Floriano Martins suele creer que su primer ejercicio creativo fue su propio nacimiento. No recuerda un solo día de su vida que no esté conectado con los elementos que nutrieron su existencia, a través de imágenes y palabras. Actualmente trabaja en su estudio editando Agulha Revista de Cultura y desarrollando una colección de libros.

 

 

No somos ni el principio ni el final. Entre Alfa y Omega, desvelamos la belleza de la existencia, como dos seres convergentes cuyo progresivo encuentro de nuestras conciencias permite revelar algo hasta ahora insondable, la totalidad de un universo entre el espacio y el tiempo, el nuestro, como símbolo muy personal de una aventura del espíritu Esta energía común con la que recorremos todo el alfabeto es un reflejo natural de nuestra fuerza creativa. En cierto modo se asemeja a una de las infinitas fuentes de lectura del Libro de la Iluminación, ese Bahir apócrifo que en algún momento busca desvelar el misterio que se esconde detrás de las letras. Así lo hicimos, pero a cuatro manos y en un ejercicio de escritura automática que nos permitiera viajar de lleno por el interior de nuestro ser, captando la sensación a la que nos conduciría cada palabra sugerida por el otro. Entre el Alfa y el Omega siempre habrá dos tradiciones, la que uno sigue y la que se funda. He aquí el misterio que nos cuesta la intensidad del espíritu desvelar. Y el misterio más sabio no es el que se deja explicar, sino el otro, que se renueva a cada instante.

 

 

A

 

El anochecer tiñó todo el cielo de un color inesperado cuando llevé a la manada al interior de la valla. A las ovejas, todas en silencio, no les gustaba el retiro nocturno. Fueron tomadas sin querer. La noche misma no sabía muy bien qué podía hacer con la oscuridad.

 

No me dijo la razón de por qué su libro lleva el título, él no es así, no me ha parecido jamás de esa forma. Pero la vida tiene rincones secretos, las almas guardan secretos que no conocemos.

 

Abulia

 

 

Cuando la tierra alcanza su florecimiento de misterios, la naturaleza pétrea carga los sigilos de las estaciones submarinas. Los nudos del tiempo se entrelazan en la formación de múltiples señuelos que resultan ser las partículas de un enigma floreciente. El océano crece dentro de mis ojos.

 

Arenal esquina de Río Seco donde el viento perfora la roca y las culebras entran por las ventanas. Arenal recuerdo y dicha de ayer.

 

Arenal

 

 

Tal vez un barco se hunde en tus ojos mientras deletreas el horizonte y sus líneas intermitentes. Quizás durante todo el día los dos no hagamos nada más que esto: preparar los restos del espacio frente a nosotros.

 

Ah, el Zar!, decía mi tía que de esas cosas nada entendía. Era de noche y la cosa sucedió sin que nadie se diera cuenta. Ese es el asunto. Es lo que no tiene causa ni efecto.

 

Azar

 

 

B

 

Los dulces sobre la mesa, con sus formas arbitrarias favoreciendo la ilusión. Una estrella virgen cubierta con un velo para que nadie se dé cuenta de que es una bailarina. El balbuceo de los caramelos hablando de sus bocas favoritas. La lluvia afuera dice que nunca es demasiado tarde para que entre el exceso.

 

Las bambalinas bambolean huecos escondidos, secretos de la memoria. Bambolinasbambaleanbambalinas.

 

Bambalina

 

 

Eran dos países con un solo motivo, dos cabezas con una sola forma, dos frentes, dos imágenes, dos cosas incontables, dos propósitos no siempre en discurso, no siempre en valía.

 

A veces las noches no querían dormir y los días se reventaban, todo en medio de las sutilezas de los mundos inversos. El monstruo de afuera era el mismo que guardaba parte de su cuerpo adentro.

 

Bicéfalo

 

 

La naturaleza del cielo contenía en su interior una brújula de rebaño incandescente. Una repentina explosión anunció que mi amor estaba por llegar. Me preparo para el encantamiento, para el juego de esta metamorfosis circular.

 

Animal de agua y de barro que me mira desde el lugar en que está a oscuras.

 

Búfalo

 

 

C

 

En las sombras de los árboles alados pude ver el espectro verde de los vuelos anunciados. Lluvia cayendo sobre la piel de las montañas, el follaje abriéndose a un sueño inesperado. La oscuridad de las aguas no permitía saber si era de día o de noche.

 

El cacahuate en mi infancia era un desconocido dolor y placer, una redondez en vaina no asumida, no vista no percibida en sueños ni en vigilia.

 

Cacahuate

 

 

Las ventanas suelen guardar en su corazón unos susurros que acaban dando a otras ventanas. Así, crean un juego de conchas que cortan los mares en pedazos iguales improvisados.

 

Mi madre no lo toleraba. Era su padecer especial. Necesitaba claridad y no ese brutal ataque de lo que no se podía ver y todo lo dominaba.

 

Cacofonía

 

 

Al repetir su nombre, los sentidos se volvieron más lúcidos. Todo es fugaz en su esfera. Del olor de sus bosques al sórdido talismán de sus conquistas. Hay un observatorio momentáneo en algún lugar donde puedes decidir el destino de su palabra-madre. Como aguja que destapa las caricias atormentadas del deseo, tus nombres nocturnos se arrastran por las cicatrices de los amores ciegos. Alguien me está llamando en una habitación oscura.

 

Ciudad embotellada, con tráfico y con sobacos que se pueden lavar para que sean aguantables.

 

Colonia

 

 

D

 

Hay un pesar en la tierra, un pedazo que está por debajo de lo que ve la liebre en el pasto. Una manera de no querer estar en estado de agitación y de ira, una forma de querer tener otra cosa que no está claramente delineada. Es una idea que carcome pero que no se puede percibir del todo. Un ácido que no cesa de gotear. La manera de vivir que no deja mover las hojas, secar las tintas, crecer los árboles.

 

Las horas que se tiñeron del color negro de la ausencia de movimiento. Una negación de todo hasta que quizás el tiempo abra una puerta inesperada, un cobertizo partido en mil pedazos que son difíciles de reconocer cuando se vuelven a encontrar.

 

Depresión

 

 

¡Cuántas veces me invaden los más conmovedores desequilibrios! Las piezas que faltan en los juegos de la libido. Un pie en el abismo y el otro en las arboledas del cielo. Un velo que protegiera la desnudez del vacío y las cargas de tantas luces extraviadas.

 

Es mi nombre, mi destino, la historia de mi vida. El destierro es mi libertad. El destierro es el ritmo de cada día. Destierro de la lengua, destierro de pies y manos. Destierro de plantas, destierro de aves, destierro de tranvías, autos, bicicletas. Destierro desde el lago. Destierro desde el río, ausencia de la isla, mudo hundirse en la piscina del olvido. Ausencia de rostros, ausencia de voces, rugir del mar, vientos huracanados y brisas que mecen los árboles de la infancia.

 

Destierro

 

 

UNA VOZ | La memoria es monstruosa cuando anticipa errores que provocan transformaciones en la realidad. Una permutación de fechas, un desplazamiento de objetos a la luz de sus antagonismos. ¿Qué recordamos exactamente cuando todo está fuera de lugar?

 

OTRA VOZ | La memoria siempre está deforme, deja huellas falsas, aunque se quiera enderezar su camino, aunque sea un intento sincero. Es como un ladrón que se apropia de lo suyo, le agrega sus ingredientes, falsifica la receta.

 

UNA VOZ | ¿Es el hombre la burla de Dios o es el secreto mejor guardado en los oscuros bosques de la memoria? Tal vez si el hombre escapara alguna vez de la ironía del destino, aprendería a deletrear su propia mala suerte. Al nombrar las fuentes de su perenne olvido de todo, ¿alcanzaría algún refugio entre el polvo de sus artimañas de eternidad e impotencia?

 

OTRA VOZ | No hablemos de mala suerte sino del privilegio que es el vivir. La experiencia es lo más extraordinario que puede darse, no sabemos de dónde nos viene, ni por qué. No creo que haya nada eterno, creo en el cambio constante que se va dando y nos sorprende a diario. La memoria recuerda el ayer, pero no adivina el presente ni el mañana. Quizás si existe el olvido, el desliarse en nada, creo más bien que desconocemos simplemente la múltiple potencialidad de lo real.

 

Diálogo

 

 

E

 

La última vez que la vi, se deslizaba debajo de mi cuerpo hasta desaparecer por completo. Su ausencia creció por doquier. Una vez que se pierde la noción de síntesis, ya no se encuentra el follaje del orgasmo. Hay mil formas de reír, solo unas pocas se devoran entre sí.

 

Lo evitan los que pueden, pero no pueden porque no es evitable, sale a luz en todas las luces y en las tinieblas.

 

Erotismo

 

 

Los sueños se agitan a medida que suben y bajan de las noches desenfrenadas. Una vez mis ojos dividieron las imágenes entre las que me veían desde arriba y las que sólo se veían en el fondo de la vigilia. Los pavos reales no son reales, al igual que mi alergia a sus huevos. Una carreta de 12 ruedas cruza el paisaje de mis instintos confusos. Toda vigilia acaba durmiendo en la cuna de la intemperie.

 

Vuelo sobre la escalera, aterrizo en el descanso, vuelta a la izquierda, descanso en el cuadrilátero, vuela a la izquierda el vuelo que me levanta y que me da el placer de la noche y la mañana, en cada escaño una lagartija azul se enrosca e intenta subir al siguiente como el coyote que ha caído en la piscina y se aferra al borde mojado.

 

Escalera

 

 

El lugar de la comunión imposible, la grieta de los crímenes como una mujer desaparecida. Nieve en una caja enviada al corazón del desierto. La entrada en su mundo es la elocuencia dispersa.

 

Hacia otra casa, otra ciudad, otro país, fue la verdad ineludible.

 

Evasión

 

 

F

 

Falta la foliada falacia en la farmacia fijada en familias famélicas futuristas y finas buscando la fianza forzada.

 

Y tan pronto como los comienzos pasaron a ser secundarios, las abstracciones descubrieron su lado vulgar y la conciencia asumió que todo lo que nos rodea es desconocido.

 

Falacia

 

 

Aparece en la mañana y me llena de alegría con su sonrisa y su suave balanceo. Él lo que alienta a todos los habitantes de esta zona a moverse y a traer sus útiles para que sea posible el festejo. Es lo que llevo dentro, es lo que tengo alrededor, es lo que me hace contar que vivo.

 

Un dedo se curva todo el camino hasta penetrar la palma de la mano y atraviesa su habilidad de contener el universo ahí en su centro. Ya no es una mano sino un jardín. Cada mañana aprendemos a descifrar el vuelo en la piel de nuestro cuerpo.

 

Flor

 

 

El infierno no sabe dónde poner su nombre. Busca una piedra, un error histórico, una moral desacertada. Quizás el lugar ideal sea el descubrimiento de un nombre, un nuevo vértigo, una palabra inventada. El pacto hecho con los demonios no permite anunciar la solución. Quizás por eso el mundo está tan perdido en su anhelo de igualdad.

 

Pon dio, pon algo, ponme un pondolio ponodista. Pono, dono, digo, dado. Flori dori, flora dora, vamos por el perfume de la flora y pon. 

 

Floripondio

 

 

G

 

Las viejas latas del traspatio descifraban la semejanza de martirios bien forrados. Un solo rey pasa por los ojos como una imagen furtiva de restos de comida. Somos dioses inciertos, tal vez mal configurados. La noche ha perdido su último pescado.

 

No se supo, no se suponía que podía y sin embargo fue, se dio, cayó y se levantó.

 

Gato

 

 

Gota a gota cae cada piano desde el sexto piso en que vive la dueña de la aldea que recuerdo en la niñez a la orilla del lago Balaton donde la arena mezclada con olas y moviéndose sobre mis pies saltaba en coscorrones y bofetadas.

 

Como los ojos dentro del paisaje o la fiebre en la espalda de un amor dormido. Los primeros signos son una calma vagamente asustada, como el renacimiento de un músculo o el recuerdo de un instante pasado.

 

Gota que vuela en el ala de la mariposa que se posa en la nube de mi sueño, gota que viene desde lo oscuro y va hacia el sol para convertirse en polen. Gota virgen, gota de árbol, gota que se arrastra y se esfuma.

 

Las noches acechan cuando llaman a la puerta trasera. Cuando las fiebres entumecen los cuerpos parecen olvidar los nudos del corsé. Con cada señal de destierro, los dolores cambian de escondite y unas chispas anónimas intentan recuperar el látigo del fuego.

 

Gota

 

 

Estaba en la casa a la espera de que llegaran los otros invitados y si él necesitara para alumbrar el momento en que se juntaban todos en los vicios.

 

Las redes suben por un plano de filmación. Los acordes van a la feria con demasiadas mañas en sus notas solares. Las alas cruzan los objetos perdidos como un vuelo que busca refugio en otra forma de ser. ¿Cómo no perderse una guitarra en estos deltas de virtudes frescas?

 

Estaba colgada en el muro de la casa, la acariciaban los que llegaban a la fiesta mientras gozaban uvas y ovas, líquidos y carnes.

 

Guitarra

 

 

H

 

Esas luces que se apagan en el centro excitado del alma. Pequeñas luces que van disminuyendo de tamaño hasta desaparecer por completo. Un diapasón secreto de las ilusiones más rugosas. No sabemos cuándo será el momento de conducir la manada de luces de regreso a lo largo de las corrientes de la era perdida. Las señales siempre serán invisibles. Cuanto más caídos de sí mismos, más dificultades tendrán los hombres para encontrar el punto estimado de un nuevo comienzo.

 

Holoturias huecas esperan el tren y en el hiato entre dos ataques de tos intentan leer las memorias de la actriz que se fue a Islandia. Allí las mujeres viajan en volcanes vacíos de vientos y de virulencia.

 

Hiato

 

 

Hijo del árbol y de la miel de las abejas, poeta de flores y de hojas, aliento de hielo y de escarcha matutina, hueco en la mano halo e hilo en escabeche de pepinos picantes.

 

Algunos dioses han venido a decir que no son nada. Vinieron en nombre de misterios que no conocen. Insisten en que la obra más grande del hombre la contiene dentro. Y no saben nada más que eso.

 

Hijo

 

 

Muy chico, casi no se le puede seguir y sin embargo envolvente, atrapador, come uñas, vive en el recuerdo de la película en que apareció el misterio.

 

El hueco por el que pasa una lámpara a una determinada hora de la noche. Las ventanas aplauden la astucia de estos invisibles animales del deseo. ¿Fue un gesto final? ¿O la oscuridad se queda preparando sus viales de emboscadas?

 

Ejemplo de sutileza que no se puede expresar ni explicar porque son pocos los que pueden captar su presencia.

 

La última nota antes de que se apagaran los instrumentos.

 

Hilillo

 

 

I

 

Las noches electrificadas por vallas fantasma. Un plano de luces que se alimentan de la oscuridad dormida. ¿Por qué no vamos a la calle de abajo y buscamos las piedras que faltan? Las veletas se amontonaron en el viejo sótano de la mansión olvidada. ¡Cuántas veces no sabemos qué hacer!

 

¡No se vale! decía el niño de cinco años ya consciente de que es falta y es cosa de erradicar como los yuyos que no permiten el crecimiento del maíz.

 

Impune

 

 

Un silencio reservado para cuando el grito evapore sus quejas. Un inventario de esferas que guardan el secreto de abrir y cerrar los ojos, sin importar que la imagen sea siniestra o diluida en sueño. Me quedaré hasta el final. Hecho un arco quemado en el tiempo.

 

No era posible creer, era algo que no se había visto. La lectura se hizo pesada la ausencia la hizo callar.

 

Inédito

 

 

Como las bromas de Disraeli en el parlamento de la mirada de los pájaros que no se ven, irrisorio irrigador de muelas marginadas de miles de moradas envenenadas.

 

Sombras quemando su piel como si escondieran soles en su interior. Una fábula resentida de las luces desaparecidas de allí, de su bosque maldito, como si la menor hazaña fuera la ruptura del secreto y el exilio en mar abierto.

 

Irrisorio

 

 

J

 

Pasamos la tarde recortando grabados antiguos de Paul Klee. Hemos estado planeando una fiesta a gran escala con una reproducción aleatoria de sus imágenes desde hace algún tiempo. Tal vez sea necesario crear nuevas puertas, abrir los ojos de las tormentas, hacer que la muerte se sienta menos culpable de sus deslices. Incluso los musgos pueden bailar.

 

No es jarra, no es nana, no es nada quieto, no es de aquí, no es de mis vecinos, no es de ciudades amuralladas. Es lo que nos anima cuando nieva.

 

Jarana

 

 

Con pelota, con humo, con las moscas, con el sol, con la tierra, con el barro, con la voz, con todo lo que no se mueve y todo lo que se escapa, allí vamos.

 

Las piedras caían desde lo alto de la casa, como un hilo de imágenes sangrantes o de pajaritos que perdían el aliento. El cambio de un número oscilaba el deseo, haciéndonos pasar de un desierto a otro.

 

Juego

 

 

Jorobados jeques en alborada de murciélagos jaraneros en botellas repletas de bombas alucinógenas, que explotan en los juegos prohibidos que se deslizan en la playa de Marruecos.

 

Castillos que crecen en el hueco del mundo. Las vísceras acompañadas de extrañas figuras en atormentadas síncopas. Una escuela de tiro y el mineral podrido de la razón. ¡Cuántas palabras quemadas vivas en el precipicio de tanto dolor!

 

Juerga

 

 

K

 

Quizás el destino insiste en desaparecer cada vez que tocamos el cuerno evocando sus designios. El caso es que las pocas veces que le vemos paseando por el horizonte es cuando el descuido se alimenta de los frutos rojos del azar.

 

Karma, Körme, Kirma, katastrófa, cosas que aprendo, cosas que olvido, cosas que veo que me siguen a la vuelta de la esquina, cosas que tocan la bocina, que me llaman, que me buscan, cosas que veo en la mesa, cosas que sueño y despierto.

 

Karma

 

 

Cuando regresamos de nuestro viaje coincidimos en que lo mejor de todo era la distancia. La lavanda secreta que hace que el paisaje cambie de forma. El mapa que permanece abierto incluso cuando lo percibimos como falso. La ilusión camina lentamente. Realmente no vamos a ninguna parte.

 

Nunca supe dónde está, no la he encontrado en mi diario, no la veo en mi mesa, no se me aparece en los sueños, no la conozco ni la como.

 

Katmandú

 

 

¿Cuánto nos cuesta el tiempo ideal? ¿El momento exacto en que el presente se separa del pasado? ¿La temperatura exaltada de lo que más queremos? El equilibrio no siempre parece estar dispuesto a hacerlo todo.

 

K como usted, coloco el recuerdo en el país que he dejado en la infancia.

 

Kilo

 

 

L

 

Debo decir ahora que una palabra salta de su pozo de invención y comienza a hervir en mi piel por donde camino. Con ella tal vez pueda describir el tiempo que me carcome el alma y el espacio en el que acumulo mis dolores más lechosos. Una caída y la palabra se levanta. Un vuelo repentino y vuelve a aterrizar sobre mí.

 

Se sale de mi zapato. Me sonríe. Entra en el agua. Se ahoga. Anda en cuatro montañas, se cansa en tres otras, viene a mis sueños, me despierta de noche. Aparece como un enorme animal que habla y pronuncia mi nombre.

 

Lengua

 

 

Las depresiones geográficas hacen que las brújulas repitan sus pérdidas de memoria. Digo tu nombre mil veces hasta que no me conozcas más. Entonces me imagino abrazándote como el mismo capítulo de nuestras depresiones amorosas.

 

Dice los nombres, es el guía que da los números de teléfono, es de otros climas, nunca lo vi de niña. Plumas que adornan sombreros de señoras serias.

 

Loro

 

 

Afuera de mi ventana aparece su roja presencia en medio del verde de los árboles que me rodean por todos los lados dando sombra y sosiego y alimento y goce. Me parece que todo es mágico.

 

Mi deseo nunca supo morir. Cuatro veces se disfraza, asume cuatro formas hasta que su mirada se completa en el cielo. Cada una de estas formas es una bola de lana florida, un puñal destinado a sangrar, una ventana bañada en leche, un corte que se prepara para renacer.

 

Luna

 

 

M

 

Redondo jugo de miles de semillas con luces amarillas enceguecía a la mariposa que se posó en la mano que sostenía el cuchillo vil y volátil que esparció la mantequilla y comió el pan.

 

Ella no dijo nada. Sintió su propio nombre arder bajo el imperio de sus alas. Mientras el recuerdo ardiente volaba lejos. Quizás era el momento de crear otra fábula.

 

Melón

 

 

Todo ya había cambiado de forma y ambiente. Las miradas eran incomprensibles porque en ese preciso momento el mundo solo nos ofrecía cenizas. Todo lo admirable había desaparecido. Se estaba formando un nuevo momento y era imposible comprender su alcance.

 

Memelas con asiento, me dice a cada rato, y le echa chile a menudo. Pasa como un rayo, no lo puedo agarrar.

 

Minuto

 

 

El viejo camión que transporta la memoria por los ríos secos del planeta ha dejado de funcionar. Ciudades enteras desaparecen, bañadas por tormentas de arena roja. Mi corazón perdió la noción de ser. Los pozos regurgitan las visiones que se han ido acumulando. Mi voluntad nunca fue mía.

 

La vida es parte, el mundo es testigo, la montaña se trepa porque está allí. No se resiste, no se abarca, no se permite, no se quiere. Entenderla es no poder ya volver

 

Muerte

 

 

N

 

Tres soles surgieron del interior del vasto tapiz blanco. Un corazón imantado y dos plumas discutiendo el origen de sus pájaros. Quizá me equivoqué de sazón para el guiso. Por la noche íbamos a dar un paseo.

 

Había mucha ayer en la calle adonde acostumbro andar mirando las huellas de los que fueron a las compras antes que yo. Es mi guía de cumpleaños.

 

Nieve

 

 

La última noche que estuve en el jardín me invadió una nostalgia por estrellas de mar y vuelos sin alas. Estoy aún en esos últimos momentos de esa última noche.

 

¿Dejamos que la noche invada otras miradas con una luz sumergida en otro modo de desvelar las cosas?

 

Noche

 

 

Quinceañero ilusionado en la puerta con la mano en el pecho que piensa en la pureza del concreto armado que tiene a su lado izquierdo junto al piso de jalea real.

 

Y nada se pudo hacer para evitar que se escaparan las hojas de sus vestidos abandonados. Rebuscó entre las sartenes en busca de recetas sobrantes. Algunos regalos en el vacío polvoriento del armario. ¿Por qué esperar siempre tres días para la resurrección?

 

Novicio

 

 

O

 

No era lo que estaba en la palangana mientras temblaban las manos del hombre que la sujetaba rodeado de seres que se reían sin saber que había llegado la Segunda Guerra Mundial.

 

La selva se traga los tiros. Las piedras se ahogan con el goteo de sangre. Un piano hace eco de la agonía de lo sublime. Es una película. Apenas la realidad se recuerda a sí misma.

 

Obús

 

 

¿A cuántos metros estamos de la mujer que no podíamos dejar de amar? Las letras se mezclan tratando de mostrarme una ruta de escape. La justicia es un cenicero en la casa de no fumadores. Tan pronto como perdemos la última dimensión, las flechas carbonizadas vuelven a flotar en el olvido. El hambre es una sombra desacreditada.

 

Los hambrientos soñamos con ella en la noche sobre el fogón de acero de la cocina de mi madre. La veíamos bella, llena, muy bien cuidada, muy bien bruñida.

 

Olla

 

 

Los volcanes que colgaban de sus orejas hacía tiempo que estaban inactivos. Como una tumba que ha sido vaciada de su tesoro. O tal vez como un sueño que nunca supo escribir su propio final. Estamos rodeados de objetos dañados por el encantamiento de sus farsas.

 

Un modo de celebrar las fiestas era la de usarlo en vez de bufanda, sobre todo en las noches de luna cuando apretaba el frío sobre el río congelado.

 

Oropel

 

 

P

 

Horas en la cocina, entre ollas y estanterías de condimentos. Los cristales llameantes sirviendo un vino con ojos de fuego. Los muebles nos miraron con su gota de veneno. Polvo retrasando el punto de cocción. Los dioses con sus nombres febriles. Nuestras gargantas han perdido todo entusiasmo.

 

Aparecía en la foto con la cara de niño asustado y quizás perdido por su niñera ciega. La hinchazón era muy visible y muy blanda.

 

Paperas

 

 

Puedo creer en el silencio y tratar de averiguar de qué se alimenta mientras el ruido se apodera de los escenarios y confunde las noches. Una jungla atormentada por hilos contados que cuelgan del techo, donde la lluvia y la luna se guardan para una locura imprecisa, una jungla rizada que puede ser el hogar de tus escarabajos. Animalitos de color verde-musgo que la engancharon a deletrear las pequeñas muertes con sus mandamientos más destacados. Cuántas veces el silencio puede ser adentro o afuera empapando las sábanas o ahogando tus propios sueños. Alguien quiere llorar mientras espasmos electrificados expanden la carne que salamos para el festín inesperado de tantas caricias. Se suponía que era uno solo, como un faro releyendo la inquietud de los vientos, pero hay noches en que son tantos que es imposible contarlos.

 

Celebrado por romanos y griegos, deseado por muchos, es el símbolo de la patria, de la pajarera, de todo lo que se parece al poste de teléfonos.

 

Pene

 

 

En la oscuridad mi mundo toma mil colores. Como flores carnosas, me imaginaba masticando esa fragancia multiforme. Las cartas barajadas de mis sentidos contenían las frases de un encantamiento, cuya mejor perspectiva me fue dada desde el momento en que comencé a alterar el espacio y el tiempo de estas visiones.

 

Policías policromas policromía de la línea del tranvía con rayas verdes y amarillas.

 

Policromía

 

 

Q

 

Hay una mecánica impersonal que hace que las visiones internas sean sumisas. La arena impregnada de semen con el que alguien moduló su propia imagen. Una sombra que viaja como una obra en permanente ascensión, cuyo origen se desconoce. Ahora mismo podría estar aquí sin que nos demos cuenta.

 

Importa mucho, leo para entenderlo y no tengo cómo evitar en pensar que necesito saber, necesito contactar, necesito estar allí. Es fundamental para mí y para todo lo que hago. Es seguramente cosa de lo que me antecede, cosas de lo que aprendí.

 

Quien

 

 

Los platos fueron derrotados. Las ciudades lloran sobre sus propias semillas. Un cadáver cose las esquinas como si buscara otro mapa. ¿Qué decirle a la última vivienda cuando nada de su interior nos atrae para vivir allí? Tu vientre no supo que decirme. Yo podría ser la quinta temporada de tus lentes opacos. Un resto de la ciudad mascando crepúsculos todo el día. Pero tú no me querías. Deambulé por lugares inapropiados como las páginas de una novela que nunca sería escrita.

 

Prohibidos los silbidos, prohibido el tránsito vehicular, sólo se permite la entrada a los búhos.

 

Quietud

 

 

Salvavidas, sal de vida, sal de todos los afiebrados, sal para salir, sal adelante, sal como entraste… Salvavidas, manera de poder superar la incapacidad de poder nadar cosa que ya nos había mencionado.

 

Los días se confunden con las noches y a lo lejos se escucha la oración de la morfina. Las agujas son los pétalos sagrados de un enigma que la asamblea acepta pero no comprende. ¿Cuántas noches se han vuelto promiscuas en forma de besos artificiales? Aclaremos algo que descubrí sobre la hiel de tantos labios: los venenos segregan su astuta orden de engaño. Será mejor que dejemos los vasos volcados. No viviremos para siempre.

 

Quinina

 

 

R

 

Las vísceras expuestas a ambos lados de la línea del horizonte. La delimitación secreta de la discordia. Uno de nosotros querrá fundar un mundo basado en la incertidumbre. Los gritos salen de casa, movidos por el silencio que se desangra en nuestra puerta.

 

Me es familiar ya en la infancia. Es parte de la vida, de la dinámica de lo que no puede ser atendido, evitado. Es lo más positivo que se menciona y es lo que irrita a los ignorantes. Es buena. Es deseable. Es lo que nos protege de la esclavitud, de la complacencia con lo que se nos impone en forma impune y muchas veces demencial. Sólo con rebelión puede haber luz y aire, vida y no muerte. Este tema me es fundamental.

 

Rebelión

 

 

Como una fiebre anclada en la penúltima costilla. El crepúsculo gimió desgarrado. Había preparado un suculento plato con las entrañas de su legado. Pero el desierto seguía intacto. Las figuras se preparaban para un baile que podría ser el último. Las selvas gemían más la noche prometía entrar en sus rincones más húmedos, su follaje indescriptible.

 

No quiero nada más que un sueño, un coqueteo con el abismo, la carabina de las ilusiones disparando al azar hasta que uno de nosotros acepte que el final no conduce a ningún nuevo comienzo.

 

Rito

 

 

Una evocación descansa suavemente sobre palabras susurradas en un burdel disuelto. Las madres todavía se drogaban en el mármol de sus lirios. El traidor asalto del azar que imprimió sus hojas parduscas al límite de los vientos. ¿Alguien ha leído que el futuro se niega a llegar?

 

Frente al departamento paraba su movimiento y entraba a trabajar la guillotina cuyo aullido nos produjo un acostumbramiento total.

Sólo nos despertamos cuando se descompuso.

 

No lo oíamos a pesar de que estaba en funciones cada noche hasta que una alguien apagó la luz.

 

Rotativo

 

 

S

 

Aparece en los hospitales y las tumbas, entre los pastos y los árboles, en los pueblos sin luz, en las veredas invisibles.

 

Alguien había llegado antes que nosotros. Alguien que de alguna manera me recordó un verso de Jorge Cáceres: Viaje al pueblo de mucho antes. ¿Cuántas lágrimas vendrían después? ¿Cuántos seres nacerían en medio del tumulto de aquellos abrazos? Por un momento, olvidemos nuestra necesidad de nombrarlo todo. Vamos a sumergirnos en el pensamiento. No me digas nada.

 

Silencio

 

 

Las luces abreviadas indican qué tan alto del suelo deben permanecer las sombras. Quien salte más lejos de las formas entusiastas reconocerá el primer ectoplasma del deseo.

 

Perdiendo pie sujeto desde lo alto colgando como bandera que ondea sin control ni consuelo sobre el abismo negro que bosteza a la espera de la caída.

 

Suspensión

 

 

Luces que llegan y no sé con cuánta oscuridad quiero recibirlas. Yo digo: mi nombre es Wald, como un misterio ocasional. Se suponía que iba a ser toda mi vida. Quiero esa luz e invade la oscuridad perfectamente normal en la que no puedo participar. Tu luz rota es algo que no puedo imaginar. Evidencia fuera de lugar. Te he amado durante 20 mil años.

 

Esta es una imagen que está dentro de tu alma. En la mía la luz eres tú.

 

Susanalba

 

 

T

 

Un mar sorprendente me despierta esta noche mientras una manada de elefantes vaga por los parches sudorosos de mi sábana. Escucho sus pasos y el ritmo de mi aflicción. ¿Qué quieren ellos?

 

Late el corazón dando el rito del baile de la noche temblorosa y llena de sudores cuando viene mudando la tierra.

 

Las noches de insomnio. Un velo que cubre las nubes como una legión de fantasmas. Tantas maneras de decir que no mientras dejaba que las llamas lamieran su cuerpo. Lo que se suponía que era un encanto casi se convierte en una maldición. Una última sonrisa se salvó por la delicadeza con que me dijo que no me conocía.

 

La vi en sueños. Me hablaba. La vi bella, entera, fuerte, frente a un muro en que caía agua. El sueño me la trajo, la guardé, la atesoro, la amo. El parte de mí y es parte de la energía que me anima y anima al universo.

 

Tara

 

 

Una primera voz, con el cuerpo aún en formación, dice que representa la línea divisoria entre dos mundos. Una luz se agita en el fondo como si no estuviera de acuerdo con ella. Se suponía que ese sería el momento en que, desde el otro lado, un caballo azul se acercaría con una canasta de púas doradas en la espalda. ¿Dónde estaría el caballo? Todos se preguntan. Las luces se encienden. La escena se interrumpe.

 

Las viejas tablas crujen como preparando un ofertorio al azar. Los muros rasgados barajan las tramas de noches rebosantes de maquillaje y trucos de lenguaje. Las sombras buscan a su doble por el escenario en desorden. Todo debe estar organizado antes de que el público comience a llegar. Lo aprendí de joven. La dicción importa, y mucho. La proyección de la voz sin esforzar la garganta también se aprende. Entre bambalinas se puede sugerir a otros ideas y muecas que pueden ayudar o entorpecer. Todo se vale. Muebles que se convierten en jardines, cortinas que transparentan amaneceres cordeles que producen levitación. El peligro de que las letras se caigan de las oraciones. Un cielo de celofán que no conoce las noches lluviosas. Se necesitó un error para recuperar el aliento de las luces. Las ficciones besan lo sagrado y nunca indagamos tanto sobre los pasos perdidos.

Teatro

 

 

La mayoría de las veces una definición apresurada. Algo que se desliza sobre la conciencia y programa distintos puntos que no coinciden con la propia inversión del sentido común. caída interminable. Nombre ilegible.

 

No termino en el término, no quiero ser terminal, no soy terminante, no voy a querer comer termitas ni terrones ni terraplenes. No soy la que va a los terremotos a buscar terror ni temerosa de temer lo temido.

 

Ni siquiera supe qué era en la noche de mi paseo por la luna. Es que ese paseo es lo que hago a diario y no tiene para mí novedades muy importantes ni tampoco de gran valor histórico. Las tiendas estaban atestadas de letreros que mostraban el ridículo oficio de los amos del mundo: arrogante, cruel, inhumano, despótico, opresor. Dondequiera que íbamos, la infamia había guardado un caldero de hiel para quien entraba y decía el nombre correcto.

 

La cajita llena de profundidades inesperadas, escondites de diminutas joyas y una luz que se arrastra por sus espacios más secretos como una lagartija larga y delgada. Las transparencias engañan.

 

Tremeluz

 

 

U

 

Cuatro por vaca, rosado, se aprietas mientras tiras hacia abajo; la vi después de andar por los durmientes del tren que no venía; lo supe poniendo mi oreja sobre ella.

 

Un baño de leche y el sueño destierra los pequeños delitos que no fueron consumidos. Un aullido y las ventanas se apoyan en lo inalcanzable. He estado lavando sábanas desde la última noche que pasamos juntos.

 

Ubre

 

 

Seguro que vendrá. Las chozas se vacían y el cielo prevé los cuerpos mutilados languideciendo en el espacio incomprendido de la locura. Tenemos que esperar un poco más. Los rayos de luz no se desprenderán tan fácilmente de sus enigmas.

 

Alguien en mí se despertó esta mañana deseando no estar más aquí. Sin embargo, las pistas que nos sacan del mundo se han interrumpido hasta que se deshace un nuevo sentido. A través de estas chispas repetimos ambiciones predestinadas al engaño.

 

Último

 

 

No había a mano, pero hacía falta. Era la hora en que se aplicaba y se sacaba pronto. No se podía ver, no se podía sentir, era secreto y muy variado. No lo encontré en el espejo. No lo vi en la calle. No lo pude percibir el domingo.

 

Las planchas que iban pegándose en nuestro espíritu, para que todos los dolores perdieran su sentido. El nombre podría ser la copia de un sentimiento desmembrado. La luz que la oscuridad no reconoció. Y ese deseo que deambulaba por los accidentes sin saber exactamente dónde debía quedarse. Nuestros cuerpos se deslizaron como si huyeran el uno del otro. Hizo una extraña luna dentro del sol. Y los espejos no encuentran su razón de ser en la imagen reflejada.

 

Ungüento

 

 

V

 

Como un fuego fatuo bailando con las quimeras invisibles de este tiempo desesperado de ilusiones, así los pétalos se adornan frente a los espejos esperando un repique de nuevos deseos emplumados. Quien venga de tan lejos, no se desespere, las flores seguirán siendo las más dulces aves del paraíso.

 

Voluble vicio la vanidad viene desde el remoto veloz y violento arenal de la memoria que me habla de los temores ante el político fútil mirando la mugre bajo sus uñas mientras murmura unas palabras incomprensibles.

 

Vanidad

 

 

Oaxaca es una ciudad alejada de Fortaleza. Llegué a tu casa como si hubiera salido de un espejo. En el porche había un tronco desnudo de una mujer-árbol que me aconsejó tener cuidado con las habitaciones de la casa. Eran como laberintos cuya entrada podía conducirme a lugares indescifrables. En uno de ellos te vi pintar todas las tardes. En otro el tiempo fue una maldición donde hombres y animales tenían sexo como una alianza secreta. En la tercera sala, los cuadros de la pared evocaban los mares y de todos ellos brotaba agua salada, inundando el suelo por encima de nuestros pies. El mar, sin embargo, no llegaba al espejo, que luego sigue llevándome obstinadamente de una ciudad a otra.

 

Símbolo de toda mi vida, cosa que se hace a veces para salvar la piel, el traje, el zapato, en toda clase de aparatos que se usan porque se inventó la manera.

 

Viaje

 

 

Una sombra accidentada en el camino nocturno. Desfigurada como un recuerdo fugaz. No serviría de nada preguntar su nombre. Las horas se resisten a abandonar el lugar donde se esconden. Recorro los motivos y sus muecas secretas. Los ojos borrosos de la sombra son como una baraja de trucos y cuando me miran descubro que soy el personaje irreconocible de sus miedos.

 

Se debe doblar cada prenda lavada con precisión: primero a la mitad luego al ancho en que queda bien en el mueble y luego al largo apropiado para el estante en que se guarda. No debe quedar nada fuera del mueble, el cuarto está en orden.

 

Vicio

 

 

W

 

Uú, lee mi vecina que no tiene mucha experiencia de ello. Uú dice el policía que tiene en su mano el retrato con sello y firma que lo corrobora.

 

Una doble carta, un juego escondido bajo el mantel, todo lo que puedo decir no está previsto en mi idioma. Un disfraz completo que me permite caminar por todo el diccionario. Puede ser una sola letra, pero siempre nos invade en forma de palabra.

 

W

 

 

Un nombre perdido azotado por la inmensidad del paisaje. Alguien nos enseña a despojarnos de la ociosidad. Alguien nos engaña sobre el vacío. Una cama suspendida en la pradera. Un infierno injustificado.

 

Las instalaciones secretas de los mitos guardan en su interior un granero para batallas que no sucedieron en el tiempo. Los dioses que llegaron tarde a su morada. Incluso las cuencas vacías que nunca conocieron la inundación de los tormentos.

 

Walquiria

 

Era una calle escandalosamente corta entre dos otras que tenían renombre, por eso fue difícil encontrarlo a la primera.

 

Quería dejar mi nombre en la entrada y decir que estaba allí para robar libros. Un amigo me dijo que nadie lo creería. Tomé los libros, pero terminé devolviéndolos. No se trata de confianza, sino de hábito. La biblioteca fue diseñada para este propósito.

 

Washington

 

 

X

 

Los labios del mar jamás probarán tu sabor. Tus aguas pertenecen a los disfraces del infinito. El misterio decantó en la humedad de tu roza de maravillas. Quiero crecer perdiéndome en ti.

 

Ni idea. No lo sé. No es de mi andar, no es de esta parte de la tierra, no se sabe su paradero.

 

Xana

 

 

Es una selva en que el sueño se ha hecho concreto, bella y llena de milagros impulsados por el amor de un ser lejano.

 

Podemos vivir donde nos lleve el agua. La quietud pescaría estrellas. El corazón recogería semillas de cariño. Las tacitas de la eternidad servirían a diario, para el aperitivo de nuestro sexo.

 

Xilitla

 

 

Hasta que el silencio descubrió los pigmentos mágicos de las horas. El peso de las heces reproduciendo nuestros deseos empapados. Una copia de los huesos secos. La música. ¿Cuántas veces tocarla hasta que la muerte se volviera acogedora?

 

Existe, no cabe duda. Es lo que oigo cada vez que me doy vuelta. Conocí a un pariente suyo, pero no la cosa en sí. Cada vez que me lo mencionan pienso en algo parecido, pero no en la cosa en sí. Cada vez que lo miro me maravillo. Me pregunto cómo se toca, si vibra la mano, si se sacude el pie.

 

Xilófano

 

 

Y

 

La vi bella, morena, inquieta, mordiendo una manzana con sensación de delicia; giganta, fuerte, volaba delante del trineo en la blanca lejanía.

 

Fuimos las dos últimas sombras en imaginar un pasto en esa luna despojada. Nos arrodillamos ante el paisaje suspendido en la pared. El azul bajó del techo. Las palabras eran hierba cubierta de maleza, tal vez dejadas allí para guiar la infancia. ¿Dónde aprendimos a trotar?

 

Yegua

 

 

Un desatino de sombras, un disparate de almas perdidas, la vieja mina de cobre donde se cobijan las momias, la sufrida ley de la desgracia, el fénix con las alas arrancadas, los muebles que perdieron las patas...

 

No había casa ni cosa ni árbol ni vereda ni perro ni pasto. Estaba en el mismo lugar, pero sin eso, sin lo otro, sin mí. No era yo.

 

Yermo

 

 

Es la condena de todos los que laboran por un mísero momento de descanso y algo de alimento. Es el objeto de la rebelión es lo que no tolera excusas y no soporta la viga de la granja.

 

Los visitantes se fueron temprano. La muerte hizo de todo para que se quedaran un poco más, pero todo me hace creer que los espejos tenían otros planes para sus fugaces reflejos. ¿Alguien puede negarme un vaso de agua bien fría?

 

Yugo

 

 

Z

 

Un escándalo descansa sobre el dobladillo de la falda de una diosa incrédula. Un zumbido de luces parece ocuparse del quebranto olvidado. Nuevas letras sin ancla por la tarde amenazaban con multiplicar el alfabeto por donde pasaban.

 

Zara es la marca de la blusa que llevo. Una banda que pasó me dejó bandeada con algo de zaramorida y algo de vacación. Lo que me zarandea no es lo que me preocupa. Para otros esto es un juego, para mí va en serio.

 

Zarabanda

 

 

Soy tu gusano de seda. El laberinto que ruge pidiendo un poco más de contratiempos. Tu color me besa como si yo fuera un paisaje pálido. Toda la noche el agua forma parte de tu vida. Soy tu leyenda elegíaca. Mi piel planea salvar tu recuerdo.

 

Cubría todo el tramo en que corría agua, era el techo lleno de delicia sobre la acequia, soportaba la escalera en que se subía el niño.

 

Zarzamora

 

 

Volvía con la primavera en cuanto se derretía la nieve y asomaba el sol; se erguía orgulloso, era el mensajero musical de la vida nueva, de todo lo que prometía nuestra delicia.

 

Un árbol canta sobre la urna funeraria de sus viejas hojas. El cielo está en silencio cuando el árbol canta. La noche recuerda parte de la historia mientras el árbol canta. Incluso la tierra se deja acariciar por el canto del árbol. Si dudas, el árbol saldrá volando de allí.

 

Zorzal



SUSANA WALD (Hungria, 1937). Artista, designer gráfico, editora, tradutora, escritora. Atuou como professora no Chile, Canadá e México, ensinando principalmente cerâmica, desenho, pintura e teoria da criatividade nas artes. Realizou exposições individuais no Chile, Canadá, EUA, França, Alemanha, Bélgica, Islândia, Venezuela e México. Um dos nomes centrais do Surrealismo. 


 

 



A GRANDE OBRA DA CARNE

A poesia de Floriano Martins

  

1991 Cinzas do sol 

1991 Sábias areias 

1994 Tumultúmulos 

1998 A outra ponta do homem 

1998 Autorretrato 

1998 Os miseráveis tormentos da linguagem e as seduções do inferno nos instantes trágicos do amor de Barbus & Lozna 

2003-2017 Floração de centelhas [com Beatriz Bajo]

2004 Antes da queda 

2004 Lusbet & o olho do abismo abundante 

2004 Prodígio das tintas 

2004 Rastros de um caracol 

2004 Sombras raptadas [Coroa] 

2004 Sombras raptadas [Cara] 

2004-2015 Estudos de pele 

2004-2017 Mecânica do abismo 

2005 A queda 

2005 Extravio de noites 

2006 A noite em tua pele impressa 

2006 Duas mentiras 

2006-2007 Autobiografia de um truque 

2007 Teatro impossível  

2008 Sobras de Deus

2008 Blacktown Hospital Bed 23 

2009-2010 Efígies suspeitas 

2010 Joias do abismo 

2010-2011 Antes que a árvore se feche 

2012 O livro invisível de William Burroughs

2012-2014 Em silêncio [com Viviane de Santana Paulo]

2013 Anatomia suspeita da realidade 

2013 My favorite things [com Manuel Iris]

2013 O piano andou bebendo 

2013 Sonho de uma última paixão 

2013-2015 Breviário dos animais fabulosos fugidos da memória 

2014 Mobília de disfarces 

2014 O sol e as sombras 

2014-2015 Reflexões sobre o inverossímil 

2015 Enigmas circulares 

2015 Improviso para dois pianos [com Farah Hallal]

2016 Cine Azteka [com Zuca Sardan]

2016 Circo Cyclame [com Zuca Sardan]

2016 Trem Carthago [com Zuca Sardan]

2016 A mais antiga das noites 

2016 A vida acidental de Aurora Leonardos 

2016 Altares do caos 

2016 Breve história da magia 

2016-2017 Convulsiva taça dos desejos [com Leila Ferraz]

2016-2017 Obra prima da confusão entre dois mundos 

2017 O livro desmedido de William Blake

2017 Antigas formas do abandono 

2017 Labirintos clandestinos 

2017 Manuscrito das obsessões inexatas  

2017 O mais antigo dos dias 

2017-2020 A volta da baleia Beluxa [com Zuca Sardan]

2017-2022 Nenhuma voz cabe no silêncio de outra

2018 Atlas revirado 

2018 Tabula rasa 

2018 Vestígios deleitosos do azar 

2021 Las mujeres desaparecidas

2021 Museu do visionário [com Berta Lucía Estrada]

2021 Naufrágios do tempo [com Berta Lucía Estrada]

2022 As sombras suspensas [com Berta Lucía Estrada]

2022 Las resurrecciones íntimas [com Berta Lucía Estrada]

2023 A casa de Lenilde Fablas

2023 Caligrafias do espírito

2023 Huesos de los presságios [con Fernando Cuartas Acosta]

2023 Inventário da pintura de uma época

2023 Letras del fuego [con Susana Wald]

2023 Representação consentida

2023 Primeiro verão longe de casa 


 

 

1991-2023 Mesa crítica [Prefácios, posfácios, orelhas]

2013-2017 Manuscritos


 

 

Poeta, tradutor, ensaísta, artista plástico, dramaturgo, FLORIANO MARTINS (Brasil, 1957) é conhecido por haver criado, em 1999, a Agulha Revista de Cultura, veículo pioneiro de circulação pela Internet e dedicado à difusão de estudos críticos sobre arte e cultura. Ao longo de 23 anos de ininterrupta atividade editorial, a revista ampliou seu espectro, assimilando uma editora, a ARC Edições e alguns projetos paralelos, de que são exemplo “Conexão Hispânica” e “Atlas Lírico da América Hispânica”, este último uma parceria com a revista brasileira Acrobata. O trabalho de Floriano também se estende pela pesquisa, em especial o estudo da tradição lírica hispano-americana e o Surrealismo, temas sobre os quais tem alguns livros publicados. Como artista plástico, desde a descoberta da colagem vem desenvolvendo, com singular maestria, experiências que mesclam a fotografia digital, o vídeo, a colagem, a ensamblagem e outros recursos. Como ele próprio afirma, o magma de toda essa efervescência criativa se localiza na poesia, na escritura de poemas, na experiência com o verso, inclusive a prosa poética, da qual é um dos grandes cultores. A grande obra da carne – título emprestado de um de seus livros, é uma biblioteca desenvolvida como espaço paralelo dentro da Agulha Revista de Cultura, a partir de uma ideia do próprio Floriano Martins, de modo a propiciar acesso gratuito a toda a sua produção poética.


 

 

OBRA POÉTICA PUBLICADA

 

Cinzas do sol. Rio de Janeiro: Mundo Manual Edições, 1991.

Sábias areias. Rio de Janeiro: Mundo Manual Edições, 1991.

Tumultúmulos. Rio de Janeiro: Mundo Manual Edições, 1994.

Ashes of the sun. Translated by Margaret Jull Costa. The myth of the world. Vol. 2The Dedalus Book of Surrealism. London: Dedalus Ltd., 1994.

Alma em chamasFortaleza: Letra & Música, 1998.

Cenizas del sol [con Edgar Zúñiga]. San José, Costa Rica: Ediciones Andrómeda, 2001.

Extravio de noites. Caxias do Sul: Poetas de Orpheu, 2001.

Estudos de pele. Rio de Janeiro: Lamparina, 2004.

Tres estudios para un amor loco. Trad. Marta Spagnuolo. México: Alforja Arte y Literatura A.C., 2006.

La noche impresa en tu pielTrad. Marta Spagnuolo. Caracas: Taller Editorial El Pez Soluble, 2006.

Duas mentiras. São Paulo: Edições Projeto Dulcinéia Catadora, 2008.

Sobras de Deus. Santa Catarina: Edições Nephelibata, 2008.

Teatro imposible. Trad. Marta Spagnuolo. Caracas: Fundación Editorial El Perro y La Rana. 2008.

A alma desfeita em corpoLisboa: Apenas Livros, 2009.

Fuego en las cartas. Trad. Blanca Luz Pulido. Huelva, España: Ayuntamiento de Punta Umbría, Colección Palabra Ibérica, 2009.

Autobiografia de um truque. São Pedro de Alcântara: Edições Nephelibata, 2010.

Delante del fuego. Selección y traducción de Benjamín Valdivia. Guanajuato, México: Azafrán y Cinabrio Ediciones, 2010.

Abismanto [com Viviane de Santana Paulo]. Natal: Sol Negro Edições, 2012.

O livro invisível de William Burroughs. Natal: Sol Negro Edições, 2012.

Lembrança de homens que não existiam [com Valdir Rocha]. Fortaleza: ARC Edições, 2013.

Em silêncio [com Viviane de Santana Paulo]. Fortaleza: ARC Edições, 2014.

Overnight medley [com Manuel Iris]. Trad. ao espanhol (Juan Cameron) e ao inglês (Allan Vidigal). Fortaleza: ARC Edições, 2014.

O sol e as sombras [com Valdir Rocha]. São Paulo: Pantemporâneo, 2014.

A vida inesperada. Fortaleza: ARC Edições, 2015.

Circo Cyclame [com Zuca Sardan]. Fortaleza: ARC Edições, 2016.

O iluminismo é uma baleia [com Zuca Sardan]. Fortaleza: ARC Edições, 2016.

Espelho náufrago. Lisboa: Apenas Livros, 2017.

A grande obra da carne. Fortaleza: ARC Edições, 2017.

Tabula rasa [com Valdir Rocha]. Fortaleza: ARC Edições, 2018.

Antes que a árvore se feche (poesia reunida). Fortaleza: ARC Edições, 2018.

Tríptico da agonia [com Berta Lucía Estrada]. Fortaleza: ARC Edições, 2021.

Las mujeres desaparecidas. Santiago, Chile: LP5 Editora, 2021.

Un día fui Aurora Leonardos. Quito: Línea Imaginaria Ediciones, 2022.

El frutero de los sueñosWilmington, USA: Generis Publishing, 2023.

Sombras no jardim. Fortaleza: ARC Edições, 2023.


 

 

Agulha Revista de Cultura

Criada por Floriano Martins

Dirigida por Elys Regina Zils

https://arcagulharevistadecultura.blogspot.com/

1999-2024 

 


 

 

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