SITIO
DONDE AGUARDA UN CÁNTARO
GDC | Todas las obras son fruto del espíritu. No se debe buscar la palabra
por la palabra, sino por el camino que nos conduzca a nosotros mismos. En la
medida que realizamos ese viaje interior pueden suceder los frutos, llámense
poemas (y esto de la manera y forma que convienen al momento de esa ruta),
narrativas, ensayos, tratados y tantos productos del espíritu. El modo sigue el
sino del rayo de cada quien. Mi rayo es la poesía. Sin embargo, como dice Jaime
Sáenz, si es necesario habrá que destruir la obra para hacer al hombre, es
decir la obra.
FM | Según la crítica, tienes una afinidad con Whitman, tanto en la tesitura
de su canto lírico como en la búsqueda de un territorio de convivencia entre
poesía y lector. Ya me dirás si estás de acuerdo con esto, pero también me
gustaría saber cómo te relacionas con la tradición lírica de tu propio país y
de Hispanoamérica como un todo.
GDC | En Bolivia la poesía dibuja una estructura de líneas. Sin embargo hay
nudos fundamentales, y uno de ellos es Oscar Cerruto y el otro Jaime Sáenz. En
ellos convergen los poetas modernistas Ricardo Jaimes Freire, Franz Tamayo y
José Eduardo Guerra, además de Arturo Borda que representa un caldo primigenio
singular en la poética boliviana. Finalmente a nuestra generación llega la
tradición a través de esos nudos, que miran como un reflejo el todo de la
poesía latinoamericana hija del modernismo y del desplazamiento vanguardista,
pero también de la línea whitmaniana que incluye a Neruda y Borges y le brinda
el aliento liberador del tono discursivo sin dejar la profundidad de su
tradición. Mi poesía no es ajena ese fenómeno.
FM | ¿Entiendes, entonces, a Cerruto y a Sáenz como antípodas y referencias
máximas dentro de la vanguardia boliviana? ¿Cómo situar allí figuras como
Gustavo Medinacelli, Julio de la Vega y Edmundo Camargo? ¿Qué significación
poseen, para las generaciones actuales, tanto la revista Vertical, que dirigió
Sáenz, como el grupo Gesta Bárbara?
GDC | Edmundo Camargo a pesar de su fuerza poética que navega en el
Surrealismo es, todavía, una especie de isla en la poesía boliviana: emergen
sin conexiones aparentes y no enlaza a nuevas corrientes. Las figuras de
Gustavo Medinacelli y Julio de la Vega son nombres en la constelación de la
Segunda Gesta Bárbara que no hacen de referentes poéticos, porque posiblemente
no son propuestas poéticas que se erijan señeras y alternativas. Así que Oscar
Cerruto y Jaime Sáenz al ser punto de encuentro de los grandes poetas de
principios de siglo e influenciar decididamente a las generaciones posteriores
se constituyen en referencias si no máximas, necesarias para entender a donde
converge el mapa poético boliviano.
FM | Eduardo Mitre, en El árbol y la piedra (1988), observa que “la aventura de la llamada poesía de vanguardia tiene en la literatura
boliviana una manifestación tardía”. Es curioso que muchos críticos hagan una
evaluación similar acerca del Surrealismo en diversos países latinoamericanos,
cosa que para mí no corresponde, de hecho, a la realidad. Entiendo que “tardío”
nunca es una aproximación de un tema en sí, si no antes un tipo de relación que
se establece con él. ¿Estás de acuerdo?
GDC | El desarrollo poético está íntimamente relacionado con la mirada, y ésta
viene directamente del ambiente cultural en el cual se desarrolla el poeta,
pero también a su capacidad de ruptura con este ambiente cultural. Así en
Bolivia, si estudiamos el proceso de Arturo Borda vamos a descubrir que el
Surrealismo se desarrolla en sus textos mucho antes del manifiesto surrealista
de Europa. Y el asunto es que Arturo Borda trabaja en una especie de pompa
transparente que lo aísla del mundo en el sentido del sonido gracias a la
introspección y el estudio del curso de sus propios pensamientos, pero que le
permite seguir mirando. Este proceso genera, contrario a lo que dice Eduardo
Mitre –por probable desconocimiento de este poeta marginal–, una vanguardia
inesperada y desconocida. Porque estos textos recién se van a publicar trece años
después de la muerte del poeta, y conocer mucho más tarde. ¿Entonces de qué
proceso tardío hablamos? Hablamos seguramente de la llegada de las vanguardias
europeas, sin considerar que adentro del continente ya se elaboraban
vanguardias de otras naturalezas, propias al espíritu latinoamericano. Estudiar
el proceso desde ese punto de vista sería un desafío que enfrentar.
FM | Gary, aquella experiencia a tres voces de una convivencia con los
poetas Ariel Pérez y Juan Carlos Ramiro Quiroga, que propició la publicación de
un libro titulado Errores compartidos (1995), ¿de qué se trataba exactamente y
qué importancia das a ese encuentro en términos de refinamiento de tu escritura
poética?
GDC | Se trataba de un taller instalado por voluntad de tres poetas sin más
maestro ni gurú que el ejercicio de mirarse unos a otros y aprender de nuestros
propios defectos y reflexiones.
Toda obra humana anida en su seno al error. El error es sello de su
transcurrencia. Y el error en sí, no es otra cosa que una diferencia sobre lo
que se esperaba. Esta diferencia que a nuestro ojo puede ser menor o mayor, a
un otro se le presentará distinta. Compartirlo nos ayuda no a eliminarlo, sino
a crecer. El ejercicio de tocarse, de sacar lo interior y exponerlo, nos ayuda
a mejorar la conciencia que tenemos de lo producido. Es menos importante que en
un poema determinado se consiga el verso brillante, que el ejercicio de haber
compartido la crisis que produjo su supuesto desajuste. Se trata, entonces, de
crear y compartir desequilibrios a través de la crítica. El ojo ajeno
inconforme con nuestra producción. Los argumentos que de ese esfuerzo deriven,
el diálogo, y la revisión en solitario del sujeto que acometió el poema, se
convirtieron, en definitiva, en los objetivos y las conclusiones del taller.
Es en este contexto que en 1994 se instaló el taller Club del Café o
del Ajenjo –grupo literario vigente hasta 1996– y de cuyos fracasos verbales son autores los que se nombran: Ariel
Pérez (Chile, 1961), Juan Carlos Ramiro Quiroga (Bolivia, 1961) y Gary Daher
Canedo.
Esta experiencia rica en desinhibiciones, ha sido escrita por cada uno
de sus componentes, con su respectivo punto de vista, sus emociones y
reflexiones; textos que han sido recogidos y publicados en un libro. El error
de haberlo confeccionado, es uno fundamental para nosotros, nadie podrá
separarnos de él, y será parte nuestra en la medida en que ninguna figura
humana se termina de modo que alguien pueda decir, así es, hasta que el sujeto
a quien pertenece no está muerto.
FM | ¿Cómo sopesar, en el contexto de la cultura boliviana, tu experiencia
editorial en los suplementos literarios de los diarios Presencia y Opinión?
GDC | El llevar adelante un suplemento literario, en mi experiencia, tuvo dos
altos significados. Por una parte, para los involucrados, el ejercicio de
editarlo lo transformó en universidad, en un gran aprendizaje, cursos
acelerados de literatura; por otra, el logro de la difusión. El Pabellón del
Vacío, editado y publicado en Cochabamba, tenía tres directores (una triada:
Vilma Tapia Anaya, Álvaro Antezana y Gary Daher Canedo), fue un suplemento que
buscaba un producto estético como revista. Así que la portada, por ejemplo era
la reproducción de una pintura sobre la cual venía un pequeño poema o un haiku,
el nombre del suplemento y el número. En su interior se cuidaba de los
espacios, los aires, y las imágenes eran elegidas con mucho cuidado en función
de los textos. El suplemento publicaba poemas y cuentos, así como entrevistas y
ensayos de los actores intelectuales del momento en Bolivia, de modo que su
impacto fue importante en la medida que daba color al tradicional suplemento
Presencia Literaria de La Paz. Mi participación en el suplemento de Presencia
fue posterior. Se trataba de una renovación de aquel periódico donde fui
convocado a elaborar el nuevo suplemento literario que también se llamó El
Pabellón del Vacío y que se imprimía en La Paz, pero que yo dirigía desde Santa
Cruz de la Sierra, en un experimento que daba un nuevo contexto y giro al
movimiento literario boliviano, mirando la producción desde el oriente del
país. Este segundo proyecto se llevó a cabo en coordinación con Soraya Luján en
La Paz.
FM | Gary, en 1995/96 fuiste responsable por la publicación de una serie de
traducciones de poetas brasileños. No solamente pido que me hables un poco al
respecto, sino que indago si había conocimiento, en el Brasil, de esa tu
valiosa actividad y consecuentemente si tu poesía –o la poesía boliviana como
un todo– encontró alguna acogida de parte de algún poeta y/o traductor
brasileño.
GDC | El periódico Hoy de La Paz me brindó una página entera para publicar la
columna “Poesía Brasileña Actual”. Recuerdo que salía los días sábado, y que yo
revisaba bajo el homenaje de una feijoada que mi amigo Luiz de Amaral cocinaba
en su restaurante a una cuadra del edificio donde vivía. Se trataba de uno o
varios poemas del autor brasileño elegido que yo traducía y que a su vez
provocaba un ensayo, que no era –como se podría colegir– un análisis del poema
sino un vuelo poético-filosófico engendrado por el poema. Siempre en la
concepción de que el poema es una especie de cuchillo que extrae frutos del
interior del lector, a la vez que es una semilla que siembra en su interior.
Los poemas los elegía de varias revistas y antologías de poesía
brasileña. Especialmente recuerdo la revista Dimensão de Minas Gerais
que traía varios poemas de poetas contemporáneos. No, nunca tuve contacto con
Brasil sobre este asunto, creo que es increíble que nuestros pueblos no tengan
esas aproximaciones. Especialmente los hispanoparlantes vivimos a espaldas de
la producción en portugués. Eso tiene que acabar, pues no solamente somos
próximos geográficamente, sino que nuestras lenguas tienen tan madre común que
en algún caso son bellamente incestuosas. Basta mirar, entre las obras
brasileñas, aquel fabuloso Mar Paraguayo de Wilson Bueno, que algunos amigos
leíamos en voz alta sintiendo que corría por dentro el espíritu de sus aguas
como una oración.
FM | Es casi cierto que, si se indagara en alguna ocasión, difícilmente un
poeta brasileño sabría al menos citar a un poeta boliviano. Está claro que lo
contrario no se verifica. Con esto quiero decir que nuestro desconocimiento no
es mutuo, aun cuando no defienda que la reciprocidad, si es que hubiese, sería
aceptable. Lo que afirmo es que el Brasil jamás hizo un único esfuerzo en el
sentido de integrarse a América latina. Me gustaría mucho saber cómo un poeta
boliviano ve este tema. Además de esto, pediría que hables de eventuales
reciprocidades entre Bolivia y los demás países hispanoamericanos.
GDC | Bolivia, como probablemente los otros países latinoamericanos vive de
espaldas al proceso cultural brasileño, y también sabemos que del lado
brasileño con relación a Bolivia sucede otro tanto. Es hora de romper esa
manera muy ligada al cierto resquemor que nos causa el recibir la lengua del
otro. Sería muy importante el impulsar traducciones, encuentros y todo tipo de
acercamientos que nos hagan mirarnos cara a cara y cotidianamente de una vez por
todas.
Por otra parte, el acercamiento de los poetas bolivianos con los poetas
argentinos, chilenos, y en menor medida peruanos, ha sido bastante asiduo. En
los últimos tiempos se han producido reuniones de poetas, especialmente
chileno-bolivianas muy importantes. Recuerdo, por ejemplo, una especie de
retiro poético que vivimos en Salsipuedes, en las Sierras de Córdoba,
Argentina, entre poetas, argentinos, uruguayos, chilenos, bolivianos y un
peruano, propiciado por Chile, que se denominó “Sursureos”. Algo inédito,
reunión a la que, sin embargo, no asistió ningún poeta brasileño.
Definitivamente, debido a lo urgente, todo esfuerzo será pequeño para
acercarnos mutuamente.
FM | Supongo que el ensayo de Oscar Rivera-Rodas sobre Jaime Sáenz,
publicado en los Estados Unidos en aquella edición especial de la revista Inti
de 1984, ha ayudado a divulgar su poesía en ese país. Creo que poetas como
Tamayo y Jaimes Freyre también tuvieron una difusión continental. En España
vivió la mayor parte de su vida otro boliviano, Pedro Shimose. Su presencia
allí, en el Instituto Iberoamericano de Cultura, ¿facilitó, de alguna manera,
el acceso de la literatura boliviana en Europa? ¿De qué manera nosotros mismos,
los poetas, que siempre reclamamos por este aislamiento de la cultura entre
nuestros países y por la transmisión de esa cultura hacia otros lugares del
mundo, estamos contribuyendo precisamente en el sentido de mantener esta
condición?
GDC | Tengo la impresión que Pedro Shimose no ha podido difundir la
literatura boliviana en Europa. No conocemos ningún trabajo de difusión, ni
artículos que haya escrito en el viejo continente sobre la poesía boliviana.
Hay algunos sumarios que deberían ser parte de la obra del poeta. Entre
ellos está en primer lugar las voces de sus muertos, pues un poeta es en primer
lugar sus muertos, luego las voces de su generación, y generación me refiero a
las voces de sus poetas vivos. Esto debería darse no como un maletín de viajero
que uno abre según la ocasión, sino como algo entrañablemente interno, algo que
es parte mía porque soy los otros. Entonces mi voz individual se levantará
polifónica, de inusitadas tonalidades, en las que me siento parte, de las que
soy intensamente parte.
FM | ¿Olvidamos algo?
GDC | En literatura se dan algo como dos temporalidades que nunca se cruzan:
en la primera habita todo el que la escribe. Entregado como está al rastro (que
otra cosa si no sería la escritura) generalmente no es consciente de que
escribe para los no natos, especie de larvas en el sentido de su no estar, de
su ausencia.
En la segunda, están los lectores, un singular grupo que espera sin
saberlo. Luego, el que lee es transportado, ingresado a un lugar intermedio: el
imaginario espacio creado por efecto del encuentro del lector y las palabras.
En este sitio, a la manera de Dante se trepa al país de lo escrito, donde el
autor como una sombra va a guiarlo por recintos y escaleras. Así, como si
dispusiera de una extraña puerta, el lector se comunica con los muertos.
Uno tras otro los libros se han ido encerrando en las bibliotecas.
A todo esto, se concluye que siempre habrá alguno que haya construido
su discurso. Un discurso cuyo destinatario final aún no existe, o te está
acechando donde quiera que habites, haciendo parte de las paredes. Pero ya ves
que lo único que tienes es el espejo.
Este horrible espejo. Mírate. Húrgate la nariz. Uno escribe para sí
mismo. Y el sí mismo es nadie. Yo soy la mano que grafica los signos y el temor
de las palabras.
He vendido hasta la payasa de dormir para no dormir. Aquí la sangre es
un circulo interminable y uno usa la escritura sabiendo que no tiene otro fin
que convertirse en un camino. Un camino del ser.
Y en el camino siempre se escuchan cosas, como llegadas de ningún
sitio, cosas de los espectros. Porque la literatura está hecha por espectros. Y
si tú firmas un texto y lo divulgas; éste ya pertenece a un muerto. Los muertos
hablan, exprimen sus símbolos inamovibles:
En el rincón han abandonado las arañas sus telas. Yo entiendo los
lugares por las telas. El descolorido tono de las cortinas y las manchas de la
alfombra. También los aguayos usados para tapar las ventanas y esconder la
desnudez. Tu desnudez es vergonzosa, tu desnudez no tiene alivio. Tu desnudez
existe si yo te miro los huesos, y entonces apareces en una insoportable
blancura de luto.
Todos han regresado. Vienen de usar el lenguaje del cuerpo. Entonces la
danza es un abrazo en el que se desea el atrapar el espacio. Y penetrar no es
suficiente pues se debe buscar con los dedos, con las palmas, con los oídos.
Entonces el poema florecerá al centro.
Más allá, bajo la sombra del alero un cántaro aguarda.
El lector va a nacer con la primera frase.
Entonces debemos dar vuelta la hoja y guarecernos. Esta es la voz que sólo va, este el silencio de lo escrito.
Jotamario Arbeláez, José Ángel Leyva, Eduardo Langagne, Gary Daher Canedo, FM, Uberto Stabile, Sergio Mondragón e Gabriel Chávez Casazola. Fortaleza, 2008 |
1874-1942 José María Eguren (Perú) A POESIA DE JOSÉ MARÍA EGUREN
1893-1948 Vicente Huidobro (Chile) LA COSECHA VERTIGINOSA DE LA IMAGEN POÉTICA
1899-1986 Jorge Luis Borges (Argentina) AS ENTREVISTAS COM JORGE LUÍS BORGES
1903-1958 César Moro (Perú) CÉSAR MORO ENTRE AMIGOS
1903-1973 Aldo Pellegrini (Argentina) SOBRE SURREALISMO
1904-1973 Pablo Neruda (Chile) A POESIA DE PABLO NERUDA
1910-1996 Enrique Molina (Argentina) OS COSTUMES ERRANTES DE ENRIQUE MOLINA
1912-2002 Pablo Antonio Cuadra (Nicaragua) POESÍA: EL ENSAYO DE LO INEFABLE
1915-1995 Enrique Gómez-Correa (Chile) TESTIMONIOS DE UN POETA EXPLOSIVO
1915-2001 Juan Liscano (Venezuela) LA EXPRESIÓN DE LO ESENCIAL
1917-2011 Gonzalo Rojas (Chile) A POESIA DE GONZALO ROJAS
1919-1974 Eunice Odio (Costa Rica) LAS VERTIENTES DEL FUEGO
1920-1994 Freddy Gatón Arce (República Dominicana) LA HUMANIDAD SECRETA DE LOS ABISMOS
1920-1999 Olga Orozco (Argentina) RETRATO-RELÂMPAGO DE OLGA OROZCO
1920-2004 Fernando Charry Lara (Colombia) PASIÓN Y REFLEXIÓN DE LA POESÍA
1921-2004 Javier Sologuren (Perú) UNA POÉTICA DE LA LEVEDAD
1921-2007 Otto-Raúl González (Guatemala) GUATEMALA Y SUS VOCES OCULTAS
1921-2010 Amanda Berenguer (Uruguay) VIAJES INCESANTES DEL LENGUAJE
1923-2013 Álvaro Mutis (Colombia) A POESIA DE ÁLVARO MUTIS
1924-2018 Claribel Alegría (Nicaragua) RECUERDOS DE LA REALIDAD
1924-2021 Manuel de la Puebla (Puerto Rico) MEMORIA POÉTICA DE UN PAÍS
1927 Carlos Germán Belli (Perú) PRECIOSOS MISTERIOS DE LA EXPERIENCIA POÉTICA
1927-2000 Francisco Madariaga (Argentina) “SOY SÓLO UN PEÓN DEL PLANETA”
1927-2010 Rolando Toro (Chile) A POESIA DE ROLANDO TORO
1927-2019 Ludwig Zeller (Chile) EL SURREALISMO EN LA MESA (Part. Susana Wald)
1928 Graciela Maturo (Argentina) LAS VANGUARDIAS EN ARGENTINA
1929-2016 Américo Ferrari (Perú) EL RECORTE SAGRADO DE LAS PALABRAS
1930-2011 Roberto Sosa (Honduras) HONDURAS EN SU AMBIENTE POÉTICO
1930-2018 José Guillermo Ros-Zanet (Panamá) ENCUENTROS Y DESENCUENTROS
1931 Juan Calzadilla (Venezuela) HUMOR Y SÍNTESIS EN EL ACTO CREADOR
1931-2016 Jorge Ariel Madrazo (Argentina) EL POEMA COMO CUERPO VIVO
1932 Circe Maia (Uruguay) UNA VOZ A TRAVÉS DEL TIEMPO
1932 Pedro Lastra (Chile) DEL ESPEJO A LA MULTIPLICACIÓN DE LAS VOCES
1932-2004 Marosa di Giorgio (Uruguay) DIÁLOGO SIN PAUSA
1932-2013 Carlos M. Luis (Cuba) DOS ENCUENTROS
1932-2019 Thelma Nava (México) SOBRE LA REVISTA PÁJARO CASCABEL
1933-2009 Alfredo Silva Estrada (Venezuela) INSCRIPCIONES EN EL ESPACIO POÉTICO
1933-2023 Manuel Mora Serrano (República Dominicana) DOS ENCUENTROS
1934-2014 Gerardo Deniz (México) RECORTES DE UNA IRONÍA APASIONADA
1934-2021 Rodolfo Alonso (Argentina) LA RIQUEZA ABANDONADA DE LA POESÍA
1937 Miguel Grinberg (Argentina) UNA MIRADA EN LAS VANGUARDIAS
1937-2020 Rodrigo Pesántez-Rodas (Ecuador) EL ECUADOR DE LAS LUCES
1938 Fernando Palenzuela (Cuba) CONVERSA SOBRE LA REVISTA ALACRÁN AZUL
1938-2008 Eugenio Montejo (Venezuela) ANOTACIONES DE LA PERMANENCIA DEL CANTO
1939 José Roberto Cea (Honduras) CASI UN TESTAMENTO POÉTICO
1939-2014 Ulises Estrella (Ecuador) SOBRE LAS REVISTAS PUCUNA E LA BUFANDA DEL SOL
1940 Francisco Morales Santos (Guatemala) DOS ENCUENTROS
1940 Gustavo Pereira (Venezuela) “AL DIABLO LOS VERSOS”
1940 José Kozer (Cuba) DOIS ENCONTROS
1940 Jotamario Arbeláez (Colombia) EXTRAVAGANCIAS POÉTICAS DEL NADAÍSMO
1941 Hildebrando Pérez Grande (Perú) LAS VANGUARDIAS EN EL PERÚ
1941 Luis Alberto Crespo (Venezuela) RESONANCIAS DEL ESPÍRITU POÉTICO
1943 Eduardo Mitre (Bolivia) LA RAZÓN ARDIENTE DE LA POESÍA
1944 Armando Romero (Colombia) DOS POETAS, CUATRO ENCUENTROS
1944 Francisco Proaño Arandi (Ecuador) DOS ENCUENTROS
1944 Renée Ferrer (Paraguay) DOS ENCUENTROS
1945 Harold Alvarado Tenorio (Colombia) POESIA & OUTRAS ESPÉCIES
1946 Carlos Vásquez-Zawadzki (Colombia) LAS VANGUARDIAS EN COLOMBIA
1946 Guido Rodríguez Alcalá (Paraguay) LAS VANGUARDIAS EN PARAGUAY
1947 Juan Cameron (Chile) LAS VANGUARDIAS EN CHILE
1947 Juan Carlos Mieses (República Dominicana) DETRÁS DE LAS PALABRAS Y LOS RITMOS
1947 Susana Giraudo (Argentina) LA POESÍA Y SUS NOMBRES INFINITOS
1948 Helen Umaña (Honduras) LAS VANGUARDIAS EN HONDURAS
1948 Miguel Espejo (Argentina) LAS VANGUARDIAS EN ARGENTINA
1948-2022 Alfredo Fressia (Uruguay) EN LAS FISURAS DE LA MIMESIS
1950 Alfonso Velis Tobar (El Salvador) LAS VANGUARDIAS EN EL SALVADOR
1950 Soledad Alvarez (República Dominicana) LAS VANGUARDIAS EN LA REPÚBLICA DOMINICANA
1950-2018 Enrique Verástegui (Perú) O MOTOR DO DESEJO
1951 Carlos Francisco Monge (Costa Rica) DOS ENCUENTROS
1951 Jesús David Curbelo (Cuba) LAS VANGUARDIAS EN CUBA
1952 David Cortés Cabán (Puerto Rico) LAS VANGUARDAS EN PUERTO RICO
1952 Julio del Valle-Castillo (Nicaragua) LAS VANGUARDIAS EN NICARAGUA
1952 Martin Jamieson (Panamá) LAS VANGUARDIAS EN PANAMÁ
1952 Orlando José Hernández (Puerto Rico) LAS VANGUARDAS EN PUERTO RICO
1954 Ernestina Elorriaga (Argentina) DOS POETAS EN UNA MESA DE LUZ
1955 Berta Lucía Estrada (Colombia) UNA MESA VERTICAL
1955 Carlos Barbarito (Argentina) A POESIA DE CARLOS BARBARITO
1955 Mónica Salinas (Uruguay) LAS VANGUARDIAS EN EL URUGUAY
1956 Gary Daher Canedo (Bolivia) SITIO DONDE AGUARDA UN CÁNTARO
1957 Alejandro Bruzual (Venezuela) LAS VANGUARDIAS EN VENEZUELA
1957 Homero Carvalho Oliva (Bolívia) LAS VANGUARDIAS EN BOLIVIA
1957 Luis Bravo (Uruguay) LAS VANGUARDIAS EN EL URUGUAY
1958 Adriano Corrales Arias (Costa Rica) LAS VANGUARDIAS EN COSTA RICA
1958 Beatriz Hausner (Chile) CAMINHOS DO SURREALISMO
1958 José Ángel Leyva (México) DOS ENCUENTROS
1958 José Carr (Panamá) LAS VANGUARDIAS EN PANAMÁ
1958 Nicasio Urbina (Nicaragua) LAS VANGUARDIAS EN NICARAGUA
1958 Omar Castillo (Colombia) DIÁLOGO ENTRE DOS POETAS
1958 Rodolfo Häsler (Cuba) EN BUSCA DE LO IMPOSIBLE
1960 José Mármol (República Dominicana) LA OTREDAD SORPRENDIDA DEL POETA
1960 Vilma Tapia Anaya (Bolivia) DOS ENCUENTROS
1961 Enrique de Santiago (Chile) LAS VANGUARDIAS EN CHILE
1962 Arturo Gutiérrez Plaza (Venezuela) LAS VANGUARDIAS EN VENEZUELA
1962 Raúl Serrano Sánchez (Ecuador) LAS VANGUARDIAS EN ECUADOR
1963 Pedro Xavier Solis (Nicaragua) LAS VANGUARDIAS EN NICARAGUA
1963-2016 Gonzalo Márquez Cristo (Colombia) CORRESPONDENCIAS ENTRE POESÍA Y ACCIÓN
1965 Jorge Fernández Granados (México) LAS VANGUARDIAS EN MÉXICO
1969 Luis Alvarenga (El Salvador) LAS VANGUARDIAS EN EL SALVADOR
1972 Gabriel Chávez Casazola (Bolívia) LAS VANGUARDIAS EN BOLIVIA
1972 Xavier Oquendo Troncoso (Ecuador) DIÁLOGO EN EL CENTRO DEL MUNDO
1973 Carolina Zamudio (Argentina) LA ILUSIÓN TRANSITORIA DE LOS ESPACIOS
1973 Ricardo Venegas (México) LA POESÍA DE RICARDO VENEGAS
1974 Fabricio Estrada (Honduras) LAS VANGUARDIAS EN HONDURAS
1974 Javier Payeras (Guatemala) LAS VANGUARDIAS EN GUATEMALA
1983 Manuel Iris (México) LAS VANGUARDIAS EN MÉXICO
1984 Alex Morillo Sotomayor (Perú) LAS VANGUARDIAS EN PERÚ
OBRA ENSAÍSTICA PUBLICADA
El corazón del infinito. Tres poetas brasileños. Trad. Jesús Cobo. Toledo: Cuadernos de Calandrajas, 1993.
Escritura conquistada. Diálogos com poetas latino-americanos. Fortaleza: Letra & Música, 1998.
Escrituras surrealistas. O começo da busca. Coleção Memo. Fundação Memorial da América Latina. São Paulo. 1998.
Alberto Nepomuceno. Edições FDR. Fortaleza. 2000.
O começo da busca. O surrealismo na poesia da América Latina. Coleção Ensaios Transversais. São Paulo: Escrituras, 2001.
Un nuevo continente. Antología del Surrealismo en la Poesía de nuestra América. San José de Costa Rica: Ediciones Andrómeda, 2004.
Un nuevo continente. Antología del Surrealismo en la Poesía de nuestra América. Caracas, Venezuela: Monte Ávila Editores, 2008.
A inocência de pensar. Coleção Ensaios Transversais. São Paulo: Escrituras, 2009.
Escritura conquistada. Conversaciones con poetas de Latinoamérica. 2 tomos. Caracas: Fundación Editorial El Perro y La Rana. 2010.
Invenção do Brasil – Entrevistas [edição virtual]. São Paulo: Editora Descaminhos, 2013.
Esfinge insurrecta – Poesía en Chile [edição virtual, em coautoria com Juan Cameron]. Fortaleza: ARC Edições, 2014.
Un poco más de surrealismo no hará ningún daño a la realidad. México: UACM – Universidad Autónoma de la Ciudad de México, 2015.
Sala de retratos. São Paulo: Opção Editora, 2016.
Um novo continente – Poesia e Surrealismo na América. Fortaleza: ARC Edições, 2016.
Valdir Rocha e a persistência do mistério. Fortaleza: ARC Edições, 2017.
Laudelino Freire. Rio de Janeiro: Academia Brasileira de Letras, 2018.
Escritura conquistada – Poesía hispanoamericana. Fortaleza: ARC Edições, 2018.
Visões da névoa: o Surrealismo no Brasil. Natal: Sol Negro Edições, 2019.
120 noites de Eros. Fortaleza: ARC Edições, 2020.
TRADUÇÕES
Poemas de amor, de Federico García Lorca. Rio de Janeiro: Ediouro Publicações, 1998.
Delito por dançar o chá-chá-chá, de Guillermo Cabrera Infante. Rio de Janeiro: Ediouro Publicações, 1998.
Nós/Nudos, de Ana Marques Gastão (edição bilíngue). Lisboa: Gótica, 2004.
A condição urbana, de Juan Calzadilla (edição bilíngue). Florianópolis: Letras Contemporâneas, 2005.
Dentro do poema – Poetas mexicanos nascidos entre 1950 e 1959, Org. Eduardo Langagne. Fortaleza: Edições UFC, 2009.
A aventura literária da mestiçagem, de Pablo Antonio Cuadra (em parceria com Petra Ramos Guarinon). Fortaleza: Edições UFC, 2010.
III novelas exemplares & 20 poemas intransigentes, de Vicente Huidobro & Hans Arp. Natal: Sol Negro Edições/São Pedro de Alcântara: Edições Nephelibata, 2012.
Sobre Surrealismo, de Aldo Pellegrini (edição bilíngue). Natal: Sol Negro Edições, 2013.
Memória de Borges – Um livro de entrevistas (2 volumes). São Pedro de Alcântara: Edições Nephelibata, 2013.
Bronze no fundo do rio, de Miguel Márquez (edição bilíngue). Natal: Sol Negro Edições, 2014.
Tremor de céu, de Vicente Huidobro (edição bilíngue). Natal: Sol Negro Edições, 2015.
Costumes errantes ou a redondeza da terra, de Enrique Molina (edição bilíngue). Natal: Sol Negro Edições, 2016.
Reino de silêncio, de Mía Gallegos (edição bilíngue). Teresina: Kizeumba Edições, 2019.
Traduções do universo, de Vicente Huidobro. Natal: Sol Negro Edições, 2016.
O álcool dos estados intermediários, de Gladys Mendía. Santiago: LP5 Editora, 2020.
A tartaruga equestre, de César Moro (edição bilíngue). Natal: Sol Negro Edições, 2021.
Agulha Revista de Cultura
Criada por Floriano Martins
Dirigida por Elys Regina Zils
https://arcagulharevistadecultura.blogspot.com/
1999-2024
Nenhum comentário:
Postar um comentário