El amigo
entrañable Floriano Martins me propuso que hiciéramos un libro juntos con
textos automáticos sobre un tablado alfabético. El ejercicio resultó ser una
aventura grata, llena de sorpresas. Estoy muy agradecida de haber participado
en este baile lúdico cuyo sabor espero que sea evidente para los lectores de
nuestro libro.
SUSANA WALD
No me cabía
la menor duda de que este encuentro ya estaba previsto en algún momento, de
modo que fue casi como seguir el anzuelo de la casualidad y la escrita resultó
estar hecha de puro encanto, con un grado dichoso de libertad y placer.
FLORIANO
MARTINS
∞
Susana Wald sabe desde la adolescencia que es artista. Se
expresa en imágenes visuales con una nutrida carrera de exposiciones personales
y colectivas. También trabaja en palabras con textos propios, como
investigadora y como traductora literaria. Actualmente labora en sus talleres
en el sur de México, cerca de la ciudad de Oaxaca.
Floriano Martins suele creer que su primer ejercicio
creativo fue su propio nacimiento. No recuerda un solo día de su vida que no
esté conectado con los elementos que nutrieron su existencia, a través de
imágenes y palabras. Actualmente trabaja en su estudio editando Agulha Revista de Cultura y desarrollando
una colección de libros.
∞
No somos ni el principio ni el final. Entre Alfa y Omega,
desvelamos la belleza de la existencia, como dos seres convergentes cuyo
progresivo encuentro de nuestras conciencias permite revelar algo hasta ahora
insondable, la totalidad de un universo entre el espacio y el tiempo, el
nuestro, como símbolo muy personal de una aventura del espíritu Esta energía
común con la que recorremos todo el alfabeto es un reflejo natural de nuestra
fuerza creativa. En cierto modo se asemeja a una de las infinitas fuentes de
lectura del Libro de la Iluminación, ese Bahir
apócrifo que en algún momento busca desvelar el misterio que se esconde detrás
de las letras. Así lo hicimos, pero a cuatro manos y en un ejercicio de
escritura automática que nos permitiera viajar de lleno por el interior de
nuestro ser, captando la sensación a la que nos conduciría cada palabra
sugerida por el otro. Entre el Alfa y el Omega siempre habrá dos tradiciones,
la que uno sigue y la que se funda. He aquí el misterio que nos cuesta la
intensidad del espíritu desvelar. Y el misterio más sabio no es el que se deja
explicar, sino el otro, que se renueva a cada instante.
∞
A
El anochecer tiñó todo el cielo de un color inesperado
cuando llevé a la manada al interior de la valla. A las ovejas, todas en
silencio, no les gustaba el retiro nocturno. Fueron tomadas sin querer. La
noche misma no sabía muy bien qué podía hacer con la oscuridad.
No me dijo la razón de por qué su libro lleva el
título, él no es así, no me ha parecido jamás de esa forma. Pero la vida tiene
rincones secretos, las almas guardan secretos que no conocemos.
Abulia
Cuando la tierra alcanza su florecimiento de
misterios, la naturaleza pétrea carga los sigilos de las estaciones submarinas.
Los nudos del tiempo se entrelazan en la formación de múltiples señuelos que
resultan ser las partículas de un enigma floreciente. El océano crece dentro de
mis ojos.
Arenal esquina de Río Seco donde el viento perfora la
roca y las culebras entran por las ventanas. Arenal recuerdo y dicha de ayer.
Arenal
Tal vez un barco se hunde en tus ojos mientras
deletreas el horizonte y sus líneas intermitentes. Quizás durante todo el día
los dos no hagamos nada más que esto: preparar los restos del espacio frente a
nosotros.
Ah, el Zar!, decía mi tía que de esas
cosas nada entendía. Era de noche y la cosa sucedió sin que nadie se diera
cuenta. Ese es el asunto. Es lo que no tiene causa ni efecto.
Azar
B
Los dulces sobre la mesa, con sus formas arbitrarias
favoreciendo la ilusión. Una estrella virgen cubierta con un velo para que
nadie se dé cuenta de que es una bailarina. El balbuceo de los caramelos
hablando de sus bocas favoritas. La lluvia afuera dice que nunca es demasiado
tarde para que entre el exceso.
Las bambalinas bambolean huecos escondidos,
secretos de la memoria. Bambolinasbambaleanbambalinas.
Bambalina
Eran dos países con un solo motivo, dos cabezas con
una sola forma, dos frentes, dos imágenes, dos cosas incontables, dos
propósitos no siempre en discurso, no siempre en valía.
A veces las noches no querían dormir y los días se
reventaban, todo en medio de las sutilezas de los mundos inversos. El monstruo
de afuera era el mismo que guardaba parte de su cuerpo adentro.
Bicéfalo
La naturaleza del cielo contenía en su interior una
brújula de rebaño incandescente. Una repentina explosión anunció que mi amor
estaba por llegar. Me preparo para el encantamiento, para el juego de esta
metamorfosis circular.
Animal de agua y de barro que me mira desde el lugar en
que está a oscuras.
Búfalo
C
En las sombras de los árboles alados pude ver el
espectro verde de los vuelos anunciados. Lluvia cayendo sobre la piel de las
montañas, el follaje abriéndose a un sueño inesperado. La oscuridad de las
aguas no permitía saber si era de día o de noche.
El cacahuate en mi infancia era un desconocido
dolor y placer, una redondez en vaina no asumida, no vista no percibida en sueños
ni en vigilia.
Cacahuate
Las ventanas suelen guardar en su corazón unos
susurros que acaban dando a otras ventanas. Así, crean un juego de conchas que
cortan los mares en pedazos iguales improvisados.
Mi madre no lo toleraba. Era su padecer
especial. Necesitaba claridad y no ese brutal ataque de lo que no se podía ver
y todo lo dominaba.
Cacofonía
Al repetir su nombre, los sentidos se
volvieron más lúcidos. Todo es fugaz en su esfera. Del olor de sus bosques al
sórdido talismán de sus conquistas. Hay un observatorio momentáneo en algún
lugar donde puedes decidir el destino de su palabra-madre. Como aguja que
destapa las caricias atormentadas del deseo, tus nombres nocturnos se arrastran
por las cicatrices de los amores ciegos. Alguien me está llamando en una
habitación oscura.
Ciudad embotellada, con tráfico y con sobacos que se
pueden lavar para que sean aguantables.
Colonia
D
Hay un pesar en la tierra, un pedazo que está por
debajo de lo que ve la liebre en el pasto. Una manera de no querer estar en
estado de agitación y de ira, una forma de querer tener otra cosa que no está
claramente delineada. Es una idea que carcome pero que no se puede percibir del
todo. Un ácido que no cesa de gotear. La manera de vivir que no deja mover las
hojas, secar las tintas, crecer los árboles.
Las horas que se tiñeron del color negro de la
ausencia de movimiento. Una negación de todo hasta que quizás el tiempo abra
una puerta inesperada, un cobertizo partido en mil pedazos que son difíciles de
reconocer cuando se vuelven a encontrar.
Depresión
¡Cuántas veces me invaden los más conmovedores
desequilibrios! Las piezas que faltan en los juegos de la libido. Un pie en el
abismo y el otro en las arboledas del cielo. Un velo que protegiera la desnudez
del vacío y las cargas de tantas luces extraviadas.
Es mi nombre, mi destino, la historia de mi vida.
El destierro es mi libertad. El destierro es el ritmo de cada día. Destierro de
la lengua, destierro de pies y manos. Destierro de plantas, destierro de aves,
destierro de tranvías, autos, bicicletas. Destierro desde el lago. Destierro
desde el río, ausencia de la isla, mudo hundirse en la piscina del olvido.
Ausencia de rostros, ausencia de voces, rugir del mar, vientos huracanados y
brisas que mecen los árboles de la infancia.
Destierro
UNA VOZ | La memoria es
monstruosa cuando anticipa errores que provocan transformaciones en la
realidad. Una permutación de fechas, un desplazamiento de objetos a la luz de
sus antagonismos. ¿Qué recordamos exactamente cuando todo está fuera de lugar?
OTRA VOZ | La memoria siempre está deforme, deja huellas falsas,
aunque se quiera enderezar su camino, aunque sea un intento sincero. Es como un
ladrón que se apropia de lo suyo, le agrega sus ingredientes, falsifica la
receta.
UNA VOZ | ¿Es el hombre la
burla de Dios o es el secreto mejor guardado en los oscuros bosques de la
memoria? Tal vez si el hombre escapara alguna vez de la ironía del destino,
aprendería a deletrear su propia mala suerte. Al nombrar las fuentes de su
perenne olvido de todo, ¿alcanzaría algún refugio entre el polvo de sus
artimañas de eternidad e impotencia?
OTRA VOZ | No hablemos de mala suerte sino del privilegio que es
el vivir. La experiencia es lo más extraordinario que puede darse, no sabemos
de dónde nos viene, ni por qué. No creo que haya nada eterno, creo en el cambio
constante que se va dando y nos sorprende a diario. La memoria recuerda el
ayer, pero no adivina el presente ni el mañana. Quizás si existe el olvido, el
desliarse en nada, creo más bien que desconocemos simplemente la múltiple
potencialidad de lo real.
Diálogo
E
La última vez que la vi, se deslizaba
debajo de mi cuerpo hasta desaparecer por completo. Su ausencia creció por
doquier. Una vez que se pierde la noción de síntesis, ya no se encuentra el
follaje del orgasmo. Hay mil formas de reír, solo unas pocas se devoran entre
sí.
Lo evitan los que pueden, pero no pueden porque no es
evitable, sale a luz en todas las luces y en las tinieblas.
Erotismo
Los sueños se agitan a medida que suben y bajan de las
noches desenfrenadas. Una vez mis ojos dividieron las imágenes entre las que me
veían desde arriba y las que sólo se veían en el fondo de la vigilia. Los pavos reales no son reales, al igual que mi alergia a
sus huevos. Una carreta de 12 ruedas cruza el paisaje de mis instintos
confusos. Toda vigilia acaba durmiendo en la cuna de la intemperie.
Vuelo sobre la escalera, aterrizo en el descanso,
vuelta a la izquierda, descanso en el cuadrilátero, vuela a la izquierda el
vuelo que me levanta y que me da el placer de la noche y la mañana, en cada
escaño una lagartija azul se enrosca e intenta subir al siguiente como el
coyote que ha caído en la piscina y se aferra al borde mojado.
Escalera
El lugar de la comunión imposible, la
grieta de los crímenes como una mujer desaparecida. Nieve en una caja enviada
al corazón del desierto. La entrada en su mundo es la elocuencia dispersa.
Hacia otra casa, otra ciudad, otro país, fue la verdad
ineludible.
Evasión
F
Falta la foliada falacia en la farmacia fijada
en familias famélicas futuristas y finas buscando la fianza forzada.
Y tan pronto como los comienzos pasaron
a ser secundarios, las abstracciones descubrieron su lado vulgar y la
conciencia asumió que todo lo que nos rodea es desconocido.
Falacia
Aparece en la mañana y me llena de alegría con su
sonrisa y su suave balanceo. Él lo que alienta a todos los habitantes de esta
zona a moverse y a traer sus útiles para que sea posible el festejo. Es lo
que llevo dentro, es lo que tengo alrededor, es lo que me hace contar que vivo.
Un dedo se curva todo el camino hasta penetrar la
palma de la mano y atraviesa su habilidad de contener el universo ahí en su
centro. Ya no es una mano sino un jardín. Cada mañana aprendemos a descifrar el
vuelo en la piel de nuestro cuerpo.
Flor
El infierno no sabe dónde poner su nombre. Busca una
piedra, un error histórico, una moral desacertada. Quizás el lugar ideal sea el
descubrimiento de un nombre, un nuevo vértigo, una palabra inventada. El pacto
hecho con los demonios no permite anunciar la solución. Quizás por eso el mundo
está tan perdido en su anhelo de igualdad.
Pon dio, pon algo, ponme un pondolio
ponodista. Pono, dono, digo, dado. Flori dori, flora dora, vamos por el perfume
de la flora y pon.
Floripondio
G
Las viejas latas del traspatio
descifraban la semejanza de martirios bien forrados. Un solo rey pasa por los
ojos como una imagen furtiva de restos de comida. Somos dioses inciertos, tal
vez mal configurados. La noche ha perdido su último pescado.
No se supo, no se suponía que podía y sin embargo fue, se
dio, cayó y se levantó.
Gato
Gota a gota cae cada piano desde el
sexto piso en que vive la dueña de la aldea que recuerdo en la niñez a la
orilla del lago Balaton donde la arena mezclada con olas y moviéndose sobre mis
pies saltaba en coscorrones y bofetadas.
Como los ojos dentro del paisaje o la fiebre en la
espalda de un amor dormido. Los primeros signos son una calma vagamente
asustada, como el renacimiento de un músculo o el recuerdo de un instante
pasado.
Gota que vuela en el ala de la mariposa
que se posa en la nube de mi sueño, gota que viene desde lo oscuro y va hacia
el sol para convertirse en polen. Gota virgen, gota de árbol, gota que se
arrastra y se esfuma.
Las noches acechan cuando llaman a la puerta trasera.
Cuando las fiebres entumecen los cuerpos parecen olvidar los nudos del corsé.
Con cada señal de destierro, los dolores cambian de escondite y unas chispas
anónimas intentan recuperar el látigo del fuego.
Gota
Estaba en la casa a la espera de que
llegaran los otros invitados y si él necesitara para alumbrar el momento en que
se juntaban todos en los vicios.
Las redes suben por un plano de
filmación. Los acordes van a la feria con demasiadas mañas en sus notas
solares. Las alas cruzan los objetos perdidos como un vuelo que busca refugio
en otra forma de ser. ¿Cómo no perderse una guitarra en estos deltas de
virtudes frescas?
Estaba colgada en el muro de la casa, la acariciaban los
que llegaban a la fiesta mientras gozaban uvas y ovas, líquidos y carnes.
Guitarra
H
Esas luces que se apagan en el centro excitado del
alma. Pequeñas luces que van disminuyendo de tamaño hasta desaparecer por
completo. Un diapasón secreto de las ilusiones más rugosas. No sabemos cuándo
será el momento de conducir la manada de luces de regreso a lo largo de las
corrientes de la era perdida. Las señales siempre serán invisibles. Cuanto más
caídos de sí mismos, más dificultades tendrán los hombres para encontrar el
punto estimado de un nuevo comienzo.
Holoturias huecas esperan el tren y
en el hiato entre dos ataques de tos intentan leer las memorias de la actriz
que se fue a Islandia. Allí las mujeres viajan en volcanes vacíos de vientos y
de virulencia.
Hiato
Hijo del árbol y de la miel de las
abejas, poeta de flores y de hojas, aliento de hielo y de escarcha matutina,
hueco en la mano halo e hilo en escabeche de pepinos picantes.
Algunos dioses han venido a decir que no son nada.
Vinieron en nombre de misterios que no conocen. Insisten en que la obra más
grande del hombre la contiene dentro. Y no saben nada más que eso.
Hijo
Muy chico, casi no se le puede seguir y sin
embargo envolvente, atrapador, come uñas, vive en el recuerdo de la película en
que apareció el misterio.
El hueco por el que pasa una lámpara a
una determinada hora de la noche. Las ventanas aplauden la astucia de estos
invisibles animales del deseo. ¿Fue un gesto final? ¿O la oscuridad se queda
preparando sus viales de emboscadas?
Ejemplo de sutileza que no se puede expresar ni explicar
porque son pocos los que pueden captar su presencia.
La última nota antes de que se apagaran
los instrumentos.
Hilillo
I
Las noches electrificadas por vallas fantasma. Un
plano de luces que se alimentan de la oscuridad dormida. ¿Por qué no vamos a la
calle de abajo y buscamos las piedras que faltan? Las veletas se amontonaron en
el viejo sótano de la mansión olvidada. ¡Cuántas veces no sabemos qué hacer!
¡No se vale! decía el niño
de cinco años ya consciente de que es falta y es cosa de erradicar como los
yuyos que no permiten el crecimiento del maíz.
Impune
Un silencio reservado para cuando el
grito evapore sus quejas. Un inventario de esferas que guardan el secreto de
abrir y cerrar los ojos, sin importar que la imagen sea siniestra o diluida en
sueño. Me quedaré hasta el final. Hecho un arco quemado en el tiempo.
No era posible creer, era algo que no se
había visto. La lectura se hizo pesada la ausencia la hizo callar.
Inédito
Como las bromas de Disraeli en el parlamento de la mirada de los pájaros
que no se ven, irrisorio irrigador de muelas marginadas de miles de moradas
envenenadas.
Sombras quemando su piel como si escondieran soles en
su interior. Una fábula resentida de las luces desaparecidas de allí, de su
bosque maldito, como si la menor hazaña fuera la ruptura del secreto y el
exilio en mar abierto.
Irrisorio
J
Pasamos la tarde recortando grabados
antiguos de Paul Klee. Hemos estado planeando una fiesta a gran escala con una
reproducción aleatoria de sus imágenes desde hace algún tiempo. Tal vez sea
necesario crear nuevas puertas, abrir los ojos de las tormentas, hacer que la
muerte se sienta menos culpable de sus deslices. Incluso los musgos pueden
bailar.
No es jarra, no es nana, no es nada
quieto, no es de aquí, no es de mis vecinos, no es de ciudades amuralladas. Es
lo que nos anima cuando nieva.
Jarana
Con pelota, con humo, con las moscas, con
el sol, con la tierra, con el barro, con la voz, con todo lo que no se mueve y
todo lo que se escapa, allí vamos.
Las piedras caían desde lo alto de la
casa, como un hilo de imágenes sangrantes o de pajaritos que perdían el
aliento. El cambio de un número oscilaba el deseo, haciéndonos pasar de un
desierto a otro.
Juego
Jorobados jeques en alborada de
murciélagos jaraneros en botellas repletas de bombas alucinógenas, que explotan
en los juegos prohibidos que se deslizan en la playa de Marruecos.
Castillos que crecen en el hueco del
mundo. Las vísceras acompañadas de extrañas figuras en atormentadas síncopas.
Una escuela de tiro y el mineral podrido de la razón. ¡Cuántas palabras
quemadas vivas en el precipicio de tanto dolor!
Juerga
K
Quizás el destino insiste en desaparecer cada vez que
tocamos el cuerno evocando sus designios. El caso es que las pocas veces que le
vemos paseando por el horizonte es cuando el descuido se alimenta de los frutos
rojos del azar.
Karma, Körme, Kirma, katastrófa, cosas que aprendo,
cosas que olvido, cosas que veo que me siguen a la vuelta de la esquina, cosas
que tocan la bocina, que me llaman, que me buscan, cosas que veo en la mesa,
cosas que sueño y despierto.
Karma
Cuando regresamos de nuestro viaje
coincidimos en que lo mejor de todo era la distancia. La lavanda secreta que
hace que el paisaje cambie de forma. El mapa que permanece abierto incluso
cuando lo percibimos como falso. La ilusión camina lentamente. Realmente no
vamos a ninguna parte.
Nunca supe dónde está, no la he encontrado
en mi diario, no la veo en mi mesa, no se me aparece en los sueños, no la
conozco ni la como.
Katmandú
¿Cuánto nos cuesta el tiempo ideal? ¿El
momento exacto en que el presente se separa del pasado? ¿La temperatura
exaltada de lo que más queremos? El equilibrio no siempre parece estar
dispuesto a hacerlo todo.
K como usted, coloco el recuerdo en el país
que he dejado en la infancia.
Kilo
L
Debo decir ahora que una palabra salta de su pozo de
invención y comienza a hervir en mi piel por donde camino. Con ella tal vez
pueda describir el tiempo que me carcome el alma y el espacio en el que acumulo
mis dolores más lechosos. Una caída y la palabra se levanta. Un vuelo repentino
y vuelve a aterrizar sobre mí.
Se sale de mi zapato. Me sonríe. Entra en
el agua. Se ahoga. Anda en cuatro montañas, se cansa en tres otras, viene a mis
sueños, me despierta de noche. Aparece como un enorme animal que habla y
pronuncia mi nombre.
Lengua
Las depresiones geográficas hacen que
las brújulas repitan sus pérdidas de memoria. Digo tu nombre mil veces hasta
que no me conozcas más. Entonces me imagino abrazándote como el mismo capítulo
de nuestras depresiones amorosas.
Dice los nombres, es el guía que da los
números de teléfono, es de otros climas, nunca lo vi de niña. Plumas que
adornan sombreros de señoras serias.
Loro
Afuera de mi ventana aparece su roja
presencia en medio del verde de los árboles que me rodean por todos los lados
dando sombra y sosiego y alimento y goce. Me parece que todo es mágico.
Mi deseo nunca supo morir. Cuatro veces
se disfraza, asume cuatro formas hasta que su mirada se completa en el cielo.
Cada una de estas formas es una bola de lana florida, un puñal destinado a
sangrar, una ventana bañada en leche, un corte que se prepara para renacer.
Luna
M
Redondo jugo de miles de semillas con
luces amarillas enceguecía a la mariposa que se posó en la mano que sostenía el
cuchillo vil y volátil que esparció la mantequilla y comió el pan.
Ella no dijo nada. Sintió su propio nombre arder bajo
el imperio de sus alas. Mientras el recuerdo ardiente volaba lejos. Quizás era
el momento de crear otra fábula.
Melón
Todo ya había cambiado de forma y
ambiente. Las miradas eran incomprensibles porque en ese preciso momento el
mundo solo nos ofrecía cenizas. Todo lo admirable había desaparecido. Se estaba
formando un nuevo momento y era imposible comprender su alcance.
Memelas con asiento, me dice a cada rato, y
le echa chile a menudo. Pasa como un rayo, no lo puedo agarrar.
Minuto
El viejo camión que transporta la memoria por los ríos
secos del planeta ha dejado de funcionar. Ciudades enteras desaparecen, bañadas
por tormentas de arena roja. Mi corazón perdió la noción de ser. Los pozos
regurgitan las visiones que se han ido acumulando. Mi voluntad nunca fue mía.
La vida es parte, el mundo es testigo,
la montaña se trepa porque está allí. No se resiste, no se abarca, no se
permite, no se quiere. Entenderla es no poder ya volver
Muerte
N
Tres soles surgieron del interior del
vasto tapiz blanco. Un corazón imantado y dos plumas discutiendo el origen de
sus pájaros. Quizá me equivoqué de sazón para el guiso. Por la noche íbamos a
dar un paseo.
Había mucha ayer en la calle adonde
acostumbro andar mirando las huellas de los que fueron a las compras antes que
yo. Es mi guía de cumpleaños.
Nieve
La última noche que estuve en el jardín me invadió una
nostalgia por estrellas de mar y vuelos sin alas. Estoy aún en esos últimos
momentos de esa última noche.
¿Dejamos
que la noche invada otras miradas con una luz sumergida en otro modo de
desvelar las cosas?
Noche
Quinceañero ilusionado en la puerta con
la mano en el pecho que piensa en la pureza del concreto armado que tiene a su
lado izquierdo junto al piso de jalea real.
Y nada se pudo hacer para evitar que se escaparan las
hojas de sus vestidos abandonados. Rebuscó entre las sartenes en busca de
recetas sobrantes. Algunos regalos en el vacío polvoriento del armario. ¿Por
qué esperar siempre tres días para la resurrección?
Novicio
O
No era lo que estaba en la palangana
mientras temblaban las manos del hombre que la sujetaba rodeado de seres que se
reían sin saber que había llegado la Segunda Guerra Mundial.
La selva se traga los tiros. Las piedras se ahogan con
el goteo de sangre. Un piano hace eco de la agonía de lo sublime. Es una
película. Apenas la realidad se recuerda a sí misma.
Obús
¿A cuántos metros estamos de la mujer
que no podíamos dejar de amar? Las letras se mezclan tratando de mostrarme una
ruta de escape. La justicia es un cenicero en la casa de no fumadores. Tan
pronto como perdemos la última dimensión, las flechas carbonizadas vuelven a
flotar en el olvido. El hambre es una sombra desacreditada.
Los hambrientos soñamos con ella en la
noche sobre el fogón de acero de la cocina de mi madre. La veíamos bella,
llena, muy bien cuidada, muy bien bruñida.
Olla
Los volcanes que colgaban de sus orejas
hacía tiempo que estaban inactivos. Como una tumba que ha sido vaciada de su
tesoro. O tal vez como un sueño que nunca supo escribir su propio final.
Estamos rodeados de objetos dañados por el encantamiento de sus farsas.
Un modo de celebrar las fiestas era la de
usarlo en vez de bufanda, sobre todo en las noches de luna cuando apretaba el
frío sobre el río congelado.
Oropel
P
Horas en la cocina, entre ollas y
estanterías de condimentos. Los cristales llameantes sirviendo un vino con ojos
de fuego. Los muebles nos miraron con su gota de veneno. Polvo retrasando el
punto de cocción. Los dioses con sus nombres febriles. Nuestras gargantas han
perdido todo entusiasmo.
Aparecía en la foto con la cara de niño
asustado y quizás perdido por su niñera ciega. La hinchazón era muy visible y
muy blanda.
Paperas
Puedo creer en el silencio y tratar de averiguar de
qué se alimenta mientras el ruido se apodera de los escenarios y confunde las
noches. Una jungla atormentada por hilos contados que cuelgan del techo, donde
la lluvia y la luna se guardan para una locura imprecisa, una jungla rizada que
puede ser el hogar de tus escarabajos. Animalitos de color verde-musgo que la
engancharon a deletrear las pequeñas muertes con sus mandamientos más
destacados. Cuántas veces el silencio puede ser adentro o afuera empapando las
sábanas o ahogando tus propios sueños. Alguien quiere llorar mientras espasmos
electrificados expanden la carne que salamos para el festín inesperado de
tantas caricias. Se suponía que era uno solo, como un faro releyendo la
inquietud de los vientos, pero hay noches en que son tantos que es imposible
contarlos.
Celebrado por romanos y griegos, deseado
por muchos, es el símbolo de la patria, de la pajarera, de todo lo que se
parece al poste de teléfonos.
Pene
En la oscuridad mi mundo toma mil colores. Como flores
carnosas, me imaginaba masticando esa fragancia multiforme. Las cartas
barajadas de mis sentidos contenían las frases de un encantamiento, cuya mejor
perspectiva me fue dada desde el momento en que comencé a alterar el espacio y
el tiempo de estas visiones.
Policías policromas policromía de la línea del
tranvía con rayas verdes y amarillas.
Policromía
Q
Hay una mecánica impersonal que hace que las visiones
internas sean sumisas. La arena impregnada de semen con el que alguien moduló
su propia imagen. Una sombra que viaja como una obra en permanente ascensión,
cuyo origen se desconoce. Ahora mismo podría estar aquí sin que nos demos
cuenta.
Importa mucho, leo para entenderlo y no
tengo cómo evitar en pensar que necesito saber, necesito contactar, necesito
estar allí. Es fundamental para mí y para todo lo que hago. Es seguramente cosa
de lo que me antecede, cosas de lo que aprendí.
Quien
Los platos fueron derrotados. Las
ciudades lloran sobre sus propias semillas. Un cadáver cose las esquinas como
si buscara otro mapa. ¿Qué decirle a la última vivienda cuando nada de su
interior nos atrae para vivir allí? Tu vientre no supo que decirme. Yo podría
ser la quinta temporada de tus lentes opacos. Un resto de la ciudad mascando
crepúsculos todo el día. Pero tú no me querías. Deambulé por lugares
inapropiados como las páginas de una novela que nunca sería escrita.
Prohibidos los silbidos, prohibido el
tránsito vehicular, sólo se permite la entrada a los búhos.
Quietud
Salvavidas, sal de vida, sal de todos los
afiebrados, sal para salir, sal adelante, sal como entraste… Salvavidas,
manera de poder superar la incapacidad de poder nadar cosa que ya nos había
mencionado.
Los días se confunden con las noches y a lo lejos se
escucha la oración de la morfina. Las agujas son los pétalos sagrados de un
enigma que la asamblea acepta pero no comprende.
¿Cuántas noches se han vuelto promiscuas en forma de besos artificiales? Aclaremos
algo que descubrí sobre la hiel de tantos labios: los venenos segregan su
astuta orden de engaño. Será mejor que dejemos los vasos volcados. No viviremos
para siempre.
Quinina
R
Las vísceras expuestas a ambos lados de la línea del
horizonte. La delimitación secreta de la discordia. Uno de nosotros querrá
fundar un mundo basado en la incertidumbre. Los gritos salen de casa, movidos
por el silencio que se desangra en nuestra puerta.
Me es familiar ya en la infancia. Es
parte de la vida, de la dinámica de lo que no puede ser atendido, evitado. Es
lo más positivo que se menciona y es lo que irrita a los ignorantes. Es buena.
Es deseable. Es lo que nos protege de la esclavitud, de la complacencia con lo
que se nos impone en forma impune y muchas veces demencial. Sólo con rebelión
puede haber luz y aire, vida y no muerte. Este tema me es fundamental.
Rebelión
Como una fiebre anclada en la penúltima costilla. El
crepúsculo gimió desgarrado. Había preparado un suculento plato con las
entrañas de su legado. Pero el desierto seguía intacto. Las figuras se
preparaban para un baile que podría ser el último. Las selvas gemían más la
noche prometía entrar en sus rincones más húmedos, su follaje indescriptible.
No quiero nada más que un sueño, un coqueteo con el
abismo, la carabina de las ilusiones disparando al azar hasta que uno de
nosotros acepte que el final no conduce a ningún nuevo comienzo.
Rito
Una evocación descansa suavemente sobre
palabras susurradas en un burdel disuelto. Las madres todavía se drogaban en el
mármol de sus lirios. El traidor asalto del azar que imprimió sus hojas
parduscas al límite de los vientos. ¿Alguien ha leído que el futuro se niega a
llegar?
Frente al departamento paraba su movimiento
y entraba a trabajar la guillotina cuyo aullido nos produjo un acostumbramiento
total.
Sólo nos despertamos cuando se descompuso.
No lo oíamos a pesar de que estaba en funciones cada
noche hasta que una alguien apagó la luz.
Rotativo
S
Aparece en los hospitales y las tumbas,
entre los pastos y los árboles, en los pueblos sin luz, en las veredas
invisibles.
Alguien había llegado antes que
nosotros. Alguien que de alguna manera me recordó un verso de Jorge Cáceres: Viaje al pueblo de mucho antes. ¿Cuántas
lágrimas vendrían después? ¿Cuántos seres nacerían en medio del tumulto de
aquellos abrazos? Por un momento, olvidemos nuestra necesidad de nombrarlo
todo. Vamos a sumergirnos en el pensamiento. No me digas nada.
Silencio
Las luces abreviadas indican qué tan alto del suelo
deben permanecer las sombras. Quien salte más lejos de las formas entusiastas
reconocerá el primer ectoplasma del deseo.
Perdiendo pie sujeto desde lo alto
colgando como bandera que ondea sin control ni consuelo sobre el abismo negro
que bosteza a la espera de la caída.
Suspensión
Luces que llegan y no sé con cuánta oscuridad quiero recibirlas. Yo
digo: mi nombre es Wald, como un misterio ocasional. Se suponía que iba a ser
toda mi vida. Quiero esa luz e invade la oscuridad perfectamente normal en la
que no puedo participar. Tu luz rota es algo que no puedo imaginar. Evidencia
fuera de lugar. Te he amado durante 20 mil años.
Esta es una imagen que está dentro de tu
alma. En la mía la luz eres tú.
Susanalba
T
Un mar sorprendente me despierta esta noche mientras una
manada de elefantes vaga por los parches sudorosos de mi sábana. Escucho sus
pasos y el ritmo de mi aflicción. ¿Qué quieren ellos?
Late el corazón dando el rito del baile
de la noche temblorosa y llena de sudores cuando viene mudando la tierra.
Las noches de insomnio. Un velo que cubre las nubes
como una legión de fantasmas. Tantas maneras de decir que no mientras dejaba
que las llamas lamieran su cuerpo. Lo que se suponía que era un encanto casi se
convierte en una maldición. Una última sonrisa se salvó por la delicadeza con
que me dijo que no me conocía.
La vi en sueños. Me hablaba. La vi
bella, entera, fuerte, frente a un muro en que caía agua. El sueño me la trajo,
la guardé, la atesoro, la amo. El parte de mí y es parte de la energía que me
anima y anima al universo.
Tara
Una primera voz, con el cuerpo aún en formación, dice que
representa la línea divisoria entre dos mundos. Una luz se agita en el fondo
como si no estuviera de acuerdo con ella. Se suponía que ese sería el momento
en que, desde el otro lado, un caballo azul se acercaría con una canasta de
púas doradas en la espalda. ¿Dónde estaría el caballo? Todos se preguntan. Las
luces se encienden. La escena se interrumpe.
Las viejas tablas crujen como preparando un ofertorio al
azar. Los muros rasgados barajan las tramas de noches rebosantes de
maquillaje y trucos de lenguaje. Las sombras buscan a su doble por el escenario
en desorden. Todo debe estar organizado antes de que el público comience a
llegar. Lo aprendí de joven. La dicción importa, y
mucho. La proyección de la voz sin esforzar la garganta también se aprende.
Entre bambalinas se puede sugerir a otros ideas y muecas que pueden ayudar o
entorpecer. Todo se vale. Muebles que se convierten en jardines, cortinas que
transparentan amaneceres cordeles que producen levitación. El peligro de que
las letras se caigan de las oraciones. Un cielo de celofán que no conoce las
noches lluviosas. Se necesitó un error para recuperar el aliento de las luces.
Las ficciones besan lo sagrado y nunca indagamos tanto sobre los pasos
perdidos.
Teatro
La mayoría de las veces una definición apresurada.
Algo que se desliza sobre la conciencia y programa distintos puntos que no
coinciden con la propia inversión del sentido común. caída interminable. Nombre
ilegible.
No termino en el término, no quiero ser
terminal, no soy terminante, no voy a querer comer termitas ni terrones ni
terraplenes. No soy la que va a los terremotos a buscar terror ni temerosa de
temer lo temido.
Ni siquiera supe qué era en la noche de
mi paseo por la luna. Es que ese paseo es lo que hago a diario y no tiene para
mí novedades muy importantes ni tampoco de gran valor histórico. Las tiendas
estaban atestadas de letreros que mostraban el ridículo oficio de los amos del
mundo: arrogante, cruel, inhumano,
despótico, opresor. Dondequiera que íbamos, la infamia había guardado un
caldero de hiel para quien entraba y decía el nombre correcto.
La cajita llena de profundidades
inesperadas, escondites de diminutas joyas y una luz que se arrastra por sus
espacios más secretos como una lagartija larga y delgada. Las transparencias
engañan.
Tremeluz
U
Cuatro por vaca, rosado, se aprietas
mientras tiras hacia abajo; la vi después de andar por los durmientes del
tren que no venía; lo supe poniendo mi oreja sobre ella.
Un baño de leche y el sueño destierra
los pequeños delitos que no fueron consumidos. Un aullido y las ventanas se
apoyan en lo inalcanzable. He estado lavando sábanas desde la última noche que
pasamos juntos.
Ubre
Seguro que vendrá. Las chozas se vacían y el cielo
prevé los cuerpos mutilados languideciendo en el espacio incomprendido de la
locura. Tenemos que esperar un poco más. Los rayos de luz no se desprenderán
tan fácilmente de sus enigmas.
Alguien en mí se despertó esta mañana deseando no
estar más aquí. Sin embargo, las pistas que nos sacan del mundo se han
interrumpido hasta que se deshace un nuevo sentido. A través de estas chispas
repetimos ambiciones predestinadas al engaño.
Último
No había a mano, pero hacía falta. Era la hora en que
se aplicaba y se sacaba pronto. No se podía ver, no se podía sentir, era
secreto y muy variado. No lo encontré en el espejo. No lo vi en la calle. No lo
pude percibir el domingo.
Las planchas que iban pegándose en nuestro espíritu,
para que todos los dolores perdieran su sentido. El nombre podría ser la copia
de un sentimiento desmembrado. La luz que la oscuridad no reconoció. Y ese
deseo que deambulaba por los accidentes sin saber exactamente dónde debía
quedarse. Nuestros cuerpos se deslizaron como si huyeran el uno del otro. Hizo
una extraña luna dentro del sol. Y los espejos no encuentran su razón de ser en
la imagen reflejada.
Ungüento
V
Como un fuego fatuo bailando con las quimeras
invisibles de este tiempo desesperado de ilusiones, así los pétalos se adornan
frente a los espejos esperando un repique de nuevos deseos emplumados. Quien
venga de tan lejos, no se desespere, las flores seguirán siendo las más dulces
aves del paraíso.
Voluble vicio la vanidad viene desde el
remoto veloz y violento arenal de la memoria que me habla de los temores ante
el político fútil mirando la mugre bajo sus uñas mientras murmura unas palabras
incomprensibles.
Vanidad
Oaxaca es una ciudad alejada de Fortaleza. Llegué a tu
casa como si hubiera salido de un espejo. En el porche había un tronco desnudo
de una mujer-árbol que me aconsejó tener cuidado con las habitaciones de la
casa. Eran como laberintos cuya entrada podía conducirme a lugares
indescifrables. En uno de ellos te vi pintar todas las tardes. En otro el
tiempo fue una maldición donde hombres y animales tenían sexo como una alianza
secreta. En la tercera sala, los cuadros de la pared evocaban los mares y de
todos ellos brotaba agua salada, inundando el suelo por encima de nuestros
pies. El mar, sin embargo, no llegaba al espejo, que luego sigue llevándome
obstinadamente de una ciudad a otra.
Símbolo de toda mi vida, cosa que se hace a
veces para salvar la piel, el traje, el zapato, en toda clase de aparatos que
se usan porque se inventó la manera.
Viaje
Una sombra accidentada en el camino nocturno.
Desfigurada como un recuerdo fugaz. No serviría de nada preguntar su nombre.
Las horas se resisten a abandonar el lugar donde se esconden. Recorro los
motivos y sus muecas secretas. Los ojos borrosos de la sombra son como una
baraja de trucos y cuando me miran descubro que soy el personaje irreconocible
de sus miedos.
Se debe doblar cada prenda lavada con precisión:
primero a la mitad luego al ancho en que queda bien en el mueble y luego al
largo apropiado para el estante en que se guarda. No debe quedar nada fuera del
mueble, el cuarto está en orden.
Vicio
W
Uú, lee mi vecina que no tiene mucha
experiencia de ello. Uú dice el policía que tiene en su mano el retrato con
sello y firma que lo corrobora.
Una doble carta, un juego escondido bajo el mantel,
todo lo que puedo decir no está previsto en mi idioma. Un disfraz completo que
me permite caminar por todo el diccionario. Puede ser una sola letra, pero
siempre nos invade en forma de palabra.
W
Un nombre perdido azotado por la inmensidad del
paisaje. Alguien nos enseña a despojarnos de la ociosidad. Alguien nos engaña
sobre el vacío. Una cama suspendida en la pradera. Un infierno injustificado.
Las instalaciones secretas de los mitos guardan en su
interior un granero para batallas que no sucedieron en el tiempo. Los dioses
que llegaron tarde a su morada. Incluso las cuencas vacías que nunca conocieron
la inundación de los tormentos.
Walquiria
Era una calle escandalosamente corta entre
dos otras que tenían renombre, por eso fue difícil encontrarlo a la primera.
Quería dejar mi nombre en la entrada y
decir que estaba allí para robar libros. Un amigo me dijo que nadie lo creería.
Tomé los libros, pero terminé devolviéndolos. No se trata de confianza, sino de
hábito. La biblioteca fue diseñada para este propósito.
Washington
X
Los labios del mar jamás probarán tu sabor. Tus aguas
pertenecen a los disfraces del infinito. El misterio decantó en la humedad de
tu roza de maravillas. Quiero crecer perdiéndome en ti.
Ni idea. No lo sé. No es de mi andar, no es
de esta parte de la tierra, no se sabe su paradero.
Xana
Es una selva en que el sueño se ha hecho
concreto, bella y llena de milagros impulsados por el amor de un ser lejano.
Podemos vivir donde nos lleve el agua.
La quietud pescaría estrellas. El corazón recogería semillas de cariño. Las
tacitas de la eternidad servirían a diario, para el aperitivo de nuestro sexo.
Xilitla
Hasta que el silencio descubrió los pigmentos mágicos
de las horas. El peso de las heces reproduciendo nuestros deseos empapados. Una
copia de los huesos secos. La música. ¿Cuántas veces tocarla hasta que la
muerte se volviera acogedora?
Existe, no cabe duda. Es lo que oigo
cada vez que me doy vuelta. Conocí a un pariente suyo, pero no la cosa en
sí. Cada vez que me lo mencionan pienso en algo parecido, pero no en la cosa en
sí. Cada vez que lo miro me maravillo. Me pregunto cómo se toca, si vibra la
mano, si se sacude el pie.
Xilófano
Y
La vi bella, morena, inquieta, mordiendo
una manzana con sensación de delicia; giganta, fuerte, volaba delante del
trineo en la blanca lejanía.
Fuimos las dos últimas sombras en
imaginar un pasto en esa luna despojada. Nos arrodillamos ante el paisaje
suspendido en la pared. El azul bajó del techo. Las palabras eran hierba
cubierta de maleza, tal vez dejadas allí para guiar la infancia. ¿Dónde
aprendimos a trotar?
Yegua
Un desatino de sombras, un disparate de almas
perdidas, la vieja mina de cobre donde se cobijan las momias, la sufrida ley de
la desgracia, el fénix con las alas arrancadas, los muebles que perdieron las
patas...
No había casa ni cosa ni árbol ni vereda
ni perro ni pasto. Estaba en el mismo lugar, pero sin eso, sin lo otro, sin mí.
No era yo.
Yermo
Es la condena de todos los que laboran por
un mísero momento de descanso y algo de alimento. Es el objeto de la rebelión
es lo que no tolera excusas y no soporta la viga de la granja.
Los visitantes se fueron temprano. La
muerte hizo de todo para que se quedaran un poco más, pero todo me hace creer
que los espejos tenían otros planes para sus fugaces reflejos. ¿Alguien puede
negarme un vaso de agua bien fría?
Yugo
Z
Un escándalo descansa sobre el dobladillo de la falda
de una diosa incrédula. Un zumbido de luces parece ocuparse del quebranto
olvidado. Nuevas letras sin ancla por la tarde amenazaban con multiplicar el
alfabeto por donde pasaban.
Zara es la marca de la blusa que llevo.
Una banda que pasó me dejó bandeada con algo de zaramorida y algo de vacación.
Lo que me zarandea no es lo que me preocupa. Para otros esto es un juego, para
mí va en serio.
Zarabanda
Soy tu gusano de seda. El laberinto que
ruge pidiendo un poco más de contratiempos. Tu color me besa como si yo fuera
un paisaje pálido. Toda la noche el agua forma parte de tu vida. Soy tu leyenda
elegíaca. Mi piel planea salvar tu recuerdo.
Cubría todo el tramo en que corría agua,
era el techo lleno de delicia sobre la acequia, soportaba la escalera en que se
subía el niño.
Zarzamora
Volvía con la primavera en cuanto se
derretía la nieve y asomaba el sol; se erguía orgulloso, era el mensajero
musical de la vida nueva, de todo lo que prometía nuestra delicia.
Un árbol canta sobre la urna funeraria
de sus viejas hojas. El cielo está en silencio cuando el árbol canta. La noche
recuerda parte de la historia mientras el árbol canta. Incluso la tierra se
deja acariciar por el canto del árbol. Si dudas, el árbol saldrá volando de
allí.
Zorzal
∞
∞
A GRANDE OBRA DA CARNE
A poesia de Floriano Martins
1991 Cinzas do sol
1991 Sábias areias
1994 Tumultúmulos
1998 Autorretrato
2003-2017 Floração de centelhas [com Beatriz Bajo]
2004 Antes da queda
2004 Lusbet & o olho do abismo abundante
2004 Prodígio das tintas
2004-2015 Estudos de pele
2004-2017 Mecânica do abismo
2005 A queda
2005 Extravio de noites
2006 A noite em tua pele impressa
2006 Duas mentiras
2006-2007 Autobiografia de um truque
2007 Teatro impossível
2008 Sobras de Deus
2008 Blacktown Hospital Bed 23
2009-2010 Efígies suspeitas
2010 Joias do abismo
2010-2011 Antes que a árvore se feche
2012 O livro invisível de William Burroughs
2012-2014 Em silêncio [com Viviane de Santana Paulo]
2013 Anatomia suspeita da realidade
2013 My favorite things [com Manuel Iris]
2013 Sonho de uma última paixão
2013-2015 Breviário dos animais fabulosos fugidos da memória
2014 Mobília de disfarces
2014 O sol e as sombras
2014-2015 Reflexões sobre o inverossímil
2015 Enigmas circulares
2015 Improviso para dois pianos [com Farah Hallal]
2016 Cine Azteka [com Zuca Sardan]
2016 Circo Cyclame [com Zuca Sardan]
2016 Trem Carthago [com Zuca Sardan]
2016 A vida acidental de Aurora Leonardos
2016 Altares do caos
2016-2017 Convulsiva taça dos desejos [com Leila Ferraz]
2016-2017 Obra prima da confusão entre dois mundos
2017 O livro desmedido de William Blake
2017 Antigas formas do abandono
2017 Manuscrito das obsessões inexatas
2017-2020 A volta da baleia Beluxa [com Zuca Sardan]
2017-2022 Nenhuma voz cabe no silêncio de outra
2018 Atlas revirado
2018 Tabula rasa
2018 Vestígios deleitosos do azar
2021 Las mujeres desaparecidas
2021 Museu do visionário [com Berta Lucía Estrada]
2021 Naufrágios do tempo [com Berta Lucía Estrada]
2022 As sombras suspensas [com Berta Lucía Estrada]
2022 Las resurrecciones íntimas [com Berta Lucía Estrada]
2023 Huesos de los presságios [con Fernando Cuartas Acosta]
2023 Inventário da pintura de uma época
2023 Letras del fuego [con Susana Wald]
2023 Primeiro verão longe de casa
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1991-2023 Mesa crítica [Prefácios, posfácios, orelhas]
2013-2017 Manuscritos
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Poeta, tradutor, ensaísta, artista plástico, dramaturgo, FLORIANO MARTINS (Brasil, 1957) é conhecido por haver criado, em 1999, a Agulha Revista de Cultura, veículo pioneiro de circulação pela Internet e dedicado à difusão de estudos críticos sobre arte e cultura. Ao longo de 23 anos de ininterrupta atividade editorial, a revista ampliou seu espectro, assimilando uma editora, a ARC Edições e alguns projetos paralelos, de que são exemplo “Conexão Hispânica” e “Atlas Lírico da América Hispânica”, este último uma parceria com a revista brasileira Acrobata. O trabalho de Floriano também se estende pela pesquisa, em especial o estudo da tradição lírica hispano-americana e o Surrealismo, temas sobre os quais tem alguns livros publicados. Como artista plástico, desde a descoberta da colagem vem desenvolvendo, com singular maestria, experiências que mesclam a fotografia digital, o vídeo, a colagem, a ensamblagem e outros recursos. Como ele próprio afirma, o magma de toda essa efervescência criativa se localiza na poesia, na escritura de poemas, na experiência com o verso, inclusive a prosa poética, da qual é um dos grandes cultores. A grande obra da carne – título emprestado de um de seus livros, é uma biblioteca desenvolvida como espaço paralelo dentro da Agulha Revista de Cultura, a partir de uma ideia do próprio Floriano Martins, de modo a propiciar acesso gratuito a toda a sua produção poética.
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OBRA POÉTICA PUBLICADA
Cinzas do sol. Rio de Janeiro: Mundo Manual Edições, 1991.
Sábias areias. Rio de Janeiro: Mundo Manual Edições, 1991.
Tumultúmulos. Rio de Janeiro: Mundo Manual Edições, 1994.
Ashes of the sun. Translated by Margaret Jull Costa. The myth of the world. Vol. 2. The Dedalus Book of Surrealism. London: Dedalus Ltd., 1994.
Alma em chamas. Fortaleza: Letra & Música, 1998.
Cenizas del sol [con Edgar Zúñiga]. San José, Costa Rica: Ediciones Andrómeda, 2001.
Extravio de noites. Caxias do Sul: Poetas de Orpheu, 2001.
Estudos de pele. Rio de Janeiro: Lamparina, 2004.
Tres estudios para un amor loco. Trad. Marta Spagnuolo. México: Alforja Arte y Literatura A.C., 2006.
La noche impresa en tu piel. Trad. Marta Spagnuolo. Caracas: Taller Editorial El Pez Soluble, 2006.
Duas mentiras. São Paulo: Edições Projeto Dulcinéia Catadora, 2008.
Sobras de Deus. Santa Catarina: Edições Nephelibata, 2008.
Teatro imposible. Trad. Marta Spagnuolo. Caracas: Fundación Editorial El Perro y La Rana. 2008.
A alma desfeita em corpo. Lisboa: Apenas Livros, 2009.
Fuego en las cartas. Trad. Blanca Luz Pulido. Huelva, España: Ayuntamiento de Punta Umbría, Colección Palabra Ibérica, 2009.
Autobiografia de um truque. São Pedro de Alcântara: Edições Nephelibata, 2010.
Delante del fuego. Selección y traducción de Benjamín Valdivia. Guanajuato, México: Azafrán y Cinabrio Ediciones, 2010.
Abismanto [com Viviane de Santana Paulo]. Natal: Sol Negro Edições, 2012.
O livro invisível de William Burroughs. Natal: Sol Negro Edições, 2012.
Lembrança de homens que não existiam [com Valdir Rocha]. Fortaleza: ARC Edições, 2013.
Em silêncio [com Viviane de Santana Paulo]. Fortaleza: ARC Edições, 2014.
Overnight medley [com Manuel Iris]. Trad. ao espanhol (Juan Cameron) e ao inglês (Allan Vidigal). Fortaleza: ARC Edições, 2014.
O sol e as sombras [com Valdir Rocha]. São Paulo: Pantemporâneo, 2014.
A vida inesperada. Fortaleza: ARC Edições, 2015.
Circo Cyclame [com Zuca Sardan]. Fortaleza: ARC Edições, 2016.
O iluminismo é uma baleia [com Zuca Sardan]. Fortaleza: ARC Edições, 2016.
Espelho náufrago. Lisboa: Apenas Livros, 2017.
A grande obra da carne. Fortaleza: ARC Edições, 2017.
Tabula rasa [com Valdir Rocha]. Fortaleza: ARC Edições, 2018.
Antes que a árvore se feche (poesia reunida). Fortaleza: ARC Edições, 2018.
Tríptico da agonia [com Berta Lucía Estrada]. Fortaleza: ARC Edições, 2021.
Las mujeres desaparecidas. Santiago, Chile: LP5 Editora, 2021.
Un día fui Aurora Leonardos. Quito: Línea Imaginaria Ediciones, 2022.
El frutero de los sueños. Wilmington, USA: Generis Publishing, 2023.
Sombras no jardim. Fortaleza: ARC Edições, 2023.
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Agulha Revista de Cultura
Criada por Floriano Martins
Dirigida por Elys Regina Zils
https://arcagulharevistadecultura.blogspot.com/
1999-2024
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