terça-feira, 26 de janeiro de 2021

ESCRITURA CONQUISTADA | Eugenio Montejo (Venezuela, 1938-2008)

  


ANOTACIONES DE LA PERMANENCIA DEL CANTO

 


FM | Blas Coll declara que “mejor llegaría a expresarse lo que se guiase por el lenguaje de los pájaros, y fuese del sonido a la idea, y no de la idea al sonido siguiendo las volteretas trapaceras de la lógica”, mientras que Américo Ferrari, en un ensayo sobre tu poesía, afirma que “el poema construye su forma en sus significados a medida que se va haciendo”. ¿Cómo te toca la poesía?

 

EM | Mi acercamiento al poema ocurre por la vía de las imágenes, que es el lenguaje natural de lo afectivo, de lo anterior al raciocinio. Los sentidos siempre nos hablan por imágenes. A partir de un breve núcleo se desarrolla la forma del poema. Todo cuanto en él pueda desplegarse más tarde en ritmo, tono, significados etc., parte de una imagen primera que no siempre se nos muestra nítidamente. No comparto la inclinación que lleva a privilegiar el lado puramente intelectual del arte, la frialdad de una combinatoria silogística. La destreza técnica del oficio es sin duda indispensable, pero a fin de cuentas sólo “lo afectivo es lo efectivo”.

 

FM | Según el poeta chileno Hernán Lavín Cerda, la escritura poética sería una “infinita red de intertextualidad. Nuestros textos, todos los textos del mundo, establecen coordenadas y dialogan entre sí”. En medio de este diálogo de esencialidades, ¿podríamos destacar en tu poesía algunos autores con los cuales ella estaría más intensamente relacionada?

 

EM | Creo que un poema en verdad dialogo en muy diversos sentidos, no sólo con otros poemas que gravitan en nuestra memoria, sino además con diferentes estados de habla que también nos determinan, aunque éstos últimos puedan o no estar respaldados por el prestigio literario. En vez de “redes de intertextualidades”, preferiría hablar más simplemente de “familias verbales”, con las cuales imagino que ocurre lo mismo que con los grupos sanguíneos en el campo biológico. Es decir, existen muchas obras que con sinceridad admiramos pero que pertenecen, por decirlo así, a una sangre distinta. No podríamos asimilarlas sin riesgo. Algo de la mía se emparenta con los clásicos castellanos, en especial Fray Luis y Quevedo. En mis inicios está Vallejo, o más precisamente lo que hay de Quevedo en Vallejo. Más tarde la búsqueda del tono americano tal como creo percibirlo, entre otros, en el primer Pellicer, en Bandeira, Murilo, junto a obras afines como la de Supervielle, por ejemplo. Hay poetas que sólo conozco a través de traducciones y sin embargo los siento próximos; el sueco Ekelöff, el checo Holand, el rumano Blaga. Claro está que la aproximación ocurre no tanto con poetas sino con algunos poemas, con familias verbales de hacernos vislumbrar algo de nuestra identidad, o de lo que creamos que ella sea.

 

FM | En un ensayo datado en 1981, Francisco Rivera te sitúa como “un poeta de lo actual que viene de tiempos muy remotos y que a esos tiempos quiere regresar”, y caracteriza tu poesía como una “poesía cósmica”. ¿Estás de acuerdo? ¿Aceptas como válido ese tipo de caracterizaciones de la poesía? (Pienso en la poesía como resurrección del tiempo y fuente inagotable de cosmogonías y epifanías.)

 

EM | La búsqueda del tono americano a que me referí antes se relaciona con la formulación mítica del pensamiento poético. La magia del mito como historia verdadera constituye un elemento fundamental del arte de nuestro continente. A la misión atribuida al poeta por Mallarmé de purificar las palabras de la tribu, misión honrosa y noble por sí misma, hemos de añadir otra, menos divulgada pero muy nuestra puesto que proviene de los precolombinos. Ellos definían al poeta como aquél que, al hablar, hace que las cosas se pongan de pie. Esto último es imposible sin la fuerza mítica de la palabra. Por lo demás, creo que el legado de símbolos y presencias arcaicas que junto con otros forman las raíces de nuestra tradición, para conservar su perenne vigencia han de ser reformulados a partir de la experiencia concreta de cada creador y de las relaciones con los datos de su tiempo.

 

FM | Si, como nos dice Octavio Paz, “las palabras del poeta son una trasgresión del habla de su tiempo y de su gente”, ¿podríamos entonces concebir la creación poética como ligada a la idea de restauración?

 

EM | Admiro la reflexión esclarecedora de Paz sobre el fenómeno poético. Es a menudo una visión de la poesía desde dentro, capaz de poner en relación las ideas sobre el hecho lírico con su propia experiencia creadora. La palabra poética cumple en verdad una trasgresión, procura ser “arena y no aceite en el mecanismo del mundo”, como dice Gunter Eich. Ante el uso de un habla devaluada, tal como la imponen en nuestra hora los códigos publicitarios, la trivialidad periodística etc., su poder trasgresor concreta una vigilancia ética del lenguaje. La idea de restauración a que Ud. se refiere estaría así vinculada al intento de devolverle a la palabra su lugar preeminente. En este sentido puede hablarse de la poesía como la última religión que nos queda.

 

FM | ¿Cuáles son los reflejos de la escritura de Blas Coll (ese doble tuyo que defiende aquello que José Balza llama “carnalidad idiomática”) en tu poesía?

 

EM | En El cuaderno de Blas Coll aparece una serie de opiniones acerca del lenguaje en general y de nuestra lengua en particular que forman parte de la invención del personaje. Se trata de un viejo tipógrafo, políglota algo loco, cuyas ideas extravagantes no coinciden por supuesto con las mías. Como personaje, Coll se halla tan distante de mí como pueden estar de un novelista o de un dramaturgo sus propios caracteres. La obsesión principal de Blas Coll consiste en suponer que nuestra lengua, por el influjo del Cristianismo durante su consolidación, encarna cierta propensión a la penitencia. Según él, su sistema procura abolir en todo trance el espíritu libre de las lenguas paganas, por ello reproduce una inconsciente búsqueda de castigo, que él cree identificar en la extensión de las palabras y en la poca ligereza de algunas estructuras. De este supuesto nacen las demás divagaciones del personaje. En el libro me valgo del humor para tomar distancia del heterónimo. En cuanto a los reflejos de sus cavilaciones en mi poesía, solo podría suponerlos en el plano artesanal de la escritura, es decir, en la búsqueda de una precisión lo más leve posible que nos permita obviar las fórmulas rígidas del idioma. Pero esta preocupación tiene larga antecedencia en castellano. Entre otros, la encontramos en Góngora, y modernamente en Borges e en nuestro Ramos Sucre.

 

FM | Has escrito algunos libros de ensayos. Recuerdo aquí algo que dijo otro poeta venezolano, Rafael Cadenas, respecto a que las formas literarias reducen el peso de las palabras, “entonces hay que salir de ellas –esclarece Cadenas– y escribir para decir lo que se tiene que decir, limitándose a emplear con respeto el lenguaje, sin pretender hacer obras de arte; o sea, solamente la humildad puede salvar la expresión del equívoco que acompaña, desgraciadamente, a la pobre literatura, el equívoco de ser seria y al mismo tiempo no serlo, porque algo inherente a ella la invalida…”. Al pasar de la poesía al ensayo, ¿lo haces movido por esas preocupaciones de Cadenas?

 

EM | No he escrito ensayos en el sentido cabal de la palabra. De tanto en tanto suelo escribir comentarios a propósito de algunas obras, tratando de esclarecer lo que encuentro en ellas de sugestivo en términos de simpatía o de desacuerdo. Mi aproximación a la escritura ensayística, en todo caso, no obedece a una neutralidad profesional ni cuenta con un mismo motivo para todas las ocasiones. En fin, para emprenderla necesito sentirme atraído por los datos humanos y literarios que perciba en una obra, y sobre todo por lo que me parezca vigente y poco resaltado de su tentativa.

 

FM | ¿Se debe buscar la explicación de una obra en quien la produjo, o no crees que sea posible una analogía convergente entre autor y obra? La escritura, al tener su verdadero lugar en la lectura, ¿solamente se definiría entonces al suprimir la figura del autor?

 

EM | La supresión de la figura del autor corresponde a un credo deshumanizado que no es de mi simpatía. Creo en la proyección de la vida en la obra y viceversa. Por supuesto, los modos como opera esta proyección suelen variar de un creador a otro, y a veces en un mismo creador a lo largo de su existencia, pero la palabra siempre ha de respaldarse con la vida. El título puesto por Ungaretti al conjunto de su obra lírica dice mucho al respecto: Vita d’un uomo. Por lo demás conviene tomar en cuenta que la poesía es anterior a la era alfabética y seguramente la sobrevivirá. No es por tanto la lectura su verdadero lugar sino la memoria colectiva. Y la memoria en todo tiempo sólo privilegia la esperanza de la vida.

 

FM | Venezuela ha dado grandes poetas en todos los tiempos: José Antonio Ramos Sucre, Vicente Gerbasi, Juan Liscano, Juan Sánchez Peláez, Rafael Cadenas, Alfredo Silva Estrada, Juan Calzadilla, Eugenio Montejo, entre muchos otros. Recuerdo inclusive una entrevista con Vicente Gerbasi, en la cual él declara que en Venezuela existe “el mayor movimiento poético de América Latina”. Con todo, esos escritores jamás fueron reconocidos a nivel internacional. Sus antologías publicadas en México y en el Brasil, y algunos libros de Alfredo Silva Estrada editados en Francia y en Bélgica, obran como alentadoras excepciones. En cierta ocasión, Juan Liscano culpó a las misiones diplomáticas culturales y a las entidades burocráticas oficiales por esa falta de internacionalización de la poesía venezolana. ¿Cuál es tu opinión al respecto?

 

EM | Ante todo, su calificación del grupo de poetas donde me incluye es generosa, pero sería inmodesto admitirla. Además, no es asunto de falsa o verdadera modestia, sino que siempre he pensado que las valoraciones en el campo artístico corresponden a quienes puedan evaluar al cabo de los años lo que un autor haya logrado. Es la posteridad –si queda posteridad– la que tiene los hilos que nos mueven, y lo más atractivo de la posteridad es que no se deja predecir. Se trabaja siempre, como decía Apollinaire, “en la frontera de lo desconocido y del porvenir”. Volviendo a su pregunta, diría que la difusión de nuestra poesía está por debajo de sus méritos, sobre todo de cuanto ha conquistado a partir de la generación de 1918 hasta el presente. Ello puede explicarse por razones históricas y sociales. Dentro y fuera de nuestro territorio ha prevalecido la idea de un país capaz de dar grandes estrategas militares y políticos visionarios sin que les supongamos correspondencia en el plano literario. Ese concepto, junto con otros factores nefastos como las largas décadas las cosas comienzan a variar. El descubrimiento entusiasta de la obra de Ramos Sucre por parte de los españoles es un signo de ese cambio. Queda sin embargo mucho por hacer, obras como las de Gerbasi y Sánchez Peláez, para citar apenas dos nombres de los que Ud. menciona, aguardan una difusión a la altura de sus merecimientos.

 

FM | ¿Hay un gran abismo entre aquello que escribiste y lo que desearías escribir?

 

EM | En el arte resulta siempre difícil sentirse satisfecho con lo que se ha realizado, pero tal insatisfacción pertenece a la esencia misma del impulso creador. “El poeta –dice René Char– no tiene sino satisfacciones adoptivas”. Con los años se aprende, sin embargo, a convivir con el abismo del deseo. Ello naturalmente no lo hace menos grande a nuestros ojos ni proporciona resignación definitiva, pero nos ayuda a encararlo sin perder demasiado la cordialidad con nosotros mismos.

 

FM | ¿Qué te ha dado la poesía?

 

EM | La poesía es un melodioso ajedrez que jugamos con Dios en solitario. ¿Qué puede darnos? Las ganancias y las pérdidas no le conciernen. Por mi parte tal vez le debo algún relámpago de armonía para hablar a los otros como se habla con uno mismo. 





  

 


Poeta, tradutor, ensaísta, artista plástico, dramaturgo, FLORIANO MARTINS (Brasil, 1957) é conhecido por haver criado, em 1999, a Agulha Revista de Cultura, veículo pioneiro de circulação pela Internet e dedicado à difusão de estudos críticos sobre arte e cultura. Ao longo de 23 anos de ininterrupta atividade editorial, a revista ampliou seu espectro, assimilando uma editora, a ARC Edições e alguns projetos paralelos, de que são exemplo “Conexão Hispânica” e “Atlas Lírico da América Hispânica”, este último uma parceria com a revista brasileira Acrobata. O trabalho de Floriano também se estende pela pesquisa, em especial o estudo da tradição lírica hispano-americana e o Surrealismo, temas sobre os quais tem alguns livros publicados. Como artista plástico, desde a descoberta da colagem vem desenvolvendo, com singular maestria, experiências que mesclam a fotografia digital, o vídeo, a colagem, a ensamblagem e outros recursos. Como ele próprio afirma, o magma de toda essa efervescência criativa se localiza na poesia, na escritura de poemas, na experiência com o verso, inclusive a prosa poética, da qual é um dos grandes cultores. Escritura Conquistada é um complemento aos projetos: Atlas Lírico da América Hispânica (revista Acrobata) – poemas traduzidos para o português – e Conexão Hispânica (Agulha Revista de Cultura) – estudos críticos sobre poetas. Nesta terceira linha, também dedicada à tradição lírica na América Hispânica, encontramos juntos os ensaios, entrevistas e prólogos assinados por Floriano Martins. Parte significativa desse material – as entrevistas – compõe o volume homônimo, Escrita Conquistada, publicado em 2018.


1874-1942 José María Eguren (Perú) A POESIA DE JOSÉ MARÍA EGUREN

1893-1948 Vicente Huidobro (Chile) LA COSECHA VERTIGINOSA DE LA IMAGEN POÉTICA

1899-1986 Jorge Luis Borges (Argentina) AS ENTREVISTAS COM JORGE LUÍS BORGES

1903-1958 César Moro (Perú) CÉSAR MORO ENTRE AMIGOS

1903-1973 Aldo Pellegrini (Argentina) SOBRE SURREALISMO

1904-1973 Pablo Neruda (Chile) A POESIA DE PABLO NERUDA

1910-1996 Enrique Molina (Argentina) OS COSTUMES ERRANTES DE ENRIQUE MOLINA

1912-2002 Pablo Antonio Cuadra (Nicaragua) POESÍA: EL ENSAYO DE LO INEFABLE

1915-1995 Enrique Gómez-Correa (Chile) TESTIMONIOS DE UN POETA EXPLOSIVO

1915-2001 Juan Liscano (Venezuela) LA EXPRESIÓN DE LO ESENCIAL

1917-2011 Gonzalo Rojas (Chile) A POESIA DE GONZALO ROJAS

1919-1974 Eunice Odio (Costa Rica) LAS VERTIENTES DEL FUEGO

1920-1994 Freddy Gatón Arce (República Dominicana) LA HUMANIDAD SECRETA DE LOS ABISMOS

1920-1999 Olga Orozco (Argentina) RETRATO-RELÂMPAGO DE OLGA OROZCO

1920-2004 Fernando Charry Lara (Colombia) PASIÓN Y REFLEXIÓN DE LA POESÍA

1921-2004 Javier Sologuren (Perú) UNA POÉTICA DE LA LEVEDAD

1921-2007 Otto-Raúl González (Guatemala) GUATEMALA Y SUS VOCES OCULTAS

1921-2010 Amanda Berenguer (Uruguay) VIAJES INCESANTES DEL LENGUAJE

1923-2013 Álvaro Mutis (Colombia) A POESIA DE ÁLVARO MUTIS

1924-2018 Claribel Alegría (Nicaragua) RECUERDOS DE LA REALIDAD

1924-2021 Manuel de la Puebla (Puerto Rico) MEMORIA POÉTICA DE UN PAÍS

1927 Carlos Germán Belli (Perú) PRECIOSOS MISTERIOS DE LA EXPERIENCIA POÉTICA

1927-2000 Francisco Madariaga (Argentina) “SOY SÓLO UN PEÓN DEL PLANETA”

1927-2010 Rolando Toro (Chile) A POESIA DE ROLANDO TORO

1927-2019 Ludwig Zeller (Chile) EL SURREALISMO EN LA MESA (Part. Susana Wald)

1928 Graciela Maturo (Argentina) LAS VANGUARDIAS EN ARGENTINA

1929-2016 Américo Ferrari (Perú) EL RECORTE SAGRADO DE LAS PALABRAS

1930-2011 Roberto Sosa (Honduras) HONDURAS EN SU AMBIENTE POÉTICO

1930-2018 José Guillermo Ros-Zanet (Panamá) ENCUENTROS Y DESENCUENTROS

1931 Juan Calzadilla (Venezuela) HUMOR Y SÍNTESIS EN EL ACTO CREADOR

1931-2016 Jorge Ariel Madrazo (Argentina) EL POEMA COMO CUERPO VIVO

1932 Circe Maia (Uruguay) UNA VOZ A TRAVÉS DEL TIEMPO

1932 Pedro Lastra (Chile) DEL ESPEJO A LA MULTIPLICACIÓN DE LAS VOCES

1932-2004 Marosa di Giorgio (Uruguay) DIÁLOGO SIN PAUSA

1932-2013 Carlos M. Luis (Cuba) DOS ENCUENTROS

1932-2019 Thelma Nava (México) SOBRE LA REVISTA PÁJARO CASCABEL

1933-2009 Alfredo Silva Estrada (Venezuela) INSCRIPCIONES EN EL ESPACIO POÉTICO

1933-2023 Manuel Mora Serrano (República Dominicana) DOS ENCUENTROS

1934-2014 Gerardo Deniz (México) RECORTES DE UNA IRONÍA APASIONADA

1934-2021 Rodolfo Alonso (Argentina) LA RIQUEZA ABANDONADA DE LA POESÍA

1937 Miguel Grinberg (Argentina) UNA MIRADA EN LAS VANGUARDIAS

1937-2020 Rodrigo Pesántez-Rodas (Ecuador) EL ECUADOR DE LAS LUCES

1938 Fernando Palenzuela (Cuba) CONVERSA SOBRE LA REVISTA ALACRÁN AZUL

1938-2008 Eugenio Montejo (Venezuela) ANOTACIONES DE LA PERMANENCIA DEL CANTO

1939 José Roberto Cea (Honduras) CASI UN TESTAMENTO POÉTICO

1939-2014 Ulises Estrella (Ecuador) SOBRE LAS REVISTAS PUCUNA E LA BUFANDA DEL SOL

1940 Francisco Morales Santos (Guatemala) DOS ENCUENTROS

1940 Gustavo Pereira (Venezuela) “AL DIABLO LOS VERSOS”

1940 José Kozer (Cuba) DOIS ENCONTROS

1940 Jotamario Arbeláez (Colombia) EXTRAVAGANCIAS POÉTICAS DEL NADAÍSMO

1941 Hildebrando Pérez Grande (Perú) LAS VANGUARDIAS EN EL PERÚ

1941 Luis Alberto Crespo (Venezuela) RESONANCIAS DEL ESPÍRITU POÉTICO

1943 Eduardo Mitre (Bolivia) LA RAZÓN ARDIENTE DE LA POESÍA

1944 Armando Romero (Colombia) DOS POETAS, CUATRO ENCUENTROS

1944 Francisco Proaño Arandi (Ecuador) DOS ENCUENTROS

1944 Renée Ferrer (Paraguay) DOS ENCUENTROS

1945 Harold Alvarado Tenorio (Colombia) POESIA & OUTRAS ESPÉCIES

1946 Carlos Vásquez-Zawadzki (Colombia) LAS VANGUARDIAS EN COLOMBIA

1946 Guido Rodríguez Alcalá (Paraguay) LAS VANGUARDIAS EN PARAGUAY

1947 Juan Cameron (Chile) LAS VANGUARDIAS EN CHILE

1947 Juan Carlos Mieses (República Dominicana) DETRÁS DE LAS PALABRAS Y LOS RITMOS

1947 Susana Giraudo (Argentina) LA POESÍA Y SUS NOMBRES INFINITOS

1948 Helen Umaña (Honduras) LAS VANGUARDIAS EN HONDURAS

1948 Miguel Espejo (Argentina) LAS VANGUARDIAS EN ARGENTINA

1948-2022 Alfredo Fressia (Uruguay) EN LAS FISURAS DE LA MIMESIS

1950 Alfonso Velis Tobar (El Salvador) LAS VANGUARDIAS EN EL SALVADOR 

1950 Soledad Alvarez (República Dominicana) LAS VANGUARDIAS EN LA REPÚBLICA DOMINICANA

1950-2018 Enrique Verástegui (Perú) O MOTOR DO DESEJO

1951 Carlos Francisco Monge (Costa Rica) DOS ENCUENTROS

1951 Jesús David Curbelo (Cuba) LAS VANGUARDIAS EN CUBA

1952 David Cortés Cabán (Puerto Rico) LAS VANGUARDAS EN PUERTO RICO

1952 Julio del Valle-Castillo (Nicaragua) LAS VANGUARDIAS EN NICARAGUA

1952 Martin Jamieson (Panamá) LAS VANGUARDIAS EN PANAMÁ

1952 Orlando José Hernández (Puerto Rico) LAS VANGUARDAS EN PUERTO RICO

1954 Ernestina Elorriaga (Argentina) DOS POETAS EN UNA MESA DE LUZ

1955 Berta Lucía Estrada (Colombia) UNA MESA VERTICAL

1955 Carlos Barbarito (Argentina) A POESIA DE CARLOS BARBARITO

1955 Mónica Salinas (Uruguay) LAS VANGUARDIAS EN EL URUGUAY

1956 Gary Daher Canedo (Bolivia) SITIO DONDE AGUARDA UN CÁNTARO

1957 Alejandro Bruzual (Venezuela) LAS VANGUARDIAS EN VENEZUELA

1957 Homero Carvalho Oliva (Bolívia) LAS VANGUARDIAS EN BOLIVIA

1957 Luis Bravo (Uruguay) LAS VANGUARDIAS EN EL URUGUAY

1958 Adriano Corrales Arias (Costa Rica) LAS VANGUARDIAS EN COSTA RICA

1958 Beatriz Hausner (Chile) CAMINHOS DO SURREALISMO

1958 José Ángel Leyva (México) DOS ENCUENTROS

1958 José Carr (Panamá) LAS VANGUARDIAS EN PANAMÁ

1958 Nicasio Urbina (Nicaragua) LAS VANGUARDIAS EN NICARAGUA

1958 Omar Castillo (Colombia) DIÁLOGO ENTRE DOS POETAS

1958 Rodolfo Häsler (Cuba) EN BUSCA DE LO IMPOSIBLE

1960 José Mármol (República Dominicana) LA OTREDAD SORPRENDIDA DEL POETA

1960 Vilma Tapia Anaya (Bolivia) DOS ENCUENTROS

1961 Enrique de Santiago (Chile) LAS VANGUARDIAS EN CHILE

1962 Arturo Gutiérrez Plaza (Venezuela) LAS VANGUARDIAS EN VENEZUELA

1962 Raúl Serrano Sánchez (Ecuador) LAS VANGUARDIAS EN ECUADOR

1963 Pedro Xavier Solis (Nicaragua) LAS VANGUARDIAS EN NICARAGUA

1963-2016 Gonzalo Márquez Cristo (Colombia) CORRESPONDENCIAS ENTRE POESÍA Y ACCIÓN

1965 Jorge Fernández Granados (México) LAS VANGUARDIAS EN MÉXICO

1969 Luis Alvarenga (El Salvador) LAS VANGUARDIAS EN EL SALVADOR

1972 Gabriel Chávez Casazola (Bolívia) LAS VANGUARDIAS EN BOLIVIA

1972 Xavier Oquendo Troncoso (Ecuador) DIÁLOGO EN EL CENTRO DEL MUNDO

1973 Carolina Zamudio (Argentina) LA ILUSIÓN TRANSITORIA DE LOS ESPACIOS

1973 Ricardo Venegas (México) LA POESÍA DE RICARDO VENEGAS

1974 Fabricio Estrada (Honduras) LAS VANGUARDIAS EN HONDURAS

1974 Javier Payeras (Guatemala) LAS VANGUARDIAS EN GUATEMALA

1983 Manuel Iris (México) LAS VANGUARDIAS EN MÉXICO

1984 Alex Morillo Sotomayor (Perú) LAS VANGUARDIAS EN PERÚ


 


 

 

OBRA ENSAÍSTICA PUBLICADA

 

El corazón del infinito. Tres poetas brasileños. Trad. Jesús Cobo. Toledo: Cuadernos de Calandrajas, 1993.

Escritura conquistada. Diálogos com poetas latino-americanos. Fortaleza: Letra & Música, 1998.

Escrituras surrealistas. O começo da busca. Coleção Memo. Fundação Memorial da América Latina. São Paulo. 1998.

Alberto Nepomuceno. Edições FDR. Fortaleza. 2000.

O começo da busca. O surrealismo na poesia da América Latina. Coleção Ensaios Transversais. São Paulo: Escrituras, 2001.

Un nuevo continente. Antología del Surrealismo en la Poesía de nuestra América. San José de Costa Rica: Ediciones Andrómeda, 2004.

Un nuevo continente. Antología del Surrealismo en la Poesía de nuestra AméricaCaracas, Venezuela: Monte Ávila Editores, 2008.

A inocência de pensar. Coleção Ensaios Transversais. São Paulo: Escrituras, 2009.

Escritura conquistada. Conversaciones con poetas de Latinoamérica2 tomos. Caracas: Fundación Editorial El Perro y La Rana. 2010.

Invenção do Brasil – Entrevistas [edição virtual]. São Paulo: Editora Descaminhos, 2013.

Esfinge insurrecta – Poesía en Chile [edição virtual, em coautoria com Juan Cameron]. Fortaleza: ARC Edições, 2014.

Un poco más de surrealismo no hará ningún daño a la realidad. México: UACM – Universidad Autónoma de la Ciudad de México, 2015.

Sala de retratos. São Paulo: Opção Editora, 2016.

Um novo continente – Poesia e Surrealismo na América. Fortaleza: ARC Edições, 2016.

Valdir Rocha e a persistência do mistério. Fortaleza: ARC Edições, 2017.

Laudelino Freire. Rio de Janeiro: Academia Brasileira de Letras, 2018.

Escritura conquistada – Poesía hispanoamericana. Fortaleza: ARC Edições, 2018.

Visões da névoa: o Surrealismo no Brasil. Natal: Sol Negro Edições, 2019.

120 noites de Eros. Fortaleza: ARC Edições, 2020.

 

TRADUÇÕES

 

Poemas de amor, de Federico García Lorca. Rio de Janeiro: Ediouro Publicações, 1998.

Delito por dançar o chá-chá-chá, de Guillermo Cabrera Infante. Rio de Janeiro: Ediouro Publicações, 1998.

Nós/Nudos, de Ana Marques Gastão (edição bilíngue). Lisboa: Gótica, 2004.

A condição urbana, de Juan Calzadilla (edição bilíngue). Florianópolis: Letras Contemporâneas, 2005.

Dentro do poema – Poetas mexicanos nascidos entre 1950 e 1959, Org. Eduardo Langagne. Fortaleza: Edições UFC, 2009.

A aventura literária da mestiçagem, de Pablo Antonio Cuadra (em parceria com Petra Ramos Guarinon). Fortaleza: Edições UFC, 2010.

III novelas exemplares & 20 poemas intransigentes, de Vicente Huidobro & Hans Arp. Natal: Sol Negro Edições/São Pedro de Alcântara: Edições Nephelibata, 2012.

Sobre Surrealismo, de Aldo Pellegrini (edição bilíngue). Natal: Sol Negro Edições, 2013.

Memória de Borges – Um livro de entrevistas (2 volumes). São Pedro de Alcântara: Edições Nephelibata, 2013.

Bronze no fundo do rio, de Miguel Márquez (edição bilíngue). Natal: Sol Negro Edições, 2014.

Tremor de céu, de Vicente Huidobro (edição bilíngue). Natal: Sol Negro Edições, 2015.

Costumes errantes ou a redondeza da terra, de Enrique Molina (edição bilíngue). Natal: Sol Negro Edições, 2016.

Reino de silêncio, de Mía Gallegos (edição bilíngue). Teresina: Kizeumba Edições, 2019.

Traduções do universo, de Vicente Huidobro. Natal: Sol Negro Edições, 2016.

O álcool dos estados intermediários, de Gladys Mendía. Santiago: LP5 Editora, 2020.

A tartaruga equestre, de César Moro (edição bilíngue). Natal: Sol Negro Edições, 2021.

 

  

 

Agulha Revista de Cultura

Criada por Floriano Martins

Dirigida por Elys Regina Zils

https://arcagulharevistadecultura.blogspot.com/

1999-2024 




Nenhum comentário:

Postar um comentário