terça-feira, 26 de janeiro de 2021

ESCRITURA CONQUISTADA | Eunice Odio (Costa Rica, 1919-1974)

  


LAS VERTIENTES DEL FUEGO

 


1 | El tránsito esencial de una poética está situado más allá de sus estimativas anecdóticas, incluso las declaraciones de su autor. Por veces la condición provisoria puede definir grados distintos de percepción. Creo que esto se ha pasado con la lectura crítica de la poesía de la costarricense Eunice Odio (1919-1974), en mucho perjudicada por la dificultad de sus pares comprender la verdadera dimensión de sus opiniones políticas, además de las siempre restringidas y prejuiciosas versiones del Surrealismo. El hecho de que Eunice percibiera los destinos políticos de Centroamérica y Caribe, no definían una condición reaccionaria de su persona. Igual que sus declaraciones de que no practicaba la escritura automática, la sitúa como alguien ajeno al Surrealismo. Tomemos dos declaraciones suyas, como notas del ensayo “El Surrealismo en la pintura de México”, publicado en la revista Zona Franca (Caracas, febrero de 1972), de su amigo el poeta venezolano Juan Liscano:

 

NOTA # 3 | Nada irrita en forma tan fuerte y descabellada a los burgueses –incluyendo entre éstos a los políticos rusos y de los demás estados totalitaristas-comunistas, reaccionarios en todo y más que en todo en arte– que estar frente a obras que, como las suprarrealistas, plantean situaciones insólitas. Sus mentes de cal y yeso paleolíticos, se sienten heridas, directamente ofendidas, ante lo inesperado y maravilloso que no entienden.

 

NOTA # 4 | Debo aclarar que no estoy adherida al suprarrealismo, como dijo una crítica venezolana. Mi poesía y mis cuentos son, por ejemplo, lo contrario de la escritura automática. Una y otros están pensados al centavo y superestructurados a tal punto, que esa es una de las características que los distingue de la literatura que hoy se escribe, en español o en cualquiera otra lengua.

 

Aunque permanezca la inapropiada versión del termo surrealismo, ella misma observa que lo hace como corrección a otras opciones comunes en español: subrealismo y superrealismo, recordando que suprarrealismo comparte la idea francesa de más allá. De todos modos, aquí están dos detalles que han cegado, ante la crítica, el espíritu vigente de vanguardia de la obra y el pensamiento de Eunice Odio.

Nacida en San José de Costa Rica, el nomadismo incansable de su naturaleza fue la aguja que ha definido su destino. Ha vivido –o simplemente pasado allí ciertos períodos de su vida– en países como Nicaragua, Estados Unidos, El Salvador, México, Honduras, siempre con una inquietud envidiable, en mucho movido por las disensiones políticas y el deseo de más conocimiento. La pasión por la vida ha quemado sus días, con absoluta y visceral pujanza. Al mismo tiempo esa grandeza de espíritu ha definido la incomprensión, su inaceptabilidad entre los suyos, un tipo de aislamiento que tuvo también un componente de recogimiento suyo, desde que se ha entregado a sus estudios de Cábala, llegando a integrar el orden Rosacruz.

Pero su red de amistades tuvo un carácter paradigmático, siempre con nombres de distinguida importancia en sus áreas, empezando por la juventud en San José, donde ha publicado sus primeros poemas en la legendaria revista Repertorio Americano, que dirigía Joaquín García Monge, hasta sus afinidades estéticas con Max Jiménez, Yolanda Oreamuno y Emilia Prieto, entre otros. En sus primeros viajes por Centroamérica y Caribe conoce a Pablo Antonio Cuadra (Nicaragua), Salarrué (El Salvador), Clementina Suárez (Honduras). El poeta nicaragüense Carlos Martínez Rivas ha dedicado a ella un intenso y bello poema que lleva su nombre por título, donde podemos leer:

 

Por eso, para hablar de tu cabello, quise

resistir hasta ahora. Para decir

que está detrás de ti como un árbol

y como un árbol mucho follaje y sombra esparce.

Para ocultarnos lo que nos haría enrojecer y temblar:

y al Dios mismo en plena tarea, con las dos

media-lunas de sudor alrededor de las axilas.

 

La naturaleza de una declaración erótica encontrada en este poema tiene que ver con la lectura que hacía de la inquietud de Eunice Odio, su excentricidad siempre polémica, su risa alta y su sentido de libertad como atributos de una femme fatale. Eunice Odio era una mujer bella y libre. Anotemos unas palabras de su biógrafa, Tania Pleitez Vela, al decir que, aunque su belleza física fuera venerada, su forma de ser libre y extravagante no cuadraba dentro de las costumbres y las convenciones de la época, por lo que no faltaron los juicios constantes.

 

2 | Las cartas fueron un medio de comunicación largamente utilizado por Eunice Odio, para el cambio de ideas y los aportes de trabajo. En su amplio epistolario con el poeta Juan Liscano, director de la revista venezolana Zona Franca, quien ha publicado ensayos y poemas de Eunice, hay revelaciones muy espirituosas de sus cosas, como sus visiones de cuerpos luminosos, sus relaciones con el mundo Rosacruz, el conocimiento de otros poetas, su defensa estética –no es que deliberadamente busquemos que las palabras se agrupen en un orden brillante, sino que ellas así llegan y nos asaltan: agrupadas como quieren. Y se necesitaría ser un santo laico, para resistir al encantamiento a que nos someten primero que a nadie, lo decía en una de ellas–, y otros temas. Hay dos pasajes que tratan de su visión poética que imagino sea importante mencionarlos:

 

CARTA DE 1965 | […] La poesía y el poeta, se ven afligidos, también por el problema de la inidentificación. Todo aquel que crea se ve, en menor grado, o en mayor grado, afectado por él, ya sea en alguna parte o en todas partes. El creador extraordinario, el arquetípico, es el más inidentificado de todos –a mayor poesía mayor luz; por lo tanto, mayor deslumbramiento y ceguera general–. Nadie cree que es lo que es y, por lo mismo, la identificación es imposible. Se acostumbran demasiado a verlo, porque parece igual a todos los hombres. […]

 

CARTA DE 1967 | […] Y luego resulta que yo nunca creí en serio, eso de que tenía que morirme… ¿Sabes quién sí está seguro de eso? Octavio Paz. Un día me dijo en el colmo de la solemnidad y la seriedad. Tú, querida, eres de la línea de poetas que inventan una mitología propia, como Blake, como Saint-John Perse, como Ezra Pound; y que están fregados, porque nadie los entiende hasta que tienen años o aun siglos de muertos. ¡Qué consolador! Y ahora se va a dar un quemón. Como profeta es una pantufla, quizás porque no es cierto que yo haya inventado una mitología. Todos esos personajes son arquetipos de la vida; seres vivientes y padecientes, no dioses semejantes a los hombres, sino elegidos parecidos a los dioses. […]

 

Ahí encontramos suficiente oro para leer la poesía de Eunice. Los arquetipos que ha evocado, en especial en su libro El tránsito de fuego (1957), aunque basados en divinidades ya existentes, son una lectura muy singular de las relaciones de ellos con el hombre, empezando por la creación de un neologismo –pluránimo– que expresa toda una concepción filosófica de la existencia, en el sentido de la omnipresencia o, como ella misma ha dicho: Si un poeta no es la suma de todas las ánimas, va mal. Y precisamente esta suma de todas las experiencias refleja el dilema de la identificación y encuentra a esta poeta entre los grandes demiurgos de la lírica hispanoamericana. Además, este es el libro de la entrada en mundos del ocultismo, la cábala y la teosofía, en los aposentos iluminados de una nueva concepción del hombre, en la dimensión polifacética de la vastedad sacramental de conceptos como la verdad, la finitud y la trinidad, por ejemplo. Por ahí vamos a las espigas del misterio, a la formación de secretos que pueden revelar distintos modos de comprender la vida. Veamos un fragmento:

 

¿No comprendes, entonces,

que estoy guiado por signos de indecibles palabras?

Aunque se levantaran en vilo sus arterias,

aunque su sangre activa tuviera un olor

que llegara al corazón de los muertos,

y estando ahí pensaran que era grato,

dulcísimo el olor,

y sonrieran de súbito los muertos,

la víctima no será rescatada.

 

El largo y opulento libro, que es todo un viaje por eso que su amigo, el poeta nicaragüense Pablo Antonio Cuadra, llamara de épica desmitologizada, la necesidad de transcender el mito, desde su epígrafe inicial sugiere: Es verdad: Mas ¿de qué modo es verdad? Así que Eunice no sigue los pasos de la mitología, sino que inventa su propio camino por todo el espinazo eléctrico de estaciones metafísicas. De algún modo el libro se acerca de la dimensión caudalosa de otro poeta hispano-americano de ramificación metafísica, el chileno Humberto Díaz-Casanueva que incluso fue su amigo muy querido en el período de pocos años que ha vivido en Nueva York. El mismo Humberto que ha revelado creer que el lenguaje poético de mi tiempo es un poder todavía virgen capaz de producir mayor revelación del ser humano. Este acto que el poeta comprendía como un proceso de lucidez inconsciente, una penetración en las raíces del lenguaje, una aventura del espíritu para llegar a secretos singulares.

 

3 | Precisamente ahora podemos hablar de los errores y aciertos de las relaciones de esta poesía con el Surrealismo, pues hay tanto de una cosa como de otra en su fortuna crítica. El diseño de una atmósfera que es un poco inmersa en aguas del onirismo, sobre todo en el libro Los elementos terrestres (1947) –libro en que la entonación amorosa está escrita con un crepúsculo enredado entre la lengua–, así como el modo como ha buscado en el imaginario una realidad sin límites, son características que acercan del Surrealismo su visión de la creación, pero sin que la convierta a su ortodoxia, o sea, es imposible clasificarla de surrealista en la medida en que la multiplicidad de sus códigos estéticos son inclasificables, pero jamás como rechazo al movimiento que, ella misma refiere como siendo, en todos los países hispanoamericanos […], más que un programa una necesidad auténtica, un imperativo categórico.

En su ensayo sobre la pintura surrealista en México, aquí ya citado, ella nos ofrece una lectura fundamental de su pensamiento acerca del Surrealismo:

 

Si el hombre corriente ama la libertad por encima de todo y la usa para hacer lo que le plazca, allá en su fuero interno, el poeta y el artista son muy dueños de hacer lo mismo. Y para ejercer la libertad de hacer lo que a uno le dé la gana no hay, en arte, nada mejor que el suprarrealismo. Este no pone trabas a la imaginación, ni al valor personal ni a ninguna de las calidades espirituales, ni a nada de lo que consideramos inmensamente bello y valioso.

 

Ahora, lo que pasa es que la biografía de Eunice Odio está repleta de actos y opiniones políticas que son muy provocativos y hasta al punto de que la gente la considere reaccionaria. Uno de estos ejemplos está en el hecho de que tenía declaraciones muy duras en relación al comunismo y estaba por completo contra la revolución cubana. Esto que, a rigor traducía nada más que su defensa de un pensamiento libre, jamás fue aceptado y su nombre fue borrado de muchos ambientes, incluso en la literatura y el periodismo. Agréguese el hecho de que fue dada como autora de una escritura hermética, incomprensible, hecho que me parece demasiado nublado de prejuicios. Lo que tenemos hoy es la necesidad de recuperar la obra de una de las más importantes poetas del continente, con su fuego sacramental, su trasfondo iluminador y la efusión de libertad que supo hacer brillar como una geometría de paisajes interiores. Esta mujer que es la que dijo en un poema: Esta mañana he amanecido alegre, y que tuvo su cadáver encontrado en la bañera de su casa, una semana después de su muerte.





  

 


Poeta, tradutor, ensaísta, artista plástico, dramaturgo, FLORIANO MARTINS (Brasil, 1957) é conhecido por haver criado, em 1999, a Agulha Revista de Cultura, veículo pioneiro de circulação pela Internet e dedicado à difusão de estudos críticos sobre arte e cultura. Ao longo de 23 anos de ininterrupta atividade editorial, a revista ampliou seu espectro, assimilando uma editora, a ARC Edições e alguns projetos paralelos, de que são exemplo “Conexão Hispânica” e “Atlas Lírico da América Hispânica”, este último uma parceria com a revista brasileira Acrobata. O trabalho de Floriano também se estende pela pesquisa, em especial o estudo da tradição lírica hispano-americana e o Surrealismo, temas sobre os quais tem alguns livros publicados. Como artista plástico, desde a descoberta da colagem vem desenvolvendo, com singular maestria, experiências que mesclam a fotografia digital, o vídeo, a colagem, a ensamblagem e outros recursos. Como ele próprio afirma, o magma de toda essa efervescência criativa se localiza na poesia, na escritura de poemas, na experiência com o verso, inclusive a prosa poética, da qual é um dos grandes cultores. Escritura Conquistada é um complemento aos projetos: Atlas Lírico da América Hispânica (revista Acrobata) – poemas traduzidos para o português – e Conexão Hispânica (Agulha Revista de Cultura) – estudos críticos sobre poetas. Nesta terceira linha, também dedicada à tradição lírica na América Hispânica, encontramos juntos os ensaios, entrevistas e prólogos assinados por Floriano Martins. Parte significativa desse material – as entrevistas – compõe o volume homônimo, Escrita Conquistada, publicado em 2018.


1874-1942 José María Eguren (Perú) A POESIA DE JOSÉ MARÍA EGUREN

1893-1948 Vicente Huidobro (Chile) LA COSECHA VERTIGINOSA DE LA IMAGEN POÉTICA

1899-1986 Jorge Luis Borges (Argentina) AS ENTREVISTAS COM JORGE LUÍS BORGES

1903-1958 César Moro (Perú) CÉSAR MORO ENTRE AMIGOS

1903-1973 Aldo Pellegrini (Argentina) SOBRE SURREALISMO

1904-1973 Pablo Neruda (Chile) A POESIA DE PABLO NERUDA

1910-1996 Enrique Molina (Argentina) OS COSTUMES ERRANTES DE ENRIQUE MOLINA

1912-2002 Pablo Antonio Cuadra (Nicaragua) POESÍA: EL ENSAYO DE LO INEFABLE

1915-1995 Enrique Gómez-Correa (Chile) TESTIMONIOS DE UN POETA EXPLOSIVO

1915-2001 Juan Liscano (Venezuela) LA EXPRESIÓN DE LO ESENCIAL

1917-2011 Gonzalo Rojas (Chile) A POESIA DE GONZALO ROJAS

1919-1974 Eunice Odio (Costa Rica) LAS VERTIENTES DEL FUEGO

1920-1994 Freddy Gatón Arce (República Dominicana) LA HUMANIDAD SECRETA DE LOS ABISMOS

1920-1999 Olga Orozco (Argentina) RETRATO-RELÂMPAGO DE OLGA OROZCO

1920-2004 Fernando Charry Lara (Colombia) PASIÓN Y REFLEXIÓN DE LA POESÍA

1921-2004 Javier Sologuren (Perú) UNA POÉTICA DE LA LEVEDAD

1921-2007 Otto-Raúl González (Guatemala) GUATEMALA Y SUS VOCES OCULTAS

1921-2010 Amanda Berenguer (Uruguay) VIAJES INCESANTES DEL LENGUAJE

1923-2013 Álvaro Mutis (Colombia) A POESIA DE ÁLVARO MUTIS

1924-2018 Claribel Alegría (Nicaragua) RECUERDOS DE LA REALIDAD

1924-2021 Manuel de la Puebla (Puerto Rico) MEMORIA POÉTICA DE UN PAÍS

1927 Carlos Germán Belli (Perú) PRECIOSOS MISTERIOS DE LA EXPERIENCIA POÉTICA

1927-2000 Francisco Madariaga (Argentina) “SOY SÓLO UN PEÓN DEL PLANETA”

1927-2010 Rolando Toro (Chile) A POESIA DE ROLANDO TORO

1927-2019 Ludwig Zeller (Chile) EL SURREALISMO EN LA MESA (Part. Susana Wald)

1928 Graciela Maturo (Argentina) LAS VANGUARDIAS EN ARGENTINA

1929-2016 Américo Ferrari (Perú) EL RECORTE SAGRADO DE LAS PALABRAS

1930-2011 Roberto Sosa (Honduras) HONDURAS EN SU AMBIENTE POÉTICO

1930-2018 José Guillermo Ros-Zanet (Panamá) ENCUENTROS Y DESENCUENTROS

1931 Juan Calzadilla (Venezuela) HUMOR Y SÍNTESIS EN EL ACTO CREADOR

1931-2016 Jorge Ariel Madrazo (Argentina) EL POEMA COMO CUERPO VIVO

1932 Circe Maia (Uruguay) UNA VOZ A TRAVÉS DEL TIEMPO

1932 Pedro Lastra (Chile) DEL ESPEJO A LA MULTIPLICACIÓN DE LAS VOCES

1932-2004 Marosa di Giorgio (Uruguay) DIÁLOGO SIN PAUSA

1932-2013 Carlos M. Luis (Cuba) DOS ENCUENTROS

1932-2019 Thelma Nava (México) SOBRE LA REVISTA PÁJARO CASCABEL

1933-2009 Alfredo Silva Estrada (Venezuela) INSCRIPCIONES EN EL ESPACIO POÉTICO

1933-2023 Manuel Mora Serrano (República Dominicana) DOS ENCUENTROS

1934-2014 Gerardo Deniz (México) RECORTES DE UNA IRONÍA APASIONADA

1934-2021 Rodolfo Alonso (Argentina) LA RIQUEZA ABANDONADA DE LA POESÍA

1937 Miguel Grinberg (Argentina) UNA MIRADA EN LAS VANGUARDIAS

1937-2020 Rodrigo Pesántez-Rodas (Ecuador) EL ECUADOR DE LAS LUCES

1938 Fernando Palenzuela (Cuba) CONVERSA SOBRE LA REVISTA ALACRÁN AZUL

1938-2008 Eugenio Montejo (Venezuela) ANOTACIONES DE LA PERMANENCIA DEL CANTO

1939 José Roberto Cea (Honduras) CASI UN TESTAMENTO POÉTICO

1939-2014 Ulises Estrella (Ecuador) SOBRE LAS REVISTAS PUCUNA E LA BUFANDA DEL SOL

1940 Francisco Morales Santos (Guatemala) DOS ENCUENTROS

1940 Gustavo Pereira (Venezuela) “AL DIABLO LOS VERSOS”

1940 José Kozer (Cuba) DOIS ENCONTROS

1940 Jotamario Arbeláez (Colombia) EXTRAVAGANCIAS POÉTICAS DEL NADAÍSMO

1941 Hildebrando Pérez Grande (Perú) LAS VANGUARDIAS EN EL PERÚ

1941 Luis Alberto Crespo (Venezuela) RESONANCIAS DEL ESPÍRITU POÉTICO

1943 Eduardo Mitre (Bolivia) LA RAZÓN ARDIENTE DE LA POESÍA

1944 Armando Romero (Colombia) DOS POETAS, CUATRO ENCUENTROS

1944 Francisco Proaño Arandi (Ecuador) DOS ENCUENTROS

1944 Renée Ferrer (Paraguay) DOS ENCUENTROS

1945 Harold Alvarado Tenorio (Colombia) POESIA & OUTRAS ESPÉCIES

1946 Carlos Vásquez-Zawadzki (Colombia) LAS VANGUARDIAS EN COLOMBIA

1946 Guido Rodríguez Alcalá (Paraguay) LAS VANGUARDIAS EN PARAGUAY

1947 Juan Cameron (Chile) LAS VANGUARDIAS EN CHILE

1947 Juan Carlos Mieses (República Dominicana) DETRÁS DE LAS PALABRAS Y LOS RITMOS

1947 Susana Giraudo (Argentina) LA POESÍA Y SUS NOMBRES INFINITOS

1948 Helen Umaña (Honduras) LAS VANGUARDIAS EN HONDURAS

1948 Miguel Espejo (Argentina) LAS VANGUARDIAS EN ARGENTINA

1948-2022 Alfredo Fressia (Uruguay) EN LAS FISURAS DE LA MIMESIS

1950 Alfonso Velis Tobar (El Salvador) LAS VANGUARDIAS EN EL SALVADOR 

1950 Soledad Alvarez (República Dominicana) LAS VANGUARDIAS EN LA REPÚBLICA DOMINICANA

1950-2018 Enrique Verástegui (Perú) O MOTOR DO DESEJO

1951 Carlos Francisco Monge (Costa Rica) DOS ENCUENTROS

1951 Jesús David Curbelo (Cuba) LAS VANGUARDIAS EN CUBA

1952 David Cortés Cabán (Puerto Rico) LAS VANGUARDAS EN PUERTO RICO

1952 Julio del Valle-Castillo (Nicaragua) LAS VANGUARDIAS EN NICARAGUA

1952 Martin Jamieson (Panamá) LAS VANGUARDIAS EN PANAMÁ

1952 Orlando José Hernández (Puerto Rico) LAS VANGUARDAS EN PUERTO RICO

1954 Ernestina Elorriaga (Argentina) DOS POETAS EN UNA MESA DE LUZ

1955 Berta Lucía Estrada (Colombia) UNA MESA VERTICAL

1955 Carlos Barbarito (Argentina) A POESIA DE CARLOS BARBARITO

1955 Mónica Salinas (Uruguay) LAS VANGUARDIAS EN EL URUGUAY

1956 Gary Daher Canedo (Bolivia) SITIO DONDE AGUARDA UN CÁNTARO

1957 Alejandro Bruzual (Venezuela) LAS VANGUARDIAS EN VENEZUELA

1957 Homero Carvalho Oliva (Bolívia) LAS VANGUARDIAS EN BOLIVIA

1957 Luis Bravo (Uruguay) LAS VANGUARDIAS EN EL URUGUAY

1958 Adriano Corrales Arias (Costa Rica) LAS VANGUARDIAS EN COSTA RICA

1958 Beatriz Hausner (Chile) CAMINHOS DO SURREALISMO

1958 José Ángel Leyva (México) DOS ENCUENTROS

1958 José Carr (Panamá) LAS VANGUARDIAS EN PANAMÁ

1958 Nicasio Urbina (Nicaragua) LAS VANGUARDIAS EN NICARAGUA

1958 Omar Castillo (Colombia) DIÁLOGO ENTRE DOS POETAS

1958 Rodolfo Häsler (Cuba) EN BUSCA DE LO IMPOSIBLE

1960 José Mármol (República Dominicana) LA OTREDAD SORPRENDIDA DEL POETA

1960 Vilma Tapia Anaya (Bolivia) DOS ENCUENTROS

1961 Enrique de Santiago (Chile) LAS VANGUARDIAS EN CHILE

1962 Arturo Gutiérrez Plaza (Venezuela) LAS VANGUARDIAS EN VENEZUELA

1962 Raúl Serrano Sánchez (Ecuador) LAS VANGUARDIAS EN ECUADOR

1963 Pedro Xavier Solis (Nicaragua) LAS VANGUARDIAS EN NICARAGUA

1963-2016 Gonzalo Márquez Cristo (Colombia) CORRESPONDENCIAS ENTRE POESÍA Y ACCIÓN

1965 Jorge Fernández Granados (México) LAS VANGUARDIAS EN MÉXICO

1969 Luis Alvarenga (El Salvador) LAS VANGUARDIAS EN EL SALVADOR

1972 Gabriel Chávez Casazola (Bolívia) LAS VANGUARDIAS EN BOLIVIA

1972 Xavier Oquendo Troncoso (Ecuador) DIÁLOGO EN EL CENTRO DEL MUNDO

1973 Carolina Zamudio (Argentina) LA ILUSIÓN TRANSITORIA DE LOS ESPACIOS

1973 Ricardo Venegas (México) LA POESÍA DE RICARDO VENEGAS

1974 Fabricio Estrada (Honduras) LAS VANGUARDIAS EN HONDURAS

1974 Javier Payeras (Guatemala) LAS VANGUARDIAS EN GUATEMALA

1983 Manuel Iris (México) LAS VANGUARDIAS EN MÉXICO

1984 Alex Morillo Sotomayor (Perú) LAS VANGUARDIAS EN PERÚ


 


 

 

OBRA ENSAÍSTICA PUBLICADA

 

El corazón del infinito. Tres poetas brasileños. Trad. Jesús Cobo. Toledo: Cuadernos de Calandrajas, 1993.

Escritura conquistada. Diálogos com poetas latino-americanos. Fortaleza: Letra & Música, 1998.

Escrituras surrealistas. O começo da busca. Coleção Memo. Fundação Memorial da América Latina. São Paulo. 1998.

Alberto Nepomuceno. Edições FDR. Fortaleza. 2000.

O começo da busca. O surrealismo na poesia da América Latina. Coleção Ensaios Transversais. São Paulo: Escrituras, 2001.

Un nuevo continente. Antología del Surrealismo en la Poesía de nuestra América. San José de Costa Rica: Ediciones Andrómeda, 2004.

Un nuevo continente. Antología del Surrealismo en la Poesía de nuestra AméricaCaracas, Venezuela: Monte Ávila Editores, 2008.

A inocência de pensar. Coleção Ensaios Transversais. São Paulo: Escrituras, 2009.

Escritura conquistada. Conversaciones con poetas de Latinoamérica2 tomos. Caracas: Fundación Editorial El Perro y La Rana. 2010.

Invenção do Brasil – Entrevistas [edição virtual]. São Paulo: Editora Descaminhos, 2013.

Esfinge insurrecta – Poesía en Chile [edição virtual, em coautoria com Juan Cameron]. Fortaleza: ARC Edições, 2014.

Un poco más de surrealismo no hará ningún daño a la realidad. México: UACM – Universidad Autónoma de la Ciudad de México, 2015.

Sala de retratos. São Paulo: Opção Editora, 2016.

Um novo continente – Poesia e Surrealismo na América. Fortaleza: ARC Edições, 2016.

Valdir Rocha e a persistência do mistério. Fortaleza: ARC Edições, 2017.

Laudelino Freire. Rio de Janeiro: Academia Brasileira de Letras, 2018.

Escritura conquistada – Poesía hispanoamericana. Fortaleza: ARC Edições, 2018.

Visões da névoa: o Surrealismo no Brasil. Natal: Sol Negro Edições, 2019.

120 noites de Eros. Fortaleza: ARC Edições, 2020.

 

TRADUÇÕES

 

Poemas de amor, de Federico García Lorca. Rio de Janeiro: Ediouro Publicações, 1998.

Delito por dançar o chá-chá-chá, de Guillermo Cabrera Infante. Rio de Janeiro: Ediouro Publicações, 1998.

Nós/Nudos, de Ana Marques Gastão (edição bilíngue). Lisboa: Gótica, 2004.

A condição urbana, de Juan Calzadilla (edição bilíngue). Florianópolis: Letras Contemporâneas, 2005.

Dentro do poema – Poetas mexicanos nascidos entre 1950 e 1959, Org. Eduardo Langagne. Fortaleza: Edições UFC, 2009.

A aventura literária da mestiçagem, de Pablo Antonio Cuadra (em parceria com Petra Ramos Guarinon). Fortaleza: Edições UFC, 2010.

III novelas exemplares & 20 poemas intransigentes, de Vicente Huidobro & Hans Arp. Natal: Sol Negro Edições/São Pedro de Alcântara: Edições Nephelibata, 2012.

Sobre Surrealismo, de Aldo Pellegrini (edição bilíngue). Natal: Sol Negro Edições, 2013.

Memória de Borges – Um livro de entrevistas (2 volumes). São Pedro de Alcântara: Edições Nephelibata, 2013.

Bronze no fundo do rio, de Miguel Márquez (edição bilíngue). Natal: Sol Negro Edições, 2014.

Tremor de céu, de Vicente Huidobro (edição bilíngue). Natal: Sol Negro Edições, 2015.

Costumes errantes ou a redondeza da terra, de Enrique Molina (edição bilíngue). Natal: Sol Negro Edições, 2016.

Reino de silêncio, de Mía Gallegos (edição bilíngue). Teresina: Kizeumba Edições, 2019.

Traduções do universo, de Vicente Huidobro. Natal: Sol Negro Edições, 2016.

O álcool dos estados intermediários, de Gladys Mendía. Santiago: LP5 Editora, 2020.

A tartaruga equestre, de César Moro (edição bilíngue). Natal: Sol Negro Edições, 2021.

 

  

 

Agulha Revista de Cultura

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